Alguna ves han sentido que están viviendo una vida que no les pertenece, una que aunque se esfuerzan por mejorar simplemente el presentimiento de ser una intrusa en tu propio mundo no desaparece. Bueno pues es como yo me siento diariamente, como ya lo saben nunca eh sido buena socializando, y no por que no quiera simplemente desde niña me han tachado como un "Fenómeno" y la razón es bastante simple. Solo por que pienso diferente a los demás...

De niña a mi no me gustaba jugar con muñecas o Barbies, nunca me resultaron lo bastante interesantes. Mientras las niñas que en ese entonces eran mis compañeras de primaria, se reunían después de almorzar en el salón de clases en el cual jugaban con sus muñecas, cada niña llevaba la suya y algunos niños llevaban su Max Steel para poder jugar con ellas, recuerdo también que si no llevabas una muñeca no podías entrar en el salon mientras terminaba la hora de descanso.

Yo en ves de pertenecer a su pequeño grupo me sentaba a almorzar con la bibliotecaria de la escuela, me resultaba bastante cómodo escuchar los cuentos que ella me contaba y todo se volvió mejor cuando me regaló mi primer libro "El principito" Desde entonces a donde quiera que iba llevaba un libro conmigo, yo creía que nadie se daba cuenta de que era diferente a mis compañeros y está bien con eso. Pero me equivoqué pues conforme fuimos creciendo ellos se dieron cuenta de que yo no encajaba, y las burlas aparecieron, en cada oportunidad se burlaban de mi físico, de mi manera de vestir eh incluso llegaron a decirme que olía mal. Al principio cuando las burlas empezaron yo solía salirme del salón corriendo y llorando pero con el tiempo me acostumbré a ellas y simplemente las dejé pasar, tal ves les suene estupido lo que digo pero, ¿que caso tiene pelear con medio mundo solo por que está mal lo que hacen?, si de igual manera sabemos que jamás van a entender el daño que causan y lo seguirán asiendo. Si, ¡el mundo es una mierda!

Nunca me interesó tener amigos, todos siempre fueron falsos entre ellos, cuando se veían de frente se sonreían con la más angelical de las sonrisas pero cuando te dabas la vuelta te sacaban el dedo medio sin importarles un carajo la supuesta "amistad". Así que no me culpen por no saber lo que se siente tener un confidente, una hermana, una mejor amiga o como sea que le llamasen, al menos eso era lo que yo creía.

Pero entonces la conocí a ella, Ellie. Una chica sin filtro alguno, una chica con un carisma contagioso y una sonrisa siempre deslumbrando su rostro. Su largo cabello dorado en ondas demostrando lo hermosa que es, sus pequeños ojos esmeralda acompañaban su belleza infinita que parecía una diosa del Olimpo, el pecado hecho persona la tentación hecha humano. Pero no solo era bella por fuera sino también por dentro, nunca había conocido a alguien con un corazón como el suyo y jamás me arrepentiré de haberla conocido. Ellie llego a salvar mi patética vida, lleno de luz mi oscuridad, lleno de ilusiones mi zona de confort, lleno de felicidad mis días tristes. Se transformó en la hermana que nunca tuve y que en el fondo siempre anele tener.

                        *                *               *

Lunes 10 De Agosto Del 2020
                                                                8:50 am.
Primer día de clases, parte I
Tamara

Mientras todos corrían a sus clases o a buscar a sus amigos yo perdía mi tiempo observando las flores que el jardinero de la preparatoria recién había plantado, tulipanes blancos y amarillos estaban al rededor del camino que lleva al jardin de la escuela. "Se ven hermosos" pensé, durante unos segundos admire las flores, estaban alineadas, de un lado del camino de piedras, la primera planta era de tulipanes blancos y la que le seguía tulipanes amarillos, y en el otro costado del camino tenía exactamente el mismo patrón, las primeras blancas, luego amarillas y así sucesivamente, cuando me di cuenta ya tenía a un lado de mi a una chica observándome con cierta fascinación, "¿Por que me ve así?".

Tiene el cabello largo y dorado lo lleva en una coleta alta con una diadema negra, trae unos pendientes de corazón y está un poco maquillada, sus ojos esmeralda resaltan el color de su blanca piel, sus mejillas estaban ligeramente sonrojadas y sus pequeños labios traen un labial rosa intenso. Su ropa consiste en una falda lisa negra y una camisa blanca de cuello alto y magas largas con unas lindas zapatillas, su estatura es de 1:60 más o menos y la verdad es demaciado linda, entonces la pregunta era, ¿Que hace alguien como ella, sonriéndole a alguien como yo?. Cuando iba a darme la vuelta para salir de ahí su vos me detuvo por completo.

—Hola, me llamo Elisabeth Beasley pero mis amigos me dicen Ellie, ¿Cuál es tu nombre?—su vos era dulce y tenía un toque de curiosidad y felicidad en ella, no parecía una mala persona a simple vista, de hecho todo lo contrario parece que es una buena persona y eso me hizo sonreírle tímidamente.

—Me llamo Tamara, mucho gusto Ellie. Mmm Oye—le pregunté en un susurro con cierto temor, mientras aferraba mi mochila en mi hombro—¿No sabes quien soy, verdad?—quería que pareciera una pregunta pero sonó mas a una afirmación. —Ellie me contemplo por unos segundos pensando en que responder, su cara era pura concentración y eso me inquietó un poco.

—La verdad es que creo que mi hermano mencionó en una ocasión el nombre de Tamara, pero no se si seas tú.—dijo con sinceridad mientras hacía una mueca con su boca.—Yo me acabo de mudar a el pueblo, vivía con mis abuelos, pero mi abuela enfermó y mis padres decidieron que era hora de que regresara a Boone, a este peque pueblo escondido.—Soltó una pequeña risa, pero esta no llego a sus ojos, estos perdieron su brillo. Yo solo pensaba en intentar descubrir la respuesta de una pregunta que esta rodeando mi mente  ¿quien demonios era su hermano?. Entonces cómo si todo pasara demasiado rápido su apellido resonó en mi mente con una alarma interna, un torbellino de emociones arremolinaron mi corazón y esperaba de verdad que lo que la pregunta que iba a formularle a la chica que se encuentra con una sonrisa tímida frente a mi, fuera incorrecta y que no sea la hermana del chico con apellido Beasley.

Mi garganta se secó al pronunciar las siguientes palabras y es que no era para menos, tenia que ser un error y la hermana del rey de la escuela no es Ellie. Tengo miedo de preguntarlo para ser honesta...

—¿Tú, tú hermano es Mathew Beasley?—Le pregunté por fin en un susurro mientras mordía ligeramente mi labio inferior con nerviosismo. Ella no respondió pero si asintió con cierto pesar en su mirada, eso fue lo que a mi me pareció ver.

—Matt suele ser un parasitó con las mujeres así que no me sorprendería si me dices que es un patan a toda regla.—Contestó ella mientras achicaba los ojos y sonría, su expresión era cómo si estuviera analizando mis movimientos, como si esperara que dijera o hiciera algo, aún así estoy segura que mi cara no demuestra ninguna de mis emociones, soy buena poniéndome mi máscara de "me importa un carajo todo" así que mantengo mi rostro inerte.—Aver dime, ¿Eres de las que ya paso por la lista de los ligues de Matt? O, ¿Lo odias por capullo y mujeriego? De verdad espero que sea lo segundo, no me gustaría ser amiga de los ligues de mi hermano.—Me dijo sin siquiera llegar a ser grosera y para ser honesta lo entiendo, debe de ser frustrante tener un hermano que cada fin de semana lleva a una nueva chica a su casa, igual Ellie parecía desesperada por mi respuesta pues no dejaba de mover sus dedos y entrelazarlos, mientras estaba cambiando constantemente el peso de un pie a otro. Eso me resultó gracioso y sin poder evitarlo solté una pequeña risilla, ella no pareció comprender lo que me hacía gracia y su boca se volvió una finana línea severa, de esas que me dedica mi mamá cuando esta molesta. Entendí que era el momento de hablar.

—Oh, tranquila que no eh pasado por la cama de tu hermano, y si quieres que pertenezca a un bando sería el segundo, lo siento pero, detesto a tu hermano más que ni a esos cereales que vendían en el instituto, y aclaró, esas cosas enserio las odiaba.—conteste tangente levantando mis hombros y restándole importancia, Ellie relajo las facciones de su rostro y la sonrisa de antes apareció nuevamente pero con una pisca de diversión—La verdad es que desde que tengo memoria tu hermano a hecho de mi pequeña vida un infierno, y si te ve conmigo eso tal ves te traiga problemas.—Estaba siendo honesta con Ellie, si Matthew es su hermano me molestara más constantemente y problamente le traiga mas de muchos problemas a la pobre chica, enserio me agrada es bastante "peculiar"... no parece ser como las chicas de aquí, ella parece honesta y su sonrisa es real y eso hace que sienta cierta admiración hacia ella.

Ellie hace un gesto con la mono restándole importancia a mi anterior comentario, entonces sus ojos conectan con los míos y el brillo que desprenden es muy interesante, su sonrisa sigue intacta, la confianza que fluye a su alrededor trae paz y tranquilidad. Es una sensación agradable y conforme para alguien como yo, que con la única persona que charla es con su madre.

—Tranquila Tamara,—Ellie se acerco y tomo la palma de mi mano entre las suyas, aún sonriendo dijo las palabras que cambiaron mi vida por completo.—Te ofrezco mi amistad, y créeme yo no soy una amiga que traicione, tampoco dejare que mi hermano te haga algo solo por ser mi amiga de hecho me agradas, tú no eres como esas personas de nuestro alrededor, tú eres diferente y a mi me gusta tener amigas verdaderas y se que tú eres una de esas.—Su sonrisa era verdaderamente reconfortante, era como que si con su simple vos calmara los días tristes y sombríos, sus palabra llegaron al fondo de mi ser clavándose en lo más profundo de mis sentimientos, la sinceridad que denotaron fue lo que hizo que sonriera y asintiera como una tonta, y es que se sentía bien tener a alguien como Ellie en su vida ella era una luz iluminando las calles sombrías de mi vida.