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4. Dulce aroma

El hermoso dibujo de multimedia fue hecho por Dux_Sirin (eso creo, si me confundí de nombre una enorme disculpa ;;;;). Es demasiado bonito así que les dejaré más dibujos que hizo durante los siguientes capítulos.

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Para bien o para mal, no tuve muchos pacientes el resto de la semana.
Apenas si vinieron un par con heridas por golpes o malestares estomacales. Me alegraba que la gente estuviera sana, pero al fin y al cabo esto era mi negocio... Y además no tenía una excusa demasiado buena para mantenerme alejado de Sabito, que parecía disfrutar la idea de molestarme hasta el último de los días que le quedaban para que le diera el alta.

- ¿Eh? ¿A dónde va, Doc?

- Al bosque, necesito encontrar algunas cosas que no hay en el pueblo

Como la paz de un silencio absoluto por favor.
Me sujeté el cabello en una coleta y me dispuse a tomar una cesta donde tenía pensado recoger fruta o bayas y raíces silvestres, sin embargo, Sabito me alcanzó antes de que saliera por la puerta principal.

- Ve a acostarte, aún estás herido

- Ya estoy bien, incluso me quitaste los puntos. Voy a ir contigo, anochecerá pronto y es peligroso para ti estar en el bosque

- Estaré bien

Sabito me miró con una cara que dejaba más que claro que seguía recordando con claridad la manera en que nos conocimos.
No tenía manera de discutir eso, así que terminé aceptando de bastante mala gana la compañía del cazador.

El chico se equipó con su máscara y su espada y abandonamos la casa. Afortunadamente por lo relativamente tarde que era no había muchas personas afuera, así que pude evitar preguntas incómodas.

Tomé un camino de tierra que estaba marcado en el bosque para evitar perderme.
Mientras avanzábamos, ambos permanecimos en completo silencio. Sin embargo, no era incómodo.

- Ah, mira. Un durazno, no pensé que aún fuera temporada

Sabía que en una zona de bosque había bastantes árboles de durazno, pero sinceramente no esperaba encontrarlos cargados aún con fruta fresca.
Salí un momento del camino para aproximarme al árbol y examinar los frutos que colgaban de sus ramas.

- Podemos comerlos en la cena de hoy, no tengo demasiado pero quería hacer algo bueno ya que es tu última noche aquí

- ¿Qué...? ¿De verdad? Entonces, ¡¿Mañana puedo irme?!

Asentí con una leve sonrisa. Sentía felicidad siempre que le anunciaba a un paciente que podía irse, sin embargo la partida de Sabito me ponía ligeramente triste por algún motivo.
Supongo que es inevitable no ponerse mal al dejar ir a alguien que es bastante mi tipo, al menos físicamente.

Estiré mi mano para arrancar uno de los rosados frutos, poniéndome ligeramente de puntillas, pero Sabito se adelantó y mi mano terminó posándose sobre la suya.
Sentí calor en las mejillas y de inmediato aparté la mano.

El cazador hizo lo mismo, pero al cabo de unos instantes reaccionó y acercó su mano de nuevo para tomar el fruto y ofrecermelo.

- ... Ten

- Ah, gracias

Recibí el durazno con nervios y lo coloqué en la cesta.
Recogimos algunos más antes de continuar caminando. No encontramos más árboles frutales con una buena carga en ellos, pero si encontré una mata de moras dulces que sabían deliciosas tanto solas como en mermelada.
Ya estaba oscureciendo, así que decidí que con esto sería suficiente. Después de todo, aún tengo carne en casa.

- Volvamos... ¿Qué sucede?

Me detuve al notar que Sabito parecía estar mirando fijamente hacia la parte más profunda y oscura del bosque.
Tiré un par de veces de la manga de su haori y eso pareció bastar para traerlo momentáneamente de vuelta.

- No es nada, vamos

Dijo que no era nada, pero al regresar me pasó una mano por el hombre de una manera bastante protectora. Estoy seguro de que debió ver o por lo menos sentir a algún demonio cerca, me pregunto si debería de preocuparme.

- Doctor, ¿Puedo preguntarle algo?

- ¿De qué se trata?

- Su familia, ¿Dónde se encuentra?

No me molestó la pregunta. Ni siquiera me dolió, supongo que me insensibilicé bastante con el tema de la muerte de mis padres.

- Solo conocí a mis padres, y ambos murieron hace ya varios años

- Espero que no sea demasiado imprudente de mi parte preguntar la causa de muerte

Es curioso que se muestre tan respetuoso, supongo que estar "trabajando" lo hace ponerse más serio.

- Mi madre murió de hanahaki después de que mi padre muriera joven a manos de demonios

Nunca entendí si mi madre murió por el dolor de perder a su amado... O si se enamoró después de la muerte de mi padre y no fue correspondida.
Creo que parte de algo así sucedido en mi vida personal es por lo que me molesta tanto esa maldita enfermedad de flores.
Las flores son hermosas, y no deberían ser parte de una cruel muerte por desamor.

- Entiendo... Creo que ahora tiene más sentido

Sabito me tomó de la muñeca y me jaló bruscamente hacia él, abriendo su haori y cubriéndome con la tela al mismo tiempo que me pegaba contra su pecho.
No sabía si morir de vergüenza o de confusión, así que lo que resultó fue un poco de enojo nervioso.

- ¡¿Q-qué crees que...?!

- Shh

Sabito me miró a través de su máscara y me indicó que guardara silencio. Obedecí de mala gana, y me mantuve en esa posición un tanto incómoda pero con su encanto.
El pecho de Sabito es bastante ancho, es un poco cómodo...
Moví ligeramente mis manos por encima de su ropa, deteniéndome de golpe al escuchar la voz de Sabito llamarme.

- ________

- ¡N-no estoy haciendo nada!

- Eh... ¿Bien? Necesito que saques algo de mi bolsillo, está por debajo del haori en el pantalón de mi uniforme

- De acuerdo...

Sentí que Sabito me abrazaba más firmemente, no entendía que estaba pasando pero me estaba poniendo nervioso en un sentido no tan precisamente malo.
Deslicé las manos por debajo de su haori, encontrándome con la tela de su uniforme de cazador.
Me tuve que pegar un poco más a él para buscar en ambos bolsillos, pero finalmente encontré una pequeño bolsita de tela que colgaba de una delgada y corta cuerda a modo de collar.

- ¿Es esto?

- Si, póntelo en el cuello

Tenía un fuerte olor a glicina, junto con otro aroma más leve que no supe identificar.
Apenas me lo puse alrededor del cuello, Sabito me pasó los brazos por debajo de mis piernas y espalda, alzándome y echándo a correr de inmediato.

- ¡¿Qué haces?!

- Solo sujetate un poco más

Era complicado hacerlo por la cesta que llevaba colgando del brazo, pero finalmente logré aguantar hasta que llegamos a la entrada del pueblo.
Sabito me bajó de inmediato y me apresuró a entrar a mi casa.

- ¿Ya me vas a decir qué diablos sucede?

- ¿Tienes alguna herida abierta?

Bufé con fastidio al no haber logrado conseguir una respuesta y le mostré mi mano a Sabito.

- Me lastimé un poco con una espina cuando estaba juntando las moras, pero no entiendo que tiene que ver

- Escucha, es bastante probable que tú tengas un tipo de sangre especial que llama la atención de los demonios. Había una buena cantidad haya atrás... pero parece que la tierra del pueblo aún guardia la esencia de las glicinas en él, no salen del bosque aunque ya oscureció

Sabito miró a través de la ventana un poco más antes de dignarse a voltear en mi dirección.
De acuerdo, entonces tengo un tipo de sangre que los demonios aman... Necesito tomar algo.

- ¿A dónde vas?

- A ahogarme en alcohol

- ¿Por qué?

Me detuve a medio camino en dirección a la cocina y miré a Sabito con incredulidad.

- Hay una cosa que odio tanto como al hanahaki, y son los demonios. Mis padres murieron por las dos, ¡Y ahora me dices que yo tengo un maldito tipo de sangre que...!

Sabito se acercó de repente y cubrió mi boca con su mano, indicándome que bajara la voz.
Le lamí la mano y eso bastó para que me dejara.

- Qué poco higiénico para ser doctor

- Púdrete

Apreté la cesta que aún sostenía entre mis manos.
El cazador me miró un poco más antes de quitarse la máscara del rostro y dejarla a un lado.

- ________, no tienes por qué preocuparte. Ese collar tiene una esencia de glicina muy fuerte, bastará para que no llames demasiado la atención de los demonios cuando sales del pueblo, ¿Entiendes?

Sabito tocó suavemente la bolsita que colgaba de mi cuello. Bufé y me limité a apartar la vista.

- ¿Ya estás mejor?

- ... Un poco. Lo siento, es solo que... no me agrada la idea de tener demonios babeando por mi sangre cada vez que salga

- No necesitarías tu sangre para hacerlos babear

Miré a Sabito con confusión, el chico se apresuró a cambiar el tema y preguntó si la cena aún estaba en pie.

- Claro, es mi último trabajo como tu doctor, al menos en esta ocasión. Eres un cazador así que sería bueno que fueras con algo de energía mañana

Me dirigí hacia la cocina, dejando la cesta sobre un mueble y buscando lo que iba a necesitar.
Ayer compré un par de filete de pescado de buen aspecto, fueron caros pero los puse a conservar en hielo así que seguramente serán deliciosos.

- Está bien, tampoco necesito gran cosa

- Créeme que no es gran cosa, pero es lo que hay. Ve a esperar a tu habitación

Sabito me sonrió burlonamente pero terminó obedeciendo.

Cocine los filetes usando lo que me quedaba de especias, y también lo guise junto con un poco de verdura y arroz.
Hice una rápida mermelada casera con las moras que recogí, y tosté un poco algunas rebanadas de pan para acompañarlo.

Para terminar, simplemente partí un par de duraznos en rebanadas y los acomodé en un plato junto a la mermelada.
No es mucho, pero es lo mejor que puedo ofrecer por ahora.

Coloqué todo en una bandeja, antes de llevarla a la habitación de Sabito extraje una botella de vino ya empezada de mi alacena. También puse una pequeña jarra con agua en caso de que mi querido cazador no quisiera beber alcohol.

- ¿Tardé mucho?

- No realmente, aunque huele muy bien

Sabito se acercó a ayudarme con la bandeja, le indiqué que tan solo tomara la jarra y la botella y las dejara cercas.

- Así que hablabas en serio con lo del alcohol

- A veces es un poco estresante ser doctor, ¿Sabes? Y no tengo muchas maneras de distraerme por aquí

Normalmente disfruto mi trabajo lo suficiente como para considerarlo relajante al mismo tiempo, pero siempre que son situaciones más complejas o ataques de demonios es algo inevitable estar más estresado que relajado durante la mayoría del proceso.

Dejé la bandeja sobre el suelo, Sabito trajo un par de almohadones para que ambos nos sentáramos. Tomé asiento a su lado y ambos nos dispusimos a comenzar a comer.

- Hay mejores maneras de aliviar el estrés, estoy seguro de que como doctor lo sabe

- Saberlo no significa que me dé mucho tiempo para eso. Lamento que solo sea un filete, el pescado está más costoso de lo que recordaba

- Está muy bien, gracias doc

Mientras comíamos, conversamos un poco.
Le pregunté acerca de su vida como cazador, él acerca de mi vida como médico.
Por lo visto él no tenía un hogar fijo, ya que tenía que estarse moviendo todo el tiempo para atender todos los ataques de demonios que abundaban últimamente.

- Las casas con el blasón de glicinas nos brindan refugio y descanso siempre que lo necesitemos, pero no son un hogar para nosotros. Soy huérfano, así que lo más parecido a una familia que tengo son mi maestro y un chico con el que entrene desde niño, ambos nos convertimos en cazadores juntos así que es como mi hermano

- Vaya, ¿Y no extrañas un poco tener un sitio a dónde regresar?

- Supongo que a veces se echa un poco de menos eso, pero estoy comprometido con mi tarea de asesinar demonios. Y si para cumplir debo renunciar a esa posibilidad
... Estoy bien con eso

Sabito miró su plato fijamente por unos instantes con expresión seria, pero al cabo de un momento sonrió y tomó un pequeño bocado de arroz.

- Claro que cuando todo esto se calme me gustaría sentar cabeza. No estaría nada mal tener una pareja, y no es algo prohibido por la asociación

- Claro, una esposa y algunos pequeños... Suena bien si te interesa eso, creo

No me siento particularmente atraído por las mujeres, y realmente la idea de tener hijos nunca se me había pasado por la mente.
Me gustaría tener una pareja en algún punto, pero sería feliz simplemente teniendo un novio atractivo.

- Claro, una esposa e hijos... Quiero decir, suena bien pero realmente no es lo mío

- ¿No?

Terminé con mi filete y pasé a mordisquear una rebanada de durazno.
Sabito terminó de comer su filete antes de mirarme con una leve sonrisa.

- No. Creo que no me sentiría tranquilo teniendo hijos siendo un cazador, y sinceramente... preferiría un esposo lindo

Casi me ahogo con el bocado del durazno.
¿"Esposo"? Entonces él...

- Podrías disimular más, ten cuidado o te vas a terminar ahogando

- Lo... L-lo siento...

Tosí un par de veces antes de aclararme la garganta. Sabito me pasó una mano por la espalda y solté un respingo de inmediato.

- E-es solo que me sorprendiste. Nadie suele admitir algo así tan abiertamente...

- Ciertamente no es algo muy recomendable, pero creo que contigo estoy seguro, ¿No es así?

- Yo... supongo que sí

Balbucee una vaga respuesta afirmativa.
Ahora me siento muy repentinamente nervioso, maldita sea.

- En ese caso, doctor Hātoni, ¿Me permite preguntarle algo?

Miré a Sabito por unos segundos con bastante duda, pero terminé asintiendo.
El chico se aproximó a mí y acarició muy suavemente el borde de mi mandíbula.

Tuve que hacer un esfuerzo para no pasar saliva tan evidentemente.

- ¿Usted quisiera pasar esta noche... conmigo?





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