
37.Herida abierta
No tardaron mucho tiempo en darle el alta. Sana no quería volver a casa porque sabía con la verdad a la que debería enfrentarse. Apenas había dormido y dentro de nada volvería a trabajar y temía aún más que las cosas empeoraran con ello. Tenía que hablar con sus hijas y con su mujer.
Quería ser valiente, aunque por otro lado estaba tan asustada que quería salir corriendo. Tomar su coche y no volver, conducir lo más lejos posible y desaparecer completamente.
Pero no quería perder a su familia. A sus hijas y muchos menos al amor de su vida al que se dio cuenta que había descuidado tanto.
Siempre dio por hecho que Dahyun la amaba tanto que jamás se iría de su lado, pero cuán equivocada estaba.
—¿Segura que estás bien? —Momo miró a su mejor amiga aparcando su coche.
Dahyun estaba ocupada declarando todo lo ocurrido y ocupándose de algunos papeleos. Le quería ahorrar trabajo a Sana. Pero Vernon seguramente no volvería a ver la luz del sol.
—Dahyun se quiere divorciar de mí. Se acabó Momo, todo se acabó para mí.
—¿Qué? —Momo gritó tan fuerte como pudo —¿Qué vas a hacer?
—Nada, aceptarlo. No quiero seguir causándole sufrimiento.
—Sana...
—Lo sabía, sabía que si se casaba conmigo iba a sufrir por eso nunca quise nada de esto.
—Sana —repitió.
—Es mi culpa, siempre es mi culpa. Solo hago sufrir a las personas que amo.
Lo siguiente que se escuchó fue el azote de la mano de Hirai contra la mejilla de la protagonista. Sana abrió los ojos asustada, la bofetada la había descolocado completamente y también le había dolido.
Momo tenía fuerza.
—Lo siento, pero es lo que te merecías para reaccionar —sobó la zona golpeada apenada —A lo que voy Sana, es que intentes hablar seriamente con Dahyun sobre el por qué de su decisión y después ver que haces. Nunca es tarde y menos con ella.
Lo siguiente que siente es a Momo abrazándola con fuerzas y la japonesa menor no tarda en abrazarla de vuelta.
Es un abrazo demasiado íntimo en el que Hirai depositaba todos sus ánimos en su mejor amiga.
—Si sale mal siempre puedes venir a mi casa.
—No pienso dormir en tu cómodo sofá cama, ese sitio le pertenece a los perros.
—No tenemos perros.
—¿Dónde duerme Mina entonces?
—¡Eres tonta!
Hirai le dio un sutil golpe en las costillas a Sana que sonrió algo débil. Le dolía aún el cuerpo, pero la mayor tenía razón.
Debía de solucionar o al menos hablarlo debidamente con Dahyun.
Se rehusaba a compartir cama con Mina.
🤍🤍
Quería impresionar a su mujer así que intentó seguir la receta de su suegra. La llamó y ésta insistió en ir a visitarla y a cuidar de su quería nuera.
Pero no podía. De ninguna manera, aún recuerda como el padre de su esposa u su hermano mayor la amenazaron con desaparecer su cuerpo si le llegaba a pasar algo a la menor de los Kim.
Así que no podía mencionar nada de un posible divorcio y mucho menos aceptar una visita por parte de sus preocupados suegros y sería un suicidio hacerlo con el ambiente tan caliente que había y no del caliente que le gustaba a Minatozaki.
Pensó en la última vez que tuvo sexo y se le revolvió el estómago. Quizás una comida romántica y hacer el amor hasta que llegaran sus hijas no sonaba nada mal para la japonesa.
Después de algo de ello, con Dahyun entre sus brazos su corazón de abriría y se pondría más romántica que nunca (siempre se ponía así tras disfrutar de su actividad favorita con su esposa)
—No se diga más. Voy a usar mis mejores técnicas en la cocina y en la cama ¿qué mujer no es feliz así?
Y aunque sonaba demasiado facil, la receta de tteokbokki de queso no estaba saliendo nada bien. Dahyun adoraba cuando iba a casa de su madre y esta se los servía. Sana había visto a la señora Kim hacerlo miles de veces para su hija.
Los pasos eran sencillos y ella solo tenía que hacerlo pero...¿cómo podía verse tan mal? Parecía más bien gelatina y no sabía para nada igual que los de su suegra.
—Igual tengo que ponerle un poquito más de potencia al fuego.
Se dijo a sí misma la japonesa, como si fuera profesional cuando la última vez que cocino fue arroz con huevo revuelto y encima se le olvidó echarle sal.
Y solo lo cocinó porque Dahyun estaba tardando mucho y no podía aguantar más hambre, siempre pudo pedir de comer pero su esposa odia que pida a domicilio.
Eso le dio una idea.
—Y si lo pido a domicilio mejor...—pensaba en voz alta subiendo la potencia del fuego —Dahyun no se daría cuenta.
Estuvo analizando las posibles reacciones, palabras frases, ventajas y desventajas que lo único que la sacó de sus pensamientos fue el olor a quemado y el sonido de la puerta abriéndose.
Genial, su esposa acababa de llegar y se encontraría con Sana aguantando las ganas de llorar e intentando recuperar su comida.
—¡Sana! ¿Estás bien? —Dahyun tiró las bolsas que tenía ya que había ido a comprar lo necesario para su mujer ya que temía que enfermara o que sus heridas empeoraran.
—Estoy bien...solo que lo he arruinado...quería sorprenderte.
Ambas se quedaron mirando al plato y al tteokbokki o intento de ello.
—Perdón por haberlo arruinado y también por no haberte avisado que ya estaba en casa. Quería darte una sorpresa.
—Momo me dijo que te traía a casa así que no tenía por qué preocuparme.
Las dos se quedaron mirando y silencio.
—Kazuha se va a asustar si te ve así.
—No estoy muy golpeada.
La tensión se sentía en el aire ya que Dahyun la observaba con suma preocupación.
—Igualmente te he comprado crema para que no se te quede cicatriz de nada —la coreana llevó ambas manos a su rostro.
Recorrió con sus dedos los pequeños cortes y moretones que gracias a Dios no eran muy visibles.
—No te preocupes Dahyunnie, no quedará casi cicatriz como está
Sana se levantó su camiseta y llevó una de las manos de su esposa a su abdomen, exactamente a la zona en la que la apuñalaron en el pasado.
Los ojos de Kim se dirigieron a ese lugar y sintió algo de dolor al recordar lo mucho que sufrió.
—Jinni no tarda en llegar.
Pero Sana no iba a desaprovechar la ocasión, tomó a la menor de la cintura atrayéndola a su anatomía.
—Entonces, ¿debería de darme prisa?
—Sana no...
Pero no pudieron seguir hablando ya que Minatozaki estampó sus labios iniciando un candente beso entre ambas. La japonesa se las arregló para levantarla y cargarla hasta la habitación mientras devoraba su cuello.
🔞
Sentía que no podía controlarse y que Dahyun no le diría que no. Así que se deshizo de su camiseta y no perdió el tiempo quitando la bonita falda de su mujer.
—Sana para...esto no...
—Me encanta cuando te haces la difícil —comentó relamiéndose los labios.
—No puedes hacerme esto Minatozaki —ahogo un gemido cuando la mano de Sana apretó su trasero con demasiada fuerza.
No contenta con ello empezó a mordisquear su cuello mientras amasaba su trasero y con su mano libre buscaba quitarse de una vez sus pantalones.
Y habría llegado la acción si no fuera por una adolescente que se adentró a la habitación asustada al ver las bolsas tiradas y comida quemada en la cocina.
—¡Mamá! ¿Estás bien?
Sana intentó tapar rápidamente a Dahyun con la manta y su estado también, pero fue demasiado tarde ya que la Minatozaki menor se tapó los ojos y cerró la puerta inmediatamente.
Suficiente había tenido en su instituto y en clases en general como para venir a encontrarse esto nada más entrar.
—Oh mierda —masculló Sana.
—Dime que no ha visto nada.
—Bueno, en teoría no estábamos haciendo nada aún...
—¡Sana! Dios mío, lo sabía, no debía de haberte dejado...¡deja de confundirme!
La japonesa tragó saliva observando a su mujer. Dahyun estaba furiosa.
—Lo siento Dahyunnie, había planeado en que comiéramos algo delicioso hiciéramos el amor y te convenciera para que no te divorcies de mí.
El tema del divorcio salió a flote y las cosas se volvieron mucho más serias. La coreana se giró dándole la espalda para empezar a vestirse y a acomodarse la ropa, cosa que hizo también la nipona.
—Sé lo que dije en el hospital. Quería sonar madura, pero no soy nada sin ti. Por favor, no me dejes. Te necesito a mi lado, prometí cuidarte siempre, dame una segunda oportunidad Dahyunnie...
—Sana para.
No quería escucharla.
—Perdóname, perdóname por haberte dejado sola. Soy una cobarde, no soy la cabeza de la familia, no sirvo para nada, pero sin ti mi vida no es nada.
Sana había comenzado a llorar, obligando a Dahyun a mirarla.
—Sé que huía de ti y de mis responsabilidades con la excusa del trabajo, pero a la misma vez mi única motivación para hacer todo eso eras tú —Sana sollozó imaginándose el no tenerla a su lado —Me despertaba queriendo darte al menos lo que merecían tú y nuestras hijas.
La coreana sintió su corazón estrujándose al ver a su esposa llorando como una niña pequeña, completamente desolada.
—¿No me preguntarás por qué decidí lo del divorcio?
—No quiero escucharlo salir de ti. Pero Dahyun si crees que es por otra mujer yo jamás, jamás he tocado a otra mujer que no seas tú.
—En el fondo sé que no has estado con nadie, pero estaba todos los días paranoica. Me dejaste sola Sana, yo siempre he estado para ti. Siempre.
El profundo dolor se adueñó del pecho de la mayor. Imaginándose lo mucho que debió sufrir el amor de su vida.
Era su culpa. Descuidó su flor favorita.
—Dahyunnie, por favor. No te vayas de mi lado. Casi te pierdo una vez, no quiero hacerlo ahora. Pégame, insúltame, haz lo que quieras pero no dejes de luchar por nosotras —Sana la había tomado de la cintura acercándola a ella.
Pero Dahyun fue inteligente y se alejó de esta mientras limpiaba sus lágrimas que amenazaban con salir.
—¿Quién me asegura que no me volverás a hacer lo mismo? Estoy muy confundida, antes lo tenía muy claro...
—¿Y ahora?
—Ahora no lo sé, Sana. Tenerte así conmigo no me deja pensar con claridad. Necesito pensar y aclararme.
—Te daré el tiempo que necesites. Quieres...¿quieres que me vaya por unos días?
Dahyun se quedó mirándola sin saber que decir. En el estado en el que estaba la mayor no sabía si era lo más sensato, pero ella y Sana compartiendo cama era un peligro.
—No te he dicho eso. No deberías irte y menos ahora. Ahora piensa en una excusa para hablar con Jinni.
—¿Tú crees que sepa lo que es...el sexo?
Dahyun se puso completamente roja. Nunca había tocado ese tema con su hija y personalmente a Kim le costaba ya que venía de una familia muy conservadora.
Por otro lado, Sana nunca necesitó ninguna charla, había aprendido bastante por su cuenta y por otros recursos obvios.
La pareja se aseguró de estar bien para salir y encontrarse con Jinni cabizbaja revolviendo la comida desastrosa que había dejado su madre sobre la encimera.
—Jinni, cariño. No tienes que comerte eso, ahora prepararé algo —la saludó Kim.
—Gracias mamá.
Fue lo único que dijo observando su teléfono móvil.
—¿Estás bien? Quiero decir —Dahyun se sonrojó un poco queriendo evitar lo ocurrido hace un par de minutos —En el instituto con todo.
—Sin más, ni mal ni bien. Las notas siempre bien, lo sabes mamá.
—Ve al salón —acarició con cariño la espalda de su hija —yo preparé algo que te suba el ánimo ¿si?
—Sí mamá.
Caminó desanimada leyendo los últimos mensajes que había enviado y los de su grupo con sus amigas. Quizás se había pasado con sus palabras y se había dejado llevar por la rabia.
Jinni volvió a suspirar e iba a maldecir cuando se encontró con su madre mirándola fijamente.
—Mamá ¿estás bien? —se acercó para abrazarla con fuerza revisando su rostro.
Había estado preocupada y la verdad es que Sana se sorprendió por el abrazo.
—Sí, lo único malo es que me veo como una criminal.
—Como una peleadora de la MMA
—Bueno, podría haberlo sido —le guiñó el ojo a su hija.
Jinni se sentó a su lado y soltó una risita burlona.
—Sí, claroo
—Soy la tercera mejor peleadora de nuestro grupo de amigas —volvía a pavonearse frente a su hija.
—¿Quién es la primera? ¿La tía Jihyo o Jeongyeon?
—No pienso responder a eso. Cualquiera de la dos podría matarme.
Ambas rieron por eso.
El recuerdo de cuando tuvo que recibir un puño de ambas en su abdomen llegó a su mente. Jeongyeon y Jihyo querían comprobar quién era más fuerte y Sana perdió en piedra papel y tijera contra sus amigas.
Así que ella sería de las siete restantes que recibiría los golpes y dar su veredicto. No hace falta detallar que Jihyo y Jeongyeon se pusieron competitivas queriendo repetir la prueba demasiadas veces.
—Jinni, sobre tu madre y yo —recordó Sana mirando a su hija rascándose la nuca.
Oh no, iba a hablarle del divorcio. Jinni quería huir.
—No lo entiendo del todo. No se por qué lo hacéis, bueno entiendo a mamá pero tú —suspiró cruzándose de brazos y apagando el móvil.
—Ah verás... cuando dos personas se aman..
—¿Si...? —Jinni elevó una de sus cejas atenta a sus palabras.
—Bueno ellas quieren demostrarse el amor que se tienen de otra manera y...
El rostro de Jinni de tiñó completamente de rojo, tanto que sentía que su cabeza explotaría del calor que sintió en ese momento. Y ni hablar de la vergüenza.
—¡No me refería a eso! ¡Mierda que trauma! ¡Me había olvidado de eso!
—¡Dijiste que no sabías! —se defendió la abogada observando a su hija.
—¡Me refería a otra cosa...!
—Ah bueno...entonces sabes sobre lo que es tener relaciones sexuales.
—No quiero hablar de sexo contigo. Es la cosa más incómoda del mundo.
Sana intentó ponerse en su situación y se imaginó que no tenía ese tipo de confianza. Aunque le gustaría que si a su hija le llegara a pasar algo, fuera a ella a quien recurriera.
Y no solo en ese tema, sino que también el cualquier otra cosa que le atormentara.
—¡A comer!
Jinni observó los mensajes una vez más y contuvo las lágrimas.
—¿Qué pasa? Sabes que me pelearía con quien te hiciera daño Jinni, bueno ya lo has comprobado —revolvió su cabello —Te quiero hija y quiero ayudarte en todo lo posible.
—He discutido con las chicas...les hablé muy mal.
🥶🥶
una hora antes:
No faltaba prácticamente nada para que terminaran el año escolar, pero con todo lo ocurrido ese año se sentía como si hubiera pasado demasiado rápido.
Habían pasado tantas cosas en tan poco tiempo, al parecer de la adolescente, que no sabía ni que ocurriría en un futuro y digamos que su presente se sentía muy desconocido aún.
Todo con lo que había iniciado o a lo que estaba acostumbrada se estaba derrumbando. A veces tenía pesadillas en la noche con Vernon, no se lo había dicho a nadie y mucho menos a sus amigas.
Aunque por lo que sabía muchas de sus amigas ya iban al psicólogo, Dahyun le insistió en ir pero Jinni se negó rotundamente.
—Y entonces esta noche tienen una cita —aplaudió Jiwoo más que contenta.
Las adolescentes acababan de terminar las clases y se hallaban en el campo de fútbol, Sullyoon había terminado de practicar y había aprovechado para colar a sus amigas.
Ahora su grupo de amigas estaban en un círculo sobre el césped artificial hablando de todo un poco mientras "tomaban el sol" ninguna quería ir a casa aún.
—Espero que la jefa la reconquiste —rezó Kyujin refiriéndose a su madre, Jihyo.
—¡Seguro que sale bien! La tía Jihyo se ve que tiene sus truquitos —codeó Bae a su mejor amiga.
—No tantos como la tía Sana —rió Sullyoon.
Y todas esperaron a que Jinni se enojara o dijera algo, pero estaba en otro mundo.
Todas sus amigas la miraron preocupadas, a excepción de Haewon y Lily que estaban ocupadas con el consejo estudiantil.
—Jinni, ¿estás bien? —inquirió Bae.
—¿Estás bien con lo de tus madres? Este finde vamos a hacer barbacoa en casa de Haewon —Sullyoon fue la mas valiente hablándole a su mejor amiga.
Kyujin y Jiwoo la miraron con algo de pena. Sabían lo desesperante que era descubrir que tus padres o en este caso, madres, estaban barajando la posibilidad de divorcio.
—Estoy bien, solo que no he dormido bien y los exámenes no me han salido tan bien como quería.
—Pero tú...—Sullyoon volvió a hablar.
Sin embargo una Lily en llanto llegaba al círculo cubriéndose su rostro con ambas manos.
—¿Quién mierda ha sido? —frunció el ceño Chou.
—Si le quieres pegar a Haewon...—sollozó Lily.
—¿Qué ha pasado? —Kyujin se acercaba para consolarla en un abrazo.
—Si nunca peleáis —esta vez Jiwoo sacó un pañuelo.
—Me ha dicho que está pensándose en aceptarle a salir a Kang Taehyun.
—Uhhh, friendzone —Bae sobó la espalda de amiga con cierta pena.
Jinni apenas pudo formular palabra alguna, pero se acercó para limpiar las lágrimas de su amiga. Sintió un gran pesar por esta.
Sabía del enamoramiento de Lily, la chica había estado profundamente enamorada de Haewon desde que tenían doce años. O quizás un poco menos.
—Lily, tienes que decírselo —aconsejó finalmente Minatozaki.
—¿Qué? —gritaron todas al unisono.
—Es lo mejor, tú te quitas el peso de encima y sabrás lo que ella piensa.
—¿No crees que es demasiado? Es obvio que a Haewon no le gusta, ni siquiera le gustan las mujeres.
—Pero sino se pasará sufriendo por Haewon toda su vida ¿de verdad prefieres eso Lily? ¿Quieres callártelo todo?
Lily estuvo unos segundos en silencio, sentía que todas la miraban expectantes.
—No lo sé...
—¡Que esto no es un jodido dorama! Sé valiente —chilló repentinamente.
Se sentía molesta, aún más mirando a Sullyoon que apenas comentaba algo al respecto.
—Oye Jinni, tampoco es para que te pongas así —intentó calmarla Bae.
—Respira Minatozaki —intentó ponerle algo de humor Jiwoo.
Pero no parecía servir de nada, Kyujin prefirió no decir nada. Bastante tensa estaba la cosa ya.
—Puede arruinar su amistad, se van a ver todos los días ¿que esperas que haga? —finalmente Sullyoon habló —Haewon es su mejor amiga no quiere perderla.
Y antes de que Jinni pudiera contraatacar la persona menos indicada entraba en escena.
—¿De qué tanto habláis? —Haewon venía bastante sonriente.
—Nada puede malir sal...—dijeron Bae y Jiwoo por lo bajo.
—Haewon vete antes de que la bomba explote —Kyujin miró a Chou y Minatozaki.
La Yoo no entendía de que hablaban sus amigas, frunció el ceño y buscó a su mejor amiga con la mirada.
—¡Lily! ¿Por qué lloras? ¿Qué ha pasado?
Jinni iba a explotar, pero Chou lo predijo y tapó la boca de la adolescente. Arrastrándola consigo consiguió sacarla fuera del círculo para que pudiera calmarse.
Quien diría que Sullyoon sería quien calmara a Jinni y no al revés, como solía ser el noventa por ciento de las ocasiones.
—Sé que no estás bien Jinni, ¿quieres que hablemos con más calma?
—¡Estoy bien! Lo único que hacéis es agobiarme todas preguntándome todo el rato si estoy bien —se zafó de su agarre —La que tiene que hablar aquí eres tú, Yoon.
—Somos tus amigas desde que tenemos pañales, claro que te preguntamos porque nos preocupas de verdad —Sullyoon frunció el ceño.
—¡Solo somos amigas porque nuestras madres lo son! —bramó a todo pulmón.
Todas se quedaron observándola en silencio, con cierto dolor ante su comentario.
La Minatozaki adolescente se dio media vuelta y marchó del campo dejando a sus amigas atrás. Se sentía molesta y en ese momento no supo que en cuestión de tiempo esa rabia se convertiría en tristeza y arrepentimiento.
🥲🥲
Dahyun había ido a casa de sus dos mejores amigas. Obviamente Chaeyoung necesitaba saber con detalles todo de lo ocurrido con Sana, se contaban absolutamente todo desde los cuatro años ¿cómo no iba a contarle que su mujer se negaba a divorciarse? Y lo otro, que Kim estaba más confundida que nunca.
Bueno, aunque tuvo intenciones de contárselo a Tzuyu también, Chaeyoung echó a su esposa.
—Tzu, mi vida. Dahyun y yo tenemos que hablar de cosas.
—Oh sí, cosas de "bro" —hizo comillas con sus dedos.
—Lo siento Tzuyu.
—A veces pienso que le cuentas hasta las veces que nosotras...
—Si es necesario —se encogió de brazos Son.
Dahyun soltó una risita nerviosa y Chou simplemente abandonó la sala para ir en busca de su hija menor que parecía necesitar su ayuda.
Llevaba ya quince minutos atrapada en una división con tres cifras.
—¿Dónde está Sullyoon? ¿No podrías echarle una mano a tu hermana menor? —suspiró la taiwanesa.
Para un día libre que tenía y tuvo que hacer de todo menos descansar.
—¡Estoy con Jinni! —gritó desde su habitación.
Porque sí, mientras que Dahyun y Jinni marcharon a casa de Chou-Son, Sana se fue en busca de Kazuha para darle una sorpresa y tener un momento más íntimo entre madre e hija.
—Quería echarme lejía en los ojos.
—Si te sientes mejor, al menos no las encontraste en acción.
—Das asco —la golpeó Minatozaki.
Sullyoon esquivó su golpe tomándola de ambas muñecas y acercándola. Después de haberla calmado y hecho reír sentía que era el momento.
—Jinni.
—¿Qué?
—Tengamos una cita.
—¿Qué? Dices cita como con alguien más tú y Minji y yo con...—Jinni se alarmó y sus mejillas se encendieron.
—No, quiero que salgamos las dos, pero no como amigas.
—Sí, me gustaría ir a una cita contigo —aceptó mirándola a los ojos.
El silencio reinó por unos segundos y ninguna de las dos era capaz de decir algo. Se miraron a los labios y Chou tragó saliva acomodando el cabello de su mejor amiga.
Su corazón latía demasiado rápido.
—¡Jinni! Nos vamos a casa cariño, tu madre y hermana ya están esperándonos.
Dahyun interrumpió, sin quererlo, la interacción de ambas adolescentes. Su hija salió de la habitación de su mejor amiga y se tocó los labios imaginándose lo que hubiera pasado si su made eno las hubiera interrumpido.
Kim por otro lado camino algo ensaimada por el consejo de su mejor amiga ¿no sería demasiado? Pero quizás podría ser una buena idea.
"Quizás para calmar tu paranoia podríamos tu sabes..." Dahyun no entendió a que quiso llegar., así que Chaeyoung fue directa al grano "Bro, veamos que hace Sana en un día normal, pero sin que se de cuenta que la seguimos"
No estaba tan loca para hacer aquello. Aunque la idea la tentaba, solo iba a ver que suele hacer por curiosidad, no porque desconfíe de ella.
Al llegar finalmente a su casa se encontraron con Sana jugando felizmente con Kazuha, la niña parecía estar encantada de que su madre estuviera bien y aún más feliz estaba porque se había pasado casi toda la tarde jugando con ella.
—Kazuha, ten cuidado con mamá.
—Pero mami, mamá me ha dicho que es súper fuerte como Superman por eso no le duele nada —reía la niña en brazos de su madre.
—No recordaba lo mucho que cansaba hacer esto —suspiró Sana dejándola en el suelo.—¿Y Jinni?
—En su habitación, está un poco más animada. Estar con Sullyoon le ha subido los ánimos.
Dahyun iba a buscar algo en la nevera cuando escuchó el timbre. Sana había pedido comida a domicilio.
—He pedido algo para cenar, no quería que cocinaras a esta hora. Pensé que estarías cansada Dahyunnie.
—Gracias ¿te has puesto la crema que te compré?
—No aún no.
—Déjame a mi ponértela, sino no lo harás te conozco.
Las interacciones eran algo cortantes, pero estaban cargadas con segundas intenciones. Tras esas cortas respuestas se escondían la preocupación y el amor por la otra.
Kazuha y Dahyun se ocuparon de poner la crema en el rostro de la protagonista tras cenar. Incluso Jinni observaba desde la lejania las muecas de dolor de su madre preocupada por esta.
—Mami, puedo dormir hoy con las dos —preguntó Kazuha abrazada a Sana.
La pequeña parecía no querer separarse de su madre y era normal. Se asustó mucho cuando Dahyun le dijo (de manera bastante censurada) que Sana estaba en el hospital.
—Claro que puedes —aceptó Dahyun rápidamente.
Genial, así Sana no la molestaría bajo las sábanas. Ella era peligrosa.
Sana se giró mirando hacia su hija más mayor que rápidamente alzó ambas cejas. Estaban muy equivocadas si pensaban que iría a dormir con sus madres.
—Yo paso soy demasiado...
—¿Eres demasiado mayor? No seas tonta —se burló Sana.
Así que así fue como su enorme cama ahora se vio invadida por sus hijas, pese a sus quejas la adolescente en cuanto tocó la cama y Dahyun sobó un poco su espalda cayó profundamente dormida.
Lo mismo fue para Kazuha que se durmió abrazando a Sana, la mas pequeña se hallaba en medio de la pareja y Jinni a la izquierda de Dahyun.
—Dahyunnie...—susurró no queriendo despertar a sus hijas.
Se veían realmente adorables. Tanto que moría porque alguien les hiciera una foto.
—¿Hmm? —Kim murmuró estaba luchando para no dormirse aún, estaba demasiado cansada.
—Puedo...¿puedo darte la mano? Quiero sentir tu calor.
La coreana no respondió y encontró la mano de Sana al instante entrelazándola con la suya.
No tardó ni cinco minutos para escuchar la respiración pausa de su esposa. Sana se había quedado dormida también.
—Por qué me haces dudar tanto —habló para sí misma Dahyun.
No sabía cuál era la opción correcta, no sabía si seguir su corazón o lo que le dictaba la razón y la lógica.
🥲
Esta vez hice capítulo largo ya que el anterior lo hice bastante cortito.
—Es buena idea que Dahyun haga lo que le recomendó Chaeyoung? Creen que Jinni está bien o necesita hablar con alguien?
Como hay dramas secundarios déjenme aquí a cuál debería (o personajes) dedicarle un capítulo.
Por último ya, en cuanto a la discusión y drama de Lily y Haewon y los consejos de sus amigas etc.
Soy #teamJinni el que tenga miedo a morir que no nazca.
Si lo llenan de comments y de votos les prometo hacer otro capítulo para el domingo 😘😘
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro