En medio de un frondoso y oscuro bosque, en alguna parte de los Estados Unidos, se encontraba un niño no mayor de 12 años caminando sin rumbo fijo y con las pocas fuerzas que le quedaban mientras cargaba en su espalda una pequeña mochila donde guardaba las provisiones que le quedaban, no sabía dónde estaba o a dónde iba, simplemente se dejaba guiar por el viento y con algo de suerte encontraría algún lugar seguro para pasar la noche, sin embargo, no lo tendría tan fácil, ya que, además del cansancio, su cuerpo se encontraba con algunas heridas leves así como algunos moretones en sus brazos, producto de su larga travesía...

La noche finalmente había llegado, y el frío azotaba fuertemente obligándolo a esconderse en una pequeña cueva con nada más que una pequeña fogata para calentarlo, aquel niño se encontraba comiendo algo de pan mientras abrazaba su mochila, una vez terminada su "cena", tomó la botella que se encontraba a su lado notando que le quedaba un poco de agua, así que, soltando un suspiro de resignación, se tomó lo que le quedaba de agua

??: *suspiro* Y ahí va mí última botella de agua...

El niño se recostó en el frío y duro suelo de aquella cueva lo suficientemente cerca de la fogata con la intención de mantenerse caliente

??: Mañana será otro día...

La mochila que tenía en sus manos lo puso en su cabeza utilizándolo como almohada, el niño estaba preparándose para dormir y continuar con su viaje al día siguiente aún con la esperanza de salir de ese bosque y encontrar alguna ciudad o pueblo, sin embargo, mientras intentaba conciliar el sueño, las lágrimas comenzaron a formarse en sus ojos, la frustración y la desesperación comenzaban a apoderarse de él, llevaba algunos días caminando a través del bosque, pero tal parece que sus esfuerzos son en vano, con el pasar de los días la esperanza poco a poco desaparecía hasta llegar finalmente a la resignación...

Mientras el niño seguía intentando dormir un poco, su fogata se había apagado por lo que el frío del bosque comenzó a hacer de las suyas obligando al niño a salir de aquella cueva en busca de un mejor lugar para pasar la noche sin correr el riesgo de enfermarse o ser atacado por algún animal salvaje...

Mientras caminaba, pudo ver algo de luz a lo lejos, esto hizo que la esperanza volviera al niño por lo que comenzó a correr, las lágrimas de alegría caían por sus mejillas, todo su esfuerzo finalmente habían dado resultado... después de tanto tiempo...

Conforme se acercaba, el terror comenzó a hacerse presente ya que aquella luz no se trataba de una ciudad, sino de un incendio, el niño por instinto detuvo su avance, pero ya era tarde, el fuego arrasaba rápidamente con cada uno de los árboles hasta el punto de que el fuego lo rodeó por completo

??: No, no ,no, NO!!

El niño comenzó a observar a sus alrededores en busca de una posible salida pero lo único que veía era fuego, en ese momento, un fuerte estruendo llamó la atención del niño donde al levantar la mirada pudo ver como unas enormes ramas ardientes caían en su dirección, lo único que pudo hacer fue levantar sus manos por reflejo mientras cerraba fuertemente sus ojos esperando el impacto, sin embargo, otro fuerte estruendo seguido del ruido de las ramas chocando contra algo resonaron fuertemente...

Pasaron los segundos y el niño comenzó a abrir los ojos lentamente al mismo tiempo que bajaba los brazos, al abrir sus ojos por completo, éstos se abrieron como platos ya que frente a él había una gigantesca pared hecho de rocas que lo había protegido de aquellas ramas, no tuvo mucho tiempo para procesar lo que había sucedido ya que se dio cuenta que estaba en medio de un incendio y tenía que escapar, y así lo hizo, el niño comenzó a correr desesperadamente a través de los árboles en llamas tratando de encontrar alguna salida, pero con cada paso que daba el oxígeno era cada vez más escaso y por ende el humo ingresaba a sus pulmones provocando que el niño tosiera fuertemente

Pero algo extraño sucedía mientras corría, y es que cuando pasaba cerca de las llamas, éstas se movían de modo que se apartaban de su camino dejándole el espacio libre para seguir corriendo

El niño siguió avanzando hasta donde su cuerpo le permitía y el cansancio comenzaba a hacerse presente, pero no estaba dispuesto a quedarse en medio de ese incendio, en lugar de eso, encontraría una salida y posteriormente un lugar para descansar, o al menos eso era lo que tenía planeado hasta que escuchó unos gritos a lo lejos seguido de unas explosiones

No tenía pensado ir ya que era muy probable que algo malo estuviera sucediendo y él no podía ayudar de ninguna forma, pero antes de siquiera decidir si ayudar o no, una explosión detrás de él lo envió directamente al suelo, al dirigir su mirada hacia su espalda se encontró con un enorme enorme robot acercándose hacia él, el niño rápidamente se puso de pie para después comenzar a correr lo más rápido que podía con el robot detrás de él

El robot apuntó uno de sus brazos hacia el frente así comenzando a disparar unos láseres, el niño se movía entre los árboles y las llamas tratando de perder al enorme robot  pero era casi imposible, el robot destrozaba cada uno de los árboles tanto ya sea solo con fuerza bruta o haciendo uso de sus armas

??: ¡¿Ese robot es a prueba de fuego o que?!, ¡¿Porque no se quema?!

Ese pensamiento fue más que suficiente para que las llamas de aquel ardiente bosque comenzaran a dirigirse hacia el robot cubriéndolo por completo, por fuera quizás no le hiciera nada, pero por dentro, la situación era diferente, el fuego se encargaba de dañar cada uno de sus circuitos por lo que fue cuestión de segundos para que aquel robot finalmente terminara por explotar

A pesar de aquella explosión, el niño siguió corriendo, sin percatarse de que el robot había sido destruido, hasta llegar a lo que parecía ser una zona de camping donde las personas huían del lugar ya que habían otros 3 robots similares al que lo perseguía anteriormente luchando contra una extraña criatura de color verde hecha de cristal

Durante esa pelea, la cabeza de uno de los robots había sido destruida de un fuerte golpe por parte de aquella criatura verde lo que provocó que el resto del cuerpo comenzara a caer hacia donde se encontraba una niña de cabello naranja asustando de gran manera tanto al ser cristalino como a un hombre de edad avanzada que se encontraba cerca

Al ver esto, el niño quería ir a salvarla, tenía toda la intención de hacerlo, pero se encontraba demasiado lejos y no llegaría a tiempo, sin embargo, la tierra comenzó a levantarse nuevamente formando una pared que detuvo los restos del robot ante la mirada atónita de la niña, el anciano y la criatura

Una vez superado su impresión, el ser de cristal continuó haciéndose cargo de los otros 2 robots mientras que la niña y el hombre comenzaron a buscar con la mirada al responsable de aquel "milagro" hasta que la mirada de ambos se encontraron con la del niño quién por los nervios no pudo hacer otra cosa más que sonreír un poco y saludar con su mano derecha

Luego de eso, la lucha continuaría contra los robots restantes mientras el anciano y la niña se acercaron al niño tomándolo de los brazos para así llevárselo lejos del campo de batalla

Anciano: Tenemos que irnos, no es seguro seguir aquí!!

Sin más opción, el niño obedeció, a pesar de que no confiaba del todo en ellos...