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Como de costumbre, Mü salió otra vez directo al árbol, obviamente haciendo lo mismo en los días anteriores que quiso estar con Aldebaran.
Llego a aquel árbol, pero se dio cuenta de que no estaba solo, estaba el otra vez.
El niño estaba sentado mirando el cielo sintiendo la brisa que movía su cabello rubio corto, volteó mirando al pelilila y no se asustó.
-Hola- saludo el pelilila.
-Hola- saludo temeroso y habló- disculpa si escape de ese modo, nunca he hecho eso.
-No te preocupes, me pareció bonito tu cantó- se sentó a su lado- soy Mü, gusto en conocerte.
-Gracias- bajo la vista con un pequeño sonrojo y lo miró- soy Shaka.
-¿Vienes a cantar aquí?- pregunto y asintió- me alegra, yo solo vengo a recoger manzanas para un amigo.
-Que bueno- sonrió- ¿Necesitas ayuda?.
Mü asintió y se levantaron a recoger de aquella fruta, Shaka era más alto que el y lo ayudaba a bajarlas en lo que él pelilia las tomaba y las colocaba en su canasta.
Pasaron un rato conversando, mientras guardaban las manzanas, aún con la promesa que le hizo a Alde, no le dijo quién era su amigo, puesto Shaka no le pregunto nada.
-Con estas son suficientes- dijo tomando la canasta llena- espero que nos veamos pronto.
-Estaré aquí en las mañanas, te puedo enseñar mi cantó.
-Estaré ocupado, pero en cuanto pueda te hablaré de mitología griega, gracias por la ayuda Shaka.
El rubio se despidió y se fue a su casa para hacer labores con su familia.
En otra parte, en una cabaña, un peliacua se levantó feliz, por así decirlo ya que al conocer a Milo le pareció... Tierno que decidió ir a ver si estaba en aquel bosque.
Se levantó sintiendo el frió del suelo, se cambió de ropa y Recogió un bolso de lado hecho de cuero por su padre, guardo un libro de historia y se dirigió a la cocina para comer algo, antes de ir al bosque.
Ya sabía dónde estaba el camino para verlo.
Entro a la cocina encontrando a su madre mejor, se volteó mirando a Camus, sus ojos amatistas brillaban, parecía un ángel.
-Buenos días hijo- habló el peliverde con una sonrisa mientras hacia el desayuno.
-Buenos días mamá- sonrió sentándose en la silla para esperar si comida- ¿Ya estás mejor?.
En eso llegó su padre, quién le revolvió los cabellos a su hijo y este lo miro con una sonrisa.
-Buenos días hijo- se sentó a su lado para revolver le los cabellos- ¿Vas a leer en algún lugar?.
-Si papá- asintió acomodando su cabello.
-Es bueno que hagas eso hijo, así te haces alguien importante, como tú mamá- miro al peliverde- ¿Verdad Degel?.
-Así es Kardia, iré a trabajar en el hospital con Unity- volteó a ver a su hijo- ¿Quieres ir conmigo?.
-No mamá, no te preocupes, estaré bien.
-En ese caso come bien para tener energías.
Sirvió la comida y se sentaron a comer, Degel trabaja en un pequeño hospital en donde se dedica a ayudar a la gente, mientras que Kardia trabaja como agricultor con su amigo Manigoldo, tenía un buen aprendizaje en hacer cosas con cuero.
Camus salió primero a ver que podría darle a Milo, mientras pensaba se acordó que tenía una manzana en sus manos cuando se la dio, decidió ir al árbol que estaba cerca del pueblo.
Llego a aquél árbol y vio unas manzanas que le parecían buenas, trato de alcanzar unas cuantas, pero por su baja estatura no podía, por más que saltaba para alcanzarla menos.
Iba a rendirse de no ser por una mano que tomo una y se la bajó, miro quién era el que se la bajo y miro a un joven más alto que el.
Cabello corto anaranjado, ojos rubí, una piel menos clara y una sonrisa que enamoraba a cualquier mujer.
-¿Buscabas ésto?- le pregunto dándole la fruta.
-Si gracias- asintió con una sonrisa- necesito unas cuantas.
El pelinaranja le sonrió y le bajó unas cuantas, Camus guardo 6 en su bolso y agradeció.
-Muchas gracias, adiós.
El peliacua se fue para dirigirse al bosque, mientras el mayor lo miro hasta perderse.
Había algo que le gustaba de ese niño, negó con la cabeza mientras tenía su sonrisa y se fue de ahí.
¿Quiénes serán los siguientes en enamorarse? Y ¿Quiénes quieren impedirlo?
*****
Shanelin: espero que les haya gustado mucho, ¿Les gustó como Camus ayudo a su mamá Degel?, Espero que sí ya que me puse a llorar anoche en el capítulo anterior.
Este Milo es un salvador en ayudar al pequeño Camus😁.
Espero que les haya gustado mucho y como siempre les dejo un abrazo y un gran saludo hasta la próxima.
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