Capítulo 15
Gregory
Cuelgo el móvil y respiro aliviado al saber que hoy no tiene fiebre, se ha despertado, levantado y pedido desayuno. En una muestra de fortaleza única, Des estaba de pie cinco días después del resfriado que pescó por mojarse bajo la lluvia y eso me hacía sentir feliz.
Apoyo mi cuerpo en la silla y llevo mis manos a mi cuello, pensando en todo lo que ha pasado en estos días. Alguien desea hacerme daño y aunque mi madre no me crea, sé que no tengo que ver. En algún instante mi enemigo mostrará su rostro o Vasilé dirá las razones por las cuales desea vengarse de mí, mientras tanto, lo único que debo hacer es protegerme.
Lo más complicado de todo era Des, a quien no lograba entender, le había dado todo, no le faltaba nada, pero parecía eso no le era suficiente. Era difícil para ella quedarse en casa, pero de todas maneras no podría salir ante el riesgo que era su embarazo.
¿Qué quería Des? Busco el móvil en mi escritorio y ubico la cámara de seguridad del penhouse. Está en el balcón abrazada a sí misma y mirando el horizonte, las cosas serían sencillas si lográramos llevarnos bien, pero éramos como el agua y el aceite y no me refería al estrato social.
—¿Necesitabas verme? —pregunta Jedrek y dejo el móvil a un lado para atender su llegada.
Observo al hombre alto de aspecto descuidado y que ha llamado la atención de Des. Con él si se lleva a la perfección, le muestra su mejor sonrisa y le permite tocarla. Por más que buscaba no veía nada interesante en él, barba de días, cabello largo descuidado, ese aire de maleante que debería asustarle. Recuerdo que papá solía llevar el cabello largo y me sorprende la pregunta si en mi a ella le gustara. Sin saber porque he llevado mis pensamientos a ese lugar, los sacudo molesto y le muestro a Jedrek la silla delante de mí.
—Por favor —señalo la silla.
—¿La señora se encuentra bien? —pregunta mientras se sienta y alzó una ceja intrigado.
— ¿No vienes de allá Jedrek? ¿Debo preocuparme por tu interés en ella? —tras acomodarse en la silla me mira sin responder y hasta con una media sonrisa —te pedí enviar a alguien a cuidarla, no que lo hicieras tú, luego llevarla a la gala, no coquetear, tocarla o hacerla reír ¿Olvidas que puedo verte?
Tiene interés en ella desde el primer día, el día que nos dejaron en esa isla. Puedo recordar su rostro observando el trasero de Des o la sonrisa de estúpido cuando ella dijo que solo había volado del tejado al creerse Súper Girl. Asi que no, no era casualidad que él personalmente se ocupara de cuidarla, cuando cualquiera de mis hombres podría hacerlo.
Cruza sus piernas y estira su cuerpo, en una actitud relajada. No es un tipo atractivo, Des no puede fijarse en un estúpido hombre como ese. Las imágenes de ella llorando abrazada a él bajo la lluvia me persiguen hasta en sueños. No tengo idea de cómo logré calmarme y no alejarla de ella a los golpes. Que ambas cosas me molesten al punto de querer golpearle es una sorpresa para mí.
—Espero que no borraras los mensajes con las ordenes que me diste —responde con burla —porque yo no lo he hecho —busca dentro de su saco el móvil lo desbloquea y tras carraspear habla —dice y cito textualmente el primero "Des es una mujer de cuidado, ninguno de esos ineptos que tengas lograra cuidarla bien" "Encárgate tu mismo" —alza su dedo índice recordándome con ese gesto a mi época escolar, mientras pienso vagamente que está a tres rallas de ser golpeado por mí— y el último... "Haz lo que tengas que hacer, pero la quiero en esa gala".
—No te pases de listo Jedrek, que no eres intocable por ser casi un hijo para Sergey —le aclaro molesto y sigue con esa sonrisa de suficiencia en sus labios. —sabes a lo que me refería cuando te pedía cuidarla y te lo demostró al huir de ti las veces que se fue de casa.
Jedrek, hijo de una hermana de la esposa de Sergey quien había muerto cuando él era un bebé, fue adoptado por sus tíos y llevado a Rusia. Sin embargo, nunca le gustó ese mundo del hampa algo que a Sergey le agradó en un comienzo. Al crecer, eso empeoró y en un acto de rebeldía, se negó a seguir sus pasos o adquirir el control de la organización.
Sirvió al país que lo adoptó y es uno de los hombres mejor entrenados del grupo de ladrones, tanto que es el único le ha podido ganar a Hermes. Tocó a la puerta de mi padre y pidió trabajo, como si fuera un desconocido. Aseguró no tener que ver con su padre y desde entonces es la mano derecha de papá. Ante la renuncia de Harris su nombre se puso en el escritorio y hoy día ocupa ese puesto, pero su intrepidez me está causando problemas, sobre todo las que tienen como protagonista a Des.
—¿Cuál es el problema? No estás interesado en casarte, tampoco te gusta ya lo has dicho, —advierte sin mostrar remordimientos de coquetear con Des, en mis narices—no tienes problemas que te vean con mujeres, la misma prensa habla de tu compromiso como una pantalla de humo —continua con la seguridad que le da ser el protegido de papá —dijiste necesitar solucionar "el problema" —hace comillas en esta última palabra que parece divertirle—¿Qué te importa si ella y yo salimos? ¿No es acaso la solución a tu "problema"?
Está usando mis propios argumentos y eso no hace más que mi enojo suba. No le dejaría el camino libre, que conquiste a Des y menos permitiré que mis hijos lo vean como un segundo padre. No deseo a mis hijos en ese maldito mundo de la mafia, un Frederick no volvería a pisar ese maldito mundo y menos mis hijos.
No si yo podía evitarlo...
—Jedrek, no estás contribuyendo a que mi humor baje —amenazo — si crees que mis hijos vivirán en Moscú o que Des estará a las órdenes de la mafia...—inclino mi cuerpo hacia delante y sonrío —mátame primero Jedrek, porque solo muerto te sedo a mi hijo y mujer.
—No es tu mujer —replica y sigo con mi cuerpo inclinado.
—Lo será.
—No es lo que ella dice —murmura sonriendo —tu deber es cuidarla y no lo has hecho —habla moviendo sus dedos índice y corazón hacia mí.
—Para eso te pago Jedrek —le recuerdo— ¿Dónde cojones estabas ayer cuándo ese miserable la ofendió?
—Lejos —responde en calma —tal cual me lo advertiste. Debes agradecer que solo captó una orden a medias.
Molesto observo el móvil y veo ya no está en su habitación busco por toda la casa y no hay rastros de ella. Me yergo en la silla y tomo el teléfono para llamar a casa, pero una figura saliendo a flote en la piscina me relaja. Hace solo 20 horas estaba cama con fiebre que no cedía y ahora hacía esto. Vivir con ella es lo más parecido a educar a una niña, jamás obedece y nunca logro que siga mis recomendaciones.
—¿Quién era ese hombre? —pregunto—y no me digas que no sabes porque Jasón Frederick no te tiene como incompetente.
—Nader Lastchester —responde, pero su nombre no me es conocido —empleado de Hayden, socio del hermano de tu prometida y quien falleció algunos meses atrás ... Asesinado en las mismas circunstancias que Charly o Spike.
Pese a no tener negocios con su padre o amigos de éste, conserva los contactos, por lo que para él es fácil averiguar ciertas cosas. Brady fue la persona encargada de sacar a Hayden del camino y luego a Charly. El primero por orden de sus jefes, pues puso en peligro toda la organización al proteger a Spike cuando lo perseguía la policía y el segundo, por lo hecho por este a las hermanas de Brady.
—Según me han dicho actúa por su cuenta, no tiene nexos con los hombres de mi padre —se excusa y afirmo —lo resolveré, no será un problema.
—¿Cómo entró? —pregunto ignorando eso que no será un problema, porque no deseo saber que hizo y no me va a gustar.
Niega abriendo sus manos y me frustra saber que cualquiera puede vender información sobre ella o mía por tres dólares. Ese hombre no estaba dentro del evento, llegó allí ebrio no pueden decir que cayó del cielo alguien tuvo que dejarlo entrar.
—Nadie sabe no estaba dentro de los invitados, empleados, personal a cargo del banquete, logística, etc. —enumera — Logró colarse a la reunión sin problemas esperar el momento exacto y lanzar sus insultos —termina de decir.
El mal nacido la hizo sentir incómoda en un ambiente que ya era extraño para ella y debo admitir yo contribuí a ello. Extiende el móvil hacia mí, con un video en reproducción. Es del día del evento el instante exacto en que Des lo abofetea, a la prensa no le interesará saber que hizo el hombre para ser golpeado, importa el escándalo.
—Le dijo tener el rostro de necesitar... una polla.
—Lo sé...
—Antes de eso, que si eras cliente o prometido...
—También lo sé...
—El nunca olvidaba una... Dama
—Jedrek...—insiste en decir aquello que ya sé y eso me enoja aún más
—Aseguró no saber tenía que fingir no conocerla y termino con que con lo de la polla.
—¿A dónde quieres llegar? —le interrumpo y sonríe.
—Ella no provocó ese evento Frederick, la llevaron a ello, buscaron a alguien que la conocía a ella, a su hermana y pasado —no tengo que reproducir todo el video, ya lo he visto. —la grabaron y su rostro está en todos lados, con extractos de la discusión a conveniencia de los medios o la prensa amarillista ese hombre señalándola como p***.
En las páginas de internet solo está ella siendo reconocida como una mujer de la calle, seguido el golpe que Des le propinó luego a de eso ofender a la madre y su esposa de ese miserable. Yo tuve en mis manos todo el video el día después, es difícil hasta ahora decir quien grabó, pero no imposible. De momento, lo que sí se puede decir es que fue hecho para dañarla.
—¿Qué sucedió en la tarde? —pregunto porque me parece extraño nadie la siguiera y justo el día del evento, la prensa caía sobre ella.
Me comenta lo sucedido, estaban en una heladería, fue reconocida por alguien que vio gracioso como la madre de mis hijos degustaba de una copa de helado, en un lugar popular, con atuendo humilde y sin escoltas. Intentó quedar con su amiga en su casa, pero dijo no querer esa publicidad, tampoco era seguro ir a la casa de su vecina.
—Le pedí una lista de lugares que visitaría, por aquello que salía todos los días, amistades, familia, compañeros de trabajo o estudio, etc. Dijo solo tener esa amiga y su ex novio, a quien ya no ve. —afirmo mirando la pantalla.
Sale de la piscina y la mujer delgada que veo dentro de ese bañador está lejos de ser la Des que por poco me llevo esa noche. La chica divertida que tenía una respuesta ingeniosa a todo estaba opaca y marchita. Ya no brillaba o reía seguido, solía retraerse todo empezó con Brady y yo lo he empeorado con el tiempo.
En este instante, soy más consciente de su soledad y las razones que la llevó a querer alejarse días atrás de mi casa. Pese a quererlo, no he encontrado la manera de hacerla feliz, pero no me rindo.
—No tiene a nadie —hablo más para mí.
—No sólo eso... Vi su rostro cuando observaba la casa de su amiga. —alzo la mirada y me la sostiene sin el menor temor hay indignación en él. —vive en un lugar de lujos, cualquiera estuviera feliz por todo lo que le das. Sin embargo, ella veía con añoranza esa casa humilde en un barrio peligroso, un jardín de tres rosas un gato apestoso holgazán, y hasta al tipo calvo esposo de su amiga.
Su comentario tiene ese tinte de, estás haciendo las cosas mal y soy consciente de ello. Des me habla en un idioma que no logro entender, no encuentro la manera de cómo lograr entrar en ella y derribar esa barrera que ha tejido para que no entre.
—Me tiene a ti y a mis padres, hermanos y a todos los Frederick en general. —hablo al fin —quizás ella y mis hijos es lo que mi familia necesita para volver a unirse.
— Tiene un aura mágica...
—Jedrek. —advierto y sonríe divertido levantándose.
—Sé que lo has visto... Viste lo mismo que yo vi frente a ese espejo Gregory y te jode que no te dé ni la hora. No estas interesado en ella, es tu ego el que sangra porque una mujer no se desvanece ante tus lujos y rostro de catálogo—continúa diciendo —si no te interesa hazte a un lado, tienes el poder de alejar a la prensa de ella. Solo quiere ser feliz y libre Frederick, esas cosas no las puedes dar.
—No estés tan seguro de ello. —ya en pie acomoda su saco y mira a todos lados para fijar sus ojos oscuros en mí.
No debo subestimarlo, porque tiene todas las armas para que ella se sienta segura y no hablo solo de su padre, sino de las suyas propias. Carisma y me lleva ventaja, porque soy consciente que a ella le interesa Jedrek.
—Existen personas (pocas, a decir verdad), que su felicidad no es el lujo Frederick. Yo puedo hacerla más feliz en mi apartamento de quince metros cuadrados, que tú en ese penhouse. ¿Quieres apostar? —guardo silencio y miro el móvil.
El busco dentro del penhouse y tiene el móvil en sus manos, parece cantar una canción y sonríe al tiempo que mueve sus brazos en el aire. Sentada al pie de la piscina tiene como espectadoras a la enfermera y a las dos chicas encargadas de la casa.
—No estoy interesado...
Si logré tenerla una vez, podré volverlo a hacer y no me refiero a una noche de sexo. Después de todo es la madre de mis hijos y he descubierto no deseo que se eduquen en otros brazos, que llamen papá a otro hombre. Jedrek sale de la oficina sonriente al ver mi rostro de preocupación y molestia por lo que ha dicho. Le envió un mensaje a la enfermera y espero respuestas, una que llega rápidamente.
It's my life...
Empiezo a buscar en mi mente la letra y una vez el encuentro sonrió, porque se parece a ella.
"Mi corazón es como una autopista sin peaje,
como dijo Frankie "Lo hice a mi manera".
Tan sólo quiero vivir mientras siga vivo,
porque es mi vida."
—Tienes razón Des, es tu vida y debes vivirla a tu manera... pero no lo harás sola.
(...)
—No puedo hacerlo Gregory, lo siento —me responde Harris y suelto todo el aire retenido —no se trata de dinero o que Gerald me paga más o menos que ustedes. Estoy muy agradecido contigo por darme la mano, pero siento que es hora de volar...
Fui un miserable con él, lo señalé cuando el solo me hacia un favor. Que no desee estar cerca de mí o hacerme un favor lo llego a entender, pero solo en Harris confiaría la vida de mi Des. Además, que sé la tiene en estima. Me escucha en silencio y sonríe al terminar mi relato.
—Me alegra que Des te guste hermano, pero no tienes que estar celoso por Jedrek —¿De que hablaba? Yo no estaba celoso.
—No estas entendiendo, sabes que estamos en peligro...—niega moviendo el dedo índice y entregándome un trago divertido.
—Me quieres a mí con Des, para que Jedrek no se acerque. —aclara —te conozco hermano, si es por seguridad ella estará bien en sus manos. Dile quien es y la tendrás lejos de él, en segundos.
Recibo el trago en silencio mientras me dice que ella necesita una mascota, me recomienda un gato. Son independientes perfectos para el ambiente en el que estamos, aportan numerosos beneficios psicológicos y bienestar emocional a las personas que disfrutan de su compañía.
—¿Seguro es una buena idea? —preguntó dudoso.
—Si lo consigues en lugar adecuado, con todas las vacunas y dices para quien es... Te aseguro tendrás un buen regalo. —responde —y estarás un paso delante de Jedrek, en lo personal no creo que Des se fije en él... quizás busque un amigo.
—Sigo insistiendo que es mejor un perro —hablo con duda —sé que son muy dependientes, pero es lo que ella necesita... Un gato no es una buena compañía, solo se acercará a que le den comida.
Mi compañero ríe mientras me explica que un perro hará sus necesidades en todos lados y ya quiere ver mi rostro de asco al tropezar con heces de perro. En mi mente se queda eso que solo quiere un amigo y recuerdo su imagen en la piscina. Podría empezar por allí.
—No me has dicho para que me llamaste —le digo a Harris y sonríe, —tampoco porque brindamos —miro el vaso de whisky y luego a mi amigo quien me entrega un documento que leo atento.
Ha logrado abrir el caso en el que se le acusó de castra al hombre que sabía violó a su hermana de quince a quien amenazó y meses después fue encontrar herido en una casa a las afueras de la ciudad. En aquella época no lograron encontrar pruebas en su contra, pero me fue imposible que fuera declarado culpable.
—Necesitaré de tu declaración nuevamente y la de tu padre. —pide y asiento.
—¡Por supuesto! ¿Cómo? ...
—Gerald Doyle y Belliz D'angelo —responde y guardo silencio ante esa confesión—es su manera de agradecer todo lo que hice por ella.
—¿Alguna vez me dirás que hiciste? —niega sonriente y esta vez no me importa.
Me despido de él una hora después y busco el móvil para comunicarme con Des. Tenía una cena con los productores y no iría a cenar. El teléfono repica varias veces, estoy por colgar cuando escucho que lo descuelga.
—Hola Des —saludo y por un momento no escucho más que su respiración del otro lado y me preocupa—¿Des?
—Buenas tardes —saluda, pero su voz suena triste y hasta lejana —imagino que no vendrá a cenar.
—¿Por qué dices eso? —pregunto y escucho la risa del otro lado.
—Tengo una bola de cristal señor soy bruja —me responde.
Algo me dice que de nuevo la han estado molestando o quizás la prensa ha especulado sobre mi vida privada. Decido hacer un cambio en mi horario y salir con ella por primera vez.
—No, llamaba a preguntarte si deseas comer fuera —miento —¿Ya comiste? —ríe y esta vez el tono de su risa es distinto, hay humor en ella.
—No es eso señor, es que no considero buena idea —el mundo necesita adaptarse a verla de mi lado, las mujeres también pienso con vehemencia —Yo no suelo comer donde usted lo haría y usted no le gustara comer donde yo lo hago señor...
—Ponme a prueba Des—el silencio que sigue me dice que lo está pensando y ante la necesidad de no ser rechazado continuo. —hoy comeremos donde tú lo decidas.
—¿Seguro? —pregunta y respondo con un simple "si", al tiempo que enciendo el auto —tiene mucha ropa encima si es asi.
—Paso por ti en una hora—le digo antes de colgar.
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