9: Propósitos
9: Propósitos
— ¡No es cierto eso de los héroes, tu sólo tienes ideas estúpidas!
No había entendido la actitud de ese niño, ni su persistencia al decir que todos morirían, hasta ahora.
Cuidado…
¿Qué?
¡Cuidado!
— Van a resfriarse si se duermen aquí — Dijo una voz femenina y sentí una mano moverme suavemente.
¿Aquí? ¿Aquí dónde?
Abrí los ojos de a poco, parpadee varias veces por la luz de la mañana y me senté de a poco. Una joven mujer de cabello castaño estaba frente a mí. A mi lado, Naruto seguía dormido.
[…]
— ¡Naruto, ya es tarde. Puedes seguir mañana’ttebane! — Dijo desde el césped. Ni siquiera se digno en alzar la mirada de la corona de flores que hacia, puesto que ya conocía la respuesta.
— ¡Aún no me iré, tengo que lograrlo antes que Sasuke! — En ese momento, cayó de pie del árbol — Si quieres puedes irte’ttebayo.
— No me voy hasta que tú no te vayas, podrías quedarte sin chacra y morir, al menos déjame quedarme para ver si puedo resucitarte— Shinsei suspiro mientras veía a Naruto volver a subir — Entiendo que quieras superarte, eso es genial, pero, ¿Cuál es tu manía por superar a Sasuke? — Cuestionó en un susurro.
— ¿Dijiste algo?
— Para nada.
[…]
— ¿Quién rayos eres tú? — Preguntó Naruto mientras se sobaba uno de los ojos, más al ver el rostro de la chica se sonrojo un poco. — Oh, digo, hola. ¿de dónde vienes? Digo, ¿Qué estás haciendo por aquí tú sola? Y cosas así
Shinsei miro con los ojos levemente entrecerrados al rubio y la castaña, más suspiro suavemente sin tomarle mucha importancia, estaba algo adormecido en ese momento.
Habían pasado unos días desde que se habían besado. Los primero dos días fueron difíciles, pero pronto Shinsei fingió que nada ocurrió y Naruto le siguió, volviendo a ser los mismos amigos de siempre, sin tocar ni una vez el tema.
— Estoy recolectado hierbas
— ¿Hierbas? — Pregunto Naruto mientras que Shinsei se acariciaba el estómago, tenía hambre
— Si, así es. Son para sanar enfermedades y curar heridas.
— Comienzas a trabajar temprano, ¿No es así? — Dijo sonriendo suavemente el azabache, Naruto se sentó a su lado y comenzó a arrancar las hierbas.
— Así es, pero no esperaba encontrarme a alguien durmiendo aquí en el bosque — Los Uzumaki rieron un poco mientras seguían con la ayuda.
— ¡Estoy entrenando’ttebayo!-Exclamó el rubio y Shinsei se encogió de hombros mientras se acomodaba la chaqueta.
— Yo vine a ver que no se muera por gastar chacra, o algún oso hambriento. — Bromeó el doncel, riendo un poco.
— Uhm, así que son ninjas, puedo notarlo por sus bandas o, ¿es solo algún tipo de una moda?
Las mejillas del rubio estaban algo rosadas, cosa que Shinsei veía algo curioso — ¿Ya la viste? Muy bien, solo los ninjas súper geniales pueden usarlas’ttebayo.
— Uhm, ¿En serio? Ya veo, es muy impresionante — La voz calma y algo dulce de aquella mujer le hacía relajarse, pero había algo que no le gustaba, aunque no sabía bien que era — Pero… ¿Significa que están entrenando para algo peligroso?
— Solo estoy mejorando mis habilidades para hacerme más fuerte — Dijo algo eufórico mientras acomodaba su banda.
— Sí, creo que yo debería de estar haciendo lo mismo’ttebane — Dijo recordando los ejercicios asignados por Kakashi.
— Ya se ven muy fuertes, ¿No es suficiente?
— ¡No, debo de ser más y más fuerte! Debo seguir practicando.
— ¡Ah si? ¿Y por qué es eso tan importante?
— Porque así podré convertirme en el ninja más fuerte de mi aldea, entonces todos van a conocerme y a respetarme — Exclamó Naruto, Shinsei por su parte se quedó observándolos en silencio — A demás de que hay cierta persona a la que debo de probarle algo’ttebayo.
— ¿Entonces haces esto por cierta persona? ¿O haces esto por ti? — Aquella castaña había preguntado lo que Shinsei había querido saber todo este tiempo.
¿Por qué lo haces exactamente Naruto? ¿Es por ti? Y sino es solo por ti, ¿Por quien más?
— ¿Eh? – El rostro de confusión del rubio logro un par de risitas por parte de la castaña — Hey, ¿Por qué te ríes? ¿Qué es tan gracioso?
— Acaso… ¿Hay alguien apreciado por ti?
— ¿Apreciado? Espera amiga, ¿a qué te refieres con apreciado? — El rostro de aquella mujer se puso algo serio, como si recordara algo. El azabache miraba atentamente a ambos, no era más que un espectador en esa charla.
¿En que estará pensando?
— Sabes… Cuando alguien tiene a alguien a que quiere proteger, se hace genuinamente fuerte — Dijo finalmente con una sonrisita.
— Alguien… A quien quiera proteger — Susurró el azabache después de estar mucho tiempo en silencio.
— ¡Aléjense de ella! Ya está demasiado cansada, si siguen así acabarán por matarla — El pequeño pelirrojo se puso frente a Karin, la chica había pasado una jornada muy extensa en su “trabajo” en el hospital de la aldea de la hierba.
La pelirroja estaba llena de mordidas y su cuerpo temblaba, debilitado por toda la sangre que se le había sido absorbida, y tal como decía el pelirrojo, a este paso a Karin solo le depararía el mismo destino que su fallecida madre.
— Quítate del camino, niño o te matare, eres tú o ella — Dijo aquel doctor mientras intentaba nuevamente el acercarse a Karin para llevarla hacia donde estaban los ninjas heridos.
— ¡Y-Yo lo haré, solo déjenla! — Exclamó poniéndose nuevamente frente a ella. Se remango el kimono azul mientras extendía sus brazos — Somos del mismo clan, mi sangre servirá en el lugar de la de ella para curar a los heridos’ttebane. Llévenme a mí, pero por favor dejen que se recupere.
— Shin… Sei… N-No… — La débil y temblorosa voz de la niña recostada en la camilla hizo que el menor apretara los labios mientras miraba con insistencia al hombre frente a él.
Y con aquel ruego, además de el apuro que las enfermeras le daban al doctor para que llevara a cualquier Uzumaki, el hombre tomo a Shinsei del brazo para guiarlo hacia donde comenzaría su suplencia en el trabajo de su preciada amiga.
— Sí, te entiendo perfectamente’ttebayo — Dijo Naruto con una sonrisa, logrando que el azabache saliera de sus pensamientos y viera a la castaña levantarse con el canasto.
— Te harás fuerte… Muy fuerte — Dijo de repente logrando algo de la confusión del rubio, más este siguió sonriendo — Hasta luego, nos veremos algún día… — Dijo comenzando a caminar, el azabache se levantó y estiró mientras veía el cielo, ya era momento de volver a la casa de Tazuna — Oh, casi lo olvidaba — Dijo parando de repente, llamando la atención de ambos — Soy hombre.
— ¿¡Qué!?
— Wow… ¿Quién lo diría? Alguien con más problemas que yo con respecto a su género — Murmuro Shinsei viéndole alejarse de a poco, justo a su vez vio a Sasuke acercarse hacia ellos.
— Vaya, eh visto muchas cosas raras durante mi vida, pero esta se lleva las palmas — Dijo el rubio justo en el momento en el que el Uchiha se puso a su lado y le dio un golpe en la cabeza — ¡Hey! ¿Por qué hiciste eso? ¡Ya párale!
— ¿Se les olvidó el desayuno? Son unos perdedores — Dijo el azabache, por su parte el rubio río un poco, logrando un gruñido de fastidio por parte del último Uchiha.
— Buenos días a ti también, Sasuke-Dijo con cierto sarcasmo el Uzumaki de hebras oscuras antes de ayudar al rubio a levantarse — Quizás debamos de ir para comer algo antes de que sigas entrenando.
— Luego tendré tiempo de comer, ahora necesito terminar con lo que empecé — Dijo antes de comenzar nuevamente a escalar los árboles junto al Uchiha, quien se le unió poco después. Por su parte Shinsei solo suspiro con una sonrisita.
— Nunca cambian’ttebane…
[…]
— ¡Solo bromeaba, cayeron redonditos! — Exclamó Naruto desde lo alto de una rama, había simulado perder el equilibrio solo para finalmente quedar colgado boca debajo de la misma rama.
— Naruto, deja de jugar así o terminarás por caerte, y Sakura, no vuelvas a gritar, por favor, no desayunar me dio dolor de cabeza terrible’ttebane — Se quejo el azabache mientras se masajeaba levemente las sienes, quizás dormir un poco tras comer le haría sentirse mejor.
— ¡Naruto, idiota. Estábamos preocupados por ti! — Y como si su voz fuera cosa de el zumbar de las moscas, simplemente suspiro mientras se daba la libertad de apoyar su cabeza contra el brazo de su Sensei, quien le vio con lo que el supuso era una sonrisa antes de alborotar su oscuro cabello, como si quisiera decirle que tuviera paciencia.
— No sé porque tengo la sensación de que esto no acabará bien… — Dijo en voz baja el peliplata, a lo que Shinsei asintió de acuerdo. Justo en ese momento los pies de Naruto se despegaron del árbol y solo suspiro mientras cerraba los ojos. Estaba desganado, seguro Naruto podría evitar solo una caída desde esa altura.
— ¡Tenías que hacerte el gracioso, ¿Verdad!? — Oyó decir a Sakura, más tras de oír los quejidos de Naruto y no oír ningún impacto volvió a abrir los ojos, entonces pudo ver como Sasuke sostenía del tobillo a Naruto mientras permanecía pegado al árbol.
– En verdad eres un mediocre…
— ¿Eh? ¿Sasuke?
— ¡Muy bien Sasuke, eres el mejor!
— Si continuó cuerdo para cuando termine su entrenamiento, será un milagro.
— Concuerdo, Kakashi-Sensei, dattebane.
[…]
— Ahora los dos llegan tarde, nunca lo hubiera imaginado de Sasuke.
Ya era de noche y estaban de regreso en la casa de Tazuna. Ya era hora de la cena y Tsunami estaba sirviendo los platos, más aún no había ni rastro de Naruto o Sasuke, estos se habían quedado en el bosque y no los habían visto hasta entonces, lo cual de verdad preocupaba un poco, sabía cómo eran ambos y temía una posible pelea entre ellos.
— Creo que iré a buscarlos…
— No te preocupes por ellos, niña, ya están grandecitos como para tener niñera — Le dijo Tazuna a lo que el azabache no logro hacer más que chasquear la lengua mientras desviaba su mirada de la ventana.
— ¡Por enésima vez, soy hombre’ttebane!
— Y yo Mei Terumi, anda, ven a comer — Dijo el viejo a lo que Shinsei ya no sabía si solo ignorarlo o seguir discutiendo respecto a su género, más toda idea recurrente respecto a eso fue opacada por el sonido de la puerta, allí estaban Naruto y Sasuke, ambos hechos un desastre — ¿Pero qué les pasó? No me digan que pelearon.
— Ambos lo hicimos… Ambos llegamos hasta la cima — Dijo un cansado Naruto que se sostenía en un Sasuke igual de cansado, ambos orgullosos por su logro.
— Bien, avancemos. Comenzaremos mañana, ambos serán los guardaespaldas de Tazuna.
— ¡Sí! — Exclamó el rubio con una gran sonrisa en los labios mientras alzaba los brazos en señal de victoria, logrando que tanto Sasuke como él acabaran en el suelo. Ambos estaban exhaustos.
— ¡Eres tan idiota!
Todos allí presentes comenzaron a reír y Shinsei se acercó algo divertido a ambos, extendiendo ambas manos hacia ellos para ayudarle a levantarlos. El rubio no dudo en tomarla con una sonrisa mientras que Sasuke solo se levantó por su cuenta sin ver al menor, el cual simplemente rodo los ojos antes de ir a la mesa junto a todos para comer.
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®Bhabie_Blossom
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