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Bonus 2/2

-¿Entonces vas a abandonarme?

-No lo diga así que suena feo -se defendió M pasándole otra taza a Duxo para que terminara de secarla- solo saldré un momento, me cubre un rato en el siguiente turno y regreso.

Duxo rodó los ojos con una sonrisa irónica- ajá, D es más importante que cumplir las horas laborales, lo entiendo, tranquila.

-Claro y nadie le dice nada cuando Diego viene a "acompañarlo" y lo que acaba haciendo es distraerlo -se defendió la chica salpicando a propósito agua del lavaplatos a su amigo.

-Oye, por lo menos yo me quedo en Mocca en vez de escaparme con él y volver todo desarreglado, -el pelinegro lanzó el trapo con el que estaba secando los trastes a la cara de su amiga- no como otra persona que conozco.

M se quitó el trapo indignada- ¡Ahora sí, DuxoRethey! -y cuando estaba por sacar la manguera del lavaplatos y apuntarla al pelinegro sonó la campanilla de la entrada.

-Está cerrado -exclamaron ambos al tiempo, más concentrados en su pequeña joda que en la persona que entró.

-Oh, que lástima -esa voz le movió el suelo a M- Venía por la mesera más linda de Mocca.

-¡D! -Duxo vio a M inclinarse (o más bien, lanzarse) sobre la barra saludando a su novia con un dulce beso.

-Y Aquino es el que viene a distraerme -comentó burlón recibiendo como respuesta el lindo dedo medio de su amiga.

Las dos chicas se separaron permitiéndole a D saludar adecuadamente a Duxo. La historia de ese par siempre conmovió mucho al pelinegro, llegaron juntas de Colombia a Perú porque se querían demasiado como para separarse, ambas habían trabajado muchísimo su relación desde el inicio, incluso cuando ellas no querían ver la tención romántica entre sí, y ahora que estaban oficialmente juntas hacían una pareja adorable.

Aunque claro, a Duxo no le hacía gracia tener que cubrir a M cuando tenían ganas de tener una cita en pleno turno. Ahora no estaban trabajando. Mocca cerraba después del horario de la tarde, a las 5, para organizar el lugar y a las 6 abría nuevamente. M tenía pensado aprovechar ese lapso para salir con D y esperaba que Duxo la cubriera un rato después de abrir nuevamente.

-Que pena contigo Duxo, te juro que te la traigo temprano- se disculpó D con su voz dulce, un poco avergonzada de su escapada con su novia.

-Tranquila D, si esta niña llega tarde no te echaré la culpa a ti.

-¡Oiga! cuál niña, yo soy mayor que usted.

-Entonces actúa como tal- Duxo picó la mejilla de M que ya se estaba poniendo roja- Me debes un favor, detesto empezar el turno de noche solo, así que más te vale llegar rápido.

M rodó los ojos- Ya sé, ya sé, vea, cuando lo necesite yo le cubro un turno, se lo juro.

Duxo asintió satisfecho con la propuesta de la chica, aunque no estaba muy seguro de cuando necesitaría que M lo cubriera, pues nunca en todo el tiempo que había estado ahí se había saltado un solo turno.

Pero ya encontraría la oportunidad para cobrarle a su amiga.

M y D salieron dejando a solas a Duxo, que se puso manos a la obra y empezó a arreglar el local, recogiendo los libros que algunos clientes habían dejado en la zona de comida, ya los reorganizaría después de limpiar un poco.

Duxo llevaba trabajando formalmente en Mocca desde hace ya un año, conseguir el trabajo fue relativamente sencillo con la ayuda de Aquino y M. El sitio era ideal para el pelinegro, Duxo resultó ser bastante habilidoso en la barra sirviendo cafés, y ni hablar de cuando atendía en la zona de la biblioteca, era su habitad natural, por lo que en un par de semanas el puesto ya era suyo.

Y le encantaba.

En todo ese año trabajando ahí se sentía muy animado, más de lo que había estado en muuuucho tiempo. No solo el hecho de que tenía acceso a la biblioteca a la hora que fuera sino también que le gustaba asesorar a los clientes que veía vagando entre los estantes, hasta algunos clientes recurrentes llegaban preguntando por él para consultarle sobre cualquier texto. Y eso lo hacía sentir cómodo, el conocer a gente igual de apasionada por la lectura como él era realmente acogedor.

Por otro lado su relación con M (por contradictorio que parezca) era realmente buena, y muy funcional. Tomaban juntos el turno de la tarde y el nocturno, M en la cocina y Duxo en la biblioteca y de mesero. Ambos resultaron ser igual de nerds por los libros así que ese siempre fue su tema de conversación. A los pocos meses ya se tenían bastante confianza y las bromas y albures entre ellos se volvieron comunes.

Eventualmente Duxo le contó a M sobre su antiguo trabajo y ella no lo juzgó en ningún momento, se mostró comprensiva y desde entonces lo cuida casi como un hermano menor, porque realmente le había tomado aprecio a Duxo, y ese sentimiento de hermandad era mutuo.

En cuanto a Aquino, bueno, ambos habían formalizado su relación hace unos cuantos meses, al inicio iban algo tímidos debido a que ninguno había tenido pareja en mucho tiempo, pero la química entre ellos era única y la manera en la que se complementaban hacía que los sentimientos fluyeran por si solos. Realmente estaban muy enamorados, eso era indiscutible.

Usualmente Aquino visitaba a Duxo antes de empezar el turno de noche, unas dos o tres veces por semana, hablaba con su novio un rato y cuando el local abría de nuevo se sentaba en una mesa cerca de los estantes, lanzándole miradas amorosas y coquetas a Duxo cada que pasaba a su lado cargando bandejas o libros. Esas eran las jornadas favoritas del pelinegro.

Duxo estaba terminando de limpiar la barra, solo le faltaba barrer y reacomodar la pila de libros que había apartado, con suerte le sobrarían unos 20 minutos para leer o tomarse una pequeña siesta.

La campanita de la entrada sonó de nuevo, sacándolo de sus planes y ya estaba listo para responder en automático "está cerrado, vuelva más tarde".

-Buenas tardes, ¿Está DuxoRethey?

Pero al reconocer el saludo su corazón empezó a latir emocionado.

-¡Aquino!- exclamó contento el pelinegro rodeando la barra para abrazar a su novio.

Aquino correspondió con fuerza el abrazo depositando múltiples besos en el rostro del mayor- ¿Cómo está el mesero más hermoso del mundo?

Duxo rio recordando el cumplido que D le había hecho a M antes- Muy bien ahora que viniste- Tomó la mano del menor entrelazando sus dedos, sentándose juntos en la barra- me has hecho falta, hace un tiempo que no vienes a Mocca.

-Lo sé, lo sé, esta semana hemos tenido que cerrar más tarde en la tienda de música y no me daba tiempo a venir- respondió Aquino con pesar acariciando con su pulgar el dorso de la mano contraria- pero te lo voy a compensar, te traje un pequeño detalle.

Aquino sacó de su mochila un vaso sellado de malteada de moras y se la tendió al mayor. Duxo recibió la malteada, sonriendo al reconocer el logo en el vaso, era del mismo sitio al que habían ido en su primera cita- Aww Aquino gracias, no tenías que-

-Espera, eso no es todo- Ahora sacó una pequeña cajita envuelta en papel de regalo- feliz aniversario de trabajar aquí, es una webadita pero de verdad espero que te guste.

Duxo dejó la malteada en la barra viendo enternecido el pequeño regalo y luego a su novio -Aquino, todo lo que viene de ti me gusta -dijo acercándose para acariciar la mejilla ahora sonrojada del menor.

Tomó la pequeña cajita quitándole con cuidado el envoltorio violeta que tenía, revelando en su interior un llavero de un pingüino tomando una tacita de café (el típico llavero de Minisoo que cuesta un riñón pero que es muy adorable como para no comprarlo). Duxo sacó emocionado el pingüinito de su caja para apreciarlo más a detalle.

Aquino se limitaba a admirar al pelinegro sacando sus llaves para engancharlas al llavero para luego apreciar el lindo accesorio por un rato más con esa carita de ilusión que siempre le ha encantado al castaño. Definitivamente tenía el novio más hermoso del mundo- Te amo mucho -murmuró con cariño lo suficientemente fuerte para que Duxo lo escuchara.

El mayor volteó y llevó una mano a su rostro, avergonzado, Aquino siempre le decía cumplidos o frases amorosas en momentos al azar y todavía no se acostumbraba del todo,- Yo también te amo- se inclinó para dejarle un beso en la comisura de los labios- mucho, mucho, muchísimo- susurró ahora sobre los labios del menor, dispuesto a besarlo con dulzura.

El tono de llamada de Duxo los interrumpió sacándolos de su pequeña burbuja, Duxo tomó su teléfono, algo frustrado al ver la letra "M" en la pantalla, rodó los ojos y rechazó la llamada, ya luego le escribiría antes de abrir.

-¿M salio? -Cuestionó el menor algo avergonzado por haber sido interrumpidos.

-Si, me pidió que la cubriera un rato en el siguiente turno- recostó su cabeza sobre la barra derrotado y algo cansado de arreglar el local.

Aquino se acercó a Duxo masajeando con su mano libre la espalda del pelinegro- Hey, te veo un poco exhausto amor, ¿todo bien? ¿Te has tomado un descanso?- habló con voz suave.

-Estoy bien... tranquilo...- cerró sus ojos relajándose ante las caricias imitando el tono suave de su novio- solo un poco cansado pero no pasa nada...

Aquino sonrió ladino, a veces Duxo se enfocaba mucho en el trabajo, y sabía que lo disfrutaba y lo distraía tanto que a veces olvidaba tomarse un respiro.

-¿Qué te parece si hacemos algo?- susurró acariciando el cabello de Duxo quien se derretía con las caricias- qué tal si sales más temprano y te quedas conmigo esta noche, podemos cenar juntos y ver una película, ¿qué te parece?

-Ay, Aquinito... me encantaría, de verdad, pero tengo que esperar a M, no puedo dejar el local solo...

-Entonces cuando ella vuelva podemos irnos- propuso cruzando los dedos para convencer a Duxo- Si tu la cubres supongo que es justo que ella te devuelva el favor.

Duxo meditó un momento, era cierto, M le debía un favor, aunque no le gustaba mucho la idea de dejar a su amiga sola, los turnos de noche a veces eran desgastantes. Pero siendo honestos, sentía que también se merecía un descanso, y una noche con su novio era justo lo que necesitaba.

Una escapadita no le haría daño a nadie ¿verdad?

-Bien, bien, saldré temprano hoy- dijo para luego sentir a su novio abrazarlo con fuerza- pero solo por hoy, no me mal acostumbres- advirtió pellizcando levemente la mejilla de Aquino haciéndolo reír.

-Solo por hoy, solo por hoy.

Duxo iba a volver a organizar el local, pero Aquino no se lo permitió, le insistió en que se tomara su malteada tranquilo y que él le ayudaría con eso, claro que el mayor se negó, pero Aquino era terco como una mula, así que al final cedió a descansar y tomarse su bebida mientras jugaba con el llavero de pingüino entre sus manos.

De paso aprovechó el momento para escribirle a M, asegurándole que había terminado de organizar y que cuando vuelva iba a pedirle un pequeño favor.

A los pocos minutos se hicieron las 6 y Mocca ya estaba abierto, sorprendentemente había menos clientes de lo normal a esa hora y luego del pequeño descanso que se tomó antes de abrir, Duxo se sentía con energía suficiente para sobrevivir el turno, al menos hasta que M llegara.

Y realmente esperaba que llegara pronto.

Apenas dos horas antes de cerrar habían llegado M y D, ni bien Duxo vio a la peliazul se quitó su delantal y le tendió la bandeja a su amiga, confundida por el afán del pelinegro- Tu me prometiste cubrirme un turno, buena suerte.

M tomó la bandeja boquieabierta- Espere, espere, ¿Hoy? ¿A estas horas? Duxo, en cualquier momento el local se llena ¿Y usted va a dejarme botada?

Duxo le dió un delantal a M sonriendo burlón- Ay M "No lo diga así que suena feo"- repitió imitando el acento colombiano de su amiga- solo por hoy M, tranquila, nos vemos mañana.

Y sin más dejó a una indignada M en el local siendo consolada por su novia.

Ya en el apartamento de Aquino, Duxo se lanzó en el sofá como si fuera su propia cama, acurrucándose contra el espaldar para ver una película. Aquino le sonrió con dulzura y se acomodó en el sofá con él, lanzando los zapatos de ambos a quién sabe dónde.

Habían pedido un delivery para cenar, aunque Aquino quería cocinar algo juntos Duxo no se sentía con la energía suficiente, igual una cena romántica con domicilio seguía siendo cena romántica. Al poco rato llegaron las lasagnas que habían pedido, Aquino se apresuró a recogerlas y buscar cubiertos en lo que Duxo buscaba en el portal de Netflix algo para ver.

-Una lasagna de pollo y champiñones para el hombre más bello.

-Ay, Aquino -Duxo soltó una risita mientras recibía su cena, Aquino tomó asiento a su lado con su respectiva lasagna, Duxo recostó su cabeza en el hombro del menor, restregando su mejilla contra su novio- eres un cursi.

-Y tú un mimado- carició con cariño los cabellos negros del mayor- voy a dejar de consentirte tanto- Duxo puso una cara indignada para luego girarse dándole la espalda a su novio- Es broma, es broma

Aquino intentó volver a acariciar el cabello de su novio pero este sacudió su cabeza alejando su mano- no, no, dijiste que no me ibas a consentir más -Se quejó Duxo fingiendo enfado, aunque Aquino sabía que tenía una sonrisa juguetona en su rostro.

El menor tomó de la cintura al pelinegro jalandolo de nuevo junto a él, casi haciéndolo regar la lasagna en el proceso- Vamos ¿Cómo podría dejar de mimarte si estoy loco por tí amor? -Aquino empezó a llenar la mejilla y cuello de Duxo de besos y mordidas cariñosas, haciendo al mayor reír.

-Bien, bien, ya entendí, ya déjame antes de que ensuciemos algo- Formuló entre risitas sintiendo cosquillas cada que Aquino besaba su nuca, el menor obedeció volviendo ambos a la posición de antes para cenar tranquilos.

Finalmente escogieron una película animada y se dispusieron a cenar tranquilos, claro aún coqueteando y jugueteando un poco entre sí, les era inevitable.

Y bueno, en una noche tranquila después de una cena romántica donde dos enamorados empiezan con su juego de besos y toqueteos, creo que todos sabemos cómo termina esa situación.

Ambos caen en la cama de Aquino entre besos y caricias uno al lado del otro. Aquino de acercó al cuello de Duxo hundiendo ahí su rostro y llenándolo de besos y leves mordidas.

-Lo estás haciendo de nuevo- señaló el pelinegro.

-¿Qué cosa?

-Olerme como un perrito

Aquino soltó una pequeña risa- Ya se- susurra contra su cuello- es tu olor a café... me relaja...

Duxo suelta una risita apenado mientras acaricia el cabello de su novio, cuando se encontraban luego del trabajo Aquino tomaba a Duxo hundiendo su nariz en cualquier parte de su cuerpo o ropa: su cabello, su cuello, su pecho. Siempre le decía que era "su olor a café" el que lo relajaba, no solo "el olor a café", Duxo seguía sin entender la diferencia, pero si eso significaba que su presencia tranquilizaba a Aquino, no le molestaba oler a café el resto de su vida.

Ambos vuelven a unir sus labios en un profundo beso mientras Duxo se sube al regazo de Aquino colando sus manos bajo su camisa sintiendo el calor incrementar sobre la piel del castaño. Es entonces cuando Aquino lleva sus manos al borde del pantalón de Duxo dispuesto a desabrocharlo. No sin antes hacer el gesto más hermoso y preciado para Duxo.

-¿Puedo?- susurró el castaño con dulzura.

Pedir. Su. Consentimiento.

A estas alturas Duxo creería que la pregunta sobraba, ya habían intimado varias veces en el pasado, Aquino sabía que tenía todos los permisos sobre el cuerpo de Duxo. Pero Duxo no podía sentirse más enamorado cada que Aquino le pedía permiso antes de siquiera desnudarlo, cada que le preguntaba si alguna caricia le incomodaba, si alguna posición le molestaba, si algún estímulo le dolía.

Aquino se preocupaba por Duxo, por su cuerpo, por su bienestar y sobre todo por su placer. El estómago del pelinegro se llena de mariposas siempre que esas tiernas preguntas salían de los labios del menor, por que le hacía sentir algo que hace muchísimo no sentía:

Que su cuerpo era suyo.

Solo él tenía el poder de decidir quién, cuándo y cómo podían tocarlo, solo él tenía el poder de decidir a quién confiarle el placer de su cuerpo y Aquino siempre sería su elección. Porque entre sus brazos se sentía seguro, porque bajo sus caricias se sentía feliz y en su intimidad sentía placer.

Duxo se inclina depositando un corto beso sobre los labios del menor- Claro que puedes amor.

Y así es como una de las noches más hermosas para ambos se da lugar, mientras la ropa desaparece entre ellos dando paso al roce de sus pieles, uniéndolos a ambos como uno solo, con Duxo sintiendo su corazón latir escandaloso con cada beso, cada caricia, cada embestida, incluso cada suspiro y gemido de Aquino.

Por que él amaba a ese hombre.

Y se sentía feliz con la certeza de que Aquino también lo amaba a él. Feliz de que sus noches serían más felices siempre que Aquino lo esperara con los brazos abiertos. Feliz de tener a alguien que lo haga sentir amado y feliz de que tiene a alguien a quién amar.

Fin



POR FIN TE TERMINÉ MALDITO CAPÍTULO QUE ME DIÓ INSEGURIDADES POR DOS MESES, POR FIN HIJUEPUTA.

Ay muchachos se que aman esta historia, pero ustedes no saben lo que me costó escribir este capítulo, se los juro, andaba bloqueadísima.

Bueno, ahora sí, déjenme saber que les parecieron estos bonus, si llenaron sus expectativas, si los decepcionaron, no tengan miedo a ser honestos.

A mí sinceramente se me hicieron muy lindos, si, este cap me tomó como mierda, pero realmente se me hace lindo ver que Duxo ha aprendido lo que es un ambiente laboral sano y lo bello que es saber que tu cuerpo es tuyo y de nadie más :'3

Además siento que Aquino es un pancito todo hermoso que como es más joven es super inocente en todo lo que a relaciones se refiere y por eso tiene una inteligencia y responsabilidad emocional tan fuerte. A ves siento que (lastimosamente) entre uno más crece y más experimenta se da cuenta que si es "blando" lo van a acabar pisoteando :( Menos mal Aquinito se encontró con alguien igual de amoroso que él y que nunca le va a pasar por encima (I need that shit in my life)

Y ahora se preguntarán "Cuál era la maldita referencia? Quién diablos son M y D? porqué aparecen en la historia?"

Bueno, para quitarles la intriga (y tal vez decepcionarlos un poco x'd) M y D  son personajes del libro (físico, no de wattpad) "Sí, si es contigo" de Calle y Poché. Fuí a la feria del libro y vi que había salido la segunda parte de ese libro "Y si no es conmigo?" y me inspiré un poco para hacer estos bonus. Se me hizo lindo darle a Duxo la misma fijación por los libros que tiene M y así surgió la idea de que trabajara en Mocca junto a ella. Aunque debo admitir que me tomé libertades creativas, sobre todo con el personaje de M, aquí la escribí más extrovertida pero canónicamente ella es una bolita antisocial de ansiedad. 

Bueno ya hice mi spam para recomendarles "Si, si es contigo" (el segundo libro es opcional, en lo personal no me gustó tanto sdgvyujgysg).

Qué les parecieron M y D? (con lo poquito que salió D xd)

Y por último la pequeña sorpresita que les había prometido. Voy a subir un libro Duxino, así con one-shots, AUs, lo que sea de estos jotos. Y lo bueno aquí es que ustedes pueden darme ideas para capítulos :D, así si me bloqueo ustedes me ayudan a mantener vivo ese libro :'3 Hago esto porque a veces se me ocurren ideas y me da pereza hacer un libro nuevo ara solo un capítulo, así que cualquier webada que se me ocurra nomás la subo a ese libro y ya.

Así que pendientes que ahorita (o mañana) acabo la portada y les subo la historia.

Los quiero mucho muchachos, que pena la espera, espero que esto se los compense y yo me despido con una menudencia fría en la boca :D.

Nos vemos luego bbs.



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