18_Navidades elegantes siendo famoso
¡¡Por fin llegó el día!! ¡Es hoy ya! Bajé las escaleras corriendo por el timbre que escuché de cuando llaman a la puerta. Sin importar que estaba en pijama y despeinado fui a saludar a la familia, ya llegó el día de Navidad.
Rieron al verme pero les di un gran abrazo a cada uno sin faltar ninguno. Todos se instalaron en donde pudieron, y otros habían alquilado un pisito muy cerca.
Al rato de hablar, me di cuenta de que seguía en pijama y con los pelos alborotados así que fui corriendo hacia arriba, bastante contento de ver a todos. De paso fui a avisar y despertar a Holly creyendo que seguía en la cama, dormida. Pero estaba ya vestida y abajo desayunando, no la había visto. Supongo que estaba tan emocionado de ver otra vez a mi familia al completo, que pasé un poco de largo a mi hermanita. No me tomen a mal, yo la adoro pero hacía demasiado que no veía a los demás. No vinieron cuando murió mi mamá, ni siquiera para eso. Aunque supongo que a parte de Navidad se quedarán para Año Nuevo, o eso espero.
Ahora mismo parecía mi hermana. Estaba observando mi ropa, colgada en percheros de diferentes colores, con las puertas del armario de madera (que tiene 2) abiertas de par en par con los brazos en mi cadera en forma de asa. Creo que intentaba buscar algo "decente" para ponerme en la fiesta. Miraba tanto que incluso creía que a lo mejor la prenda indicada se pondría a brillar incluso, ahora entendía la frustración de mi hermana al decir que no tenía "nada para ponerse" cuando tiene más ropa que yo. Cuando pasas por la situación es cuando lo entiendes realmente. Y tampoco es que sea algo tan grave pero estaba con la mente en blanco, como cuando dicen que miras al horizonte. Mi horizonte en esos momentos era mi armario, de repente entró mi hermana a la habitación, ya había terminado de desayunar, y cuando me vio mirando a la nada comprendió.
- Ponte esto, es elegante pero no del todo. Tiene un lado informal - comentó Holly como si fuera una experta en moda.
Decía aquellas palabras mientras me tiraba la ropa a la cara hizo sacarme del trance en el que estaba, haciendo que me tambaleara un poco. Me dio el tiempo justo a coger las prendas antes de que cayeran al suelo y me di cuenta de que sí tenía ropa para ponerme.
- Gracias, me gusta - fue lo único que pude responder, al final Holly sí podría ser una experta en este tema, sabe conjuntar muy bien los colores.
Fui al baño a cambiarme, ya era casi la hora de almorzar nuestra. Nosotros almorzamos sobre las 2 de la tarde en festivos, pero en horario de clases a las 3:30 de la tarde. Mientras me cambiaba Holly se puso a hablar, aunque como no había mucho tema del que hablar, me contó lo que había desayunado hacía algunas horas. Una tostada de mermelada de fresa y cereales de esos que le gustan a ella pero a mi no, los de miel, yo soy más de los de chocolate o caramelo (mis favoritos). También me dijo que la mermelada en vez de fresa parecía de cereza, aunque cuando yo la probé me sabía a frambuesa, y se tiró su tiempo explicando las cualidades y contras de y entre el pan "normal" y el integral. Aparte de su opinión personal, tiene una memoria que cada vez me alucina más.
Por fin salí del baño y me miré en el espejo de cuerpo entero que tenemos en la habitación. Me veía bastante bien, hice un gesto de disparar pistolas como si mis dedos fueran aquel arma mientras me guiñaba un ojo a mi mismo. Al rato noté algo frío en el cabello, era gomina que mi hermana me había puesto. Creo que quería hacerme algo, mi cabello no era como el de Drew, eran más decentes normalmente pero en esos momentos sin haberme peinado en toda la mañana, sí parecía que tenía los pelos locos y desordenados de Drew.
- ¿Qué haces? ¿Otra vez haciendo tonterías frente al espejo? - preguntó con una risita algo cansada.
- Yo no hago tantas tonterías... - estaba algo ruborizado, ella alzó una ceja como si quisiera que admitiera que sí hacía estupideces frente al espejo. - Bueno, por lo menos yo no me pongo a bailar y cantar frente al espejo, creyendo que nadie me ve mientras soy famoso y doy un concierto.
Ahora ella fue la que se calló, seguramente pensando en cuándo la había visto dar tal recital. Posiblemente cuando hace eso se deja llevar tanto que se olvida de que hay alguien más en la habitación, o de que comparte cuarto con su hermano, incluso que a veces desafina pero no se nota porque canta a pleno pulmón, literalmente. Por algo yo suelo estar abajo cuando da el concierto, tiene su horario para hacerlo y todo, aunque desde abajo se le sigue escuchando un poco igualmente.
Escuché una voz desde abajo diciendo que bajáramos a ayudar poniendo la mesa, Holly se cambió rápidamente y cuando entramos al pasillo (porque no hay pared entre el salón/comedor y la cocina que están uno en frente del otro) todos comentaban lo genial que nos veíamos con aquella ropa, o lo tanto que nos favorecían. Yo llevaba una camisa blanca básica y unos pantalones grises imitando a unos vaqueros, con unos zapatos clásicos marrones oscuros y simplemente el cabello lo llevaba engominado hacia un lado con la raya en el lado derecho por cortesía de mi hermanita. Y Holly llevaba un hermoso vestido corto color granate con un cinturón dorado, por la parte de arriba era pegado pero la parte de abajo de vuelo, su precioso cabello color rojizo estaba semi recogido en unas trenzas reposando en la parte trasera con algunos mechones a cada lado de su rostro. No llevaba maquillaje notorio como mis tías, sólo algo de brillo resaltando sus labios rosados y un toque de rímel.
Cuando estuvimos todos sentados, todo listo y la comida servida los adultos se pusieron a hablar de cosas de adultos. La verdad es que yo sólo alcanzaba a oír palabras sueltas, así que no entendía nada, pero me suele pasar, lo de no pillar lo que dicen los demás. Todos estaban vestidos de colores plateados y dorados, a mi parecer eran como las bolas de nuestro árbol de Navidad. Y con todos esos accesorios de distintos colorines y brillos (pero más brillos que colores) hacemos una foto en fondo verde y ya tengo 2 árboles Navideños aquí en casa. Me empecé a imaginar cómo sería un árbol de Navidad humano y sin querer metí la mano en el desayuno, aunque ya es casi la hora del almuerzo.
Pensé que era mejor que guardara los cereales y me los comía otro día, para almorzar todos juntos como una familia por primera vez en años. Estuvimos como 2h casi almorzando, porque mientras hablaban y no comían y nos preguntaban cosas casi personales, no nos dejaban almorzar casi nada. Pero no me molestaba en absoluto. Cuando terminamos se pusieron a discutir, respetuosamente y con el telediario de fondo, sobre política y yo sinceramente no sé nada de eso. Por último yo estaba entretenido jugando con la tablet y Holly. También hablábamos de los regalos, lo que podríamos regalar a los demás y algunas opciones de lo que nos gustaría a nosotros, a mí me gusta celebrar la Navidad así y desde muy pequeños lo realizábamos de esta manera.
Después de mucha –no exagero, muchísima– charla fuimos al centro comercial. En varios coches obviamente, no cabíamos todos en uno solo. Éramos unos 10 más o menos, nosotros 3, nuestros tíos con sus 2 niños, nuestra tía soltera y nuestros 2 abuelos. Cuando estábamos aparcando, después de haber estado dando unas cuantas vueltas porque no había sitio, oí a lo lejos una música bastante bailable. Cuando bajé del coche nos acercamos a la entrada donde estaban los otros, nos dijeron que a las 19:00h teníamos que estar en la entrada, sólo teníamos unas 3 horas y media para elegir y comprar los regalos de cada uno. Holly y yo teníamos que ir juntos, bueno, cerca el uno del otro porque éramos los más pequeños y tenía que cuidar de ella (aunque lo más probable es que ella cuidara de mi). Nuestros primos ya eran mayores de edad.
- A los titos les podríamos comprar colonias, a los primos ropa sencilla para que lleven a la Universidad y al abuelo calcetines - sugirió Holly, solemos comprar los regalos a medias menos los nuestros.
- Claro, a papá un pijama de invierno que le hace falta y a la tía esas velas aromáticas que tanto le gustan para el baño - seguí comentando y terminamos los dos asintiendo.
Estábamos listos para pasarnos unas cuantas horas comprando y viendo tantos productos que me sabía hasta los distintos precios en cada lugar. Ya eran casi las seis y media de la tarde y habíamos casi acabado. Así que quedamos en separarnos para comprar nuestros regalos. Me despedí y sin que viera a dónde me dirigía me metí en una librería. Lo que a ella le podría hacer más ilusión era que le comprara un libro de fantasía o historia, le encantaban e incluso yo me aficcioné a ellos porque siempre me contaba historias ella.
- Hola chaval, ya veo lo que buscas y tengo los libros perfectos - habló el dependiente que me veía algo perdido y susurrando el género del libro que quería.
- Ah gracias - conteste algo avergonzado de que me hubiera escuchado. Alargó la mano hacia una estantería y cogió un libro de color azul, con una caligrafía que me gustó bastante ponía "Percy" y algo más que no llegué a alcanzar.
- Es muy vendido y creo que le podría gustar bastante a esa persona - me aconsejó, agradecí otra vez, lo pagué y él lo envolvió en papel de regalo antes de dármelo.
Estaba buscando a mi hermana en el sitio donde quedamos, ahora mismo me daba cuenta de que todo el lugar estaba repleto de luces demasiado brillantes, y decorado estilo navideño de una manera a lo mejor algo sobrecargada. Seguí andando buscándola y tapándome algo los ojos para no deslumbrar me tanto pero no lo conseguí. De repente empezé a escuchar aplausos parar y retiré lentamente la mano de la cara, abrí los ojos como platos y las bolsas casi se me caen al suelo. Estaba encima de un escenario pero no recordaba cómo había llegado hasta allí arriba, sólo que me molestaban demasiado las luces. Los músicos seguían tocando la canción, que casualmente me sabía y ellos mientras me invitaban a que cantara. No se enfadaron ni mucho menos, me armé de valor y canté. Canté con algo de timidez que se me fue yendo igual que como había subido al escenario, sin saberlo y quererlo. Desde allí divisé a mi hermana saliendo de alguna parte y al verme cantando se comenzó a reír, la gente siguió aplaudiendo y yo me sentía más libre. Tampoco lo hacía de lujo pero no cantaba nada mal he de decir. Cuando acabó aquella canción bajé rápidamente del escenario y me reuní con mi hermana.
- Te dejo un momento solo y ya podría pasar perfectamente de todo, ¿quién ahora se creía famoso y se ha montado un concierto? - su voz tenía un dejé de diversión y dejó la pregunta en el aire.
- Ya bueno, ni siquiera sé cómo llegué hasta allí - dije riendo y ella también río conmigo.
Los músicos me agradecieron de armar valor y subir al escenario, nos hicimos una foto y nosotros dos seguimos dando algunas vueltas más. Se acercaba la hora de recogida, en realidad sólo unos cuantos minutos, así que fuimos andando tranquilamente hacia la entrada. Todos los regalos los teníamos comprado y empaquetados, estábamos contentos y sonriendo. Hoy había sido un buen día.
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Nick Pers-
Holiwi, ¿qué tal?
Bueno, sé que os debo unos cuantos capítulos así que este ha sido un poco más largo, y creo que se merecían un día feliz.
2036 palabras
Hasta la próxima fénix oscuros.
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