Capitulo 12: Olvidando los problemas
Ranko acepto con gusto quedarse en la casa de Ryoga, ir a su casa no era una opción y era demasiado tarde para molestar a los amazonas, no le veía nada malo a quedarse y menos cuando el se había ofrecido amablemente
-Puedes quedarte en esta habitación- le dijo el Hibiki llevándola a una de las habitaciones del segundo piso
-Gracias- sonrió, entrando y viendo el lugar
-Mi habitación es la de alado, el baño esta a dos habitaciones de la tuya y si necesitas algo llámame- le explico, sacando un par de cobijas del armario
-Estaré bien, muchas gracias Ryoga- tomo las cobijas, rosando ligeramente su mano
-N-No es nada- el pelinegro se puso nervioso por su cercanía
Luego de aquel momento, el colmilludo fue a tomar una ducha con su jabón nuevo, no quería convertirse y tener problemas por ello y menos teniendo a la pelirroja cerca, no quería que se asustara por su transformación, mientras estaba en la tina de agua caliente se puso a pensar
(Ranko... que encuentro tan extraño) cerro los ojos recordando lo que paso en el elevador y sonriendo por todo lo que paso después
-Esa chica es alguien especial...- susurro -Pero... ¿Que clase de papá tiene? ¿Como se le ocurre obligarla a que se case?- se decía esta vez en tono mas alto y evidente indignación
-Si se cruzo en mi camino es por algún motivo...- se calmo, recordando su mirada y su sonrisa, había tomado la decisión de ayudarla de alguna manera
Por otro lado Saotome se había quitado el pantalón aun mojado y lo puso cerca de la ventana para que se secara
-Ryoga es un buen chico- dijo abriendo las cortinas de la habitación -Me alegra mucho haberlo encontrado- sonrió con felicidad
La lluvia parecía no tener fin, era una noche fría y la pelirroja no podía dormir, a pesar de que tenia como media hora de haberse acostado, pero el motivo de su insomnio era el tener que tomar una decisión
-¿Me iré a China?- se pregunto -No mejor me quedo con la abuela Cologne- se respondió
-Pero si me quedo mi papá no descansara hasta que me case- se molesto de imaginarse ese terrible día, sobre todo porque ninguno de los dos quería casarse
-Pero si me voy a China...- volvía a considerar esa idea pero un pensamiento la detuvo (-Si tu quieres puedes quedarte- fue el amable ofrecimiento del joven doctor) y sonrió por ello
Cerro los ojos de nuevo, intentado dormir, ya mañana buscaría como resolver sus problemas, quería descansar y estar tranquila por haber visto a Ryoga de nuevo y hablar un poco con él pero de nuevo un pensamiento le impidió dormir
(Eres real...) -¿Que habrá querido decir con eso?- era una pregunta mas que tenia
La curiosidad la mataba, abrió la puerta de la habitación y al asomarse vio que la luz de la habitación del Hibiki estaba encendida, llamo a la puerta pero la abrió sin esperar respuesta
-Ryoga... ¿Puedo preguntarte algo?- dijo la pelirroja entrando en la habitación de el, usando solo la camisa amarilla que le había prestado, la vista era espectacular, sobre todo porque el frio provocaba reacciones en el cuerpo de la chica
Saotome no se había dado cuenta de como se veía pero por supuesto no paso desapercibido para el joven doctor
-Ranko... ¿En que puedo ayudarte?- pregunto sorprendido al verla entrar
Ryoga tenia la lámpara que estaba a un lado de su cama encendida y leía un libro que llamo la atención de ella
-¿Que es eso?- pregunto con curiosidad, subiendo a la cama por enfrente y quedando casi sobre el
-Es... es un libro chino- respondió sonrojado de verla muy carca y con su atención en el libro, el cual era sobre remedios Chinos para distintos padecimientos, esperaba encontrar una cura a su maldición, pero su nerviosismo aumentaba pues tenia una vista magnifica de sus pechos
-No sabia que sabias leer chino- respondió sorprendida y se sentó del otro lado de la cama pero frente a el -No podía dormir... me quede pensando en algo- dijo cruzando los pies y haciendo expresión pensativa
-¿En que?- pregunto, desviando su mirada de ella, se veía simplemente hermosa y sensual (Ryoga debes calmarte) pensó con reproche
-Hace un rato dijiste "eres real"... ¿Porque lo dijiste?- pregunto sin dudar y en busca de una respuesta lógica
-Bueno...- no esperaba esa pregunta y su sonrojo aumento
-¿Pasa algo malo?- pregunto ella al verlo así de nervioso y sonrojado, acercándose un poco hacia el, lo que no ayudaba en nada
-N-No... es que yo- balbuceaba a al sentirla tan cerca y con tan poca ropa
-Dime- pidió con cara de intriga aun cerca de el y viéndolo a los ojos
-Yo... pensé que tu...- dudaba en decirlo pero por un extraño motivo se sentía en confianza con ella -Creí que era un fantasma- confeso viéndola a esos profundos ojos azules que lo veían insistentemente
-¿Un fantasma?- pregunto sorprendida
-Si...- confirmo desviando la mirada
-Jajajaja- estallo en risas Ranko, dejándose caer hacia atrás en la cama
-No te burles- regaño apenado
La pelirroja reía muy divertidamente, casi llorando de la risa, tomaba su estomago pues le dolía de tanto reír, el Hibiki la veía con sorpresa de su reacción pero después sonrió, se veía hermosamente tierna, esa escena tan peculiar le hizo cambiar su atención de sus pechos a toda ella que reía con sinceridad
-¡Un fantasma! Jajá- grito ella y continuo riendo, pero al no escuchar respuesta de el respiro un poco para calmarse y se volvió a sentar -¿Que te hizo pensar eso tan tonto?- pregunto tratando de contener su risa y limpiando sus lagrimas
-Tu me hiciste pensar eso- fingió enfado, pero la verdad quería reír junto con ella
-¿Yo?- pregunto desconcertada pero al pensarlo un poco supo a que se refería -No me digas que.... jajaja ¿Creíste lo que te dije en el elevador?- volvió a reír sonrojando al muchacho
-Si...- estaba apenado pero en ese momento parecía algo muy lógico -Es que... venias de la morgue y... usabas ropa de paciente...- dio sus motivos
-Jajá, la ropa fue porque ese mismo día tuve un accidente de auto y estuve en urgencias- respondió, terminando de reír pero sonriendo con compresión
(El accidente...) recordó haberlo visto y sentido una preocupación -¿Y que hacías en la morgue?- pregunto sin encontrarle motivos
-Buscaba la salida del hospital, pero cuando salí de urgencias escuche a alguien preguntar si había alguien ahí, para que no me descubrieran entre al elevador, yo no sabia que me llevaba a la morgue...- explico sintiendo un escalofrió
-Ya veo... y después me encontraste a mi en el elevador... pero ¿Y la pulsera?- pregunto tratando de entender todo
-Así es, la pulsera la encontré mientras estaba ahí abajo, pensaba en usarla para huir del hospital y valla que dio resultado jajá- reía, sabia que había sido convincente pero no tanto
-Demasiado- se molesto por verse tan ridículo
-Lo siento...- se disculpo pues fue una broma demasiado pesada
-Pero... al día siguiente te vi en una bicicleta, te llame pero no te detuviste- continuo tratando de explicar todos esos encuentros
-Tenia que llegar al parque para hacer una compras urgentes e importantes y aunque quise no pude detenerme a conversar contigo- respondió tranquila, recordando ese día y al viejo libidinoso que conoció
-Pero en el centro comercial desapareciste- pensaba intentado encontrar una lógica a eso
-No fue algo así como desaparecer jajá- rio pues esa vez se le olvido despedirse -Estaba escondiéndome de mi papá y lo vi pasar, no quería que me encontrara y armara un escandalo así que salí del lugar pero... no pensé en otra cosa que en huir de mi papá- contesto apenada, pues no era la manera de irse
-Jaja pensé que habías desaparecido- rio divertido por lo tonto que fue al pensar que era un fantasma -Por cierto... ¿Como pudiste dejarme tu numero de teléfono?- cuestiono
-Digamos que por casualidad...- sonrió con nerviosismo -Iba pasando por aquí y vi en el buzón "Ryoga Hibiki" y supe que vivías aquí- explico de nuevo, con un motivo tan simple -Cuando me llamaste quería explicarte lo que paso en el elevador pero mi papá llego a casa haciendo reclamos y tuve que colgar- volvió explicar otro motivo de sus desapariciones repentinas
-Imagino que fue por lo del accidente- comentó creyendo saber cual era el motivo de sus reclamos
-No exactamente... salí a una fiesta con mis amigos, se supone que iba a quedarme en casa o al menos eso le dije a la persona con quien voy a casarme, pero... se entero de que salí y se molesto, por supuesto mi papá se enojo por eso, dice que fue una estupidez que pudo haber acabado con mi compromiso- explico con fastidio por las ideas tontas de Genma
-La próxima vez será mejor que inventes algo mejor para que no te descubran- propuso el colmilludo con un guiño a manera de apoyo y desviando el tema de su futura boda, para por lo menos alegrarle la noche
-Jaja creo que si, dejar las almohadas acomodadas como si durmiera no funciono tan bien como creí- contesto con una sonrisa y ambos rieron
-Jaja vamos ese es un truco muy viejo debes ser mas creativa- se burlo por la falta de imaginación para cubrir una travesura
-Creo que deberás enseñarme algunos trucos- guiño el ojo traviesamente
-Ahora que lo pienso...- se puso serio el pelinegro, pues aun había algo a lo que no le encontraba explicación -También te vi en el café del gato ¿Trabajas ahí?- pregunto recordando que la vio
-Si, hoy comencé a trabajar- respondió con una sonrisa
-Con razón la abuela Cologne no sabia tu nombre jajá- menciono riendo al encontrar el motivo de que dijera que no conocía a ninguna Ranko
-¿Que no sabia mi nombre?- pregunto sin entender
-Si, cuando te vi estabas atendiendo una mesa pero... después desapareciste como sueles hacerlo- se avergonzó -Le pregunte a la abuela Cologne si ahí trabajaba una chica llamada Ranko y luego de pesarlo dijo que no- explico el Hibiki
-Es una vieja olvidadiza- rio con nerviosismo -Es normal en una momia de 3000 años de vida-
Ambos estallaron en carcajadas, volvieron a despedirse, eran cerca de las 2 de la mañana y ambos tenían trabajo al día siguiente, Saotome fue a su habitación y se acostó en la cama con una sonrisa, por haberla pasado tan bien esa noche, olvidando sus problemas y próximas decisiones, al igual que el Hibiki olvido por completo su libro y su maldición, los dos durmieron como no lo habian hecho en un buen tiempo
A la mañana siguiente, el pelinegro despertó a buena hora aunque durmió muy poco, se dio su baño matutino, se puso su uniforme y bajo a preparar el desayuno con una sonrisa deslumbrante, le había hecho muy bien halar con la chica de ojos azules y aclarar las cosas
Cuando el desayuno estuvo listo y faltaba muy poco para que se fuera al hospital fue a la habitación de ella pero al entrar la encontró completamente dormida, sonrió al verla tan linda, no quiso despertarla, dejo una nota y se fue al trabajo
Unos minutos mas tarde Ranko despertó y lo primero que vio fue una nota en la mesita de noche que estaba a un lado de su cama
-Buenos días Ranko, me fui temprano al trabajo pero te deje el desayuno listo, espero sea de tu agrado, siéntete como en tu casa, R.H.- fue lo que leyó en la nota
Destapo la charola que estaba a un lado de la nota que leyó y encontró unos deliciosos hot cakes, listos para ser devorados y con un aroma exquisito
-Ryoga... un chico muy amable como siempre- sonrió por el gesto dulce del colmilludo
Hola!!!!!! Seguimos con los momentos rankoXryoga ¿Que les parece? Hasta ahora todo va muy bien, Ranko y Ryoga han hablado y parecen llevarse muy bien pero... ¿Que les espera mas adelante? Ya lo descubrirán, muchas gracias por leer y por sus comentarios, este capitulo esta dedicado a Shadowmourne84 a quien le escribí un pequeño fragmento de lo que tenia en mente para este cap y me surgieron ideas para escribir, así que gracias 😉
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