Mi corazón insiste en perseguirte.
Mi mente insiste en recordarte.
Y yo solo quisiera olvidarte
Y de tus brazos soltarme.

Pero sigo deseando tus besos.
Esos que son el consuelo de mis días desiertos.
De mis noches de sufrimiento.
¿Cómo puedo olvidar lo que tanto anhelo?