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4.¿No funciona?


🎵apocalypse - cigarettes after sex

🍃


Cuando Sana le anunció de la nada que quería tener un hijo y finalmente formar una familia lo primero que pensó fue que estaba borracha o que le había pasado algo para que del día a la noche se decidiera. Dahyun llevaba intentando que se decidiera desde hacía unos buenos meses, pero jamás con presión.

Respetaría su decisión fuera la que fuera, le dijo que esperara a la mañana siguiente para hablarlo con más calma e incluso después de una charla más profunda en la que Dahyun le preguntó tres mil veces si estaba segura, la japonesa le contestó las tres mil veces lo mismo: quería hacerlo.

A Kim no le importaba ser quien llevara a su futuro hijo, aunque Sana había dicho que le daba igual, en el fondo sabía lo terrible que sería para Minatozaki por lo que sería Dahyun quien llevaría el embarazo.

Al igual que sus amigas, asistieron a la clínica tan exitosa para engendrar a su bebé. Se hicieron las pruebas necesarias y en menos de un mes se suponía que Dahyun se hallaría en embarazo, todo sonaba fácil ¿verdad?

Pero para la coreana no lo estaba siendo, llevaba ya una semana haciéndose pruebas de embarazo y nada. Absolutamente nada. Le preguntó indirectamente a sus amigas que ya habían sido madres la experiencia y todas contestaron que en la semana que les avisaron en la que podrían quedar embarazadas lo hicieron.

Dahyun se estaba impacientando, incluso pensaba que había hecho mal o que quizás no podía tener hijos. Llevaba una semana de mierda, comprándose pruebas de embarazo como una loca y de un humor terrible.

Para colmo, su esposa Minatozaki, parecía estar demasiado ocupada con el trabajo como para recordar que estaban en el proceso de tener un hijo. Sana ya le avisó que ese mes iba a ser duro y que estaba preparando un caso difícil, pero Dahyun jamas espero que fuera tan extremo.

Debido a su trabajo, salía de casa a las nueve de la mañana y volvía a la madrugada, se duchaba y dormía para repetir su rutina ¡incluso en los pocos días que tenía de la pasaba en su portátil!

Una de esas noches Dahyun trató de esperarla despierta, sería la una y media de la madrugada cuando la escuchó entrar. Dejó que se diera una ducha primero para luego confrontarla.

—¿Dahyunnie? Estás despierta —abrió los ojos al verla sentada en la cama —¿No puedes dormir?

—No, llevo una semana horrible. Llego cansada de trabajar, tengo que limpiar todo lo que dejas tirado de madrugada y después me hago una prueba de embarazo ¡que no deja de salir negativa!

—Lo siento...igual hay algo que no va bien.

—¡Gracias por la observación! He querido ir, pero tenemos que ir las dos tener un hijo no es solo cosa de una —elevó un poco la voz.

—Bueno pues ya iremos, hablemos de esto mañana cuando estés mas calmada.

Sana había dicho lo que nunca se le puede decir a una mujer enojada: que se calme. Aquello hizo saltar aún más y a Dahyun que tomó una de las almohadas para lanzarla al rostro de la japonesa.

La protagonista esquiva como puede todo lo que es lanzado por la menor. No entiende su malhumor del todo.

—¿Qué me calme? ¡Te estoy diciendo como me he estado sintiendo y te da igual! ¡Me siento como una idiota haciéndome todos los días pruebas de embarazo!

—Solo he dicho que lo habláramos mañana, Dahyunnie —Sana intentó no perder la calma. —estoy tan cansada que solo quiero dormir ¿por favor?

Un silencio lleno de tensión se instaló en la habitación, Dahyun tomó otra almohada y terminó lanzándosela a la cara a su mujer.

—Pues duerme, pero no en esta cama.

Sana supo que no tendría caso discutir aún más y que cuando su esposa estaba enfadada nada la haría cambiar de opinión por tanto, tomó la almohada y se marchó a dormir al sofá.

Y aunque le prometió hablar todo con más calma esa mañana, Dahyun se marchó sin despertarla causando que llegara tarde a su trabajo.







🦽🦽











Ese día Dahyun intuyó que debido a la pelea de la noche anterior Sana estaría más atenta o cariñosa de lo normal. Reviso su teléfono, al terminar de impartir su clase de música. Los niños habían sido tan obedientes y amables como siempre, no era muy fan de enseñar, pero cada día le iba gustando más.

Tal y como pensó vio su móvil estallando a mensajes de la nipona.

Le respondió algo fría y se dirigió a casa de Jihyo que la había invitado a comer (y a pedirle ayuda con las gemelas seguramente)

Dahyun aparcó en el hogar Park y al bajar del coche se sorprendió al ver aparcado el bonito y lujoso Aston Martin DB11.

—¡Dubu! —salía por la puerta Momo para abrazarla con algo de prisa —Me encantaría quedarme y preguntarte qué tal, pero es algo urgente.

—Tranquila Momorin, ¿te llevas el coche de tu novia?

—Esposa —corrigió rápidamente Momo con una sonrisa —y sí, me lo llevo ya hablaremos este finde o cuanto antes.

La japonesa mayor salía disparada entrando al lujoso auto y la menor la despedía con la mano para después finalmente entrar.

Al hacerlo, avisó antes que ya estaba allí para dirigirse a la sala de estar donde escuchaba las risas de las gemelas. Seguramente Jihyo estaba jugando con las dos.

—¿Jihyo? —preguntó al ver que quien estaba de espaldas no era la coreana mayor.

—¡Oh mirad quien está aquí!

—¡Mina! —exclamó con sorpresa Kim.

La japonesa menor le sonrió abrazándola, últimamente ver a Myoui era prácticamente imposible debido a su trabajo como CEO de su propia y reconocida empresa, dedicada al desarrollo de varios videojuegos que habían tenido un completo éxito.

Supuso que Mina también había salido hacía poco de trabajar al verla en camisa blanca.

—Jihyo esta duchándose, me dijo que si venías que había comida para ti en el micro.

—Ya voy —asintió para acercarse a las dos bebés.

Las gemelas estaban las dos en su propia cuna y la extranjera parecía haber estado jugando con ellas un buen rato.

Dahyun primero cargó a Jiwoo dándole unos cuantos besos, le recordaba demasiado a Jihyo versión bebé y Kyujin no se quedaba atrás. Le sorprendió ver lo ruidosas que eran a comparación de Haewon.

Algo le decía que esas dos iban a ser un dolor de cabeza para su pobre amiga.

—Me parece que tu novia se ha llevado tu coche —le dijo bromeando dejando a las bebés en su cuna.

—Esposa —corrigió Mina rodando los ojos —y ya le dije que me daba igual, mientras no le haga nada a mi preciado bebé.

—¿Le acabas de llamar bebé a un coche? No me extraña que Momo le tenga celos.

—Es Momo —se encogió de brazos Mina con una sonrisa.

—Tu esposa —asintió Dahyun.

Con ese comentario las dos comenzaron a reír descontroladamente, tanto que hasta Jihyo tuvo que bajar rápidamente para comprobar que sus amigas no hubieran cometido ninguna travesura en su salón.

—Dahyun, sírvete algo de comer. Mina, ven aquí y aprende.

La coreana mayor se acercó a sus bebés con varios pañales en su mano, era como si le fuera a enseñar a la extranjera como cambiarle un pañal a un bebé.

Kim hizo caso a su amiga y tomó su plato para comer mientras encendía la televisión, Mina y Jihyo se habían apartado para ponerse manos a la obra pues tal y como lo supuso Park estaba enseñándole a Myoui como se cambiaba bien un pañal.

—Oye Dahyun y hablando de esposas...¿dónde está la idiota de Sana? —preguntó Mina.

—Hemos discutido —admitió algo timida.

—Tranquila es normal, lo mejor es el sexo de reconciliación —sonrió Jihyo.

Tanto Mina como Dahyun hicieron una mueca de asco.

—Ew, Jihyo que estás enfrente de tus hijas —negó con la cabeza Kim.

—Pobrecillas mias, Kyujin parecer no enterarse de nada y Jiwoo menos —suspiró aliviada Mina.

—¡Pues claro que no se enteran! ¡Son bebés! —se defendió Jihyo.

Las tres chicas rieron y al terminar con su labor, Jihyo dejó de nuevo a sus hijas en su cuna meciéndolas un poco para que durmieran su siesta.

—Aquí no hay truco Mina, cada bebé tiene su método para dormirse a Jiwoo le gusta escuchar mi voz y a Kyujin le gusta más que la cargue —explicaba Park detenidamente.

Dahyun dejó su plato vacío en la cocina y volvió posicionándose al lado de Mina viendo como Jihyo hacia dormir a las gemelas.

—¿Estas pensando en tener un bebé? —susurró Dahyun a la japonesa.

—Sí bueno, creo que ya va siendo hora y Momo esta loca por uno —asintió Myoui.—aún lo estamos barajando...¿y tú y Sana?

La menor guardó silencio por un momento mordiéndose la lengua para fingir una sonrisa para su amiga.

—No estamos seguras aún.










🫠🫠









Se le pasó el tiempo volando y perdió la noción de este, tuvo que acercar a Myoui en su lujoso departamento para finalmente llegar al suyo. No se esperó para nada ver a su esposa más temprano de lo que estaba acostumbrada refiriéndose a las últimas semanas.

Sana descansaba en el sofa con una caja de pizza en su abdomen vacía, en sus piernas respiraba el portatil y a su lado tenía montones de papeles.

Dahyun no pudo evitar sentirse algo mal al verla dormir en una posición tan incomoda, la japonesa estaba babeando y roncando cuando sintió la mano de su esposa en su mejilla.

—Ve a descansar a la cama —le susurró apenada.

Sana inmediatamente abrió los ojos confundida mirando a los lados tratando de descubrir en dónde estaba y que hora era. Se había quedado dormida trabajando, le había pedido a Tiffany trabajar desde casa ya que había finalizado por fin su caso y esta se lo había permitido.

—¿Dahyunnie? —bostezó mientras se estiraba —¡estás aquí! Espera, me he dejado tus chocolates como disculpa en el coche.

Intentó buscar las llaves, pero Kim la detuvo negando con la cabeza.

—Siento haberte gritado ayer de esa forma es solo que...me sentía mal.

—Dahyun. Hoy he tenido un caso importantísimo y lo he ganado, sé que no te gusta que hable de trabajo contigo, pero si me he esforzando tanto en este es porque quiero darte lo mejor —dijo tomando ambas manos de la coreana —Y siento ser una idiota, si para mi ha sido una mala semana para ti el doble.

—No tienes que darme nada Sana, ya me lo estás dando. Todos los días, solo quiero que estes conmigo y que me ames —sonrió robándole un beso.

—Te amo Dahyun.


🔞



La japonesa la tomó por la cintura apretando el agarre para profundizar el beso comenzando a subirlo de tono al introducir su lengua para empezar a juguetear con la contraria.

—Sé que sigues un poco enfadada, pero ¿podemos hacer el amor? No sabes lo caliente que me pone verte enojada conmigo —le susurró echando su cuello hacia atrás dejando que Kim dejara besos en este.

—Eres una pervertida —rió Dahyun negando con la cabeza.

Sana simplemente rió y se deshizo de su camiseta para dirigirse al sofá desconcertando a Dahyun por su acción.

¿Acaso la había ofendido? La menor estaba arrepintiéndose de no haber contestado un "sí" inmediato.

—Ven coloca tu bonito culo aquí —palmeó el sofa a su lado.—para que me perdones dejare que me hagas lo que quieras. Yo no diré nada.

Los ojos de Dahyun brillaron al instante, había algo que quería probar con Sana desde hacía un buen tiempo. Pero tenia mucha vergüenza de pedírselo, en el fondo seguía siendo esa adolescente tímida que no sabía lo que era el sexo en realidad.

—¿Lo que quiera?

—Lo que quieras Dahyun —volvió a asentir mientras observaba a su esposa con deseo masajeando su trasero.

La mencionada trago saliva y se levantó dirigiéndose hacia la cocina dejando confundida a Sana. La menor no tardo en volver con el bote de crema de chocolate en su mano. Era su favorito.

Y sin previo aviso,  comenzó a echar el dulce en el abdomen y pecho de la atractiva japonesa que se removió al sentirlo en su piel. Dahyun comenzó besando su cuello para ir bajando lentamente engullendo el chocolate, succionando y lamiendo todo el pecho de la mayor.

La extranjera soltaba suspiros de satisfacción al ver lo buena que era lamiendo su mujer, la otra en cambio estaba disfrutando como nunca comer chocolate en ese torso tan bien definido.

—Cambio de planes —soltó Sana bajándose los pantalones por debajo de su trasero —chupa.

No esperó si quiera una respuesta de la contraria, tiró con fuerza de su pelo oyéndola gemir del placer y dolor obligándola a que comiera su centro.

Echó la cabeza hacia atrás llena de placer recogiendo en una cola de caballo el pelo de Kim, cosa que no hizo mas que excitar a la menor, quien seguía lamiendo como podía su punto dulce.

De repente sintió un espasmo por parte de la mayor que soltó varias maldiciones antes de soltar su cabello.

—Tenias que avisarme...—masculló Dahyun sonrojada.

—Ven aquí —dijo con la respiración entrecortada para comenzar a besarla.

A petición de la menor, acabaron yendo a su habitación tirando casi todo lo que se encontraba a su alcance hasta llegar a la cama donde Sana se posicionó encima de ella desnudándola en un momento, las prendas volaban a un rincón de la habitación y la pareja se deseaba demasiado.

Bastó con que estimulara un poco a su esposa para que llegara, sorprendiendo a la mayor lo caliente que estaba.

—¿Tan rápido? —molestó Sana.

—Cállate y bésame.

Minatozaki acató las órdenes y comenzó a moverse buscando placer para ambas, arrancándole más de un gemido a la contraria quien todavía seguía sin recuperarse de su reciente orgasmo.

Aumentó sus embestidas haciéndola gritar del placer, seguramente hasta los vecinos habrían oído aquello pero a Sana le importaba poco, simplemente no podía contenerse ni iba a parar hasta llegar y hacer llegar a su mujer.

En menos de cinco minutos, la menor enterró sus uñas en la atlética espalda de su esposa que sentía como su amada expulsaba sus jugos. Aún así, egoístamente continuó moviéndose arrancándole suspiros.

—Te amo Sana —le dijo en medio de aquello viéndola a los ojos, algo agitada.

Minatozaki la besó mientras reducía el ritmo y finalmente llegaba a su tan ansiado climax sintiendo lo que le dolía los arañazos de Dahyun en su espalda.

En la habitación reinó el silencio, solo se escuchaban las agitadas respiraciones de la pareja.

—Aún tengo energías para otra ronda —dijo con dificultad Sana.

Dahyun suspiró y esta vez se posicionó ella encima del abdomen de su esposa. Por alguna razón, sentía que esa noche no iba a dormir para nada y que a la mañana siguiente iba a tener una agujetas terribles.











❤️❤️











La alarma sonó sacando al SaiDa de su burbuja perfecta, Dahyun dormía abrazada a Sana quien le daba la espalda aún enlazando su mano con la de su esposa. La coreana se despertó asustada de llegar tarde al trabajo, queriendo matar a Sana por haberla teniendo despierta hasta la madrugada.

Intentó levantarse rápido, pero Sana se dio la vuelta apresándola entre sus brazos. No quería dejarla ir.

—No puedo llegar tarde, Sana.

—Hoy entras dos horas más tarde, es jueves —dijo con los ojos aún cerrados.

—¿Tú no trabajas hoy?

—No —susurró a su oreja comenzando a besar su cuello.—aunque tendré que ir a la oficina más tarde.

Dahyun aprovechó que su mujer había bajado la guardia para escapar de sus brazos escuchando quejas al instante en el que abandonaba la cama.

—Déjame al menos irme a duchar.

—¿Quieres que te acompañe? —Sana inquirió con una sonrisa pícara.

—Amor no. Te conozco —se negó tomando una toalla —¿no fueron suficientes para ti cuatro orgasmos?

—Cinco —corrigió Sana.—podrían ser seis

Dahyun blanqueó los ojos y la ignoró, la nipona rió e iba a volver a dormir algo más cuando escuchó su móvil vibrar. Esta vez no era su alarma así que lo tomó con pereza.

—¿Si...? —contrataba bostezando.

—Buenos días a mi abogada favorita —hablaba Tiffany. —enhorabuena por el caso, sabía que podía confiar en ti.

—Pensé que no lo lograría...gracias Tiffany —dijo algo tímida.

—Tienes potencial, siempre lo supe. Lo prometido es deuda y el ascenso es todo tuyo. Espero que con el nuevo sueldo te alcance para la casa de tus sueños.

—¡Muchas gracias por confiar en mi! No la defraudaré.

Estuvo cinco minutos más agradeciéndole a su jefa para luego colgar sintiendo que iba a llorar de la felicidad. Finalmente le estaban dando lo que se merecía, sus esfuerzos habían valido la pena.

Se sentía extasiada, jamás pensó en que llegaría tan rápido su ascenso y mucho menos que Tiffany depositara tanta confianza en ella como para hacérselo realidad. El único problema podría ser mantenerlo.

—¡Me han dado el ascenso! ¡Lo he hecho! —gritó a todo pulmón emocionada al ver a su esposa salir de la ducha.

—¡Eso es genial, no sabes lo orgullosa que estoy! —la abrazó con fuerza para luego darle un beso corto.

—Esto asegura muchas cosas ahora. Te dije que valdría la pena, por un futuro juntas —asintió dando saltitos por toda la habitación.

Dahyun jugó con su cabello debatiendo consigo misma si mencionarlo.

—Hablando de futuro, te dije que lo del embarazo...

—No funcionó, ¿no? No sé Dahyunnie, si no se ha dado quizás no es el momento. Igual es una señal para que esperemos un poco más.

—Ya...—miró hacia otro lado Kim.

—Te hago yo el desayuno, tú quédate aquí.

La coreana en cuanto vio a su esposa marcharse de la habitación, corrió al baño para buscar la prueba de embarazo que se acababa de hacer.

Se la hizo antes de entrar a la ducha, por pura curiosidad, pues prácticamente se había dado por vencida. No obstante, cuando salió de la ducha miró el aparato y no se pudo creer lo que ponía.

Aún así, insegura espero unos minutos para volver a intentarlo.

—Ya está el desayuno —tocó la puerta Minatozaki.

—No entres, ya voy —contestó con la voz temblorosa.

Tapo el resultado con una de sus manos y para cuando volvió a ver el resultado fue el mismo. Era positivo, por desgracia o por suerte, finalmente lo estaba.

Estaba embarazada.











+extra.

Chaeyoung comenzó a reírse tanto que se atragantó con su helado de fresa. Dahyun le dio unas cuantas palmaditas en la espalda, con sumo cuidado. Se habían reunido en el hogar Son-Chou.

—Tuvo que ser tremenda follada que te dio para te activara el utero.

—¡Bro! —bramó sonrojada.—como eres tan insensible, ¡me estaba diciendo que esperáramos!

—¿Pero estás segura de que lo estás?

—Cinco pruebas positivas, ¿cuantas más quieres?

Dahyun se cruzó de brazos y Chaeyoung negó con la cabeza viendo a su amiga.

—Es que tú eres una dramática impaciente y Sana una tonta que no se entera de nada, tienes que decírselo todo directamente no por indirectas —dijo Chaeyoung algo más seria —teníais que haber ido las dos a comprobar que todo estuviera yendo bien.

—Lo sé, fui una idiota —se lamentó Kim.

Chaeyoung suspiró al ver a su mejor amiga tan preocupada, no podía ponerse en su lugar porque a comparación de Sana, Tzuyu era muy directa o más bien cuidadosa con esos temas.

—No le voy a pedir ayuda a Momo. Suficiente tiene ya, además no puedo depender siempre de ella para entender a Sana.

—Sí, haces bien ¿sabes qué? Cuando lo volvimos a intentar se lo dije antes a mi madre, antes que a Tzuyu. Ella sabe que hacer porque bueno...son madres.

Dahyun abrió los ojos. Había sido una buena idea, pero sabía que si se lo decía a su madre ya no habría paso atrás.













🫠
3/3

me da pereza revisar los errores 😘

PREGUNTA:

-¿Cómo creen que reaccione Sana?

-¿Debería dedicarle un capítulo a Momo y a Mina?

falta poco para el NAYEON SOLO 🥹

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