Pasaron los minutos y Takemichi se acomodaba sus pantalones de forma pensativa, cada de que usaba a Yuyu para su propia satisfacción una ola de culpabilidad lo azotaba sin poder evitarlo, aun tenia una debilidad muy marcada por su compañero.
Podia mandar a matar a los estudiantes de un colegio entero, mantener rea a una embarazada, dispararle a un vagabundo o a un político, pero simplemente el dañar a Fuyu le resultaba doloroso justo después de eyacular.

El inmenso placer que lo envolvía cuando tenia el sonrosado y lloroso rostro de su amigo mamaondole la verga, se esfumaba rápidamente y era sustituido por mera culpa y dolor al caer en cuenta que obligo al menor a hacer algo que no quería. Ya tenia varios años enamorado de esos ojitos cian tan llenos de esperanza y de ternura, pero para su desgracia era consciente de que actualmente Yuyu solo lo veía como un amigo, un amigo al cual últimamente le temía cabe resaltar.

Dirigió su mirada al mencionado quien seguía escupiendo el semen de su boca, se veía sudado y pensativo, por lo que le paso su propio pañuelo para que terminara de limpiarse y se sentó a su lado.

_Cuanto tiempo tendrás a Henemiya en tu casa?_

_No lo se, el tiempo que él necesite_

_Te cuidare las espaldas como siempre Yuyu, pero ten cuidado, recuerda que Hnemiya también es un asesino_

Chifuyu noto el enojo y celos en el tono de voz de Takemichi, no era un secreto para nadie que una de las cosas que mas aborrecía el ojiazul eran los sábados, esos malditos días donde Fuyu visitaba semanalmente al joven del cascabel, siempre llevandole alguna fruta, un libro, cobijas o algo que los guardias del lugar le permitieran...

_Tora ya cumplió con su condena, no hay nada que echar en cara, cumplió con su castigo_ Takemichi quería y podía arrancarle esa magnifica lengua a Fuyu por usarla para defender a Henemiya... Pero no lo hizo ni lo mando a hacer.

_Lo defiendes demasiado, pareciera que te gusta_

_A cambiado y evolucionado mucho, ya no veo esa rabia ni deseos de venganza en sus ojos, su semblante es mas estoico y amable... No me gusta pero no me molestaría si en un futuro Tora llegara a gustarme mas que como amigo_

Takemichi se recostó sobre los muslos de Chifuyu, era una vieja costumbre que ambos tenían después de un largo día, Michi se recostaba y Yuyu le repartía caricias a lo largo del cuero cabelludo. _Te puede llegar a gustar el asesino de tu preciado Baji-San?_ Canturreo con una sonrisa burlona que disfrazaba perfectamente el dolor que le sentía. _Que mal gusto en hombres tienes Yuyu_

_Eh tenido peores_ Con sus delicados dedos se dedico a darle un suave masaje a la cabeza de Takemichi como cuando eran adolescentes, olvidando que hace apenas unos minutos le estaba practicando una felacion. _Te recuerdo que tu me gustabas hace un tiempo Michi_

Se forma una dulce sonrisa en el mencionado y un casi imperceptible sonrojo al traer a la memoria ese preciado y adorado recuerdo, aun eran adolescentes pero La ToMan comenzaba a codearse con The Black Dragons.

_Me rechazaste Michi_

_Te merecías algo mejor Yuyu_

Susurro suavemente notando como las caricias del menor hacían efecto pues su cuerpo fue envuelto por una paz enorme que solo podía encontrar en Yuyu, el sueño se hizo presente y se dejo envolver por el relajante momento.

_Una vil excusa que usaste para rechazarme amablemente_

Takemichi cerro los ojos aspirando el delicioso perfume natural del menor, aun no sabia si era fresa o frambuesa pero le gustaba bastante. _Sabes que no soy bueno para ti Yuyito pero tampoco lo es Henemiya aunque te empeñes en creer lo contrario_

...

Al día siguiente, temprano Kazutora se quitaba el feo uniforme del reclusorio, colocándose con cuidado y cariño las prendas nuevas que Yuyu le había llevado, una simple camisa blanca y jeans claros, un atuendo simple pero cómodo.

Vio el lugar que fue su hogar por una década entera por ultima ves, le parecía irreal el saber que ya no tendría que hacer favores sexuales para sobrevivir ni tendría que meterse en peleas cuando tenia hambre... Ahora seria un hombre reformado, un adulto mas dentro de la sociedad.

Las puertas de la salida del lugar se abrieron.

_Kazutora Henemiya, vinieron por ti_ La gruesa voz de uno de los guardias lo obligo a abrocharse los zapatos con rapidez y correr directo a donde sabia se encontraba Fuyu.

Salio del reclusorio y fue azotado enseguida por los cálidos y brillantes rayos del sol, había olvidado como se sentía estar bajo este. _Bienvenido a la sociedad Tora_ La encantadora voz de quien fue su mas recurrente visitante lo regreso a la realidad, lo enfoco y admitió que Yuyu se veía cada día mas lindo.

El menor se acerco con calma y rodeo con sus brazos. _Me alegra tanto que finalmente puedas estar conmigo_ Susurro con esa melosa voz sobre el cascabel de Tora, produciéndole un delicioso escalofrió, fue ahí que finalmente el mayor reacciono y correspondió el abrazo con torpeza en sus movimientos, temía ser rechazado por Yuyu pero no fue así.

En ese momento recordó la primera carta con buena ortografía de Baji: Conocí a un tipo, es un sujeto raro pero es un buen y lindo chico, creo que me agrada.

Baji tenia tanta razón!