Capítulo 1. Lapizlásuli Y Peridot
Era un día soleado hermoso. Estaba sentada mirando desde la ventana del curso a los pájaros que trinaban sobre un árbol de roble y debajo de ese mismo había un perro ladrándoles.
Pronto vendrían las vacaciones de invierno y podría descansar de los exámenes y de todos a mi alrededor.
-¡Peridot! ¡Oye, Peridot! ¿Sabes? ¡Ha venido una nueva estudiante! -dijo Perla mientras corría hacia mí.
Ella era mi única amiga por así decirlo, pues ella no me agrada del todo, pero con el tiempo me acostumbraré a su presencia a veces irritante.
-Llamando a Tierra a Peridot -dijo pasando su mano derecha delante de mis ojos.
-Oh sí, lo siento -me había quedado tildada-. ¿Cómo es su nombre?
-No, aún no lo se. ¿Quieres ir a verla? Se encuentra en la puerta de salida. Si es que quieres ir.
La verdad es que yo no me intereso mucho por los nuevos. Prefiero estar sola, yo sé cómo cuidarme y hacer las cosas, no necesito a nadie más.
-Peridot, ¿vamos? -me insistió.
-Sí, vamos.
Me levanté del banco para ir detrás de Perla pero me detuvo con su brazo firme delante de mi torso.
-¿Acabas de aceptar? Casi nunca te interesan estas cosas.
-Bueno, es que quizás estoy muy aburrida como para seguir mirando hacia la ventana sin hacer nada.
Fue ahí cuando rápidamente ella tocó mi hombro diciéndome: "tú las quedas" y salí corriendo hacia fuera del curso, olvidando lo que habíamos dicho.
-¡Perla! ¡Ven aquí, maldita!
Iba corriendo por el pasillo casi tan rápido como ella para alcanzarla pero entre medio nuestro se cruzó una figura que no logré ver bien y fue demasiado tarde. Ya me había chocado contra ella.
-L-lo siento, yo.. no venía mirando y te choqué, qué torpe... -dije mirando al suelo, estaba avergonzada.
-No, está bien no te preocupes fue un accidente -alargue la mano hacia ella para que se levantara.
-Gracias. Quisiera quedarme a charlar, pero tengo que ir a la clase A. ¿Sabes dónde está?
-reí- Qué coincidencia, yo también soy de esa clase, ven vamos juntas.
-¡Gracias otra vez! -dice ella con una sonrisa en sus labios-. Tenía vergüenza de perderme antes de encontrar el aula a tiempo, es que soy nueva y no sé muy bien cómo funciona este lugar -dijo con las mejillas algo rojas.
-Qué bueno que te encontramos entonces -dije rodeándola con mi brazo.
-¿Encontramos?
-Sí, mi amiga y yo estábamos jugando a "tú las quedas", pero lo primero era venir a conocer al nuevo estudiante.
Justo venía Perla corriendo hacia nosotras.
-¡Hola! Tú debes ser la nueva. ¿Cómo te llamas?
-Me llamo Lapizlásuli, pero pueden decirme Lápiz.
En ese momento tocó el timbre así que tuvimos que ir todas a clases.
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