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13.Reunión (I)

Era su primer día de trabajo, tal y como acordó con su esposa en que en cuanto su hija entrara a la guardería, ella se pondría a trabajar en una oferta de trabajo, en la cual la había recomendado su mejor amiga Chaeyoung.

Dahyun estaba emocionada, necesitaba moverse, hacer cosas, muchas cosas. Odiaba estar encerrada en casa y desvivirse, limpiando, cocinando y cuidando de su hija.

Es decir, amaba ser madre, pero sentía que no podía vivir limitándose a ser Ama de casa.

Aunque su madre le insistía en que era lo imprescindible y adecuado pues Sana ganaba de sobra para pagar todos sus gastos y caprichos.

Aún así, a Dahyun no le gustaba la idea, ella necesitaba aportar algo y encima su trabajo se adhería a la perfección con el horario de Sana por lo que cuidar a Jinni no sería tanto trabajo...

Chaeyoung la había recomendado a una de sus amigas, Jeon Somi con la que compartía algo de cercanía, pero no tanto como la de Chaeng con la famosa chica. Sí, famosa porque aparecía en varios programas televisivos como presentadora.

Al parecer la cadena de televisión en la que trabajaba andaba buscando personal para que controlara el sonido y Chaeyoung rápidamente le recomendó a Dahyun. Ya era algo. Mucho mejor que amargarse en casa...

—¡Buen trabajo! —la felicitaba su jefe.—Eres una profesional en esto.

Parecía que estaban contentos con su trabajo. Su jefe, Jung era un hombre de mediana edad o eso suponía Dahyun.

—Gracias —hizo una reverencia viéndolo marchar.

—Está siendo amable contigo porque es tu primer día —habló una de sus compañeras de trabajo.

Choi Yujin, era dos años más mayor que Dahyun, aunque parecía más joven, Yujin había sido amable y comprensiva con ella en su primer día de trabajo.

—¿No lo es?

—Eres muy inocente, Kim —rió Yujin. —Tiene rumores de ser...bastante pesado con las chicas.

Eso ya lo había notado, como tocaba los hombros de algunas de sus compañeras o como les sonreía de manera incómoda.

—¿Te ha acosado?

—No. No lo permitiría, ya tengo experiencia con idiotas —negó rápidamente al ver la cara de preocupación de Dahyun —pero de todos modos, ten cuidado.

La menor asintió sonriéndole a la chica que le dio un apretón en su hombro de manera de apoyo.

—El descanso termina pronto, iré al baño.

—Si vas al baño revisa que no hayan cámaras. Nunca se sabe —aconsejó Yujin.

Cierta incomodidad se instaló en el cuerpo de Dahyun al escuchar aquello ¿todas las mujeres lidiaban con eso? Era sumamente incómodo, lidiar no solo con el trabajo sino también con esos pequeños detalles.











💙💙












Era hora de volver a casa y Dahyun se sentía algo cansada. Tener que correr de aquí para allá y estar de pie tantas horas la tenía agotada. No estaba acostumbrada a tanto ajetreo. Lo único que le apetecía era llegar a casa y dormir con su hija y mujer.

Encima, había recibido una llamada de su padre. Parecía que ese domingo quería que fueran a la iglesia todos en familia ya que Jinni ya tenía edad para ir.

Y no solo eso, sino que después tenia planeado llevarse a Sana a pescar con ellos. Temía por la vida de su japonesa.

—Ya te acostumbrarás —le sonreía Yujin al ver su cara de cansancio.

—Eso espero —suspiró Dahyun. —¿Qué pasa ahí?

Al parecer había alguien llamando la atención de tantas personas del staff, parecía una modelo o posible actriz. Desde lejos podía ver su belleza. Joven, pelirroja, alta, con un cuerpo perfecto y una mirada fría.

Mirada que chocó con la de Dahyun y por alguna razón comenzó a dirigirse hacia dónde se encontraba la coreana junto a su compañera.

—Voy al baño, si pregunta por mi no estoy —huía dejándola con la palabra en la boca.

Kim se quedó algo atónita al ver a Yujin prácticamente huir al ver que la desconocida se acercaba a ellas.

—Maldita cobarde Yujin hija de...—maldijo viéndola huir, después vio a la chica de tez blanca verla confundida —Soy Shen Xiaoting.

La pelirroja estiró su mano y Dahyun la estrechó.

—Kim Dahyun.

Con ese simple gesto y el cómo le brindaba una sonrisa que para Dahyun fue falsa, supo al instante que había algo de ahí no le daba buenas vibras.

—Hoy he venido a ver a mi novia. Bueno ex —rió Xiaoting.—en realidad soy abogada. Trabajo en el bufete Yoo.

¿Bufete Yoo? No sería el que pertenecía a el padre de a Jeongyeon. Sería demasiada casualidad aunque no lo dudaría pues posiblemente entraba entre los mejores bufetes del país.

—¿No te importa si me quedo aquí un poco más? Por allí me están molestando pidiéndome mi número de teléfono.

—No tranquila, ponte cómoda —negó Dahyun sonriéndole algo incomoda.

La abogada perteneciente al bufete Yoo sacó un espejo para ver el estado de su maquillaje y sonrió al ver que seguía intacto y perfecto.

—Cuando te di la mano vi que tenías un anillo ¿estás casada? Pareces muy joven —preguntaba Xiaoting.

—Sí, estoy casada. Mi esposa también es abogada —respondía.

Antes de que alguna de las dos pudiera volver a hablar, un grito irrumpía esa conversación incómoda.

—¡Dahyunnie! —era Sana.

La había ido a recoger.

Minatozaki venía con una camisa blanca, (posiblemente pertenecía a su traje) con su corbata mal atada, unas gafas de sol que rápidamente se quitó y guardó en sus bolsillos.

Ahora era Sana quien hacía a suspirar a más de una.

—Yo me iré ya, adiós —le hizo una reverencia a la chica.

—Hasta luego —sonrió Xiaoting.

Dahyun fue quien caminó hacia Sana no sin antes mirar de reojo a la muchacha. Le pareció ver como se relamía los labios observando a la japonesa.

Incluso pudo observar cierto brillo en esa mirada tan fría.

—¿Estás cansada? Tu madre nos ha venido a visitar, esta con Jinni, te ha echado de menos.

Sana le preguntaba cargando el bolso de la coreana que se paró un poco antes de la salida para tomarla del rostro y plantarle un beso.

—Te he echado de menos —fue lo único que pudo decir Dahyun.

La más mayor soltó una risita y rodeó a su esposa con su mano libre por la cintura.













🧐🧐












Después de haber asistidos todos juntos a la iglesia, Dahyun se sintió como en esa época de su niñez cuando iba con sus padres y hermano. Era cierto que en su adolescencia fue algunas veces más, incluso con Sana, pero no era lo mismo que llevar a su hija con ellos. Prácticamente toda su familia junta.

Eso le alegró bastante el dia a Dahyun, trayéndole viejos recuerdos. Y todo pareció ir bien, pues Jinni estuvo sentada en silencio y Sana también.

—¡Tu mujer se estaba durmiendo escuchando la palabra del Señor! —bramó el señor Minatozaki.

Sana que traía cargada a una adormilada Jinni entre sus brazos tragó saliva.

—¿Lo estaba? —preguntó viendo a su esposa huir hacia la habitación para dejar a su adormilada hija.

Iban a comer en casa de sus padres, por petición de su padre.

—Estaría cansada —defendió rápidamente su madre a Minatozaki.

—¡No estaba dormida! Estaba descansando los ojos —se excusaba Sana volviendo.

Dahyun rió y negó con la cabeza para abrazar a Sana cariñosamente, sintiendo como no correspondía por el temor que le tenía a su padre pues las estaba observando fijamente.

—Cariño, por favor, que ya tienen una hija ¿crees que lo único que han hecho es abrazarse? —suspiraba la mujer mayor.

—¡Mamá! —se sonrojaba violentamente Dahyun.

Sana en cambio, no pudo evitar soltar una risilla que desapareció en cuanto su suegro la fulminó con la mirada.

—Vamos a cocinar, a ver si tu amorcito no me quema la cocina como la última vez —le habló su padre rodando los ojos.

—Señora Kim, ustedes siéntense y disfruten —asentía Sana siendo arrastrada a la cocina.

—Papá no seas muy duro con ella —gritó la coreana algo preocupada.

Su madre le quitó importancia, tirando de ella para mostrarle que habían vuelto a colocar su viejo piano en la sala de estar, estaba tan centrada discutiendo que no se dio cuenta de ello.

Los ojos de Dahyun brillaron al instante, pensó que se habían desecho de el en cuanto se mudó. No obstante, el piano con el que había crecido estaba ahí.

—Pensábamos que ocupaba mucho espacio, pero hemos vendido algunas cosas y tu padre se rehusó a venderlo...—explicaba con una sonrisa en sus labios —Dahyun...

Oh por ese tono de voz rápidamente supuso que había algo mal.

Ya le parecía raro que su madre dejara a Sana en la cocina con su padre, después de la última vez en la que la japonesa incendio el horno...

—Ha llegado una carta, se habrán equivocado pensando que sigues viviendo aquí —la señora Minatozaki le entregaba el sobre —es de la academia de piano al parecer quieren reunir a sus antiguos alumnos...

—No iré. Aquí pone que es fuera de la ciudad mamá.

—¿Y qué? Es un fin de semana solo, nosotros podríamos cuidar a Jinni y tu podrías ir, Sana no se negaría a acompañarte.

Dahyun frunció el ceño y se negó rápidamente de nuevo. Era una tonta reunión, no iba a más y tampoco quería poner más trabajo sobre sus padres. Jinni era responsabilidad suya.

—¡Kim Dahyun! Eres madre, pero también eres mujer hija mía, ¿hace cuánto que no sales a disfrutar? Sana y tu necesitáis también intimidad —le espetó elevando la voz.

—Nosotras...nosotras estamos bien —insistió la hija menor de los Kim.

—Yo también decía lo mismo, hasta que mi suegra hizo el favor de cuidar de tu hermano por un fin de semana.

Un silencio se instaló pues Dahyun estaba analizando lo que su madre le había dicho.

—No entiendo.

—Gracias a ese fin de semana naciste tú, mi cielo.

—¡Mamá! ¡No me des más detalles por favor!

La mujer mayor rió y abrazo a su hija adorando esa pizca de inocencia que seguía conservando.

—A lo que voy, es que podrías disfrutar ese tiempo con tu mujer —sonreía la señora —ya si quieres darme otro nieto o nieta te lo agradecería.

—Está bien, iré. Pero lo de otro bebé es muy poco probable, tendríamos que discutirlo y Jinni...

Al mencionar a su hija observó cómo venía dando pequeños pasos y con el pelo algo revuelto hacía ella. Se había despertado y parecía algo desubicada y somnolienta por cómo se rascaba los ojos.

—Mami...tengo hambre —bostezaba abrazándose a su madre.

Dahyun la abrazó con fuerzas y peinó algo el cabello de su hija.

—Falta poco para que esté lista la comida. Hoy cocinan mamá y el abuelo.

—Mamá la comida —la niña hizo una mueca de desagrado.

No era muy fan de la comida de Sana.

—Mira Jinni, el piano de tu mami —la cargaba su abuela para acercarla al instrumento.

—¿Piano? —preguntó confusa la pequeña Minatozaki.

Dahyun rápidamente se acercó a ellas para asentir, dejando que Jinni se sentará a un lado suyo mientras que era sujetada por la mujer más mayor asegurándose de que no se cayera.

Los dedos de Dahyun se comenzaron a mover sobre las teclas del piano, deleitando los oídos de los presentes. Una sonrisa brillante, de oreja a oreja apareció en la chica de tez blanca.

Se veía radiante mientras tocaba una sinfonía simple, pero hermosa.

Sana se había quedado mirando la escena de su mujer tocando el instrumento junto a su hija. Había notado lo mucho que Dahyun extrañaba tocar el piano.











🪄🪄












No sabía si había empacado para irse un mes o para una semana, Sana bajó con cierta dificultad la maleta de su esposa que esperaba paciente mientras hablaba con Jeongyeon.

—Gracias por acercarnos Jeong —agradecía la menor.

—No es nada, espero que disfrutéis vuestras escapadita romántica.

—Lo haremos, tu cuida bien de Nayeon —se entrometía Sana —aprovecha el tercer mes de embarazo.

Nayeon y Jeongyeon ya estaban esperando su segundo bebé, además de Haewon.

Esas dos no perdían el tiempo, Im le estaba haciendo honor a su apodo de coneja.

—Eso haré, la cuidaré bien junto a Haewon —rió abrazando a ambas.

Tras despedirse de su amiga, el SaiDa se dirigió a su avión, serían tan solo tres horas de viaje en el que Sana aprovechó para dormir profundamente pues esa semana tuvo que arreglar varios desastres causados por Yuna.

Por otro lado, Dahyun se quedó despierta todo el viaje viendo películas y demás sola, además de quedarse sobre pensando tras terminarlas.

¿Su amor con Sana se estaba volviendo rutinario? Se había visto una película sobre divorcio y seguramente fue lo peor que pudo hacer. Pues por alguna razón se comportó algo distante con la japonesa.

Al llegar al hotel fueron directamente a su habitación y la nipona tomó una ducha sola, a Kim le extrañó que ya no insistiera tanto en tomar duchas juntas ¿cuando fue la noche en la tuvieron sexo por última vez?

Hacía dos meses o tres quizás. Estaban tan centradas en sus trabajos y en criar bien a Jinni que se habían olvidado de disfrutar de su relación.

—Dahyun, ¿estás dormida? ¿No quieres ducharte? —preguntaba acercándose a la cama.

—Estoy despierta Sana —se reincorporó —perdona que esté tan tonta hoy.

—Da igual, podemos pedir que nos traigan la cena y luego...

Dahyun no escuchaba nada de lo que decía, estaba observando lo sexy que se veía Sana con esa camiseta blanca de tirantes y esos pantalones negros holgados.

—Amor —llamó con dulzura Kim. —hagamos lo que quieras.

Sana se sonrojó por la repentina cercanía de Dahyun. Era raro no tener a Jinni por ahí corriendo o haciendo ruido. Solo eran ellas dos.

—¿De verdad? Hay algo que llevo queriendo hacer...hace mucho —la japonesa se estaba inclinando para besarla.

No obstante, en cuanto introdujo su lengua y comenzaron con un beso candente, el timbre sonó interrumpiéndolas.

—Ya voy yo —suspiró con dificultad la mayor.

—Me han pedido que os entregue este folleto, ¿vais también a la reunión de ex alumnos?

Esa voz le sonó de algo.
Por simple curiosidad, Dahyun se asomó un poco para ver de quien se trataba.

Lo que no espero para nada es ver una cabellera pelirroja, gracias a la cual rápidamente dio con quien era. Era Shen Xiaoting.

—Sí, íbamos a ir a tomar algo antes —decía Sana como si nada tomando el folleto.

—¿A tomar algo? Y por qué no mejor pruebas la piscina privada del hotel. —sonreía Xiaoting jugando con su cabello.—dicen que está muy bien.

—No sabía que había piscina privada —levantó ambas cejas la japonesa.

Antes de que Xiaoting pudiera responder de vuelta, Dahyun gritó el nombre de su esposa, irrumpiendo la conversación que no le hacía ni pizca de gracia.

Sana se despidió de la muchacha y cerró la puerta para volver con la coreana que lucía algo más irritada.

—Es un folleto con los invitados —explicaba Sana viéndolo por encima —¿por qué han puesto Srta Dahyun e invitado Eunwoo?

—Porque se pensarán que sigo de novia o que me he casado con Eunwoo, yo que sé. Se me olvidó corregirlo.

—Pues bien.

—Estaba ocupada con mil cosas Sana —suspiró Kim —quizás si hubiera limpiando la casa cómo te pedí no me habría olvidado.

—¡Lo limpie pero tú madre me llamó justo para llevar a Jinni y yo...! —Sana guardó silencio —da igual.

Aquelló arruinó por completo la atmósfera. Se había jodido todo, pero las dos sabían que a la mañana siguiente estarían mejor.

Dahyun tomó una ducha y dejó a Sana viendo una película. La menor estaba arrepintiéndose de haber realizado ese viaje.




📸

gente, sigo viva (desgraciadamente)

perdón por no actualizar, no hay excusa detrás de mi desaparición, solo estuve de fiesta durante cinco días 🥰😘😍

se que les prometí un maratón y lo tendrán 100% <3

Pregunta

-¿como ven la relación de sana y Dahyun?

esta es Shen Xiaoting por si no logran ponerle cara

q crush

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