Ella se encontraba dolida, no era un dolor físico sino emocional, es algo difícil de explicar con acciones o palabras, porque la realidad es que el alma de ella era frágil como un cristal, era fácil de romper; pero ella aún siendo cristal se convertiría en un diamante, el cual con su resplandor hará brillar a los demás, suena raro pero es verdad, porque para ella la felicidad es hacer sonreír a los demás, a pesar de que ella solía ser un mar de lágrimas... Sin duda ella era especial y tal vez por eso era que estaba destinada a llorar, cuando su alma se rompía sin cesar.