Capitulo 19: Encuentros molestos
Ranma permanecía a un lado de Akane, estaba sonriente sosteniendo su mano, mientras los invitados comentaban felices por el compromiso anunciado, Ukyo era una de ellas pero Ryoga estaba atónito, no tanto por la noticia sino por la persona que se acababa de aparecer frente a el
-Valla sorpresa ¿No Ryoga? - comento la Kouji acercándose a el
-Si… una gran sorpresa- murmuro viendo hacia la pareja
-Ya me imaginaba que no podían hacer tantos adornos por una simple fiesta de cumpleaños- complemento y tomo una copa de las que llevaban los meseros
- ¡Por los novios! - propuso Genma un brindis
El chico de la trenza tomo la copa sonriente y la levanto en dirección al colmilludo, como si pudiera brindar con el, a lo que el Hibiki se puso tenso y evito su mirada con molestia
-Debo irme a casa Ukyo- se despidió con una sonrisa fingiendo tranquilidad
- ¿Pero por qué? La fiesta apenas inicia- lo detuvo del brazo
-Debo buscar a Ranko, me preocupa que no haya venido- en realidad quería hacer eso y huir de ese lugar
-Entiendo…- le sonrió comprensiva y lo soltó
Se dio la vuelta para irse y como si fuera obra del destino volvió a chocar con el, quien venia en compañía de su prometida
-Ryoga ¿Ya te vas? - pregunto la peli azul
-Si, lo siento, tengo algo importante que hacer- se disculpo amablemente, se sentía mal por irse
-Estoy seguro de que ese algo importante puede esperar ¿Por qué no nos acompañas? Es un día especial para mí y Akane- dijo Ranma para detenerlo mientras volteaba a ver a la menor de los Tendo con una sonrisa
-Si Ryoga- insistió la muchacha con una sonrisa que era difícil decir que no
-De verdad lo lamento…- culpable decidió rechazar su invitación -Nos vemos luego- se despidió triste
-Akane vuelvo en un segundo, iré por una copa- dijo el chico de la trenza para salir de ahí
La chica de ojos cafés acepto quedándose con la enfermera, Saotome fue detrás de Ryoga, quería conversar con el y evitar que se fuera pero justo cuando iba a alcanzarlo alguien mas se interpuso en su camino
- ¡Hey Ranma! ¿A dónde vas? ¿Olvidas que esta es tu fiesta de compromiso? - cuestiono la chica poniéndose frente a el
-Nabiki… solo iba a ir por algo- se puso nervioso, no pudo inventar una excusa mejor
- ¿No estarás pensando en huir? - lo molesto acercándose a el
-Pero que estas diciendo- se hizo hacia atrás y pensaba en una excusa para terminar la conversación, si corría tal vez aun alcanzaba al colmilludo
-Si no fuera así no estarías tan nervioso- continúo alargando más la conversación, pero entre mas se acercaba mas veía a sus ojos -Ya entiendo…- se alejó encontrando una respuesta a una duda que tenia
- ¿Qué pasa? - pregunto confundido, era peligroso cuando ella ponía esa expresión
-Ranma ¿Tienes una hermana? - pregunto de golpe
-Y-Yo…- no sabia que decir
-Nabiki tu padre ha dicho que quiere una foto familiar y te espera cerca del estanque- llego Genma dando el recado de Soun
-Claro tío, acompáñenos, ustedes también son parte de la familia- invito con cortesía y dejando de lado la pregunta anterior
-Si ahora mismo vamos jaja- rio el señor Saotome complacido por la invitación
-Papá…- no sabia que decirle, sin duda lo había sacado de un apuro
-Ranma hijo, las cosas van muy bien- lo tomo por los hombros y se dirigían al estanque -Akane es una buena muchacha y te quiere- observaban a la familia Tendo posando para la foto -No arruines las cosas, sabes que no puedes contarle a nadie el secreto seria una deshonra para los Saotome- advirtió con mirada firme y lo dejo solo
- ¡Ranma ven aquí! - invito Akane con una sonrisa radiante
-Ya voy- respondió igual de contento luego de dar un suspiro pesado, no quería ocultarle nada a su prometida pero era lo mejor
Ryoga salió del dojo Tendo, se había llevado una gran sorpresa, la cabeza le daba vueltas y no encontraba explicación ni motivos de nada, con trabajo pudo estacionar el auto al llegar al parque de Nerima, prefería calmarse un poco en lugar de seguir conduciendo hasta su casa
-Esto no puede estar pasando- se acostó en el pasto y llevo sus manos a su rostro, sin duda el sueño de esa mañana había sido un mal augurio
Se sentó, dio un suspiro de frustración y arranco un poco de pasto, grito molesto dando un par de golpes contra el suelo y volvió a tirarse al pasto, no impostaba cuanto se molestará no arreglaba nada
- ¡¿Por qué?!- se llevo las manos a la cabeza, se libero en un suspiro -Por que tenías que aparecer Ranma…- vio al cielo con melancolía
-Ryoga…- lo llamaron dulcemente
-Ranko- se sorprendió de verla ahí - ¿Qué haces aquí? - pregunto curioso mientras se incorporaba
-Quería disculparme contigo- se sentó a su lado
- ¿Disculparte? - no veía el motivo
-Por no responder tu llamada y por no llegar a la fiesta- contesto
-No te preocupes, después de todo no fue una gran fiesta- rio un poco aunque se notaba su molestia y tristeza
-Seguramente te falto mi compañía- bromeo acercándose melosamente
-Si, seguramente si jaja- cedió a sus encantos - ¿Qué te paso? - pregunto señalando su brazo con una pequeña marca
-No es nada, me escape de casa- contestó del modo más natural que el Hibiki no podía creer lo que decía, esas marcas eran producto de su intento de soltarse de las cuerdas con las que había sido atada
- ¿Fue… fue tu papá? - era obvia la respuesta pero aun así investigo
- ¿Y quién más bobo? - rio ante aquella pregunta
-Jaja es verdad…- rio nervioso
- ¿Qué te ocurre? Te noto algo molesto- se había dado cuenta
-No es nada… creo que tu también tienes tus propios problemas y no necesitas escuchar los míos- miro de nuevo su marca y desvió la mirada apenado
-No seas tonto Ryoga, a mi me importa lo que suceda contigo- se puso frete a el -Sino no estaría aquí- sonrió
- ¿Lo dices enserio? - veía esos ojos azul brillante que demostraban cariño
-Claro que si, no me escape de casa por nada- confirmo y era verdad, corría riesgo por desobedecer a su padre pero no le importo
-Ti-Tienes razón- se sonrojo, era la primera vez que una chica hacia algo como eso por el
- ¿Me dirás lo que te sucede? - insistió volviendo a sentarse a su lado
Dudo en decirle pero necesitaba hablar con alguien y ella estaba dispuesta a escuchar -Hoy… yo vi… vi a alguien que no quería ver- confeso tristemente abrazando sus piernas, escondiendo su cara en sus rodillas
La pelirroja se sorprendió y sintió que le estrujaban el corazón ante aquella confesión, el colmilludo se veía bastante triste y no podía soportarlo
- ¿Y porque no querías ver a esa persona? - investigo viendo hacia le frente
-Porque lo odio- dijo firmemente
-Vamos Ryoga… es demasiado decir que odias a alguien- tomo su hombro para hacerlo entrar en razón
-No…- murmuro levantando la mirada -Ranma no merece otra cosa que mi desprecio- dijo firmemente y con una mirada fría que dejo a la chica sin aliento y sin palabras
-Ryoga…- intento decir algo
- ¡Él tiene la culpa de todo! ¡Por su culpa estoy maldito! ¡Y el me desprecio igual que todos! - grito furioso
Saotome quedo sorprendida, el joven doctor estaba llorando, lloraba con amargura y no era para menos
-Tranquilo…- dijo tímidamente y limpio su rostro -Quizá no fue su culpa… tal vez no quería hacerte daño- intento calmarlo
-No lo creo, el nunca fue mi amigo- desvió la mirada tratando de contener las lagrimas
- ¿Quieres… quieres contarme porque lo desprecias? - pregunto con cuidado, seguramente no sería algo fácil de contar
Volvió a verla a los ojos, le dolía de solo recordar pero por algún motivo sentía mucha confianza con ella y presentía que le ayudaría a aliviar sus penas
-Fue hace tiempo…- comenzó a contar tratando de calmarse, se acostó en el pasto viendo al cielo y ella hizo lo mismo
El Hibiki dejo a sus pensamientos volver muchos años en el tiempo, a aquellos años donde solo era un niño de algunos 12 años, iba a iniciar la secundaria y su familia recién llegaba a Nerima
No conocía a nadie, era un poco tímido para hacer amigos pero tenia una actitud positiva, había sido inscrito en una escuela solo para hombres y le agradaba la idea
-Chicos el es su nuevo compañero Ryoga Hibiki, viene de Okinawa, sean amables con el- lo presento la maestra pues había llegado una semana después del inicio de clases
Fue hasta su asiento, los chicos no le habían prestado demasiada atención y eso fue bueno, así evito ponerse nervioso
- ¡Vamos tengo hambre! ¡dense prisa! - gritaban los chicos rumbo al comedor
Ryoga fue junto con los demás y se encontró con una gran sorpresa, los chicos parecían pelear por la comida como animales pero aun así se propuso conseguir algo
- ¡Ahí va un pan de carne! - grito la cocinera lanzándolo al aire
- ¡Es mío! - el colmilludo brinco para obtenerlo pero alguien se le adelanto
- ¡Lo tengo! - grito alegre el muchachito que brinco frente a Ryoga ganándole el almuerzo
- ¡Oye eso era mío! - reclamo el colmilludo
-Lo siento amigo el que lo toma lo gana- se defendió el chico de la coleta quien después volteo a ver al muchacho - ¿No eres tú el chico nuevo? - pregunto acercándose a el
-Si, soy Ryoga Hibiki- contesto aun en tono molesto y cruzándose de brazos
-Lo siento- se avergonzó -Así es todos los días para conseguir almuerzo, ya te acostumbraras- informó, tomo el pan y lo partió a la mitad para compartirlo
-Gracias- lo recibió amablemente y sorprendido por la actitud del chico
-Soy Ranma Saotome- le presento extendiendo la mano
-Mucho gusto- tomo su mano con una sonrisa
La pelirroja sonrió, era un hermoso recuerdo pero no quería interrumpir su relato, lo que si es que no pasó desapercibida la sonrisa del joven doctor, sabia que estaba recreando esa escena en su memoria
Era nada mas y nada menos que el recuerdo de como conoció al que fue su mejor amigo en la infancia
-No parece ser un mal chico- interrumpió por fin al verlo pensativo y se puso de lado para observarlo
-No… no lo era- respondió melancólicamente -Él y yo nos volvimos los mejores amigos…- continuo
Saotome y Hibiki se sentaban juntos en cada clase, la pasaban muy bien, Ranma se encargaba de obtener los almuerzos y Ryoga le ayudaba en las tareas, eran un dúo magnifico
- ¡Él es el mejor artista marcial de todos los tiempo! - aseguro el chico de la coleta viendo un cartel en el centro comercial
- ¡Cuando sea grande quiero ser como el! - confeso el colmilludo
- ¡Seremos los mejores maestros Ryoga! - decreto con aires de grandeza
- ¡Y tendremos nuestro propio dojo! - apoyo imaginando ese futuro
- ¡No habrá nadie mejor que nosotros! – el chico de la coleta paso su brazo por los hombros de su amigo y el hizo lo mismo
Sonreían con gran felicidad, pensaban ser amigos toda la vida y cumplir sus sueños, compartían la misma pasión por las artes marciales y eso los había unido mas
- ¡Mamá, papá! - ya volví anuncio el colmilludo - ¡He traído a un amigo! -informo entrando con el
-Hola querido- salió la señora Hibiki desando la mejilla de su hijo
-Mamá- se quejo avergonzado y su amigo solo sonreía, riendo por la escena aunque con un poco de envidia
-Buenas tardes señores Hibiki- saludo Ranma al verlos
- ¿Cómo estas mucho? - saludo el señor
Entraron a la casa, comieron en familia, Saotome se había vuelto tan amigo de Ryoga que incluso lo consideraban como un hijo
-Me alegra que tú y Ryoga volvieran a ser amigo- comento la señora
- ¿Volvieran? - pregunto su hijo confundido
-Si, cuando tu ibas al kínder vivimos aquí un corto tiempo y te hiciste muy amigo de Ranma- confeso y ambos se sorprendieron
La madre de Ryoga saco un álbum de fotos y lo que decía era verdad, se trataba de la fiesta de cumpleaños del pequeño Hibiki y había invitado a todo el grupo, entre ellos Ranma, pero eran tan pequeños que lo habían olvidado
- ¡Mira Ryoga somos nosotros! - dijo felizmente Saotome
-Parece que era nuestro destino volvernos a encontrar- comento observando la foto y pudo recordar lo que había sucedido ese día
- ¡Corre Ryoga vamos a comer! - lo invitaba su mejor amigo lleno de energía y alegría
- ¡Si vamos! - tomo su mano el pequeño Hibiki, detrás de ellos venían sus demás compañeros pero solo tenia ojos para su inseparable amigo que había conocido hace muy poco
Corría felizmente en dirección al restaurante de hamburguesas y ambos entraron hasta llegar al área de juegos
- ¡Vamos a ese tobogán es muy divertido! - lo invito alegremente
Corrió a las escaleras que lo llevaban a la sima, estaba muy feliz jugando, vio como su amigo se deslizo por el tobogán y el hizo lo mismo
Pasaron un día realmente divertido y fue el mejor cumpleaños del muchacho, después de eso, se mudo con su familia a Okinawa y ambos olvidaron ese día
-Ahora se lo que recordaste cuando te lleve al mismo lugar- menciono la chica de ojos azules
-Si, había evitado ir a ese lugar…- confeso, pues trataba de olvidarse de el
- ¿No crees que así como aquella vez el destino los volvió a juntar por algún motivo? - pregunto buscando un motivo a ese reencuentro
Se sorprendió, no lo había pensado de aquella manera -No lo se…- no encontraba motivo para volverlo a ver
- ¿Qué paso después? - estaba ansiosa por escuchar lo que tenia que decir
La amistad de Ranma y Ryoga había avanzado bastante, pronto serían las vacaciones de primavera y una semana después de las vacaciones el cumpleaños de Ryoga, su padre había pensado en un magnifico regalo y él estaba impaciente por contraérselo a su mejor amigo
-Dime Ryoga ¿Cuál es la sorpresa? - pregunto Saotome comiendo su hamburguesa, aquel lugar se había vuelto especial para ellos y casi siempre iban ahí
- ¡Iremos a China! - grito ya no podía contener su emoción
- ¡China! - grito sonriendo - ¿Iremos? – pregunto confundido al darse cuenta de lo que dijo
- ¡Si! Mi padre dijo que será mi regalo de cumpleaños y yo le pedí llevarte y ha dicho que si- confeso contento
- ¡¿Lo dices enserio?!- no lo podía creer
-Si, tu padre a dicho que si- confirmo a su incrédulo amigo
El señor Hibiki se había encargado de avisar al señor Saotome se presentó en su casa y Genma pidió que fuera directo al punto, le comunico su intención de llevarse a Ranma y como si se tratara de cualquier cosa y sin dejarlo explicar más respondió con un si sin importancia y después cerró la puerta de su casa
- ¡Iremos a China! - se puso de pie sobre la mesa
- ¡Iremos al mejor lugar de entrenamientos! - apoyo el Hibiki subiendo con el
- ¡Seremos los mejores artistas marciales de todos los tiempos! - gritaron al unisón y reían de emoción
Hola!!!! ¿Cómo están? ¿Qué les ha parecido la infancia de Ryoga y su amistad con Ranma? ¿Tienen una idea de lo que paso después? Se que sí, espero les haya agradado y que sigan leyendo, aún hay mucho que contar!
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