Saotome llego al centro comercial y decidió esperar a Ryoga en un lugar visibles para que la encontrara mas fácilmente, con lo que le habían dicho ayer de el comenzaba a desconfiar un poco en que solo se perdía "porque la universidad era grande"
Rio un poco al recordar esa tarde tan agradable en donde habían molestado al pobre Hibiki, debió a eso el colmilludo al llegar al centro comercial vio a la hermosa pelirroja con una gran sonrisa, sin saber que el era el motivo
-¡Hola Ranko!- la saludo con alegría
-Ryoga, pensé que no llegarías- se burlo
-Solo ha sido un ligero retraso- comento avergonzado poniendo su mano detrás de su cabeza, realmente no sabia como disculparse si no hubiera llegado a tiempo
-No importa, la película comenzara dentro de una hora y otra a las 7:15 - informo, pues llevaba varios días investigando el horario de las funciones -¿Que te gustaría hacer mientras tanto?- pregunto sonriendo y con la intención de divertirse mucho
-¿Te parece bien ir a comer?- propuso el Hibiki, estaba hambriento al no haber podido ni siquiera desayunar
-Claro, conozco un buen lugar- se animo -Este es el mejor lugar de todos, ¡hacen las hamburguesas mas deliciosas!- presumió con un brillo en los ojos por probar esa delicia
Caminaron por el centro comercial, Ryoga seguía a Ranko mientras continuaban la conversación, se sorprendió mucho al llegar a ese restaurante pues era uno infantil, se podían ver juegos para niños y dibujos llamativos de alguna serie animada que invitaba a los clientes a entrar
-¿Que pasa?- pregunto la pelirroja al ver que se detuvo
-Es que... solía venir de pequeño y me trae algunos recuerdos- respondió con una sonrisa un tanto melancolía
-Seguramente son recuerdos de tardes de juego- sonrió para el -Vamos que muero de hambre- lo tomo del brazo para entrar
Habían varios niños que pasaban jugando a lo que la chica de ojos azules sonreía divertida, hicieron sus ordenes y se dirigieron a una mesa para comer
-Cuéntame mas de ti Ryoga ¿Por que decidiste ser doctor- cuestionó interesada dando el primer bocado
-Bueno... digamos que por cuestiones de la vida...- quiso decir "para buscar una cura a mi maldición" pero no quería arruinar las cosas, temía que si se enteraba esa amistad que recién iniciaba podía terminar
-Ya veo... ¿Nunca pensaste en ser algo mas divertido? Así como bombero, doble de acción, piloto de avión o artista marcial- continuo devorando su comida, atenta a lo que el le podía decir
-Jaja si, cuando era pequeño pensaba ser algo como eso, pero en la vida no siempre puedes hacer cosas divertidas- se rio un poco, la chica había acertado pero no quería continuar el tema por temor a decir algo indebido -¿Y tu? ¿Te gusta trabajar en el café del gato?- esta vez el interesado fue el, parecían tener la misma edad e imaginaba que ella ya habría terminado sus estudios de universidad
-A decir verdad hace muy poco que trabajo ahí y es agradable porque estoy con mis amigo, sin embargo no es algo que hare por mucho tiempo- fue honesta, sabia que dentro de poco su destino cambiaria y aun no sabia como detener ese rumbo
-¿Y porque no? ¿Tu prometido es celoso?- pregunto curioso sin darse cuenta que quizá se había entrometido demasiado
-¡Oye!... no existe nadie que me diga que hacer- se molesto (excepto mi padre...) pensó y su molestia creció recordando lo de esa mañana
-Lo siento...- se disculpo al ver la expresión de la pelirroja y volteo hacia otro lado apenado
-¡Aaaahh!- grito Saotome captando nuevamente la atención de Ryoga quien se asusto un poco
-¿Qué pasa?- pregunto al verla con la carta en sus manos
-¡Pero mira que delicia!- grito nuevamente mostrando el helado que estaba en la carta
(¿Y solo por eso grita?) se pregunto el Hibiki desconcertado pero al ver su cara de emoción sonrió dulcemente
Luego de que Ranko comiera ese enorme y delicioso helado salieron del restaurante en dirección al cine del centro comercial pero sin darse cuenta el tiempo había pasado volando y la hora de la función había pasado hace un poco mas de una hora
-La próxima película comenzara dentro de 3 horas- dijo el colmilludo al ver el reloj del centro comercial
-Por mi no hay problema en esperar- sonrió, estaba emocionada por la película, ya había esperado varios días y estaba encantada de pasar mas tiempo con el
-¿Estas segura? Saldremos un poco tarde- se preocupaba por la hora a la que ella debía volver
- Claro que si, aunque... la vieja Cologne es capaz de dejarme afuera- comento divertidamente pues le había dicho que volvería temprano
-Jaja por eso no te preocupes- rio un poco, conocía a la vieja y sabia que si era capaz de eso -Si eso pasa siempre podrás ir a mi casa- se ofreció, al darse cuenta se sonrojo poniéndose nervioso por su invitación
-Gracias Ryoga- rio con el -Creo que esta noche la pasare en tu casa- acepto el ofrecimiento de manera sonriente
-Si-Siempre serás bienvenida- jugaba con sus manos nervioso, se veía muy tierno pero cuando la vio a ella ya no estaba frente a el
-¡Mira Ryoga!- grito a unos cuantos metros de distancia, estaba frente a una tienda
Se acerco hasta la tienda en donde ella había entrado para ver que era lo que la emocionaba tanto
-¿No es lindo?- le pregunto con un peluche entre sus manos
-Jaja si es bastante lindo- respondió y tomo un peluche igual
Se trataba de un perrito de peluche, con ojos tiernos, el joven doctor se acordó de blanquinegra e instintivamente lo abrazo un poco, le recordaba cuando la encontró en las calles, era tan pequeña como ese peluche
-¿Crees que le guste a Akane?- pregunto la pelirroja observando detenidamente el peluche
-¿A Akane?- se desconcertó
-Si, recuerda que nos invito a su fiesta de cumpleaños- respondió con naturalidad -¿No me digas que lo has olvidado?- pregunto
-Jeje no... para nada- volvió a ponerse nervioso, por un momento pensó que quería llevarle ese regalo así como un chico le regala cosas lindas a una chica, se burlo de su propio pensamiento
-Mas te vale porque es mañana- le recordó -Y te echará a patadas si no le llevas un lindo regalo- le advirtió seriamente
Hizo una pausa imaginando esa escena, se vio volando por los aires pidiéndole disculpas por no llevar nada -Akane no seria capaz- la defendió
-Por supuesto que si- respondió convencida -Después de todo es una chica- complemento la frase como si fuera algo común y no especifico de ella
-Entonces será mejor buscar un buen regalo- bromeo al notar la lógica de sus palabras aunque dudaba que fuera verdad
Ranko compro aquel peluche tan lindo, mientras que Ryoga seguía buscando en algunas tiendas algo especial para la peli azul, pero tal parecía que no había nada así
-Es demasiado difícil encontrar un regalo para una chica- suspiro sin ideas de que poder darle
-Es exactamente lo mismo que darle un regalo a un chico, solo busca algo que le guste, como sus pasatiempo o algo así- le aconsejo
-Le gusta ayuda a los demás, es muy amable, le gustan las flores, los perros, y siempre tiene una linda sonrisa - la describió brevemente
-Parece que la conoces bastante bien- hubo un poco de molestia en sus palabras -En ese caso comprarle un regalo será algo sencillo- puso su brazos detrás de su cabeza y continuo caminado
Hubo silencio en ambos, la pelirroja se suavizo un poco, (después de todo lo que dice es cierto) pensó, recordando la vez que vio a Akane, por otro lado, el colmilludo no sabia que decirle se sentía confundido, lo que dijo de la menor de las Tendo era verdad pero no sentía el mismo sentimiento en el pecho que le daba un vuelco
-Ranko...- le hablo y volteo a vera
-Encontraremos un buen regalo, yo te ayudare- respondió antes de que el dijera algo y sonrió levemente, recordando que eran amigos
Correspondió a su sonrisa y siguieron caminando por el centro comercial, parecía que no encontrarían nada pero al fin habían encontrado un lindo regalo, un hermoso broche para el cabello con flores de color azul turquesa, sin duda se vería muy bien con el, nuevamente el tiempo paso rápido y ya era hora de la película
El joven doctor fue a su auto a dejar los regalos para la peli azul mientras que la chica de ojos azules habían comprado los boletos en los mejores asientos, mientras estaba sola algo llamo su atención detrás de ella y volteo para ver que era
-¿Pasa algo?- pregunto el colmilludo al volver
-No... nada- se relajo -Creí haber visto a una amiga- respondió tranquila aunque mintiendo (Tal vez sentí a Ryoga acercarse) pensó
Ambos estaban ansiosos, el colmilludo estaba sorprendido de que a una chica como ella le gustaran las películas de artes marciales y ella estaba feliz de poder ir con el
Compraron palomitas, refrescos y muchas golosinas mas, entraron a la sala justo a tiempo, habían tardado demasiado comprando pero no podían entrar sin llevar algo, el colmilludo se preguntaba como Saotome podía comer tanto siendo tan pequeña y teniendo un cuerpo tan curvilíneo en las zonas adecuadas, se avergonzó de solo pensarlo y decidió pensar en otra cosa
La sala de cine estaba ocupada mayormente por chicos que disfrutaban de esas películas, y las dos horas pasaron de maravilla, se podían escuchar gritos de emoción durante la película, Ranko y Ryoga se dejaban emocionar del mismo modo
Salieron del cine completamente felices y divertidos, riendo y recordando lo que habían visto
- ¡Fue genial la técnica del dios Cheng!- gritaba Ranko con admiración
- ¡Y como uso la técnica del dios Lu!- respondió Ryoga igual de feliz
-¡Pero nada supera técnica de la diosa Ho!- dijeron al unisón y se echaron a reír
-Hacia mucho tiempo que no compartía mi pasatiempo favorito con alguien- le dijo, ni siquiera con Ukyo podía disfrutar de eso, veían esas películas de vez en cuando pero se limitaban a charlar sobre la buena calidad, los actores o cosas así
-Me alegra poder compartir eso- contesto sonriente, la había pasado de maravilla -Espero que se repita- menciono, a lo que el chico entendió que estaría dispuesta a otra cita por lo cual se sonrojo
- Ranko- dijo un chico que estaba a unos cuantos pasos frente a ellos
El chico de cabello corto en castaño oscuro se quedo observando a la chica, Ranko sabia perfectamente quien era, se fastidio y dio un suspiro, pensó en tomar a Ryoga del brazo y así darle a entender que no estaba sola y evitar al chico pero al ver que se acercaba a ella decidió hacer algo distinto
-Vamos Ryoga- lo tomo de la mano y lo jalo hacia el lugar de donde venían
-¡espera!- grito para intentar detenerla
-¡De prisa!- insistió, seria desagradable si se encontraban
-¿Pero que pasa?- pregunto casi siendo arrastrado por ella
-Solo sígueme- pidió y en un segundo ambos se encontraron corriendo de la mano
-¡Perdón por herir tus sentimiento el otro día!- se disculpo el muchacho
Habían muchas personas que recién salían del cine y tomaban las escaleras eléctricas correr seria casi imposible y tomar el elevador no era opción
-Por aquí- propuso cómplice el Hibiki
Hizo caso a su propuesta y ambos subieron a los bordes de la escalera, bajando muy rápido, captando la atención de todos por ese sorprendente equilibrio, desafortunadamente eso no ayudo mucho pues el chico brinco desde el segundo piso para seguir a su amada
-¡Demonios ese sujeto no se detiene con nada!- grito molesta
-¡Déjame compensarte mi chica de cabellos de fuego!- le respondió muy cerca
Saotome tuvo una gran idea -¡No vuelvas a molestarme Kuno!- tomo uno de los zapatos de exhibición que estaban en una tienda y se lo arrojo con fuerza justo a la cabeza
Eso le dio unos cuantos segundos de mas, sin pensarlo entraron al baño para que los perdiera de vista un tiempo y decidiera irse, el motivo de que se disculpara "por herir sus sentimientos" es por el día que había ido a su casa y se encontró con Nabiki, a lo que Tatewaki dijo que era casado, ese tonto pensaba que estaba enamorada de el
-¡Menos mal!- grito aliviada y recargada sobre la puerta
De lo que no se dieron cuenta es que los baños estaban fuera de servicio ya que un plomero debía revisar las llaves de agua, de un momento a otro una de las llaves exploto mojándolos por completo
-Ryoga...- murmuro un poco culpable, por haber visto algo que no debía
-Cuik...- respondió debajo de su ropa
-Eres... un cerdito muy lindo- dijo delicadamente y lo tomo en sus manos
El cerdito negro intento librarse, quería huir se sentía triste de ser descubierto por un accidente como ese, recordó que había sido su culpa, se había despertado tarde y tomo un baño de agua fría con su jabón, el cual solo era efectivo si se bañaba en agua caliente, pues el jabón evitaba la transformación mientras tomaba el baño de agua fría, fue un tonto en no recordarlo
-Vamos deja de moverte- le ordeno firme pero sin molestia
-Cuik... Cuik...- la veía suplicante porque lo soltara
-Así que tu también tienes una maldición de Jussenkyo jaja- rio un poco
Al fin se había quedado quieto en sus brazos, vio a Ranko quien tenía una expresión indescifrable, parecía estar y no estar sorprendida, culpable y divertida, tomo una cubeta y por suerte había agua caliente en una de las llaves
-Te espero afuera- le dijo, poniéndolo en el suelo a un lado de la cubeta y salió
El cerdito negro se mojo y volvió a ser el mismo, vio en dirección a la puerta con una expresión triste y preocupada, se vistió y tímidamente abrió la puerta, ella lo esperaba de pie viendo a las personas pasar
-Te llevare a casa...- dijo, esperando que ella aceptara y no rechazara su cercanía
-No, aun no ¿Te gustaría ir a cenar?- lo invito causando sorpresa en el
-Cla-Claro- acepto confundido (entonces ella no me rechaza) pensó contento
-Aunque...- recordó que no le había avisado nada a los amazonas -Creo que ya debería volver-
-Tienes razón, se preocuparan por ti- fue comprensivo
Caminaron hasta el estacionamiento, y antes de llegar ella se detuvo
-Que pases una buena noche- lo abrazo inesperadamente
-¿No dejaras que te lleve?- pregunto correspondiendo a sus brazos
-Estaré bien, necesitas llegar a tu casa y cambiarte de ropa o atraparas un resfriado- se separo de el gentilmente
-Es cierto- apenas y se daba cuenta de su ropa
-Jaja seria irónico que el mejor doctor de toda Nerima necesita visitar un doctor por un resfriado- rio un poco
-Ranko...- hizo una pausa pero la curiosidad lo mataba -¿Cómo supiste que era una maldición de Jussenkyo?- pregunto tímidamente
-Bueno... como ya te había dicho yo vengo de China y lo primero que pensé fue Jussenkyo, además, Mousse el chico que trabaja en el café del gato también tiene una maldición- fue su respuesta del porque de su poca sorpresa a su transformación
-Ahora sabes mi secreto- confeso viendo hacia abajo -Y esa era la verdadera respuesta a porque decidí ser un doctor- dio un suspiro pesado
Dio un trago de saliva, sentía como se le cerraba la garganta queriendo decir muchas cosas pero no le salían las palabras -No tienes nada de que preocuparte, yo no diré nada, te doy mi palabra- prometió -Ahora ve a casa, seguro que mañana debes ir a trabajar- insistió, de algún modo sabia que no se sentía muy bien
Subió a su auto y se despidió de la pelirroja con un breve "nos vemos luego" ella le brindo una sonrisa pero al verlo alejarse la sonrisa se fue desvaneciendo, se sentía culpable, hubiera preferido que el se lo hubiera dicho y no haberse dado cuenta por accidente, luego de que el Hibiki la siguiera en su huida de Kuno
Camino viendo hacia el cielo, la luna llena era hermosa pero habían unas cuantas nubes queriendo ocultarla, tomo el camino mas largo al café del gato, sin darse cuenta cada vez tenia mas cosas en que pensar, paso por el canal de agua y subió a la barandilla, recordando como hace poco habían subido a las escaleras del centro comercial
Había decidido brindarle su apoyo y su amistad, era un buen chico, pensaba en llegar, tomar un baño caliente e ir a dormir, pero sus planes no se pudieron cumplir
-Al fin llegas- dijo Shampoo con preocupación
-Lo siento, me olvide de avisar a que hora volvería- se disculpo -¡Hay!- se quejo por el bastonazo que le dio Cologne
-Eres torpe- lo regaño
-Solo llegue un poco tarde no es para tanto anciana- se sobaba la cabeza
-Es tu papá... ha llamado y preguntado por ti, parece que esta muy enfermo-
-¿Qué?- pregunto con preocupación viendo a la peli morada
-Creo que tiene un fuerte resfriado, si no es que una neumonía, lo escuche muy mal...- le explico
No hicieron falta mas palabras para que saliera corriendo en dirección a su casas (seguro que se enfermo al buscarme la noche anterior) pensaba corriendo a toda prisa (soy de lo peor, creí que dormía y estaba enfermo) se sentía muy culpable
-¡Papá!- grito al llegar y subió las escaleras -Perdóname papá yo no sabia...- se disculpo frente al bulto que estaba en la cama
No escucho respuesta y se acerco hasta la cama, debía estar molesto y por eso no le respondía o quizá...
-Papá...- levanto las cobijas y el no estaba ahí, solo un montón de almohadas, envolturas de dulces y galletas
Se dio la vuelta y vio que Genma venia de otro lado, quizá de la cocina, con un bote enorme de helado en una mano y en la otra albóndigas de pulpo, no se veía nada enfermo
-¿No se supone que estabas enfermo?- pregunto enojada
-Me e curado de solo verte- respondió y corrió a abrazarla
-No digas estupideces- lo aparto rápidamente
-Se que de otro modo no volverías- se puso serio, había visto que no estaba su ropa y había usado esa mentira para que volviera a casa
-¡Por supuesto que no iba a volver!- había caído en su engaño pero aprovecharía para dejarle las cosas claras
-Deja de una vez tus berrinches, debes quedarte aquí hasta el día que te cases y seamos muy felices- dijo, sintiéndose feliz, sabia que había hecho lo correcto al hacer ese compromiso
-Solo tu serás feliz...- murmuro -Ya lo he decidió papá y no volveré hasta que cambies de opinión
Le paso por un lado para irse pero fue detenida, Genma se puso frente a la puerta de la habitación impidiéndole el paso
-¡De aquí no te vas!- grito decidido
Ranko lo tomo por el cuello de la camisa y lo arrojo hacia atrás, haciendo que callera de cabeza
-Me voy a ir si así lo decido, yo soy Ranko Saotome y no puedes tratarme como a tu hijo Ranma Saotome- por fin dejo de contenerse y lo enfrento de una manera seria que muy pocas veces había mostrado -No se porque sigo en Nerima si desde el principio debí irme a china- se detuvo pensando en el motivo por el cual se quedo, Ryoga
-Ahora lo entiendo todo "señorita Ranko"- se burlo de ella -te vi salir con ese muchacho y no lo voy a permitir!- se enfureció
-Eso es asunto mío- ahora comprendía porque había sentido una presencia insistente -Adiós papá- firme le dio la espalda
-Es por tu bien- el señor Saotome tomo una de las cuerdas que había tenido preparadas y lo amarro a una silla -Es duro ser un buen padre- lloraba dramáticamente
-¡Suéltame!- le ordeno pero el estaba tan concentrado en su monologo que no la escucho
Hola!!!! ¿Qué les parece? Ya se revelaron un par de cosas interesantes ¿Qué pasara después? Gracias por leer, no diré cuando pero tratare de que mis publicaciones sean mas seguidas, para poder escribirles todo lo que tengo planeado para esta pelirroja ¿Se casara contra su voluntad o un joven doctor la salvara?
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