★★Cárcel ★★

—¿Qué quieres? —pregunta Anchilee tomando asiento.

—Hola hija antes que nada —dice Apiwat—. ¿No tienes modales?

—No soy tu hija, pregunto de nuevo; ¿qué quieres? —interroga Anchilee—. Sí tengo modales, pero no tengo que ser educada contigo.

—Veo que aún hay resentimiento. Eres la única persona que podía concurrir —dice Apiwat—. ¿No me preguntas por qué estoy aquí?

—No, no me interesa —responde Anchilee mirando para todos lados—. Seguramente estás pagando por aprovecharte de mi madre hace años y luego abandonarla cuando supiste que yo venía en camino. No tiene nada de raro que estés aquí si es por eso.

—Yo… Lo siento —dice Apiwat—. Era tonto e inexperto, tenía solo 18 años casi 19 años, estaba asustado. No sabía que hacer cuando tu madre me lo dijo.

—¿De verdad me estás dando esa excusa? —pregunta Anchilee sonriendo con ironía—. Entonces aún sigues siendo un inexperto porque tengo 21 años y aún no maduras y por lo que veo ahora que estás en problemas existo para ti.

—Eres la única persona que me queda —dice Apiwat—. Necesito un abogado, no debes pagar nada, todo lo pagaré yo. Pero aquí adentro no puede conseguir nada bueno. Solo me pondrán los del gobierno y son pésimos. Claramente, no me tomarán nada en serio.

—Eres patético, me pides un favor a mí —responde Anchilee apuntándose—. Tantas veces yo te pedí algo y siempre me lo negaste. ¿Cuántos favores te pedí?

—Lo siento. Déjame enmendar mis errores hija, ayúdame está vez te lo suplico y prometo que jamás te volveré a fallar —dice Apiwat—. Quiero salir de este lugar, no he cometido ni un crimen, solo cometí el error de querer ayudar a un amigo a escapar, fui estúpido.

—¿Ayudar a un amigo a escapar? —pregunta Anchilee con sarcasmo—. ¿No es un crimen? ¡Claro que es un crimen! ¡Sí está aquí es por algo! ¡Realmente eres un estúpido!

—¡Controla tu boca! —grita Apiwat golpeando la mesa—. ¡No me grites y menos me faltes el respeto! ¡Soy tu padre!

—¿¡En serio me lo estás diciendo?! —grita Anchilee poniéndose de pies haciendo caer su asiento.

—¿Todo está bien aquí? —pregunta uno de los guardias levantando la silla.

—Sí, solo perdí los estribos unos segundos —dice Apiwat—. Lo siento hija, siéntate.

—¡No soy tu hija! —dice Anchilee sentándose—. Perdón señor guardia.

—Tranquila —dice el guardia volviendo a su lugar.

—Solo hazme este favor y prometo no molestarte más —dice Apiwat—. Me iré del país y saldré de tu vida si eso quieres.

—Solo porque quiero que salgas de mi vida. Tengo entendido que los mejores abogados son Mai y Peat —dice Anchilee—. Mai es abogado de los Suppasit y Peat de los Kanawut. Espera… Suppasit es Mew y Kanawut es Gulf… ¡Qué boba! ¿Cómo no me di cuenta antes?

—¡No! ¡Ellos no! —grita levemente Apiwat—. ¡Detesto a los Suppasit! ¡Max Suppasit me destruyo mi joyería por su estúpido Omega! ¡Él me llevó a la quiebra!

—Oh, veo que tienes algo que contar —dice Anchilee mirando sus uñas—. ¿Qué pasa con los Kanawut? No me interesa los Suppasit, seguro te lo merecías.

—Ellos tienen a mi amigo Beam aquí —dice Apiwat—. Nada de Kanawut tampoco.

—¿Qué hizo tu amigo? —pregunta Anchilee curiosa—. Nadie entra a la cárcel o mandan a alguien a la cárcel sin hacer nada. Eso sería estúpido.

—Yo… Beam trato de violar al hijo de los Kanawut, lo siguió a un baño y lo trato de violar e incluso marcar para reclamarlo como suyo, claramente también hubo agresión hacia ese joven —responde Apiwat bajando la cabeza—. Pero llegó Mew, hijo de los Suppasit y lo rescato. Mew le dio la paliza de su vida. Desde ese entonces Beam fue enviado a la aquí con muchos años de cárcel, en pocas palabras de por vida.

—¿Y esa clase de amigos tienes? —pregunta Anchilee indignada—. ¿A ese amigo querías sacarlo de aquí? ¡Ja! Es una rata asquerosa. Realmente te repito que eres un estúpido. Gente así solo arruinan a los demás. Por mí a los violadores les cortaría el miembro. Para que recuerden toda su vida su asqueroso crimen.

—Ya… Deja eso de lado, necesito un abogado bueno, pero que no sea ninguno de los dos que nombraste —dice Apiwat.

—Ríndete —dice Anchilee—. Ningún otro abogado es tan bueno como ellos dos. Solo haz buena conducta a ver si ganas algún beneficio.

—¡Argh…! Todo por culpa de ese estúpido de Beam —dice Apiwat molesto.

—No lo culpes a él. Es tu culpa por meterte con gente así —dice Anchilee—. Nadie te puso la pistola en la cabeza para tener esa amistad y menos querer ayudar a un violador. Piensa Apiwat. “Violación” Y para que hablar de querer marcar a un Beta y menos sin su permiso. Eso lo hubiera matado al instante.

—Ya fue, solo necesito salir de aquí —dice Apiwat—. Ya no aguanto estar aquí, es horrible. Busca un buen abogado para mí.

—¡Argh! Realmente me molesta escuchar todo esto y tú me pides ayuda, es como ayudar a un encubridor, porque prácticamente eso hacías. Y más encima querer ayudarlo a escapar, realmente vine a perder mi tiempo aquí. Tengo examen y créeme que si tengo un futuro y gracias a Dios no me reconociste o llevaría la vergüenza de tu apellido —dice Anchilee poniéndose de pies.

—¿A dónde vas? —pregunta Apiwat levantándose.

—Me voy, ya no quiero seguir aquí, ríndete, no hay buenos abogados —dice Anchilee—. Sí que aprende a construir un lindo hogar aquí adentro con tu violador. Tú te lo buscaste.

—¡Saldré de aquí sea como sea! —grita Apiwat golpeando la mesa—. ¡No puedo quedarme aquí! ¡Yo no hice nada! ¡Maldita sea!

—¡Cálmate Apiwat! —grita uno de los guardias.

—¡Sí no hubieras hecho nada no estarías aquí! —grita Anchilee—. ¡Adiós! ¡No me llames más!

—¡Ven aquí Anchilee! —grita Apiwat viéndola irse—. ¡Anchilee! ¡Ven aquí ahora mismo! ¡Te lo ordeno!

—Ya se fue —dice el guardia mostrando un bastón de descarga—. Vete a tu celda. Y por tu bien te calmas o te calmo y no te gustará.

—¡Odio a todos! ¡Odio este maldito lugar! —grita Apiwat volviendo a su celda—. ¡Yo no he hecho nada! ¡Muéranse todos!
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★★ Celda ★★

—¿Cómo te fue? —pregunta Beam.

—¿¡Cómo me fue de qué?! —grita Apiwat—. ¡Por tu maldita culpa estoy aquí! ¡Por tu culpa estoy encerrado en esta maldita cárcel!

—Yo no te obligue —responde Beam tirándose en su cama.

—¡Eres un maldito desgraciado! —grita Apiwat tirándose encima de Beam y sujetar su cuello—. ¡Te mataré! ¡Así realmente tendré una buena escusa para estar aquí!

—¡Su... Suéltame Im… Imbécil… —dice Beam tratando de sacarse a Apiwat de encima.

—¡Suéltalo Apiwat! —grita uno de los guardias abriendo la reja—. ¡Ayuda aquí!

Dos guardias más lo acompañan y entran a la celda y sacan a Apiwat de encima de Beam.

—¡Ya basta! —grita el guardia.

—¡Ese imbécil no merece protección! ¡Me arruinó la vida completamente! —grita Apiwat.

—Solito te la arruinaste —dice Beam sobando su cuello—. ¡No lo quiero aquí o me matará! ¡O yo lo mato a él!

—¡Desde ahora somos enemigos! —grita Apiwat—. ¡Cuida tu espalda Beam porque no dudaré en matarte!

—Iras a otra celda Apiwat, no puedes estar ya aquí —dice el guardia—. Recoge tus cosas y muévete.

—Ya escuchaste Beam, cuida tus espaldas —dice Apiwat.

—Veremos quien cuida la espalda de quien —responde Beam.

—¡Púdrete! —grita Apiwat tomando sus cosas e irse con los guardias a otra celda.

—Idiota —dice Beam sobando su cuello—. Total ya no me sirves para nada.

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