Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO II

Miro atentamente mi figura en el espejo intentando descifrar porque mi cuerpo habia cambiado. Lucía diferente, de eso no había dudas.

Mis pechos estaban más grandes y ni hablar de mi abdomen.

— Tengo cinco días de retraso...— miro atentamente el calendario menstrual para luego volver a posicionar mi cuerpo en el espejo.

No podía estar embarazada, había tenido mi regla desde la última vez que había tenido sexo y eso había sucedido hace cinco meses atrás. Giro mi cuerpo quedando de perfil, necesitaba buscar un mejor ángulo para ver mi figura.

Todo parecía normal a excepción del pequeño bulto que tenía en el vientre. Asustada decido presionar mis senos intentando sacar algo de leche materna, lo cuál es nulo.

— ¿Por qué haces eso?...— Rebeca pregunta a escasos metros de distancia, lo cuál hace que me asuste.

No imaginé que estaría despierta tan temprano y menos en mi habitación

— ¿Crees que estoy más gorda?...— me atrevo a preguntar.

— Has subido unos cuantos kilos.

— Y esto..— coloco mi cuerpo de perfil dejando a la vista el bulto en mi vientre.

— ¿Has tenido tu período?.

— Sí, aunque tengo cinco días de retraso.

— ¿Y has tenido sexo últimamente?.

— No, la última vez fue hace cinco meses.

— Entonces no te preocupes. No creo que estés embarazada, quizás sea por el estrés que estás hinchada.

Necesito agendar una cita en mi ginecólogo. Debo sacarme estás dudas de mi cabeza.

— ¿Que haces despierta tan temprano?..— Me atrevo a preguntar mientras coloco mi pijama nuevamente.

— Voy a hacer el desayuno. Ayer lo hiciste tú, así que ví conveniente hacerlo hoy.

— No te preocupes. Ve a descansar, yo lo haré.

— No, estoy bien, lo haré yo.

— Entonces te acompaño.

Ambas nos dirigimos a la cocina a hacer nuestros deberes. No dudamos en hablar sobre el tema y lo conveniente que era que asistiera al ginecólogo. Estaba nerviosa de lo que podía suceder de ahora en adelante.

— No comprendo porque te alteras..— suelta con cierta confusión..—.., si mal no recuerdo ibas a hacerte una inseminación para tener otro bebé.

No era mentira. Eso lo había pensado meses atrás.

— Sí, pero al padre del bebé no lo vería en ningún lado.

— ¿Me estás diciendo que sigues en contacto con el hombre del resort?.

— No..— susurro.—..,pero ayer lo ví nuevamente.

— ¿Y que tal?,¿Cómo lo viste?,¿Sentiste cosas de mujer?.

— Es el vecino de arriba..— suelto antes que continuara con sus preguntas.

— ¿¡Qué?!..— se atraganta con la comida.—...¿Me estás diciendo que el hombre más sensual del edificio es el mismo que te hizo el amor en el resort?.

— Exactamente.

— Me va a dar un infarto en estos momentos.

— Estoy igual de sorprendida que tú. No imaginé que me lo volvería a encontrar aquí.

— ¿Cómo harás si estás embarazada?.

— No lo estoy.

— Hazte la prueba, es mejor que..— antes de poder continuar escucho a lo lejos la voz fina y tranquila de Erkan.

— ¿Voy a tener un hermano?..— pregunta al otro lado de la cocina. Apenas era conciente que lo tenía cerca.

No, no, no.

No sabía que responder. Nisiquiera entendía porque se había despertado antes que lo fuera hacer.

— No se mi amor...— me atrevo a hablar.—.., debo ir a ver si es cierto.

— ¿Puedo ir contigo?.

— Sí, lo haremos luego de la escuela.

— está bien mamita.

— Ahora ve a ducharte y arreglarte para que desayunes. Nos espera un día largo.

Se que muchas personas juzgan mi crianza, pero amo ser sincera con mi hijo. Erkan sabía lo que había sucedido con su padre y mi familia, decidí contárselo mucho antes que el me preguntara y pudiera odiarme por no haberle comentado. Además, Amelia se había encargado de restregarme una y mil veces que no era digna de su familia, lo cuál el había escuchado.

Puede que solo tenga siete años pero puedo considerarlo alguien que razona y sabe con exactitud que hacer.

— Para mañana en la tarde. Hoy no estaré aquí, lo siento...— Marinette mi ginecóloga personal me habla al otro lado de línea. —..., solo relájate, no creo que estés embarazada.

— Yo siento que si. Por primera vez en meses estoy sintiendo un cambio drástico en mi cuerpo.

— Ahora sí me estoy preocupando. ¿Te seguiste tomando las píldoras que te había recetado?.

— No, de hecho me salte una en el resort. Pero me asegure de tomar la pastilla del día después.

— Sabes que no es factible, ya sabes que hacer. Mañana vienes y salimos de dudas.

— Gracias.

Salgo del coche para dirigirme a una farmacia a buscar una prueba. Necesitaba sacarme las dudas, no podía esperar hasta mañana.

Ansiosa decido entrar al baño del mismo local para hacerlo. No quería esperar los cinco minutos que eran necesarios, así que decido volver al coche y ver la prueba cuando estuviera en el trabajo.

No pare de mirar a los asientos traseros intentando decifrar lo que arrojaba aquella prueba.

Negativo.

Una parte de mi se emociona al saber que no estaba embarazada y la otra simplemente se decepcionaba. Yo quería volver a ser madre.

— Me han pedido matrimonio..— Natalia mi más íntima amiga del trabajo chilla al verme entrar a la oficina. Estaba emocionada de eso no había dudas.

— Felicidades..— la abrazo. Aunque verdaderamente anhelaba ahorcarla.

Deseaba de corazón que se alejara de ese sujeto y conociera a alguien que la amara y la cuidara.

— No sabes lo feliz que estoy, se ha lucido.

— Vamos, cuéntame cómo te lo ha pedido. Tuvo que ser mágico.

— Lo es..— ríe de emoción..— Lo ha hecho en la casa cuando...— miro atentamente su brazo percatandome de un golpe.

— ¿Que te sucedió en el brazo?..— la interrumpo.

— Oh, eso...— rápidamente su sonrisa se borra.

— No me digas que te ha golpeado otra vez.

— Fue sin querer. Yo me lo busque.

— No, no.

— Lo juro. El no quería hacerme nada, pero yo.

— Hagas lo que hagas el no tiene el derecho de golpearte. Debes entender eso.

— El va a cambiar, el me lo prometió. Dijo que quería que nuestro matrimonio fuera mágico y yo le creo.

— Natalia.

— Te prometo que seré feliz, por ahora solo necesito que le apoyes.

— No me pidas eso.

— Hazlo por una vez. Se que el cambiara.

Apenas había comenzado mi mañana y ya estaba estresada. No podía creer todo lo que estaba sucediendo, apenas era conciente de la gravedad del asunto.

— ¿Estás embarazada?..— me atrevo a preguntarle. Quizás por eso acepto el matrimonio.

— No, sabes que me cuido. Aún no quiero ser madre.

— Está bien.

— ¿Por qué la pregunta?.

— Por nada. Ahora vamos a trabajar, tenemos mucho que hacer.

Necesitaba calmar las emociones que estaban comenzando a formarse en mi ser. No podia creer que en menos de veinticuatro horas mi amiga había sido golpeada y a la misma vez comprometida.

Miro atentamente las maquetas intentando entender porque habían cambiado todo lo que ya tenía hecho, al parecer todos en este grupo deseaban que muriera de un ataque de ira. Tomo entre mis manos los nuevos planos que había hecho para ponerlos en el pizarrón, mi padre iba a venir en unos minutos y debía presentar aquello de manera perfecta.

— ¡¡Mamá!!..— Erkan corre hacia mi con los brazos abiertos.

— Mi rey..— lo abrazo. —., ¿Con quién has venido?

— Conmigo...— Simone habla por primera vez haciendo que pose mi mirada rápidamente en el.—.., al parecer mi hijo y el tuyo estudian juntos.

¿Hijo?.

¿¡Simone tiene un hijo?!.

— No salían a las tres de la tarde..— suelto desconcertada.

— Han suspendido las clases porque su profesora ha enfermado.

— Gracias por traerlo Simone.

— No hay de que. De todas maneras venía para acá.

— ¿Enserio?

— Sí, de hecho vengo por un nuevo edificio que hará mi padre.

— Que sorpresa, yo soy la que presentará el diseño.

— Que bien...— me sonríe..— .., te presento a mi hijo Saimon..— detrás de él aparece la figura de un pequeño.

— Mucho gusto señorita, me llamo Simón Valdetti.

— El gusto es mío. Yo soy Haein, pero todos me conocen como Nazareth.

— Que bonito nombre.

— Gracias precioso.

— Mamá, Saimon y yo somos grandes amigos.

— Me alegro mucho por eso.

— Iremos al cine, ¿Me das permiso?.

— Por mi está bien, pero no puedo llevarlos, tengo una reunión. Si desean los llevo en la noche.

— No te preocupes, mi tía Ina nos llevará..—  Saimon interviene.--.., mi papá venía precisamente a pedirle permiso para que Erkan pudiera ir con nosotros.

Rápidamente poso la mirada en Simone el cuál me sonrie para agregar que si no deseaba dejarlo ir que estaba bien, evidentemente algo que no le pareció bien a los niños

— Solo si promete que se portará bien...— intento ser divertida al ver cómo se entristecían.

— Lo haré mamá. No sabes cuánto te amo..— Me salta encima para darme un beso en la mejilla.

— Ahora sí me permite debo llevarlos abajo, los están esperando.

— Te acompaño..— me atrevo a incluirme en el grupo.

Los cuartos salimos de la oficina, lo cuál me ponía nerviosa. No pude evitar percatarme de las miradas de los empleados que rodeaban el lugar, todos murmuraban lo cuál me ponía aún mas esterica.

— No sabía que tenías un hijo..— me atrevo a hablarle.

— hay muchas cosas que no sabes de mi.

— uy..— susurro.—..., espero no sean malas.

— Todo depende de cómo lo quieras ver.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro