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Capitulo 5: Tu boda con él


Flashback

- Será mejor que duermas un poco -- decía acurrucándose en su pecho -- ¿Seiya? -- vagamente, él mustió un sonido en forma de respuesta -- ¿Qué pasa?

- Mañana en la noche no dormirás conmigo -- miraba por la ventana perdiendo su vista en el cielo estrellado -- Le he pedido a todas esos luceros que me dejen estar contigo… pero parece ser que los deseos imposibles no pueden ser cumplidos ni por las estrellas.

Serena abrió los ojos asustada, Seiya se comportaba muy extraño -- Sabes que siempre tendrás mi corazón.

No contestó, tan sólo la apartó delicadamente para después acurrucarse contra la pared -- Será mejor que durmamos un poco.

- Seiya!

- Te amo.

- Seiya mírame!

Sin inmutarse, cerró los ojos, ya había sufrido suficiente.

Fin del Flashback

Seiya mantenía sus ojos despiertos, sabía que Serena no dormía tampoco pero tocarla, hablarle o tan sólo mirarla lo haría volverse loco. Tan sólo fingió seguir dormido, faltaban un par de horas para su separación, al menos quería sentir su cuerpo junto al suyo unos momentos más…

Serena se levantó muy temprano tenía un aspecto pálido, pero sin darse tiempo para recordar la noche anterior, se metió en la regadera dejando que el agua cayera sobre sus hombros. Entendía a Seiya pero no podía hacer nada al respecto, tal vez él tenía razón y era tiempo de afrontar el presente.

Sin hacer ruido, se alistó y salió de su casa, dejando al chico en su habitación, sabía que tenía que llegar temprano o de otro modo podían ir a buscarla, y al menos hasta el último momento quería proteger y esconder a su amor prohibido.

Llegó a casa de su mamá quien la recibió amenamente y una vez todo listo, se recostó en su cama, para cuando llegaran las chicas, todas debían pensar que había pasado ahí la noche.

Kakyuu caminaba de un lado a otro, Healer y Maker no podían darse el lujo de externarle a su princesa que se sentían exactamente igual, ellas debían de ser fuertes para ella.

- No tardará en llegar -- se apresuró a decir Healer al ver el semblante preocupado de su gobernante.

- Lo sé, Healer y eso es lo que me preocupa.

- No debería, princesa -- interrumpió Maker -- Fighter es fuerte, ella...

- Perdónenme por ser egoísta con ustedes dos, mis fieles estrellas, pero en verdad no quiero que Fighter regrese…

- Princesa…!

- Si su felicidad depende de eso, preferiría mil veces que no regresara, desde que se fue acepté extrañarla, así que ahora sólo me queda confiar en los sentimientos de la princesa de la Luna…

Seiya se daba de vueltas en su propia cama maldiciéndose por ser tan débil, no podía tolerar que ese día había llegado y que su bombón ya no estaría junto a él en el momento que más la necesitaba. Por primera vez quería ser totalmente egoísta y buscar su propia felicidad, por única vez deseaba con todo su ser el poder ser él quien estuviera en el altar junto a Serena.

- Pero tenía que hacerlo, Serena… tenía que dejarte ir… -- apretó su puño contra el colchón sintiéndose miserable, pero cuando iba a volver a golpear su cama, se detuvo -- Y pensar que fue aquí donde encontré tanta felicidad… -- con sus dedos acarició el edredón que por años fue su escondite favorito por las noches -- bombón… no te vayas… -- Pero era tonto decir eso, ella en esos momentos debería estar detallando su atuendo… -- ni siquiera puedo verte con tu vestido...

Recordó las múltiples veces que le pidió que lo dejara ir, pero al final de cuentas, la noche anterior había terminado por pedirle que no fuera o de otro modo podría cometer una tontería.

Cerró los ojos, sabía lo que debía hacer…

- Poder de lucha estelar… transformación!

Serena se miraba en el espejo, preguntándose qué pasaría, no tenía la más remota idea de lo que la vida le traería a partir de ese día, desde que despertó, todo comenzó a cambiar a pasos agigantados, y lo peor del caso es que estaba destinada a no tener opción de negarse a su futuro.

Suspiró, ya no había lágrimas, se había mentalizado para no mostrar debilidad, no mostrar su sufrimiento. No quería dañar a más personas, ya había dañado demasiado a Seiya…

Se mordió el labio al pensar en él, seguramente ya se había ido a casa, seguramente mandaría sus saludos a Kakyuu y a sus hermanas Starlights. Sí, seguramente ahora mismo lo estaría perdiendo concientemente para siempre.

Pero nuevamente la única culpa la tenía su destino.

Observó que varias chicas a su alrededor terminaban de acomodar detalles, notó que sus mejores amigas habían reservado sus mejores vestidos para ese día, que incluso habían hecho ciertos sacrificios para ello, y sonrió, después de todo, muchos habían hecho mucho porque ese día fuese perfecto, ella no tenía el derecho de arruinarlo.

- Michiru! -- dijo Rei abrazándola -- En verdad luces maravillosa!

Y era muy cierto, la chica lucía simplemente hermosa, pero a decir verdad, parecía algo consternada e incluso… ¿irritada?

- Gracias, querida -- de pronto comenzó a masticar sus palabras -- Yo sí me tardé bastante tiempo arreglándome.

A la pelinegra le salió una gota en la cabeza al notar que Haruka iba vestida casual, un poco arreglada, pero simplemente normal, lucía bien, pero rompía con todo el esquema formal de los otros invitados.

Haruka sonrió burlonamente y saludó a Rei y después de que la guardiana del fuego fue a recibir a Setsuna, le susurró al oído a su acompañante -- Tal vez sea porque reservo la ocasión para después.

Y siguió su camino dejando a Michiru boquiabierta…

- Vaya, hija. Luces hermosa.

- Gracias, mamá.

Ambas miraban al suelo, no querían mirarse nuevamente, no querían reconocer en la otra la tristeza que silenciosamente se reflejaba en sus ojos.

- Perdóname… pero necesito saber si tú…

- Realmente estaré bien, mamá.

- De acuerdo, de acuerdo -- sonrió tomándole las manos -- Sabes que te amo.

Serena se aferró al regazo de su madre y apretando sus ojos pensó "Es tiempo de pensar en la felicidad de los demás"

En ese momento, iba entrando Amy.

- ¡Chicas! ¡Ya es hora! -- Serena sintió un nudo en el estómago y el color se le fue de la cabeza pero sonrió lo más natural posible -- ¡Serena!

- Estoy bien.

- Debes estarlo -- respondió su amiga mientras llegaba a su lado -- Serena, vino alguien que no tiene invitación -- la rubia la miró sin entender -- Vino Seiya.

Darien estaba totalmente listo cuando sintió la mano de Kenji sobre su hombro.

- ¿Podemos tener una pequeña plática?

- Seguro.

- Bien, seré breve. Amo a mi hija y le deseo toda la felicidad, si te ha elegido a ti es porque tú la haces feliz -- Darien sonrió -- Pero no está de más pedirte que siempre la respetes y le brindes toda la felicidad que nadie más es capaz de brindarle, por algo tú serás su esposo de hoy en adelante.

- Por supuesto que así será -- Terminó con una sonrisa y un brillo en los ojos de esperanza.

Ikuko notó el pánico en la mirada de su hija -- Serena!

- Mamá… es tiempo de ir.

- ¿Serena, qué hacemos? -- preguntó Amy

- Todo seguirá como debe de seguir.

- ¿De qué estás hablando? -- preguntó confundida -- ¿Le doy una invitación a Seiya?

En ese momento la rubia entendió la preocupación de su amiga y se tranquilizó.

- Claro -- y mirando a su mamá dijo -- Él siempre será bienvenido.

Dicho esto, vio como Amy salía mientras ella y las chicas terminaron de recoger sus cosas, era hora de ir a la ceremonia…

El trayecto fue tranquilo, Serena se trataba de mentalizar, de tranquilizarse, trataba de no pensar en ese hermoso chico que estaría viéndola mientras aceptaba casarse con Darien.

Entonces bajó del lujoso coche, su boda comenzaría en un momento.

Haruka apretó los puños y se dirigió hacia Seiya.

- ¿Qué haces aquí?

- Ni yo lo se -- dijo con el peso de la culpabilidad en sus palabras.

- Lo que sí sabes es lo que traerá por consecuencia.

Seiya temió -- No sé de qué hablas.

- Si crees que cuando Serena te mire no recordará los días, las tardes y las noches que pasaban juntos…eres un imbécil.

Seiya no pudo decir más, bajó la mirada -- Ella no quería que supieran.

- ¿Y qué hay de ti?

- Yo no importo… tal vez nunca lo he hecho.

Ahora la sorprendida era ella y apoyó su palma en su hombro -- Un hombre que le dio felicidad a mi princesa, siempre será importante -- y sonrió -- Siéntate junto a nosotras.

Seiya asintió en silencio sintiendo una gran ironía, por fin era aceptado por sus guardianas justo cuando perdía a la princesa. Fue entonces que Seiya la miró. Serena vestía una hermosa pieza con un tocado en el cabello que la hacía ver muy elegante y delicada, sus zapatillas finamente adornaban sus pies mientras que unas bellas flores se perdían entre sus cabellos dorados.

- Se ve hermosa -- escuchó decir de Michiru

- Ella siempre es hermosa -- terminó por decir mientras no podía describir la felicidad y la desdicha que lo agobiaban.

Serena paró en seco, miró a todos los presentes, lo quería ver, necesitaba buscarlo, y lo encontró. Junto a Haruka y Michiru, ahí estaba él, tan atractivo y galante como siempre, tan despreocupado, tan hermoso,…

"Seiya… pero qué dices Serena! Camina!" pero su pie no respondió, parecía estar congelado. Su vista se clavó en Seiya, después miró a Darien, quien a pesar de lucir perfectamente bien, no terminaba de ser perfecto para ella. Miró a su familia, a sus amigos, miró a sus guardianas.

"¿Y no puedo reemplazarlo? Déjame reemplazarlo!" recordó esos zafiros clavados en ella implorando su aceptación…cuando por fin daba un primer paso.

"…es tan sólo que me hubiera gustado conocerte antes, mi dulce bombón" Sintió perfectamente el estremecimiento mientras daba el segundo paso.

Darien la veía feliz mientras avanzaba, seguramente estaba nerviosa, porque sus pasos parecían temblar, así como su mirada parecía estar cristalizándose, se conmovió, deseó poder ir a ayudarla, pero permaneció en su mismo lugar.

Serena seguía mirando en ambas direcciones, reconociendo viejas caras conocidas, pudo ver a sus amigos, animándola como siempre… pero nadie como…

"Bombón!"

Tragó saliva mientras las lágrimas volvían a amenazarla con salir, sonrió fingiendo estar feliz, como odiaba haber fingido…

Serena volvió a clavar su mirada en Seiya, lo miró con reproche. Ambos sabían que él no debía estar ahí, desde su posición notó cómo Haruka apretaba los puños, cómo la gente la miraba sin entender lo que sucedía y como Darien comenzaba a impacientarse.

Sólo por eso dio otro paso más, pero sin dejar de ver a Seiya

"Darien… ¿me amas?"

"¿Por qué tan repentino?"

"Dime, me amas?"

"Veamos… se siente bien estar contigo"

Serena frunció el ceño, estaba decidida, no daría marcha atrás, miró con un dejo de desprecio a quienes siempre habrían sido sus leales amigas y guardianas. Sintió ganas de gritarles lo ciegas que habían estado, pero se contuvo y miró al frente, miró a Darien mientras seguía caminando, tenía miedo, mucho miedo de que él la mirara suplicante, que él le dijera lo mucho que la amaba o lo mucho que la necesitaba para el futuro, pero nada de eso fue dicho, él estaba en el altar ajeno a todo el martirio que ella pasaba…

Entonces recordó el dolor que sintió al pensar que Darien no estaría más con ella, cuando tiempo atrás la dejó. Sintió un vacío en el alma. Si esa ruptura le había dolido en ese entonces, en la situación actual, Darien sí la extrañaría y bastante, lo lastimaría y no quería hacer eso. A pesar de todo quería que todo estuviera bien, a pesar de todo lo había querido mucho y sentía una gran melancolía hacia su hija…

Cerró los ojos y caminó hasta llegar a la mitad del camino, era su último instante de decisión, miró hacia el frente y luego miró a su derecha, en donde estaba el cantante…

Sonrió

Seiya tenía la mirada quebrada pero aún así con esa sonrisa, recobró un poco de brillo en sus ojos. Se odió por haber hecho sufrir a la persona que más quería en la vida.

"Serena nadie se casa por compromiso!"

"No, mamá. Sólo una Reina resignada a vivir sin esperanzas" se dijo a sí misma ante las palabras de su madre pero entonces recordó sus propias palabras en su batalla con Galaxia "…las Sailors Starlights me lo dijeron, mientras no me resigne ellas siempre estarán a mi lado, si en determinado caso ellas me abandonan es porque me he dado por vencida, por eso no me resignaré… jamás lo haré"

¿Por qué tenía que dudar hasta el último momento?!

"Se fuerte, Serena… siempre has logrado vencer el miedo, siempre por el futuro, por tus guardianas, por tu amor, sé fuerte una vez más y afronta esta situación. No tienes derecho a dudar…"

Cerró los ojos y comenzó a caminar tranquilamente, había tomado una decisión.

Siguió su camino hasta llegar al lado de Darien. Él sólo sonrió.

Sin mayores preámbulos, Serena besó su mejilla y con voz suave y decidida dijo -- Gracias por ser tan maravilloso, Darien…

⭐⭐⭐

Hola!

Mmm creo que la única aclaración es que el diálogo con Darien que recuerda Serena está apegado a la versión original. Gracias a todos por su apoyo, nos veremos en el capítulo final!

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