Días después.

★★ Cárcel ★★

—Wow, te ves bastante mal —dice Apiwat.

—¿Lo crees? —pregunta Beam con hematomas en su rostro y diversos golpes en su piel—. Todos los putos días tengo peleas, estos estúpidos se creen mejor que yo, me he ido ganando mi lugar.

—Es lo único que te queda hacer —responde Apiwat—. Te tengo buenas noticias.

—¿Me sacarás de aquí? —pregunta Beam—. Ya no aguanto este maldito lugar.

—Trate de ver tu caso con otro abogado y todo es imposible —dice Apiwat—. No, no hay solución.

—¿Entonces cuáles son las buenas noticias? —pregunta Beam cruzándose de brazos—. Si no me tienes realmente buenas noticias vete. No antes ilusionando estúpido.

—Que mal agradecido, soy el único que te visita y te trae cosas —dice Apiwat mostrando las bolsas—. Cómo no puedes salir estaba pensando en contratar a gente especializada que te saque de aquí, pero luego te debes ir del país y claramente cambiar de identidad y nunca más volver.

—¿Ese es tu plan? Es una cárcel de alta seguridad estúpido —dice Beam bostezando—. Realmente Max tiene que haberte dado bien duro, te mato las neuronas. Mira a tu alrededor y piensa bien si realmente puedo salir de aquí.

—Tómalo o déjalo —dice Apiwat—. Para mí te vas a pudrir aquí.

—Ok, lo tomo, haz lo que sea para sacarme de aquí —responde Beam—. Pero antes de irme del país me voy a vengar de ese estúpido Beta. Ya no me interesa ese Dominante porque jamás tendré posibilidad de ganar, pero con ese estúpido Beta todo sería más fácil, es solo un débil Beta.

—¡No empieces! —regaña Apiwat bajando la voz cuando uno de los guardias lo mira con atención y se pasea cerca—. Si te sacan de aquí te debes ir directo a un aeropuerto y no causar problemas. Ya olvida a ese Beta. Ese Kanawut tiene padres fuertes y te harían picadillo, y ni hablar de Suppasit. Ese Dominante no te dejaría ni los huesos.

—¡Tendré mi venganza! —dice Beam golpeando la mesa—. ¡Ese Beta me las pagará y luego me iré satisfecho!

—¿¡Qué ocurre?! —interroga el guardia frunciendo el ceño.

—Nada, no seas metiche Pawat—dice Beam.

—Cuidadito Beam, Ohm Pawat para ti, recuerda que tenemos un lindo lugar que podrías ir a visitar —le recuerda el guardia con burla.

—Idiota —susurra Beam—. Por esta razón quiero mi venganza.

—Si es así púdrete aquí —dice Apiwat alzando un poco la voz—. Todo debe ser perfecto, si te atrapan y me involucran yo también estaré aquí o mejor dicho destrozado.

—No seas un Alfa cobarde, no te van a atrapar y tampoco te voy a vincular, tú prepara todo, cuando salga te voy a pagar todo —dice Beam—. Solo quiero salir, ya no tolero este asqueroso lugar.

—Veré que se hace, conseguí un par de números, deberé hacer las negociaciones que corresponden —dice Apiwat.

—¡Termino la visita! —grita el guardia Pawat—. ¡A tu lugar Beam!

—¡Ya escuché! —grita Beam—. ¡Argh! No sé como un estúpido Beta me puede mandar.

—Vete callado y no hagas problemas, la próxima semana te voy a tener alguna respuesta —dice Apiwat—. Aquí están tus cosas.

—Ok, espero que sean buenas noticias —dice Beam tomando las bolsas—. Solo quiero salir de aquí.

—¡Ja! En tus sueños —se burla un guardia acercándose—. Muévete, ya estás pasado.

—Ok… Ok… —dice Beam volviendo a su lugar.

—Mucho cuidado con lo que planeas, escuchamos todo y créeme que ahora hablaré con el director para que tengas prohibido las visitas —dice Pawat.

—Qué metiche —dice Apiwat—. Ponte en tu lugar Beta.

—Prefiero ser un metiche que andar permitiendo que cometas un crimen porque lo que quieres hacer es un crimen —dice Pawat seriamente.

—Arréstenme entonces si así lo consideras —desafía Apiwat—. Oh, verdad que son simples guardias y no pueden hacer nada. Te lo repito; “Ponte en tu lugar Beta”

—Qué estúpido más ignorante —dice Pawat—. ¡Guardias! ¡Detengan a este hombre!

—¡No! ¿¡Que están haciendo?! ¡No tienes autoridad para detenerme! —grita Apiwat siendo sujetado.

—Aquí estás en nuestro territorio, aquí nosotros somos la autoridad, los simples Beta—dice Pawat—. ¡Llévenlo a una celda mientras voy por el jefe!

—¡Sí! —gritan los guardias para llevárselo.

—Estúpido, mínimo habla más bajo, así se creen inteligentes esos Alfas —dice Pawat yendo por su Jefe.

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★★Celda ★★

—Así que andas de salvador —dice el jefe de los guardias llegando—. ¿Quieres ayudar a Beam a escapar?

—¡Jamás dije eso! —grita Apiwat.

—¿Mis guardias están de mentirosos? —pregunta el jefe mirando a sus guardias—. Parece que no tengo guardias confiables.

—¡Claro que no! ¡Son unos mentirosos todos! —grita Apiwat—. ¡Todos estos imbéciles mienten!

—Le aseguro señor que eso escuchamos con mi compañero —dice Pawat acercándose—. Ese señor le ofrecía escapar al detenido Beam y también Beam decía que quiere venganza en contra del Beta Kanawut.

—¡Eres un maldito entrometido! —grita Apiwat—. ¿¡No te enseñaron a no escuchar conversaciones?!

—Por su reacción veo que todo es verdad y claramente mis guardias no van a mentir, yo confío 100% en ellos, son mis ojos y sombra aquí —dice el jefe—. Lo que quieres hacer es un crimen y eso se paga con más años que los que tiene Beam. Además, que quiere poner en riesgo la vida del joven Kanawut y usted va a perder dinero y si Beam se va claramente usted será el primer sospechoso porque es el único que lo visita.

—¡Me quiero ir de aquí! —grita Apiwat.

—No, no es posible —dice el jefe—. Eres un peligro suelto, hablaré con el juez de turno y le diré todo esto, usted se ganará unos buenos días por aquí haciéndole compañía a Beam.

—¡No! ¡No me pueden hacer esto! —grita Apiwat—. ¡Prometo que no ayudaré a Beam!

—Muy tarde, ya no se puede confiar en usted —dice Pawat—. ¿Qué hacemos jefe?

—Déjenlo aquí, llamaré al juez y le diré este caso, estoy seguro de que no lo dejará ir así de fácil sabiendo que es un peligro —dice el jefe—. Ténganlo aquí iré por el llamado y veremos su suerte. Pawat, me debes acompañar a la oficina, eres el testigo principal, ustedes vuelvan a sus labores y dos se quedan cuidando a este estúpido.

—¡Sí señor! —gritan los guardias.

—Voy detrás de usted señor —dice Pawat.

El jefe se va con Pawat mientras dos guardias se quedaban y los demás se iban a sus lugares de trabajo.

—¡Maldición! ¡Maldito Beam! ¡Por su culpa estoy en esta situación! —grita Apiwat golpeando una y otra vez la reja—. ¡Estúpidos Betas!

—Grita todo lo que quieras —se burla uno de los guardias—. Pero no gastes tantas energías, la vas a necesitar si te quedas aquí.

—¡Cállate imbécil! —grita Apiwat con sus ojos rojos de furia—. ¡Aahh!

—Ni trates de cambiar y ser un lobo, estás paredes y rejas están diseñadas para Alfas como tú, son rejas contenedoras —dice el guardia—. No somos estúpidos aquí.

—Grrr… —gruñe Apiwat dejándose caer al piso.

—Muy bien, sé un buen lobito —dice el otro guardia.

—Al final de nada le sirve ser un Alfa, yo soy feliz siendo Beta —dice el otro guardia.

—Hasta yo, así no me dejó dominar por nadie —responde el otro guardia.

•20 minutos después.

El jefe de guardia entra junto con Pawat.

—¿¡Me puedo largar?! —pregunta Apiwat con enojo.

—Te tengo unas agradables noticias —dice el jefe.

—Si son agradables son buenas —dice Apiwat—. ¡Abra la reja!

—No, son agradables porque te quedarás haciéndole compañía a tu “Amigo” hasta que se haga un juicio el día miércoles —dice el jefe.

—¡No! ¡Eso es imposible! —grita Apiwat—. ¡Todo era una puta broma! ¡Yo me voy del país! ¡No ayudaré a Beam!

—Tu broma te tiene ahora aquí, eso mismo explícalo el miércoles en el juicio —dice el jefe.

—Esas clases de bromas no son buenas —dice Pawat—. ¿Doy la orden jefe?

—Sí, yo tengo cosas que hacer, que esté bromista vaya con su amigo —dice el jefe.

—¡Ya escucharon! —grita Pawat—. Llévenlo con su amigo.

—¡No! ¡Sí me tocan los mato a todos! —grita Apiwat—. ¡Soy un Alfa! ¡Los destrozaré a todos!

—Amenazas… Siga sumando —dice el jefe.

—¡Usen el somnífero y duérmanlo! —ordena Pawat—. A ver qué tan atrevido serás.

Uno de los guardias saca un Spray y lo aplica sobre Apiwat quien cae dormido. Y rápidamente los guardias abren la reja y lo sacan para llevarlo a la celda de Beam.

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★★Celda de Beam★★

—¡Beam! —grita Pawat.

—¿Qué ocurre? —pregunta Beam—. Ya estoy libre, hice todas mis labores.

—Muy bien, pero haz un lado para tu amigo —dice Pawat abriendo la reja—. Tráiganlo.

—¿Amigo? —pregunta Beam parándose de su cama y ver a Apiwat—. ¿¡Que hace el aquí?! ¡Apiwat! ¡Apiwat! ¿¡Qué le hicieron?!

—Es un buen amigo y te vino a ser compañía hasta el miércoles —responde Pawat.

—¿¡Qué le hicieron?! ¿¡Qué mierda paso?! —interroga Beam con sus ojos rojos.

—Sin querer escuchamos una linda conversación —responde Pawat—. Al ser un sujeto peligroso no puede estar suelto planeando ayudarte a salir, ¿no lo crees?

—¡Maldito! —grita Beam.

—Déjenlo y vámonos —dice Pawat.

Los guardias entran a Apiwat y luego salen cerrando todo.

—¡Son unos malditos! —grita Beam.

—Gracias —responde Pawat y se va con sus compañeros.

—¡Idiotas! ¡Malditos infelices! —grita Beam para luego dar leves golpes en la cara a Apiwat para despertarlo—. ¡Despierta! ¡Vamos! ¡Reacciona!

5 minutos después.

—¿Dónde Estoy? —pregunta Apiwat abriendo los ojos levemente.

—En mi celda —responde Beam bebiendo agua—. Bienvenido.

—¡Tú! ¡Todo es tu culpa! —grita Apiwat poniéndose de pies—. ¡Todo es tu culpa!

—Tú hablaste demasiado —responde Beam—. No me culpes.

—¡Arruine mi vida por tu culpa! ¡Maldita sea! —grita Apiwat pateando la reja—. ¡No quiero estar aquí!

—Ya, deja de gritar, nada solucionas —dice Beam tirándose en su cama—. Descansa, en una hora más toca la cena.

—¡Ja! Lo dices tan relajado —responde Apiwat.

—Ya no se gana nada gritando o desesperándose —responde Beam—. Seguro luego estás libre. Esos estúpidos guardias solo quieren fastidiar.

—Espero... Espero que así sea —responde Apiwat golpeando levemente su cabeza contra la reja.

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