Capitulo 4: Graduación
El chico caminaba ansioso por el pasillo, esa última semana había sido todo un infierno y ahora no podía dejar de contar los segundos para poderla volver a ver. Además había sentido una inmensa alegría al recibir la invitación para la graduación de su bombón, pero algo le decía que tal vez no fuera una buena idea que se apareciera, después de todo era un momento para Serena y las personas más allegadas a ella.
Él sabía que Serena lo había elegido pero también sabía bajo qué circunstancias lo había hecho y lo importante ahí era simplemente seguir lo establecido, no lo decidido por voluntado propia.
- ¡Kou!
- Tenoh… -- dijo el chico saliendo de sus pensamientos mientras la aludida se le acercaba.
- Vaya! Cuando la gatita me dijo que invitaría a todos, no creía que realmente fuera a todos -- sonrió -- Aunque después de todo tú hubieras estado en la lista de invitados de cualquier forma.
Seiya se paralizó, las miradas cómplices de Haruka y Michiru lo hacían estremecerse ¿por qué le había hablado en ese tono?
- Permítame, joven Kou -- decía delicadamente Michiru al acercarse y acomodar el cuello de su camisa que según Seiya había dejado perfecta. Pero al hacerlo, Michiru, susurró -- Hoy luces maravilloso, serán una pareja increíble.
La palidez del chico aumentó pero de inmediato su semblante cambió al ver a lo lejos estacionarse un coche del cual estaba seguro saldría Serena.
Y así fue, tan femenina como siempre pero sumamente hermosa, llevaba un vestido un poco entallado de color negro con un delicado escote que resaltaba sus ojos. Su cabello caía suavemente sobre su espalda descubierta, los detalles en su pelo la hacían ver encantadora. Llevaba una bolsa de mano del color de su vestido, mientras que unos finos zapatos de tacón eran el toque perfecto para su atuendo.
Detrás de ella venía su familia y las cuatro chicas que jamás la habían dejado sola.
Seiya no podía sonreir, estaba absorto ante la bella chica que tenía en frente. Por supuesto que ya la había visto con el cabello suelto, con vestidos y con un maquillaje perfecto, pero después de tanto tiempo de no verla, era simplemente la mejor recompensa para su espera.
- Hola, chicas, Seiya.
Seiya no terminaba de reaccionar cuando instintivamente la había abrazado, dejando a más de un par de ojos bien abiertos. Serena se estremeció al contacto, olía tan bien… además ese día se veía excelente… eso o definitivamente lo había extrañado demasiado.
- Te ves simplemente, bella -- decía dándole una de sus acostumbradas rosas rojas.
- Gracias -- le dio un beso en la mejilla, estaba a punto de decir otra cosa cuando su madre le dio un ligero roce con su codo -- Cierto! Seiya, quiero presentarte a mi mamá.
- Ikuko Tsukino -- decía contenta al hacer una ligera reverencia. Sonrió tristemente, Serena se veía tan feliz con ese chico…
❤
La ceremonia fue muy corta, lo irónico era la impaciencia que mostraba Serena por que ésta terminara, tal vez era porque ya quería levantarse de la mesa y tener un rato a solas con Seiya. Por suerte, Darien había tenido una guardia ese día así que por lo menos no tendría que preocuparse por él. Sus amigas estaban allí, estaba contenta de poder estar con ellas en su día, aunque la verdad era que la única razón por la que su sonrisa era amplia era por el chico que cenaba junto a ella.
- Estoy orgulloso de ti, bombón.
- Gracias, Seiya -- decía ruborizada, después de todo su mamá no sabía la forma en la que llamaba.
Pero Ikuko tan sólo sonreía.
- La cena estuvo deliciosa -- decía Kenji tomando un poco de vino -- Supongo que no tardará mucho en comenzar el baile -- decía mientras mentalmente se preparaba para disfrutar de toda la noche, no quería defraudar a su hija y quería ser un papá excelente.
- Es una lástima que no viniera tu novio, hija. Pero es una verdadera fortuna que esté aquí el joven Seiya -- la sonrisa inocente de su mamá hizo que nadie sospechara del plan que tenía en mente, haría todo por darle un poco de ilusión a su pequeña.
Serena sonrió apenada, tenía ganas de lanzarle algo a su mamá para que se callara. Tal vez no había entendido el mensaje, trataba de pensar algo para evitar que ese comentario fuera malinterpretado por las chicas pero justo en ese momento comenzó la música, era una pieza suave.
Seiya extendió su mano y sin decir más la tomó. Ambos chicos se retiraron de la mesa y avanzaron lentamente a la pista, Serena estaba feliz.
- Te extrañé, te extrañé muchísimo -- dijo mientras depositaba su mano en la esbelta cintura.
- Yo también, Seiya -- la suave caricia que le propiciaba hacía que la chica se sintiera en las nubes -- Te ves muy bien.
- ¿Eso quiere decir que en otras ocasiones no me veo así de bien? -- decía seductoramente mientras la atraía más hacia él.
- No, en pijama te ves más lindo -- decía pícaramente mientras se dejaba llevar por el ritmo.
Desde sus asientos, las chicas miraban sorprendidas a su amiga.
- ¿O soy yo o son la mejor pareja de la pista? -- decía desconcertada Mina
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Darien escribía su diagnóstico por cuarta vez mientras un par de enfermeras lo veían extrañas.
- ¿Se encuentra bien, doctor Chiba?
- Sí, sí -- decía sin entender lo que acaban de decir "Soy un estúpido" pensaba -- debí haber anticipado más esto…
- ¿Anticipar qué?
Alzó la vista y notó que se encontraba ahí su superior.
- Lo siento señor, no es nada.
-¿Qué es lo que pasa, doctor Chiba?
- En verdad no es nada. -- sonrió forzadamente -- Discúlpeme, tengo que ir a entregar esto -- tomó los papeles y salió.
¿En verdad no había ido porque no había podido? ¿O por que no había luchado lo necesario por su prometida?
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Los diálogos fueron contados entre ellos dos, más bien se deleitaban con la presencia del otro. ¿En qué momento Serena había recargado su cabeza en el hombro de Seiya? Ni idea, tampoco Seiya sabía cuando había comenzado a acariciar el rubio cabello de la chica.
- ¡Serena! Nos presentas a tu novio? -- preguntó una de sus compañeras sacándolos a los dos de su mundo.
- ¡Cómo que novio! -- decía una chica -- Es su prometido -- sonrió al ver a Seiya -- Mucho gusto en conocerte, Darien.
Seiya no sabía que hacer, era obvio que no era él, pero desmentir a la chica sería tal vez demasiado peligroso… Serena comenzó a incomodarse.
- Lo siento, pero él no es Darien -- dijo Rei indignada -- ¿O es que acaso no saben quien es Seiya Kou? No saben de música.
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Conforme el tiempo había pasado, la música dejó de ser lenta y ahora Serena se encontraba rodeada de todos sus conocidos bailando. Seiya se encontraba frente a ella, recordando viejos tiempos.
Rió.
- Y pensar que la primera vez que bailamos pensabas que era un pervertido -- decía Seiya sin que nadie más lo escuchara.
- Tal vez eso no haya cambiado mucho -- decía la rubia mientras bailaba.
No muy lejos de ahí, Haruka y Michiru bailaban amenamente.
- ¿Ya me vas a decir qué piensas hacer?
- No.
- Está bien -- dijo la chica dejando de bailar -- Iré por agua -- decía en un tono muy seco.
Haruka se acercó a ella y la tomó por el codo -- Sabes que no soy capaz de interrumpirla. No ahora -- dijo señalando a Serena.
- Se ve tan feliz -- dijo mordiéndose los labios -- ¿De verdad no podemos intervenir?
- Sólo debemos apoyarla, mientras ella crea que hace lo correcto, no podemos intervenir.
- Pero Haruka...
- ¿Querías ir por agua, no? -- dijo extendiéndole el vaso y dicho esto regresó a la pista ella sola.
- Qué pretendes... Haruka…
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- Oigan chicas -- decía Mina
- ¿Qué sucede? -- preguntó Amy
- ¿No creen que Serena y Seiya hacen bonita pareja?
- Tal vez -- dijo Rei -- Pero sabemos que Darien es su prometido y fue por que ella misma lo quiso así.
Mina alzaba una ceja.
- Rei tiene razón, aunque ella y Seiya siempre se han llevado muy bien, me alegra que haya venido -- dijo Lita
De pronto la rubia alzó un dedo al aire y con una sonrisa triunfadora gritó.
- ¿Acaso no lo ven? Ellos son amantes y se están despidiendo antes de que ella se case!
Las tres chicas abrieron los ojos y dejaron que densas gotas de sudor brotaran en sus cabezas.
- Estás loca Mina -- decían al mismo tiempo.
Sin embargo Seiya y Serena lo habían escuchado, tan sólo se sonrieron nerviosamente y siguieron bailando.
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Era tarde y Kenji estaba prácticamente dormido en su silla, Ikuko comenzaba a recoger sus cosas, sabía que cerraría el lugar pronto. Miró a su hija y sonrió, quería darle un poco de privacidad y decidió salir junto con un adormilado Kenji.
Amy lo notó rápidamente y a pesar de no entenderlo por completo dijo -- ¿Chicas por qué no salimos un rato? Hace mucho calor aquí y la recepción del lugar es bella.
Todas asintieron y lentamente se alejaron de la pareja que aún sin música seguía de pie en la pista… Mentira, de alguna manera si había música, Seiya le cantaba a Serena.
- Gracias por venir, Seiya.
- No me hubiera perdido este momento por nada.
La joven miró hacia todas partes -- Parece que todos se han ido.
- ¿No es eso bueno? -- decía sonriente
- Claro que lo es.
- ¿Ah sí? ¿Y por qué? -- decía ingenuamente Seiya.
Como respuesta ella lo besó, al principio, tan sólo rozaron sus labios pero pronto ella rodeo su cuello mientras él la tomaba por la cintura, la profundidad del contacto aumentaba a cada instante y ambos podían sentir como se entregaban el uno al otro, al menos en ese momento se sintieron libres de cualquier presión.
Seiya la hacía temblar al tocar su espalda por debajo de sus cabellos, como respuesta ella sólo aferraba más sus caricias a su rostro. Hubieran dado la vida en poder seguir compartiendo ese beso un momento más…
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Habían pasado casi 10 minutos y Haruka no notaba que su princesa saliera, se impacientó y cruzó los brazos.
- Creo que es tarde -- dijo al aire.
- Lo sé, pero Serena no sale, iré por ella -- dijo Michiru tomando su bolso.
- No -- rápidamente la tomó de la muñeca -- no importa si no nos despedimos, la veremos mañana -- y dicho esto la tomó del brazo y comenzó a despedirse de las chicas.
- ¿Me puedo ir contigo Haruka? -- decía Lita -- Creo que es algo tarde para regresar sola a casa.
- Por supuesto -- respondió Michiru, pues Haruka parecía estar absorta en sus pensamientos.
❤
Por fin Serena pudo controlarse y separarse de Seiya con una sonrisa mientras él le robaba un último beso.
- Eso estuvo muy bien -- decía el chico aún embelesado por el contacto anterior.
- Lo sé, tan bien que ya no hay nadie -- dijo Serena cambiando su expresión de alegría a temor -- ¿Dónde están todos?
- Vamos a buscarlos.
Al salir encontraron que no había absolutamente nadie en la recepción, ni siquiera en la entrada.
- Creo que mamá me abandonó.
- Eh.. ¿usted es la señorita Tsukino? -- decía un hombre algo acabado, seguramente encargado del salón.
- Sí, soy yo.
- Su madre me pidió que le dijera que tenía que ir a dejar a sus amigas a casa, que mañana la iría a visitar temprano.
Serena iluminó su sonrisa -- ¡Gracias! -- y tomando de la mano a Seiya se dirigieron hacia su coche.
- ¿Eso quiere decir que…? -- comenzó el chico.
- Eso quiere decir que volveré a verte en pijama.
⭐⭐⭐
Hola!
¿Qué les digo? Este capítulo no estaba contemplado, pero no me pude resistir a escribir un momento así entre Seiya y Serena! Tómenlo como un ligero bonus a la historia.
Por cierto, pueden imaginarse a Seiya en la pijama que ustedes quieran, aunque en lo personal he pensado alguna cosa muy graciosa... aunque no tanto como el disfraz de oso...
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