Capítulo único

Un crédito especial a jesus212001 por la idea original.

Issei Hyōdō, el pelicastaño protagonista de High School DxD, estaba en su habitación con una amplia sonrisa en su rostro. Su entusiasmo no se originaba en fantasías pervertidas como solía, sino en una idea que lo emocionaba.

— ¡Chicas y chicos, tengo una idea genial!

Todas las chicas, Rias Gremory, Akeno Himejima, Asia Argento, Koneko Toujou, Xenovia Quarta, Irina Shidou, Rossweisse, Ravel Phenex, Raynare, Lefay Pendragon, Kuroka, y Elmenhilde, se giraron hacia él expectantes. Kiba Yuuto, por su parte, se levantó de su asiento con una sonrisa intrigada.

— He pensado que sería divertido pasar un fin de semana juntos en mi casa, ¡incluyendo a Gasper!

Un murmullo de sorpresa y alegría recorrió el grupo.

— ¡Qué idea tan adorable, Issei!— Akeno sonríe con los ojos cerrados.

— Me encantaría pasar tiempo con Gasper— dijo Asia muy alegré.

— Hmph, no me importa— responde Koneko de manera fría.

— ¡Excelente! Me parece una gran oportunidad para fortalecer nuestro equipo y crear nuevos recuerdos— sonríe Yuuto estando de acuerdo.

— ¡Genial! Le avisaré a Rias que prepare una habitación para todos.

Issei salió corriendo de la habitación, dejando al grupo con una sonrisa en sus rostros. Era una oportunidad para fortalecer la amistad entre todos y conocer mejor a Gasper.

Durante el día, Issei se encargó de que todo estuviera listo. Rias organizó la logística y todos se dividieron las tareas: decoración, comida, juegos... La casa se llenó de un ambiente cálido y acogedor.

Finalmente, llegó el viernes por la tarde y Gasper Vladi llegó a la casa de Issei. Al entrar, se encontró con un ambiente festivo y una cálida bienvenida por parte de todos.

Issei le mostró su habitación a Gasper, decorada con posters de anime y videojuegos. Gasper dejó su maleta y se sentó en la cama, sintiéndose emocionado e incluido.

Los chicos y las chicas se turnaron para pasar tiempo con Gasper, jugando videojuegos, viendo películas, charlando o leyendo juntos. A medida que avanzaba el fin de semana, Gasper se fue soltando y mostrando su lado más alegre.

El sábado por la noche, después de una deliciosa barbacoa en el jardín, llegó el momento de los juegos de mesa.

Issei, siempre entusiasta, había preparado una selección de juegos para todos los gustos. Entre ellos, clásicos como Monopoly y Risk, juegos más modernos como Dixit y Carcassonne, e incluso juegos más estratégicos como Settlers of Catan y Twilight Struggle.

— ¡Prepárense para una noche de juegos épicos!— gritó Issei mientras colocaba los juegos sobre la mesa.

Rias sonrió con elegancia.

— Issei, ¿por qué no hacemos equipos? Así será más divertido.

Akeno ladeó la cabeza con una sonrisa traviesa.

— ¡Excelente idea, Rias! Yo quiero estar en el equipo ganador.

Kiba se acarició la barbilla pensativo.

— Me parece bien. ¿Cómo los formamos?

Las siguientes horas estuvieron llenas de risas, bromas y sana competencia.

Mientras tanto Rias y Asia juegan al Dixit:

— ¡Esta carta me recuerda a la amabilidad de Rias!

Rias se sonrojó levemente.

— Gracias, Asia. Eres muy amable tú también.

En otra mesa, Koneko, Kuroka, Raynare y Lefay juegan al Monopoly:

— ¡Oh, vamos, Koneko! ¡No seas tan tacaña! Paga el alquiler.

— ¡Cállate, Kuroka! No tengo dinero— Koneko molesta con su hermana mayor.

Raynare observaba la partida con una sonrisa astuta.

— Jajajaja, parece que Kuroka va ganando.

Lefay asintió con la cabeza.

— Sí, pero no te confíes, Raynare. La suerte puede cambiar en cualquier momento.

En un rincón, Gasper y Ravel jugaban al ajedrez en silencio, concentrados en sus movimientos.

Rossweisse, observando la partida, se acercó a ellos.

— Hmm, interesante estrategia, Gasper. No había pensado en ese movimiento.

Gasper sonrió tímidamente.

— Gracias, Rossweisse. Todavía estoy aprendiendo.

En el jardín, Xenovia e Irina se encontraban practicando sus habilidades con la espada.

— ¡Vamos, Irina! ¡No te dejes vencer!

— ¡No te preocupes, Xenovia! Todavía tengo algunos trucos bajo la manga.

Sus espadas chocaban con fuerza, creando un sonido metálico que resonaba en el aire.

De repente, Issei se unió a la práctica con su guantelete Boosted Gear.

— ¡Cuidado, chicas! ¡Aquí viene el Sekiryuutei!

Las tres lucharon con entusiasmo, riendo y disfrutando de la competencia.

Al final del día, todos se sentaron alrededor de una fogata, contando historias y compartiendo sus sueños para el futuro.

Gasper, sintiéndose parte del grupo, se animó a contar una historia sobre su pasado.

Las chicas lo escucharon con atención, conmovidas por su relato.

Rias le puso una mano en el hombro.

— Eres un chico fuerte, Gasper. Estoy orgullosa de ti.

Gasper sonrió con lágrimas en los ojos.

— Gracias, Rias. Significa mucho para mí.

Esa noche, bajo un cielo estrellado, todos se sintieron más unidos que nunca.

Habían compartido un fin de semana lleno de risas, juegos, competencias y confidencias. Un fin de semana que jamás olvidarían.

El domingo por la mañana, después de un desayuno abundante, Issei propuso una excursión a un parque natural cercano.

— ¡Vamos a disfrutar de la naturaleza! — gritó Issei con entusiasmo.

Todos estuvieron de acuerdo y se prepararon para la salida. Empacaron una cesta con comida, agua y algunos juegos para pasar el día.

Al llegar al parque, se encontraron con un paisaje hermoso y lleno de vida. Árboles frondosos, flores coloridas y un río cristalino que fluía por el valle.

Los chicos y las chicas caminaron por los senderos, explorando la naturaleza y disfrutando del aire fresco.

Gasper, que no estaba acostumbrado a pasar tiempo al aire libre, se sintió maravillado por la belleza del lugar.

—Es increíble —dijo Gasper con una sonrisa.

Rias le sonrió con amabilidad.

— Me alegra que te guste, Gasper. La naturaleza tiene un efecto calmante en el alma.

Durante la excursión, los personajes tuvieron momentos de interacción individual:

Akeno, con su sabiduría y comprensión, ofreció un oído atento a las dudas de Gasper sobre su naturaleza vampírica.

Koneko, a pesar de su actitud fría, mostró empatía por la soledad de Gasper y compartió con él un momento de silencio y comprensión.

Kiba, con su espíritu noble y protector, ofreció apoyo y consejos a Gasper sobre cómo afrontar las dificultades.

Xenovia, con su franqueza y determinación, desafió a Gasper a superar sus limitaciones y aceptar su propia identidad.

La interacción entre Gasper y Raynare fue más compleja. Raynare inicialmente se burló de Gasper, pero luego, al observar su bondad y valentía, comenzó a cuestionar sus propios prejuicios.

Issei, con su humor característico, animó a Gasper y a los demás a participar en juegos divertidos y bromas inofensivas, creando un ambiente de camaradería y alegría.

Al final del día, todos se sentían cansados pero felices. Habían disfrutado de un fin de semana inolvidable lleno de amistad, risas y nuevas experiencias.

Gasper, en particular, se sintió agradecido por la oportunidad de haber compartido tiempo con sus amigos y haber descubierto su pasión por la naturaleza. Se había sentido incluido y aceptado por el grupo, lo que le había dado la confianza para salir de su caparazón y mostrar su verdadera personalidad.

Fin del capítulo único