Los estudiantes de segundo de bachillerato se habían unido dejando un poco a un lado a sus familias. Igualmente había ocurrido con el resto de cursos. Era el momento de disfrutar de la fiesta en la compañía de sus iguales.

Las apuestas, como bien había vaticinado Ezequiel, subían como la espuma aquella noche. Quienes habían apostado sin miramiento alguno la mayor cantidad permitida, había sido la tía de Melisa y Teodoro, junto con sus respectivas parejas.

―No entiendo cómo pueden limitarnos la apuesta, menos mal que al menos no nos dejan hacerlo como familia y sí de forma individual ―se quejaba Teodoro―. Este instituto ya no es lo que era, como cuando tú y yo estudiábamos aquí ―dijo mirando a su esposa.

―Lo sé, lo sé. No entiendo cómo hay quienes dicen que el director tiene tanta mano dura cuando es un blando que se vende a los pobres.

―Mi marido y yo pensamos igual ―afirmó la tía de Melisa, mientras que el aludido se mantuvo sin decir nada―. Oh, hija, se va a acabar el tiempo de apostar, ¡no te entretengas!

―Mamá, no pienso hacer eso.

―Claro que sí. Tu prima nos dijo que lo de hoy será inolvidable y no voy a permitir que quedemos mal. Hay muchos medios aquí presentes y quiero que se sepa que nuestra familia no es menos que otras.

―Pero nadie es menos que...

Sin embargo, la mujer interrumpió a su hija ante algo que había visto.

―No puede ser... ―murmuró mirando hacia atrás―. Mantened la calma, pero me temo que se ha colado un tipejo en la fiesta. ¿Dónde está la seguridad?

La mujer se llevó el bolso al pecho y les hizo un gesto a su hija y a la otra mujer que había allí para que hicieran lo mismo. Mientras, miraba con disimulo intentando encontrar a un superior. A lo lejos vio cómo el padre de Melisa se acercaba a aquel hombre y suspiró aliviada.

―Menos mal... Mi excuñado seguro que se hace cargo de ese individuo. No estaré de acuerdo con sus formas, porque seguro que le da algún eurillo para que se compre algo el buen hombre, pero al menos se lo quitará de en medio.

También observó como su hermana se acercaba y asintió.

―Demasiada caridad tiene mi pequeña. En fin, mejor no me meto en sus métodos porque ambos son iguales, pero el caso es que lo echen de aquí.

―Menudas formas de echarle tiene tu hermana... Cariño, nunca le pidamos ayuda a esa mujer, sus métodos me parecen... ¿Cómo decirlo? ―habló Teodoro mirando a su esposa―. Repulsivos.

―Tan solo son unos euri... ―la tía de Melisa comenzó a hablar mientras se giraba para mirar la situación cuando las palabras se le atascaron en la garganta―. Ahora vuelvo... ―susurró sintiendo que lo que decía le ardía por dentro.

Los estudiantes que habían organizado el baile, se encontraban subidos en el escenario. Melisa y Elías estaban junto al micrófono. La música fue disminuyendo su volumen poco a poco para que los allí presentes pudieran escuchar lo que estaban a punto de contar.

―Probando, probando... ―comenzó a hablar Elías comprobando que se escuchaba bien.

―Atención, rogamos un momento de silencio, ¡ay, va, mi madre! ―exclamó esto último llevándose una mano a la boca viendo como su familia salía discutiendo del lugar.

―Eh... Esto, queremos pediros un poco de atención ―habló esta vez Elías manteniendo la compostura―. Ha llegado el momento que todo el mundo esperaba, ¡vamos a anunciar al rey y la reina de este curso!

―Aunque antes quisiéramos deciros unas palabras, si nos permitís ―añadió ella mientras mantenía la compostura por lo que acababa de suceder.

―Exacto. En primer lugar, nos gustaría agradecer la gran acogida que está teniendo la fiesta, y en este caso hablo en nombre de todo el equipo que hemos hecho posible que se haga.

La gente aplaudió y hubo algunos que otros vítores.

―Sé que para mucha gente la música que hemos escogido ha podido resultar chocante. ¿Cómo un grupo de adolescentes decide montar un baile con música de otras décadas? Pues lo hemos hecho con mucho gusto, y por lo que hemos podido comprobar, ha tenido buena acogida ―comentó Melisa.

―Por otro lado, queríamos decir también unas palabras sobre el día de hoy. Esto ya no es cosa del equipo entero, más bien nuestra, de quienes estamos presentando ahora mismo. Consideramos que hoy será uno de esos días que pase a la historia en este instituto y creemos que marcará un antes y un después ―afirmó Elías con una sonrisa.

―A continuación, nombraremos al rey y la reina, quienes subirán para la coronación y dedicar unas palabras ―avisó la joven.

―Después, otra cosa que no forma parte de todo el equipo, habrá un vídeo que a más de uno no le dejará indiferente.

Gema buscó con la mirada intentando ubicar a su hermana. Sabía que su curso tenía que estar en una zona concreta para que a la hora de la premiación no hubiera ningún impedimento, sin embargo, por más que miraba, no la ubicaba.

―Mamá, ¿has visto a la nena?

―No, pero seguro que está por otro lado y con la gente que hay no nos hemos dado cuenta ―dijo Petra quitándole importancia.

La hermana de Nora llevaba razón, su hermana no se encontraba donde debería de estar, algo de lo que no se había percatado Paloma, quien miraba de reojo los apuntes de su móvil, sin prestar mucha atención a las palabras de su mejor amigo y de Melisa.

―El instituto, con sus votos, ha decido que la reina de esta promoción sea No... ¿Paloma Pérez? ―dijo Elías lleno de confusión y mirando hacia su novia con mirada interrogante.

―Sí, sí, Elías, ya suelto el móvil ―murmuró la recién nombrada mientras guardaba su teléfono en el bolso―. Espera, ¿qué? ―se preguntó al darse cuenta de que todas las miradas recaían sobre ella.

―Y el rey de este curso es... Germán, digo Germán Álvarez ―comunicó Melisa igual de confusa que el chico que tenía al lado―. Pues nada, que el rey y la reina suban al escenario ―dijo encogiéndose de hombros. 

______________________________________________

¡Hola, hola! ¿Cómo os ha dejado este final de capítulo?

¡Paloma y Germán los reyes del baile! ¿Pero cómo...?

Muchos interrogantes, podéis dejar aquí vuestras teorías.

Se ve que la familia de Melisa la ha liado en el baile, ¿qué habrá pasado? ¿Qué pensáis?

Bueno, bueno, estamos en la recta final ya... ¡Quedan dos capítulos! En principio los subiré los martes, así que... ¡Nos leemos el martes que viene!

Y muy pronto... ¡El segundo libro de la trilogía! 

Ya os iré avisando.