El edificio Shinra
UN GATO CONTRA SHINRA
Capítulo 2: El edificio Shinra
Pasados un par de días, seguía la angustia por parte de Tifa ya que Cloud aún no aparecía. Wedge siempre se ofrecía para seguir buscando a Cloud por sugerencia de Percy, quien aún insistía en la táctica del Ahora Es Cuando o AEC como él la llamaba.
―Tifa... ―empezó a decir Barret de forma nerviosa―. Todavía no hay noticias de Cloud, y debemos seguir con nuestra misión de destruir a Shinra.
―Por favor, déjala en paz ―le reclamaba Jesse, quien al parecer también sentía algo por Cloud por la manera que lamentaba la ausencia del ex SOLDADO.
―Es que resulta que este sujeto llamado Don Corneo, tiene valiosa información que podremos usar contra Shinra ―empezó a decir Barret.
―¿Don Corneo? ―preguntó Lydia.
―Es el jefe mafioso de la zona roja de la ciudad, controla toda la actividad ilegal con respecto a... ―se detuvo Biggs al ver a Lydia.
―Entiendo ―comprendió Lydia, y frunció el ceño.
―¿Y cómo podremos obtener esa información? ―quiso saber Wedge.
―Bueno... Verán, al parecer Don Corneo quiere sentar cabeza, por eso ha invitado a todas las señoritas en edad para casarse a "entrevistarse" con él, para de esta forma decidir quién será su futura esposa ―les explicó Barret.
―¿Entrevistarse? ―siseó con gesto de asco Jesse.
―Sí, y bueno... Pienso que ustedes, chicas, podrían infiltrarse y sacarle la información a Corneo ―les dijo Barret mirando nervioso a Tifa y a Jesse.
―¡Barret, debes estar bromeando! ―le gritó Biggs.
―Es cierto, ellas no pueden hacer eso ―le criticó Wedge.
―De acuerdo, lo haré ―dijo de pronto Tifa y todos le miraron asombrados.
―No estás pensando de forma clara ―le susurraba Jesse.
―Cloud se sacrificó por nosotros, esto es lo menos que puedo hacer ―decía Tifa negando con la cabeza―. Jesse, no es necesario que vengas, solo basta una de nosotras para sonsacarle la información.
Jesse y Lydia trataron de hacer entrar en razón a su amiga, pero Tifa se puso terca. Al final, Tifa se alistó para ir dónde Corneo llevando un llamativo traje rojo.
―Tú no irás sola a ese lugar. ―Se plantó Wedge, decidido.
―Pero Don Corneo solo acepta que chicas entren a su casa ―le dijo Tifa.
―No me importa, te acompañaré hasta la casa de Corneo, y si veo que algo sale mal vendré en tu ayuda ―le contestó Wedge con aplomo.
―Gracias, en realidad no quería ir sola hasta ese lugar ―le confesó y ambos tomaron un carruaje y se dirigieron hacia la casa de Don Corneo.
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―Espero que Tifa se encuentre bien ―dijo Percy luego de un tiempo.
―No te preocupes, Wedge está con ella ―le contestó Lydia.
―Odio está espera, debimos haber ido con ellos ―se quejó Percy.
―Yo también siento ansiedad, ¿qué te parece si vamos a entrenar con las Materias que compramos? ―sugirió Lydia y ambos fueron dónde Barret y los demás, y les pidieron que les acompañasen.
―Es una buena idea ―celebró Jesse.
―Es un buen momento para practicar, ¿segura que quieres darnos tu Materia? ―le preguntó Biggs.
―Sí, estoy muy segura, mientras más practiquemos, haremos la Materia más poderosa, además, yo prefiero usar la Materia de curación, ustedes quédense con las otras ―les dijo Lydia, resuelta.
―Gracias, bueno ¿qué están esperando? ¡A practicar! ―ordenó Barret.
Lydia y los demás se pusieron a entrenar con esmero con lo que lograron incrementar sus niveles de lucha y curación, cuando de repente, vieron como varios soldados de Shinra se dirigían al pilar del sector 7 de la ciudad.
―¿Me preguntó que estarán tramando? ―se preguntaba Biggs.
―Eso no importa, debemos detenerlos ―ordenó Barret y todos fueron tras los Shinra.
Los primeros soldados contra los que se enfrentaron no fueron ningún reto, sin embargo, todos se asustaron al enterarse de los planes de Shinra para con el sector 7.
―¡No pueden hacer eso! ¡Matarían a miles de personas! ―gritó Lydia estupefacta al oír el macabro plan.
―Yo creo que son capaces de hacerlo y encima planean echarnos la culpa por eso ―siseó Percy con los cabellos erizados lo mismo que su cola por la furia.
―Bueno, ya escucharon, ¡en marcha! ―les gritó Barret, pero detuvo a Lydia y a Percy con un gesto de su mano.
―Ustedes son muy jóvenes, lo mejor es que esperen aquí ―les ordenó.
―¡Pero queremos ayudar! ―le insistieron, pero Barret les dirigió una mirada que indicaba muy claro que no toleraría desobediencia alguna.
―De acuerdo, pero al menos tomen mis Materias de curación ―les pidió Lydia y todos recibieron los obsequios.
Barret, Biggs y Jesse subieron por el pilar del sector 7 y se enfrentaron con los soldados de Shinra que al parecer eran muy numerosos.
Lydia y Percy observaban las peleas muy preocupados, cuando en eso escucharon que alguien gritaba sus nombres.
― Lydia, mira, es Tifa y Wedge ¡Cloud va con ellos! ―gritó feliz, Percy.
Wedge y los demás le pidieron a Lydia que los pusiera al tanto y luego decidieron subir a ayudar a sus amigos.
―Por favor, Lydia, tú y Percy vayan al Séptimo Cielo y lleven a Marlene a casa de Aerith ―les pidió Tifa y ambos chicos guiaron a la florista al bar de su amiga.
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―¡Marlene, Marlene! ―gritó Lydia y fue en busca de la pequeña niña.
―Marlene, tu papá nos pidió que te lleváramos con una buena amiga suya llamada Aerith, no te preocupes que él vendrá pronto luego de cumplir una entrega que tenía pendiente ―le explicó a la niña para no asustarla y a continuación le presentó a Aerith.
La mujer guio hasta su casa a los dos amigos y a Marlene. Luego de dejar a la niña bajo el cuidado de Aerith y su madre, Lydia y Percy fueron presurosos hacia el pilar del sector 7 y subieron por este. A medida que subían los escalones vieron los cadáveres de varios soldados de Shinra, por fortuna, no había rastros de que sus amigos hubieran sido heridos.
Al llegar a la plataforma de control del pilar, vieron como Barret ya iba deslizándose cuesta abajo con la ayuda de un cable, Tifa y Jesse iban sujetas a él.
―¡¿Wedge, que sucede?! ―gritó Lydia.
―¡Lydia, Percy¡, ¿qué hacen aquí? ―se sorprendió Wedge.
―Dejamos a Marlene en casa de Aerith y venimos a ayudarles.
―No debieron venir, el pilar está a punto de colapsar por culpa de Shinra ―les dijo Cloud.
―No se preocupen, yo les sacaré de aquí ―les dijo Percy y se transformó en un gato doméstico y empezó a levitar.
―¡Deprisa, sujétense de Percy! ―les ordenó Lydia y todos sujetaron las patas del gato.
―¿Puedes lograrlo? ―le preguntó Lydia preocupada.
―Unshoo... Están muy pesados ―se quejaba, pero de alguna forma trasladó a los cuatro a un lugar seguro en el sector 6, justo antes de que todo el sector 7 colapsara aplastando a todos los que vivían debajo.
―Uf... ¿Estás bien? ―preguntó Percy en su forma de gato y muy agotado.
―Estoy bien ―le contestó Lydia y sujetó a su amigo estrechándolo contra ella―, todos estamos a salvo gracias a ti.
Todos los hombres le agradecieron, pero luego le comunicaron a Lydia que Aerith fue secuestrada por los Turcos.
Lydia y los demás fueron al parque de los suburbios del sector 6 y encontraron a Barret y a las chicas. Barret le agradeció a Percy por haber salvado a sus hombres y luego se dirigieron a la casa de Aerith.
Cloud era quien dirigía al grupo a la casa de Aerith ya que al parecer Lydia no se sentía con fuerzas como para guiarlos.
―¿Cómo pudieron, cómo pudieron hacerlo? ―gemía Lydia, y Percy trataba de consolarla.
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Al llegar a la casa, comprobaron con alivio que Marlene se hallaba sana y salva, según la madre de Aerith, su hija se dejó capturar con tal de que dejasen a la pequeña niña en paz. Barret se disculpó con la señora, y está les confesó que Aerith en realidad no era su hija, sino que era la última de su especie, unos seres llamados Los Ancianos y que se autodenominaban Los Cetra.
Barret le pidió a la señora que siguiera cuidando a Marlene, mientras ellos irían a rescatar a Aerith.
―¿Cómo vamos ir a los cuarteles de Shinra? ―preguntó Tifa―. Todos los caminos deben estar controlados por guardias.
―Podemos ir por el mercado del muro, si subimos por los cables abandonados podremos subir ―sugirió Wedge.
―¡Eres un genio! ―le alabó Tifa y el hombre se ruborizó y bajó la vista.
―Démonos prisa ―apuró Cloud y salió disparado hacia el mercado del muro con todos siguiéndole lo más rápido que podían.
Ante el interés del rubio por Aerith; Tifa y Jesse fruncieron el ceño, lo mismo que Lydia, aunque lo hacía por motivos diferentes lo mismo que Percy.
«Esto pinta mal para Wedge», pensaron Lydia y Percy.
Al llegar al mercado del muro, subieron por unos cables y comprobaron el daño que ocasionó el desplome del sector 7 sobre la ciudad.
Lydia giró el rostro al no poder aguantar ver tan horrible escena y Percy la abrazó.
El chico gato miró con el ceño fruncido a Wedge, indicándole con un gesto de la cabeza que se dirigiese dónde Tifa y que también le consolase ya que al parecer ella también estaba afectada.
Wedge palmeó con cariño el brazo de Tifa y la mujer le sonrió triste.
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Llegaron al edificio de Shinra y Lydia quedó impresionada, la arquitectura del edificio tenía como fin intimidar a todo el que la viese y que sintiese miedo ante la agresiva multinacional.
―Bien, entremos de una vez ―ordenó Barret, pero Lydia y las otras chicas le pusieron mala cara.
―Barret, ¿cómo se te ocurre? ―le dijo enojada Tifa―, esa es la entrada principal.
―Tenemos que tener un plan ―le dijo Jesse.
―Tengo uno ―dijo de forma lacónica Cloud con lo que Tifa y Jesse miraron al rubio con admiración.
―¿Cuál es tu plan? ―quiso saber Lydia algo dubitativa acerca de que su amigo tuviese un plan decente.
―Entremos a lo bestia. ―Le soltó el rubio y Lydia entrecerró los ojos por la decepción mientras que las otras chicas abrieron las bocas por el shock.
―Me agrada tu plan ―le apoyó Biggs.
―Tomen las cosas en serio ―les criticó Jesse.
―Jesse tiene razón, no podemos entrar por la puerta principal, todos los soldados de Shinra se nos vendrían encima ―les riñó Tifa.
―Pero tenemos que hacerles pagar por haber raptado a Aerith. ―Les contestó Cloud.
―Cloud, no puedes ir por allí atacando como un toro, tienes que tener una estrategia ―le señaló Lydia y luego miró a Percy.
―De acuerdo ―entendió Percy, transformándose en gato y salió a explorar el lugar.
Luego de un par de minutos regresó Percy, y le comunicó al grupo que encontró una entrada lateral la cual no era vigilada, eso sí, tendrían que subir varias escaleras.
―Mejor votemos ―dijo Barret. Él, Biggs y Cloud votaron por entrar por la entrada principal, mientras que Lydia, Tifa y Jesse votaron por buscar otra entrada.
Todos miraron a Percy y a Wedge para desempatar, pero como era de suponer los dos chicos votaron apoyando a las mujeres.
―Entiendo que Percy votara por Lydia ―dijo Biggs―, pero ¿por qué tú Wedge, tuviste que darnos la espalda?
―Me parece que Tifa tiene razón, si entramos por la puerta principal, todo el ejército de Shinra se nos vendrá encima ―dijo Wedge y Tifa le sonrió en agradecimiento.
Barret puso los ojos en blanco y se dio por vencido con lo que el grupo tuvo que ir por la entrada lateral.
El grupo subió las escaleras de la entrada lateral y al cabo de varios minutos las fuerzas empezaron a abandonarles.
―¿Quieres que te lleve, Lydia? ―se ofreció Percy ya que él era el único que no mostraba signos de cansancio.
Lydia en un principio quiso continuar, pero se hallaba tan agotada, que al final accedió a ser llevada a caballito.
―Cloud, ¿me puedes llevar? ―dijeron Tifa y Jesse al mismo tiempo, con lo que luego vino un silencio incomodo por parte de las mujeres, en cuanto a Cloud, él no parecía tener el mínimo interés en llevar a alguna de las chicas.
Percy quiso sugerirle a Wedge que se ofreciese a llevar a Tifa, pero apenas le vio y supo que sería inútil, de todo el grupo, era él quien estaba más agotado.
«Lydia y Percy tienen razón, debo ponerme en forma», pensaba Wedge quien estaba al borde del colapso.
El grupo siguió subiendo las escaleras cuando en eso Tifa, quien se hallaba delante de los demás pegó un grito.
―¡Kyaaa!
―¡¿Qué pasa?! ―gritó Jesse y todos vieron como Tifa estaba roja como un tomate y trataba de bajarse la falda para que cubriese más sus piernas, una tarea imposible debido a lo corto del vestido.
―¿Qué sucede? ―le preguntó Wedge preocupado.
―¿Por qué?, ¿por qué no me avisaron?
―¿Avisarte qué, mujer? ―le preguntó Biggs.
―Se..., ve..., do....
―¿Tifa? ―dijo Jesse algo dubitativa.
―Se me ve... ¡SE ME VE TODO! Cloud, chicos, ¡ustedes vayan por delante!
―¡Oye, nadie te estaba mirando el culo! ―le dijo Barret.
―¡Eso no me importa! ¡Todos los chicos vayan por delante! ―les ordenó Tifa muy ruborizada y todos los varones aceptaron ir por delante de las empinadas escaleras.
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El grupo llegó al final de las escaleras y decidieron que luego de tomar un descanso, ingresarían con cuidado al edificio.
El edificio era inmenso y varias áreas de este estaban restringidas, por fortuna, recibieron ayuda de alguien inesperado. Resulta que el alcalde de la ciudad tenía sus "oficinas" en el interior del edificio, esto era porque en realidad el alcalde era un prisionero de Shinra y así le mantenían bajo control.
El alcalde les entregó varios pases y así pudieron desplazarse con más seguridad por todo el edificio, pero aun así tardaron mucho tiempo recorriendo los laberinticos pasillos tratando de averiguar el paradero de Aerith.
―¡Cúbranse! ―les ordenó Cloud al ver al presidente de Shinra y a otros altos ejecutivos de la multinacional, incluido un hombre que parecía ser un científico.
―Espero un buen reporte está vez, profesor Hojo ―dijo el presidente y ambos hombres se perdieron por un pasillo.
El grupo trató de seguir a los dos hombres, pero vieron frustrados sus intentos por un par de macizas puertas, por lo que Cloud se dirigió a uno de los baños del piso en el que estaban y decidió ir por el ducto de ventilación para ver si averiguaba algo.
―Cloud, deja que Percy vaya, en su forma de gato es mucho más liviano y ágil que tú ―le insistía Lydia, pero Cloud quería ir para averiguar de primera mano dónde podría hallarse Aerith.
―Chicas, creo que a Cloud le gusta mucho esa chica Aerith ―les dijo Percy a Tifa y a Jesse, simulando inocencia, pero en el fondo lo hacía para que Tifa dejase de interesarse en el rubio y se fijase más en Wedge.
Tifa y Jesse fruncieron el ceño, pero no dijeron nada. Luego de unos minutos, Cloud regresó y les informó todo lo que había visto y oído.
Todos se mostraron escandalizados ante la falta de moral alguna por parte de esos hombres, que festejaban las ganancias que obtendrían por el plan de haber asesinado a miles de personas con el derrumbe del sector 7.
CONTINUARÁ...
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