Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

6. Mermelada de durazno II / II

~🔞~

No me dio tiempo de decir o hacer demasiado, el chico apoyó repentinamente sus manos en mis hombros y me empujó sobre las mantas.
Comenzó a besarme en el cuello de una manera provocativa aunque un poco apresurada. Podía sentir mi respiración acelerarse de a poco, pero me intenté tranquilizar mientras acariciaba su cabello del color de la carne.

Sus besos bajaron hasta mi pecho, dónde se entretuvo un momento mordisqueando y dejando un par de marcas por aquí y por allá.
Lo dejé hacerlo, realmente no me importaba demasiado.

El camino que sus labios hacían en mi piel continuó su trayectoria bajando por mi vientre hasta mi ombligo, dónde se entretuvo de una manera bastante innecesaria para besar más a detalle mi piel. Aún así, ese gesto logró ponerme bastante nervioso y para cuándo él finalmente llegó a mi entrepierna ya estaba más que listo para cualquier cosa que tuviera pensado hacerme.

- ¿Lo ha hecho antes, doctor?

- No me llames así, se supone que accedió porque ya no eres mi paciente. Soy ______

- Bien, ¿Entonces ______?

Suspiré, cerrando los ojos un momento y llevándome una mano al rostro con vergüenza.
Era complicado encontrar una pareja de una noche para estas cosas, incluso en lugares especializados en estas cosas como "negocio". La mayoría ahí eran mujeres, y solo contados hombres de los que había estaban dispuestos a hacerlo con otro hombre, ya no digamos dejarse ser el pasivo en la unión.

Y bueno, no me gusta ir a ese tipo de lugares pero fuera de un par de veces que fui... Solo tuve suerte una vez, cuando visité un pueblo a un par de días de viaje para atender a un paciente grave.
Era un señor algo mayor de edad, pero tenía un hijo que apenas si me pasaba un par de años y era de bastante buena cara. Una lástima que fuera tan tosco en la cama.

En resumen, sí. Ya lo había hecho, pero nada realmente memorable.
En los minutos que llevaba con el cazador había disfrutado más que en una buena parte de mis otras experiencias.

- Sí lo he hecho, ¿Por qué la pregunta?

- No es por molestar, tan sólo quiero saber que tan cuidadoso debo ser al prepararte

- ¿Uh? Si es por eso no importa, yo puedo hacer... ¡Ah!

Me cubrí la boca de inmediato al soltar un repentino y sonoro jadeo involuntario, producto del repentino tacto un tanto frío por el lubricante de uno de los dedos del cazador.

- ¿Estás bien?

- C-claro que sí, sin problema

- Bien, avísame si te lastimo

Miré al chico, él parecía totalmente concentrado en su tarea mientras masajeaba un poco mi entrada desde fuera, haciéndome estremecer un poco y temblar.
Cuando finalmente comenzó por meter uno de sus dedos, me moví un poco en mi lugar debido a lo raro de la sensación.

No era la primera vez que me preparaba o estimulaba por esa parte, pero siempre era yo quien lo hacía. No estaba nada acostumbrado a que alguien más me tocara de esa forma, y eso me estaba poniendo bastante mal a un nivel humillante.

- Mmmh, a-ah... ¿Qué estás...? T-tardas demasiado...

- Lo siento, solo quería ver si...

- ¡Ah! ¡N-no!

- Oh, ahí está

El chico sonrió con un toque de arrogancia, mientras que yo no pude hacer más que aferrarme a las mantas y temblar al sentir el tacto de dos de sus dedos en mi interior, masajeando el área de mi próstata.
Mi respiración perdió por completo el ritmo, podía sentir como mis piernas se tensaban a ratos después de sufrir intensos espasmos debido a la placentera sensación un poco extraña que el chico me estaba proporcionando.

Cada vez que sus dedos presionaban sentía la cálida y desesperante sensación de la excitación aumentar en mi vientre y pecho, haciendo cada vez más irregular mi respiración y provocando que mi propia erección pronto se sintiera como si fuera a estallar, hasta que finalmente terminé por venirme cuando el cazador pasó a atender también mi miembro erecto.

Fue vergonzoso lo abundante que fue mi eyaculación, y aún peor fue lo mucho que las piernas me temblaron por los segundos siguientes a ese placentero alivio, mientras yo aún luchaba por recuperar el aliento.

- Vaya, eso fue... ¿Tan bien se sentía?

- Ah, c-calla

- Pensé que estarías más acostumbrado

Aún me sentía un tanto cansado por mi reciente alivio, pero no iba a permitir que este idiota se burlara de mí de esta forma, así que saqué fuerzas para empujarlo e invertir posiciones de nuevo, volviendo a ser él quien estaba recostado mientras yo me coloqué a horcajadas a la altura de su pelvis, terminando de abrir su bata para que no estorbara en el camino.

- Voy a meterla, ¿Listo?

- Eso debería decirlo yo, ¿Estás sguro?

Asentí, acomodándome mejor para recibir la erección del cazador en mi interior.
Podía sentir su caliente miembro contra mi trasero, para mí sorpresa había mantenido más que bien su excitación incluso mientras él se encontraba atendiendome a mí.

Tomé su miembro firmemente por la base, ayudándome para deslizarlo en mi interior.
El primer intento falló totalmente cuando se resbaló, simplemente frotando mi entrada sin lograr entrar.
Me apoyé mejor en mis pies para sentarme de manera más erguida, y comencé mi segundo intento.

Esta vez logré posicionar bien la punta, y con algo de relajación profundo y la lubricación previa la punta comenzó a deslizarse dentro, hasta que finalmente estuvo toda dentro como si de un tapón de corcho en una botella se tratase.
Esa primera intrusión siempre me ponía un poco incómodo, pero lo ignoré y continúe bajando con un poco más de tranquilidad.

El cazador simplemente me miraba, con su pecho subiendo y bajando a un ritmo bueno mientras mantenía un encantador sonrojo en su rostro.

Iba bastante bien, pero cuando estaba cerca de tomarlo por completo comencé a darme cuenta de que los pocos milímetros extras que debía tener su miembro en lo ancho se iban a sentir mucho más de lo que pensé cuando estaba llegando a la base.

- A-ah, mierda...

- ¿Todo bien?

- Sí, solo dame un momento

Esto duele un poco, más bien es incómodo. Llevo un tiempo sin hacerlo, y tengo que forzarme un poco más de lo que pensé.
Debería intentar sacarlo un poco antes de continuar bajando, pero siento las piernas aún un poco entumidas.
Tal vez si subo un poco... Sólo un poquito...

- Si necesitas ayuda...

- Estoy bien yo solo, así que tu solo... ¡A-ah! ¡Maldita... sea...!

Pasó lo que tenía que pasar, mis piernas aún un poco débiles no me dieron el soporte que necesitaba y en lugar subir un poco para descansar terminé resbalando y metiendo de golpe lo poco que me faltaba para la gruesa base de su miembro.
Me sujeté fuertemente a la cobija con las manos, maldiciendo entre dientes por el dolor incómodo que me provocó ese esfuerzo extra y por el par de malditas lágrimas que eso me sacó.

Se me fue el aire por un momento, así que me intenté concentrar en recuperar el aliento.
Maldición, yo en verdad...  Estoy siendo patético con esto...

- ________

Levanté la vista hacia el cazador con la humillación pessndome encima.
Si escucho una maldita burla de él yo...

- Cambiemos de posición

Sabito se incorporó un poco, lo suficiente como para sujetarme entre sus brazos sin salir de mi interior del todo y recostarme sobre el futón.

- ¿Q-qué estás...?

- Me estás apretando mucho, se siente demasiado bien pero... creo que de esta forma no te fuerzas tanto

Me apoyé sobre mis codos para incorporarme un poco, apenas lo suficiente para poder ver cómo el cazador sacaba lentamente su erección de mi interior.
Jadee en voz baja, intentando reprimir mis quejidos.

El chico la sacó hasta la punta, antes de volverla a meter mientras sujetaba mis caderas para hacerme levantar un poco la cintura.

- ¿Ves? De esta forma no te duele tanto, aunque en cuatro sería más fácil...

- Uhm, c-cállate... tonto...

Finalmente terminó de entrar de nuevo, y dejé caer mi espalda sobre el futón.
Intenté normalizar mi respiración un poco mientras me acostumbraba a tenerlo dentro.

- Está todo, tómatelo con calma mientras te acostumbras

- Para ti es fácil decirlo, idiota

- Ey, estás siendo un poco rudo conmigo, ¿No crees?

El chico se inclinó sobre mí, apiyando su rostro sobre mi pecho para mirarme con una curiosa expresión molesta pero divertida, similar a la que te podrías esperar de un niño cuando le niegan algo que quiere.

- Aunque sea algo de una vez, puedes abrirte más. No tienes que ser tan frío

Pero si es algo de una noche, de eso se trata... ¿No?
Miré al chico a los ojos por un momento, terminando por apartar la vista con una repentina vergüenza cuando sus suaves ojos se posaron en los míos.

- Eso es, está bien que seas más expresivo y honesto con lo que quieres... Te puedes sentir muy bien de esa forma, por ejemplo...

Tuve que hacer un esfuerzo para reprimir un gemido cuando sentí que comenzó a atender mi pecho ansiosamente.

Mordisqueó y chupó uno de mis pezones mientras pellizcaba y masajeaba el otro.
Por un momento me esforcé en esconder los sonidos involuntarios que intentabas escapar de mi garganta.
Sin embargo, eso terminó por ser inútil cuando los labios del chico abandonaron un momento mi pecho y pasaron a mis propios labios.

Me besó de una manera intensa y demandante, dejando mis labios tan flojos y relajados después que me rendí en mis intentos de contener mis jadeos cuando él volvió a trabajar en mi pecho.

- Ah, e-espera...

- ¿Cómo te sientes? Ya no estás tan apretado, ¿Está mejor?

Por un momento me olvidé de que él seguía dentro de mí.
Moví un poco mis caderas, y al notar que el dolor era menos que mínimo asentí.

- S-sí, puedes moverte... Pero hazlo despacio, ¿Bien?

Miré al chico, él me regresó la mirada con atención mientras dejaba de chupar mi pecho, pero terminó por asentir con una sonrisa.

- De acuerdo

Me dejó desconcertado cuando depositó un pequeño beso en mi frente, pero ese lindo gesto pasó por completo a segundo plano cuando sacó su miembro más allá de la mitad y lo metió de nuevo en una firme embestida.
Solté un jadeo y me aferré a las mantas por puro reflejo.

Él continuó moviéndose, aunque de una manera algo más cuidadosa y lenta.
Eso no lo hacía menos placentero, él se encargaba de tocar puntos en mi interior que se sentían realmente bien mientras se movía.

- Pareces estarlo disfrutando

Asentí sin pensar, sintiéndome avergonzado al instante.
Debí de sonrojarme o algo ya que el chico sonrió con un poco de arrogancia, ni siquiera podía decirlo con seguridad ya que me sentía acalorado de manera general.

- ¿Tú no?

- Por supuesto que sí, pero me gustaría probar otra posición... Si no te molesta, claro

Podía comenzar a sentir que estaba en el tramo final para venirme, así que decidí que tal vez un pequeño cambio me ayudaría a aguantar más.
Cedí ante la petición del chico, aunque me tomó ligeramente por sorpresa cuando salió de mi interior y me pidió que me girara, colocándome recostado sobre mi vientre "boca abajo".

Me apoyé en mis brazos para mantener la vista un poco en alto, aunque de inmediato sentí un escalofrío cuando los dedos del chico se pasearon por mi espalda con suavidad.

- ¿Qué estás...?

- ¿Puedo desatar tu cabello? Llevo un rato tentado con esa idea

Sabito se inclinó sobre mí, sentí su erección rozándome ahí atrás pero también sentí el suave tacto de sus labios sobre mi nuca.
Suspiré suavemente y me recosté más cómodamente en mi posición, escondiendo mi vergüenza entre mis brazos.

- Si no te molesta supongo que está bien

Este chico, incluso cuando tiene pinta de un "rompecorazones" o algo así es bastante atenta. Demasiado diría yo, no sé bien cómo reaccionar a esto.

Le tomó un momento, pero finalmente deslizó la liga fuera de mi cabello y este se esparció libremente sobre mi espalda y hombros.
Sabito lo hizo a un lado con cuidado, haciéndose un espacio para besar lentamente desde la base de mi nunca hasta el inicio de mi cadera.

Me estremecí y aferré las sábanas entre mis dedos. Qué ridículo, ¿Por qué se toma tanto tiempo? Me hace sentir avergonzado.

- ¿Puedes meterlo de nuevo?

- Claro, solo quería darte un descanso

Solté un respingo cuando las manos del cazador sujetaron mi trasero, abriéndolo un poco de una manera más que humillante para comenzar a entrar de nuevo.
Levanté ligeramente mis caderas para facilitarle la tarea, pero cuando terminó de meterlo todo con una firme embestida terminé bajandolas de nuevo al sentir lo profundo que llegó de esta forma.

No pude evitar tensarme un momento mientras temblaba.
Maldición, mis piernas... no las siento.
¿Cómo es posible que se sienta tan adentro...?

- ¿Estás bien?

- S-sí, tú no... No te preocupes, sigue... ¡Ah!

Maldita sea, maldición... Eso... Se siente tan bien.
Es muy bueno de esta forma, llega tan profundo... Me gusta como se siente, y la manera en que se frota contra mi próstata cuando entra y sale...

Poco a poco, aunque aún así de manera rápida, me terminé dejando llevar por el placer que me estaba proporcionando el cazador.
La habitación se inundó totalmente de todo de nosotros. El sonido de nuestros cuerpos uniéndose, jadeos y gemidos de ambas partes, el olor...
Todo tan embriagante y asfixiante que rápidamente hicieron que mi cabeza se fuera las nubes.

- A-ah... No puedo... S-sabito...

- Por fin me llamas por mi nombre, comenzaba a pensar que estabas pensando en alguien más

El chico se inclinó sobre mí y me hizo ladear ligeramente el rostro.
Entreabrí mis labios y busqué los suyos con desesperación, intercambiamos un morreo intenso que el chico aprovechó para abrazarme por el pecho y hacer que me incorporara un poco, lo suficiente como para después quedar firmemente empalado en su erección cuando él se sentó sobre el futón.

Nuestro beso húmedo se vio terminado por el gemido que solté ante esa sensación.
Me quedé un momento simplemente ahí, temblando y jadeando mientras el cazador besaba mi nuca y la parte alta de mi espalda.

Me tomó un momento, pero finalmente pude darme el suficiente apoyo como para comenzar a moverme sobre su regazo.

- E-espera, si tocas ahí... Voy a... De nuevo...

Una de sus manos se deslizó hacia mí más que mojada erección, me masturbó un poco antes de limitarse a sostenerme por la base, claramente intentando retrasar mi eyaculación.

- N-no, Sabito... Déjame...

- Pensé que no querías hacerlo tan pronto, ¿Ahora quieres que te deje?

El chico besó el lateral de mi cuello, chasquee la lengua con molestias y no dije nada más, intentando conservar algo de mi orgullo.

- Yo también bastante cerca, ¿Me ayudarías a terminar?

- S-solo... Sólo hazlo fuera

- Como digas

Me incliné hacia adelante para apoyar mis brazos sobre el futón, quedando a gatas mientras Sabito continuaba embistiendome y masturbándome al mismo tiempo que me torturaba, evitando que me corriera

Bastaron tan solo algunas embestidas más antes de que él finalmente dejara libre mi erección, al mismo tiempo que abandonó repentinamente mi interior para eyacular también.
Sentí la calidez de su semen salpicar un poco mi cadera, pero estaba tan perdido en el propio clímax que estaba experimentando que apenas si le hice caso a eso.

- Ah, e-eso... Eso no estuvo mal

- Lo tomaré como un cumplido, ______

Me recosté boca arriba sobre el futón, intentando recobrar el aliento.
Aunque de inmediato Sabito se acercó a mí con una sonrisa traviesa, depositando un pequeño beso en mis labios entreabiertos.

Sentí la cara aún más caliente de lo que ya debía de estar, y simplemente aparté la vista hacia otra parte.

- Eres tan lindo...

- Ugh, cállate. No es necesario que digas algo así

El chico se encogió de hombros y repartió un par de besitos por mi cuello.
Lo dejé ser hasta que la cercanía de su cuerpo con el mío me hizo darme cuenta de un detalle no tan pequeño.

- Te recuperas rápido

- Como cazador debo estar lleno de energía para mí trabajo

- Eso puedo verlo... Y sentirlo. ¿Listo para otra ronda?

- Cuando gustes

~ ⭕ ~

Tengo un reloj biológico que normalmente es bastante bueno, por lo que (a menos que haya alguna otra influencia que me haga despertar) suelo despertarme más o menos a la misma hora de la mañana.

Sin necesidad de que el sol me dé en los ojos para hacerme levantar, y aquí no hay muchos pájaros así que ellos tampoco son una opción.

Así que, incluso con toda la actividad que tuve anoche, terminé despertándome en el mismo momento que la mayoría de mis días.
Lo normal sería que me levantara después de inmediato después de desperezarme por unos minutos e ir directo a mis tareas diarias, sin embargo, esta vez me quedé un momento tirado en el futón.

En un inicio fue simplemente porque me dolía bastante la cadera, lo suficiente como para hacerme quedar quieto ahí por un momento, y gracias a eso fue que me pude poner a notar más cosas.

- ... Se fue

Recordaba haberme quedado dormido con el cazador, en esta misma cama, pero ahora que era de mañana tan solo estaba yo, desnudo entre las mantas.

Me incorporé despacio, haciendo una pequeña mueca de dolor al sentarme de lado para no lastimarme demasiado.
Una de las sábanas más delgadas se deslizó de mis hombros, dejándome el pecho expuesto y luciendo las marcas de anoche aún claramente visibles en mi piel.
Tomé suavemente una manta y levanté una esquina cerca de mi rostro, olfateando suavemente.

- Bueno, me dejó mantas limpias. Supongo que eso se agradece

No esperaba encontrarmelo aquí a mi lado a la mañana siguiente como alguna clase de fantasía de romance ideal.
Ambos estuvimos de acuerdo en que sería algo de una vez, y además él estaba muy ansioso por irse.
Sin embargo, no puedo evitar estar un poco decepcionado.

Me pasé el largo cabello a un lado y me puse a desenredarlo cuidadosamente con mis dedos.
No tenía mucha energía o ganas de seguir con mi rutina normal, pero terminé obligándome a salir de la cama cuando una nueva punzada más dolorosa en mi cadera me hizo recordar que tenía un ungüento qué tal vez me podría servir.

- Espero que hoy no se le ocurra a nadie lastimarse, ahora soy yo quién necesita un doctor

Me puse un poco de la pastosa mezcla para intentar aliviar el dolor, iba a hacerlo después de darme un baño para lavarme pero me sentía extrañamente limpio.
Quiero decir, no recordaba haberme lavado después de lo de anoche pero sé cómo se siente estar sucio después de algo así. Supongo que puedo posponer mi baño para más tarde.

Me puse algo de roba interior y simplemente me envolví en una manta para dirigirme a mi pequeña cocina.
Me preparé rápidamente un poco de amargo café en agua mal disuelto para despertarme más, ignorando el desagradable sabor, antes de pasar a revisar un pequeño rollo de papel en el que anotaba mis pendientes actuales.

- Veamos... Debo ir a revisar al hijo del carnicero por su fractura del mes pasado... Espero que me dé algo de carne como paga. Ah, es cierto, debo terminar oficialmente la estancia del cazador aquí

Si Sabito ya dejó la habitación oficialmente, debería ponerme a lavar las mantas y ropa que él usó en caso de que llegue otro paciente que necesite ocupar esa espacio.

Aunque ciertamente no me siento en el estado adecuado como para ir hasta el estanque a lavar, y por más que lo intento no recuerdo si aún tengo una buena reserva de agua.
Tampoco estoy en buen estado como para traer agua desde algún pozo...

- Ah, maldita sea... Supongo que puedo sacar toda la tela hoy y lavarla mañana

Me froté el entrecejo con cansancio, dejando la lista de pendientes a un lado y poniéndome de pie con un poco de trabajo mientras sostenía mi taza con una mano.

Tomé un par de sorbos mientras iba hacia la habitación recién desocupada, en verdad sabe mal esto.
No entiendo cómo es que a mis padres les gustaba tanto... ¿Eh?

- Pero... ¿Qué hace esto aquí?

Al entrar a la habitación me encontré con algo además del futón y mantas desordenadas.
Sobre la mesita, estaba la máscara de zorro de aquel chico.
La tomé con curiosidad y confusión, parecía ser algo muy importante para él así que no tiene nada de sentido que la haya dejado aquí.
Aún me estaba cuestionando ese descubrimiento cuando escuché ruido proveniente de la entrada principal, tal parece que mis ruegos internos no funcionaron y hoy sí que tendré pacientes.

Me tragué la vergüenza de ir únicamente cubierto con una manta envuelta y fui a atender lo más rápido que mis débiles piernas me lo permitieron.

- ¡Lo siento mucho! Si no es algo grave me temo que hoy no estaré... atendiendo...

Me quedé congelado frente a la recepción, mirando a la persona que acababa de entrar sin poder darle sentido a lo que veía.

- Oh, ¡Despertaste! Espero que si puedas atenderme a mí

Sabito me sonrió desde el umbral de la puerta abierta.
Iba vestido con su uniforme de cazador, pero en una de sus manos llevaba un puñado de peces de buen tamaño sujetos firmemente por la cola con ayuda de una soga, y sobre su hombro contrario llevaba un grueso pelo que lo ayudaba a sostener dos grandes cubetas llenas con agua.

- ¿Qué estás...? ¿Qué haces aquí?

Miré al chico con total confusión, sin terminar de entender qué sucedía.
Él ni siquiera pareció notar mi reacción ya que pasó como si nada, dejando las cubetas sobre el suelo y salpicando un poco en el proceso.

- Lo siento, me desperté temprano para volver antes de que despertaras pero creo que me tardé más de lo que pensé. Espero que no hayas desayunado, cuando fui por agua para lavar encontré peces y... ¿Qué sucede?

El cazador dejó de sonreír al ver que yo fui a apoyarme contra un mueble cercano, retrocediendo un poco.
El chico se aproximó a mí con expresión desconcertada.

- ¿Te duele mucho? Debiste haber esperado en la cama...

- Tú... dijiste que era algo de una noche

Miré al chico con un poco de temor, sin saber cómo se tomaría mi observación.
Él simplemente lo pensó un poco antes de, para mí sorpresa, sonreír de manera bastante dulce.

- ¿Eso es lo que te preocupa? Tranquilo, una noche de sexo también incluye el cuidado después de eso, ¿No lo crees? Ahora ven, ayúdame con estos. Sé limpiarlos pero me parece que tus cortes serán más finos que los míos

Sabito levantó la mano en la que aún llevaba los pescados antes de dirigirse a mi cocina.
Me quedé en mi sitio un momento, aún intentando superar el aturdimiento que esto me había provocado, pero terminé rindiéndome ante la pequeña calidez que se formó en mi pecho.

- Espérame, o terminarás arruinando los peces

Una leve sonrisa se asomó en mis labios casi sin quererlo, y seguí al chico hacia la cocina.







Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro