Entra el sol por mi ventana aunque tenga cortinas. Me dan directos los rayos en la cara y me desperezo sin ganas. Me tapo la cabeza con las sábanas, para no tener que despertarme, pero en ese momento suena mi alarma, anunciando que no tengo tanto tiempo. Me levanto de un salto y corro al baño a lavarme la cara. Desayuno, me visto y lavo los dientes. Cojo mi mochila que siempre dejo en la entrada de mi casa por las noches, y espero al autobús para que me lleve.

Siempre imaginas que el instituto será como en las típicas películas. Sus grupos de gente en la comida, las peleas a muerte, los pasillos llenos de gente, las chicas contando chismes y los abusones. En cierta parte es mentira y por otra verdad. Yo sólo diré que nunca sabes lo que te deparará ese año. No suelo ser de los populares pero soy feliz. Tengo amigos, tuve una infancia muy bonita y en mi familia nos tratamos genial. Ahora, todo se desmoronó cuando la conocí a ella. Tan bella y despreocupada, Kaila la chica más popular del lugar, y siempre rodeada de gente. Suena tan cliché que incluso me hace gracia. En el viaje por autobús -ya que vivo lejos- siempre cojo el mismo asiento, el de atrás al lado de una ventana. Ahí me pongo a dibujar cualquier cosa que vea por la calle. Normalmente voy con mis cascos (pinganillos, audífonos) puestos para aislarme del ruido.
Suelo participar bastante en las clases pues para mí no es tan difícil estudiar.
Bajé del autobús y lo miré por última vez hasta que sonara el timbre (campana, alarma) para poder volver a casa. Entré al instituto con las demás personas, y creo que sino fuese porque ya había que estar en clase, no me hubiesen estado empujando tanto para entrar. El autobús siempre se atrasa, no hay día que no pase. Además el trayecto desde mi casa al instituto es algo largo y con muchas paradas.

¿Cuántos años tengo? ¿Es eso importante? Bueno, pues tengo 14 y soy de agosto. Como decía, al subir las escaleras para ir a clase me encontré con ella desde la distancia. Estaba con un grupo bastante grande, de chicos grandes y de aspecto fuerte y chicas con tanto maquillaje, que parecía que se les caería de la cara. Después a su lado estaba Mar, su mano derecha y la única del grupo que no iba tan provocativa, pues las demás parecían que no llevaban ni camisas. Seguí cruzando el pasillo hasta encontrar mi aula, mientras intentaba pasar desapercibido entre algunos chicos que se estaban besando como su les fuese la vida en ello.
Al entrar en el aula me encontré con mis amigos: Drew, un chico bastante peculiar pues siempre venía despeinado y tenía aspecto de haber estado de fiesta toda la noche, aunque también muy despierto.
Angélica, que la llamamos Angie, es un chica muy deportista y está en el equipo de fútbol, para mi opinión la mejor de todos y muy optimista. Por último está Holly, que es mi hermana pequeña, a la que le subieron un curso porque creyeron que podría con los estudios, y no se equivocaban. Es una chica graciosa y es la que hace que hagamos locuras bastantes divertidas. En realidad, parece que Holly es mi hermana mayor pues es muy alta para su edad y me cuida demasiado. Todo lo que debería yo. Desde que nuestra madre está en el hospital ella me protege. A nuestra mamá le detectaron Alzheimer cuando tenía 11 años y ahora poco nos recuerda. Es una pena y nunca te acostumbras a vivir con eso. Por lo menos no es una enfermedad mortal, pero aun así se pasa mal.

Primero teníamos con el profesor Notch un hombre de unos 45 años, ya lo había tenido antes y nunca dice su nombre, es muy formal pero sus clases se pasan rápido. Su asignatura son las matemáticas. No manda tantos deberes pero hacemos mucho en clase. Después Geografía con la profesora Puertos de casi 60 años, ella habla con el mismo tono de voz así que muchos se duermen o casi. Yo intento mantenerme despierto, pero parece que su voz está hecha para adormecer a cualquiera. Le queda poco para jubilarse y es muy amable, pero muchas veces no se acuerda de tu nombre aunque tenga la lista delante. Así pasaron algunas clases más y llegó la hora del descanso (patio, receso, recreo).
Estuve hablando con mis amigos, que me contaban sus vacaciones de verano mientras las interpretaban y se sentía como si estuviese en un teatro.
Actuaban bien, podrían ser actores de mayores pero Angélica quería ser profesora de artes. Por otro lado Drew no lo tenía muy claro así que a lo mejor lo era en un futuro. Ya me imaginaba verlo en la gran pantalla como ese personaje que alivia los momentos de tensión.
Holly y yo estábamos riendo como locos, porque después les decíamos una obra para que interpretasen y lo hacían de una manera muy graciosa.

Me levanté del banco donde estábamos sentados para ir al baño, cuando vi a Kaila besarse apasionadamente con otro chico de su grupo. Sentía celos pues me gustaba mucho, pero por otro lado tristeza porque ella siempre utilizaba a los chicos para conseguir algo. Tenía una lista sin fin de ex novios, que dejó cuando no les eran útiles, y después la seguían a todos lados como perritos falderos. No sé cómo me pudo gustar alguien así en un pasado, pero sigo sintiendo algo extraño cuando la veo pues siempre la miro desde la distancia. No me atrevo a acercarme. Aunque mis amigos me animen siento que pasará algo malo si lo hago. Muy probablemente me humille. Los de su grupo estaban más que acostumbrados a esa escena, y lo peor es que yo también. Tenía que irme de allí, así que fui al baño a refrescar la mente y tranquilizarme como cada vez que veía eso. Al llegar de nuevo al banco donde estaban mis amigos de la infancia, se percataron de lo que hacía Kaila y mi estado, e hicieron lo que siempre hacen para animarme en momentos como esos. Me sacaban risas y para mí era un acto muy bonito y preciado. Drew y Angie eran las únicas personas a las que le contamos lo de nuestra madre, ya que Holly en su antigua clase lo contó a una amiga para que la apoyase, y ella en vez de eso se rió y empezó a gritarlo por los pasillos. Como si fuese algo para burlarse, eso pasó cuando tenían 9 años así que creo que podría ser por ignorancia a lo que era tener a alguien querido en ese estado.
Nunca contábamos nuestras vacaciones en clase, y si lo hacíamos no contábamos lo que realmente hacíamos. No es mentir, solo disfrazar la verdad, no queríamos que pasará lo mismo en esta clase lo que pasó en la de Holly. En verano nos pasábamos días en el hospital, aunque hiciese un calor abrasador estábamos allí todo el tiempo que podíamos. Vivimos en una casa de 3 habitaciones, una de mis padres, que ahora solo usa mi padre, y otra para nosotros más una de invitados.
La casa se siente sola sin mamá, ella traía sonrisas a todos en las cenas en familia porque comíamos a diferentes horas menos en la cena. Se repartía las tareas domésticas con papá y ahora él las compartía con nosotros. Entonces nos dimos cuenta de lo que trabajaban nuestros padres para mantener la casa limpia. A veces nos teníamos que quedar hasta las tantas solos mientras arreglábamos la casa. Papá trabaja demasiado para mantenernos. Es lo único que podíamos hacer para devolverle el favor.

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Nick Pers-
Holiwi, ¿qué tal?

Espero que genial y pues también que os guste esta historia nueva y original mia.

Hasta la próxima fénix oscuros.