Huida de Midgar
UN GATO CONTRA SHINRA
Capítulo 3: Huida de Midgar
El grupo salió de los baños y decidió seguir al profesor Hojo, de seguro él sabría donde se hallaba Aerith.
Hojo fue a sus laboratorios y empezó a hablarle a un animal que estaba en contención en una jaula de vidrio blindado, luego salió del lugar y Lydia y los demás investigaron por los alrededores.
Había varios contenedores biológicos y en uno de ellos había una especie de humanoide sin cabeza, el contenedor tenía una marca que rezaba Genova. Cloud miró al humanoide decapitado y tuvo una especie de ataque.
―¿Qué le pasa a Cloud? ―preguntó preocupada Tifa y Jesse,, pero nadie parecía saber la respuesta.
Lydia frunció el ceño ya que notó algo raro en el aura de Cloud, pero no pudo especificar que era.
Pasada la emergencia y Cloud ya recuperado, el grupo recorrió el lugar y llegó donde se hallaba Aerith. La florista se hallaba encerrada en una celda enorme de vidrio blindado.
―¡Aerith, no te preocupes, te sacaremos de allí! ―le gritó Cloud.
―¿Sabes alguna forma de abrir la celda? ―le preguntó Lydia.
―Sí, debes presionar esos botones y bajar la palanca de la izquierda ―le explicó Aerith, pero en eso Hojo apareció en el lugar y les mandó a detenerse.
De pronto, se abrió una trampilla al centro de la celda de Aerith y por ella subió el animal que antes estaba siendo confrontado por Hojo, parecía una especie de Lobo adornado con plumas y cuentas.
―¡Lydia, por favor! ―gritó Aerith y Lydia operó los controles abriendo la celda.
Cloud saltó de inmediato al interior de la celda listo para enfrentarse al extraño lobo, pero vio con asombro que el animal se presentaba a sí mismo y le ofreció su ayuda para salir del edificio.
Hojo huyó del lugar y el grupo se dispuso a seguirlo, pero el hombre les soltó uno de sus experimentos y tuvieron que enfrentarse a este.
―Les estoy en sumo agradecido por confiar en mí ―les dijo Nanaki al finalizar la batalla y empezó a contarles como lo capturaron.
Lydia quedó impresionada por la forma cortes y de estilo retro con la que hablaba Nanaki, pero a Percy no le causó la menor gracia.
Nanaki pidió acompañar al grupo, pero Percy tuvo sus reservas.
―Felinos y caninos no comparten barco ―le dijo frunciendo el ceño.
―No digas eso ―le recriminó Lydia―, claro que eres bienvenido a acompañarnos.
Los demás miembros no pusieron objeciones y Nanaki pasó a ser un miembro más del grupo.
Ingresaron a un ascensor, pero luego los Turcos aparecieron en el elevador contiguo y activaron una trampa de gas que facilitó la captura de los intrusos.
Sometidos por los efectos del gas, nada pudieron hacer para evitar que los Turcos les pusieran grilletes y aros electrónicos en el cuello para restringir sus movimientos. Luego fueron llevados donde el presidente de Shinra y este les dijo que serían ejecutados por haber derribado el sector 7 sobre la ciudad.
―Maldito ―rugió Percy y recibió una descarga que lo inmovilizó.
―Llévenlos a las celdas a la espera de su ejecución ―ordenó el presidente, riéndose.
.
.
Las celdas eran pequeñas, pero tuvieron que compartirlas. Las cuatro chicas estuvieron en una celda, mientras que los cuatro chicos compartieron la otra, Nanaki y Percy fueron tomados por animales y los pusieron en otra.
―Las celdas son tan pequeñas ―se quejó Lydia con pena.
―A los de Shinra no les importa, total, van a ejecutarnos mañana ―dijo Cloud.
―¡Cloud! ―le riñó Tifa y abrazó a Lydia para consolarla.
Wedge tenía un reloj y les comunicó que apenas había pasado un par de horas, pero a los demás les pareció como si hubiese transcurrido mucho más tiempo. La espera era desesperante.
Percy trató de usar su fuerza sobre humana, pero la puerta de la celda al parecer estaba electrificada, y mandaba fuertes descargas si está era violentada de alguna manera. También trató de pasar por entre los barrotes en su forma de gato,, pero de forma automática se cerró la portezuela de los barrotes, anulando cualquier intento de escape.
Luego de lo que pareció todo un día, algo raro sucedió, todos los cerrojos de las puertas se abrieron.
―¿Qué sucede? ―preguntó Aerith.
―Tal vez quieran darnos la ley fuga ―dijo Nanaki.
―¿Cómo sabes acerca de la ley fuga? ―le preguntó Percy.
―El abuelo me lee muchos libros ―dijo Nanaki.
―No tendremos otra oportunidad como está, vamos ―les urgió Biggs y todos salieron nerviosos de las celdas.
Al abandonar la sala de prisioneros vieron que algo andaba mal, habían rastros de lucha y sangre por todo el lugar, incluso encontraron varias partes de cadáveres esparcidas por el lugar, lo que hizo que las chicas se pusieran enfermas y los hombres tragaran saliva nerviosos.
―¿Qué diablos pasó aquí? ―se preguntó Barret.
―No lo sé y no quiero averiguarlo ―le dijo Biggs.
―Salgamos de aquí ―suplicó Aerith.
―De acuerdo, pero antes vayamos donde el presidente ―le contestó Barret y fue delante de los demás obligando a todo el grupo a seguirle.
―Cloud, no vayas tan rápido ―le pidió Tifa al rubio quien ya había adelantado a Barret.
―Cloud, por favor, espéranos ―le rogó Jesse, pero al igual que a Tifa, el rubio la ignoró.
―Cloud, estoy asustada, por favor, sujeta mi mano ―le dijo Aerith, y esta vez Cloud si se detuvo y se dio vuelta para ir donde Aerith y le sostuvo la mano.
―Gracias ―le agradeció la florista con una sonrisa y Cloud solo asintió con la cabeza tratando de verse duro.
Los dos volvieron a seguir a Barret y tanto Tifa como Jesse fruncieron el ceño. Percy tomó la mano de Lydia y con su mano libre le dio un puñetazo a Wedge en el hombro.
Wedge estuvo a punto de recriminarle cuando Percy lo agarró y le acercó para susurrarle algo.
―Ahora que Cloud regresó, hay cambio de planes, el nuevo plan es Estaré Siempre Junto a Ti o ESJT. Así que ve donde Tifa y quédate a su lado, eso sí, también acércate solo por ahora a Jesse o Tifa sospechará ―le indicó Percy.
Lydia que estaba asustada, no tuvo ánimos para criticarle a Percy, por lo que Wedge fue donde Tifa y Jesse.
―Chicas, no se preocupen, pase lo que pase estaré siempre a su lado ―les dijo Wedge tratando de no verse culpable y las chicas le agradecieron.
―¿De qué tanto estabas hablando con Wedge? ―le interrogó Biggs a Percy.
―Solo le decía que estuviese atento ante la presencia del enemigo y se moviese más al centro del grupo, tú, como eres el miembro más duro de Avalancha nos cubrirás la retaguardia.
―Ah, claro, no te preocupes, tú ocúpate de Lydia que yo me encargo de cubrirles las espaldas ―le contestó Biggs lleno de confianza ante las palabras de Percy.
Percy se reía con disimulo mientras Lydia le observaba con los ojos entrecerrados y el ceño algo fruncido. Nanaki, quien tenía buen oído, lo había escuchado todo, pero se limitó a negar con la cabeza.
Luego de subir varios pisos en los que no encontraron a nadie salvo rastros de sangre, llegaron a la oficina del presidente de Shinra.
La oficina estaba desierta con excepción del presidente quien se encontraba en su asiento y con una espada atravesándole la espalda.
―¡¿Qué diablos pasó aquí?! ―gritó Barret y Cloud se acercó al cadáver.
―No puede ser, esa es la espada de Sephirot ―susurró para sí mismo y luego tuvo otro ataque.
―¡Cloud! ―gritó Jesse y se acercó donde el rubio para ver si podía hacer algo.
Tifa miraba la espada estupefacta.
―No puede ser, reconozco la espada, jamás la olvidaría, pero se supone que Sephirot está muerto ―dijo Tifa con una expresión de miedo en el rostro.
―¿No se supone que Sephirot está muerto? ―preguntó Wedge.
―Tendría que estarlo, salió en todos los periódicos ―le contestó Biggs.
―Periódicos que son de propiedad de Shinra ―les recalcó Lydia―, no creo que debamos confiar en lo que se escribe en ellos.
―¡Hay alguien allí! ―gritó Percy señalando un mueble.
―No hay nadie ―le dijo Aerith.
―El joven Percy tiene la acertada intuición de estar en lo correcto ―le contradijo Nanaki―, yo también percibo que alguien desea ocultar su presencia ante nosotros.
―¿Seguro que hay alguien escondido? ―preguntó Biggs y como respuesta, Percy señaló sus orejas de gato y su nariz humana.
Barret se dirigió a revisar el mueble, cuando de repente, un hombre gordo y canoso salió disparado del lugar.
―Ese sujeto es Palmer, uno de los altos ejecutivos de Shinra ―les informó Cloud una vez repuesto de su ataque.
Barret sujetó al hombre y le obligó a decirle quien había asesinado al presidente.
―Fue, fue Sephirot, ¡se los juró! ¡Lo vi con mis propios ojos! ―lloriqueaba Palmer y aprovechó la oportunidad de escapar gracias a que en ese preciso momento un helicóptero pareció aterrizar en el helipuerto del edificio distrayendo a Barret.
―¡No lo dejen ir! ―gritó Lydia, pero al parecer todos querían ver quien era quien venía en el helicóptero.
―No te preocupes, Lydia, ese Palmer se dirige al helipuerto, que es al lugar donde vamos ―le dijo Percy y todo el grupo fue tras Palmer.
Al llegar donde el helipuerto, vieron como Palmer le rogaba de forma patética a un hombre joven y vestido de blanco ingresar al helicóptero.
El joven rubio resultó ser Rufus, el hijo del fallecido presidente de Shinra.
―Wow, miren que porte ―exclamó Aerith.
―Se ve mucho mejor en persona que en las fotos ―murmuró Tifa.
―Seguro será un mejor presidente que su padre, se nota a simple vista ―dijo babeando Jesse.
«¡Chicas!» ―pensó Lydia, mirando enojada a sus amigas ya que ese sujeto le daba mala espina y se volteó para mirarlo con más atención, comprobando que era un monstruo como su padre ya que su aura desprendía pura maldad.
Rufus se presentó a sí mismo y les dijo de forma megalómana sus futuros planes como presidente.
―Mi padre era un estúpido, él quería controlarlo todo a través del dinero, yo lo haré a través del terror, así me obedecerán más rápido y no gastaré tanto ―monologó con un tono diabólico y luego se rió.
Está vez las chicas mayores cambiaron sus expresiones y lo miraron con asco.
«Corrección», pensó Lydia. «No es tan malvado como su padre, es mucho peor».
Cloud, enojado con la previa reacción de Aerith, cuando vio por primera vez a Rufus, decidió quedarse a pelear contra él solo y sin ayuda de nadie.
Los otros integrantes decidieron salir del edificio pese a las críticas de Lydia y Percy de no dejar solo a Cloud.
―No hay nada que hacer, Lydia, así lo quiso Cloud ―le decía Percy.
―En que está pensando, esa actitud es tan macho y estúpida ―se quejaba Lydia.
El grupo tomó uno de los enormes ascensores y empezó a descender, cuando de repente, el ascensor contiguo les alcanzó y vieron que en su interior se hallaba una máquina que empezó a dispararles.
―¡Este no es un juego de rol, así que ataquen todos! ―les gritó Percy y los nueve integrantes empezaron a contraatacar.
El enemigo era duro, pero la superioridad numérica y los ataques de rayo de Percy, fueron clave para destruir la máquina infernal.
―¿Dónde está Cloud?, ¿por qué todavía no viene? ―preguntó angustiada Tifa, al mismo tiempo que Jesse y Aerith miraban con ansias el elevador por si aparecía Cloud.
No tuvieron que esperar mucho porque Cloud vino bajando las escaleras con una espectacular moto.
El grupo tomo "prestado" dos vehículos ya que no podían entrar todos en uno, y junto a Cloud, montado en la moto, escaparon de los cuarteles de Shinra.
.
.
El grupo escapaba por la autopista, cuando varios soldados de Shinra montados en sus propias motos les atacaron. Por fortuna, Cloud se puso en la retaguardia y cubrió a sus amigos derrotando a todos los motoristas.
Barret y Biggs frenaron de golpe los vehículos porque al parecer habían llegado al final de la autopista.
―¡Maldita sea, la autopista todavía no está terminada! ―rugió Barret.
―Barret, tenemos problemas más grandes que eso ―le señalaba Wedge y, en efecto, un enorme robot se dirigía hacia ellos.
Barret decidió que la estrategia de Percy era la más efectiva por lo que ordenó que los diez miembros del grupo atacasen al nuevo enemigo.
―¿Qué están haciendo? ¡Dejen de tomar turnos y atáquenlo al mismo tiempo! ―les indicó Lydia.
―También no se queden delante, ¡rodeen al robot y atáquenlo por los cuatro flancos! ―les señalaba Percy.
Las tácticas de Lydia y Percy dieron frutos ya que el robot fue derrotado en un santiamén, debido a que cuando se disponía a atacar a alguien, otro integrante del grupo le atacaba por otro costado y el robot se daba vuelta y así nunca podía asestar ningún golpe.
―Lydia, Percy. ¿De dónde aprendieron esas tácticas? ¡Son geniales! ―les alabó Biggs y los otros miembros intercambiaron miradas y asintieron con fuerza.
―Es solo cuestión de lógica y sentido común ―contestó extrañada Lydia.
―¿Debo preguntarme cuál será nuestro futuro curso de acción? ―preguntó Nanaki.
―Debemos ir tras la pista de Sephiroth ―dijo Cloud―, si él llega a la tierra de los ancianos será el fin del mundo.
―¿Qué significa eso? ―le preguntó Wedge.
―No lo sé, solo sé que debemos ir tras Sephiroth o el planeta afrontará un grave riesgo ―le respondió Cloud con la mirada perdida en el vacío y todos intercambiaron miradas de preocupación.
―De acuerdo ―dijo Barret―, yo también estoy muy intrigado con la presencia de Sephiroth, pero primero debo ir a ver a Marlene.
―No lo hagas ―le pidió preocupada Lydia―, todo Shinra y de seguro también los Turcos nos están buscando, solo pondrás a Marlene en peligro, lo mismo que a la madre de Aerith.
―Lydia tiene razón, no te preocupes, mi madre cuidará muy bien de Marlene ―le tranquilizó Aerith.
―Supongo que está decidido, ¿pero cómo nos iremos de Midgar? De seguro toda la ciudad está cerrada ―se preguntó Jesse.
―Usaremos el plan de Wedge, nos deslizaremos por los cables hasta salir de la ciudad ―dijo Tifa.
Todos miraron el horizonte, empezaba a salir el sol de la misma manera en que empezaba una nueva búsqueda para el grupo en su meta de salvar el planeta.
CONTINUARÁ...
Tal vez les choque las actitudes de las chicas de FF7, pero no me las inventé, en el juego TODAS las chicas protagonistas babean por Cloud, tanto es así, que en el comic online parodia de FF7 de ObstinateMelon, Aerith, enojada, agarra el guion del juego diciendo: "tengo que averiguar porque diablos estoy enamorada de este idiota, no tiene sentido".
Recuerden que Jesse, Biggs y Wedge se salvaron debido a que entrenaron con anticipación con las MATERIA que les dio Lydia.
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