ANASTASIA

Todo fue perfecto, hasta ese día.Pero mis suegros tenían que visitarnos justo en el peor momento .

Vivían al otro lado de la ciudad, igual que mamá y papá, no nos habían visitado y tampoco se preocuparon cómo iba nuestro matrimonio_seguro daban por sentado que todo estaba genial_, por lo que nosotros no teníamos que preocuparnos por ellos.

Nuestro matrimonio no fue público por lo que solo unas pocas personas lo sabían. Otra ventaja más, no teníamos sobre nosotros algún paparazzi loco ni salíamos en revista de chismes, bueno eso creíamos. Todo estaba a nuestro favor por lo que hasta entonces yo me quedaba en el apartamento de mi amiga Sasha y John ,su esposo. Los cuales me acogieron en cuanto se enteraron que estaba buscando un lugar , tenía el dinero suficiente y no me importaba vivir sola, pero ellos me dijeron que no era necesario buscar un apartamento cuando podía quedarme el tiempo que quisiera en el suyo.

Eran mis amigos , por supuesto que me encantaba su compañía, pero no quería ser una molestia ni aprovecharme de su bondad.Aún así me aseguraron que no era para nada una carga, todo lo contrario, además Jonh me dijo que Sasha necesitaba una amiga a su lado ya que la veía algo estresada desde que dió a luz y mi compañía le vendría de maravilla. Como me insistieron una y otra vez que aceptara, me rendí y me mudé con ellos.Tal vez su apartamento no era tan grande y lujoso ,pero me encantaba ,era bastante acogedor y bonito.

Liam estuvo de acuerdo con la decisión de quedarme en aquel lugar, no teníamos porqué mudarnos juntos. Nadie sabría de aquello.Tuvimos mucho cuidado con todo.Y concordamos en que ninguno de los dos nos meteríamos en la vida del otro.Así era nuestro contrato. Seis meses de matrimonio y luego nos divorciaríamos.

No éramos amigos ni nos tratábamos como tal.Nuestra relación era puros negocios ganar ganar.Podía decir que ambos intentabamos soportarnos,pero la convivencia era otra cosa .Temía que terminara mal ,no podíamos estar más de una hora juntos,ya lo habíamos comprobado veces anteriores.
Siempre teníamos una que otra tonta discusión.Y vivir con él nos llevaría a pasar mucho tiempo juntos compartiendo el mismo espacio . Aquello no prometía nada bueno.

—¡Bienvenida!—canturreó mi amiga apenas entré al apartamento.

Estaba en la sala tirada en el sofá ,aún llevaba su pijama de piolín y su cabello oscuro recogido en un descuidado moño.Tenía un bol de palomitas, y en la TV se reproducía una escena triste de alguna película de romance.Esos eran uno de los pocos momentos que tenía para ella ya que el bebé era todo un llorón y a penas la dejaba descansar.

Levanté la mano en un saludo,suspiré y me dirigí a mi habitación con pesar.
Mis ilusiones se hicieron talco.Si no fuese por mis suegros yo también estaría allí llorando junto a Sasha por algún personaje ficticio .

Sentí como se puso de pie y me siguió
—¿Qué sucede?—interrogó al entrar detrás de mí.

— Me quedaré unos días con el imbécil de Liam—murmuré dando vueltas de un lado a otro buscando todo lo necesario incluido mi anillo de compromiso .

—¿Qué?—casi se atoró con saliva.

La entendía perfectamente, por la mañana salí decidida a terminar mi matrimonio y ahora le decía que me quedaría unos días con quién se suponía que para ese momento era mi exesposo . Sí, era de locos.

—Sus padres vendrán de visita.

—¿Sus padres?¿Por qué ahora?

— No lo tengo claro—me lanzé sobre la maleta intentando cerrarla—Por lo que Liam aplazó el divorcio —abrió sus ojos verdes aún más.

— ¿Crees que sepan algo del divorcio?

Esa sola idea me estremeció. Luego negué.Eso era imposible, no había probabilidad que supiesen .

—Espero que no —me sacudí en un escalofrío —Solo sé que es muy inoportuna su visita .Presiento que mi suegra se trae algo entre manos
—continué tirando otro montón de ropa hasta que mi maleta ni siquiera podía cerrarse , Sasha se percató de ello y vino en mi ayuda trepandose sobre ella , logré cerrarla a duras penas .

—¿Alguien más sabe que se iban a divorciar?—soltó después de quedarse unos segundos pensativa.

—¿A parte de ti y Orquídea?. Nadie. Esto era ultrasecreto. Hasta me siento mal por no decirle a Alex.—estaba segura que mi amiga no diría nada y Orquídea... bueno esa mujer era muy extraña, pero no tenía pinta de ser chismosa.Si Liam le tenía mucha confianza era por algo. Tal vez él mismo lo soltó estando borracho y ni se enteró y la noticia llegó hasta sus padres ,por lo que ahora venían a comprobar si era cierto.Lo mataba si había sido el culpable de mis desdichas.—Quizás el idiota no lo tenía todo bajo control como supuso.—mascullé con enfado creandome una imagen mental del insecto apachurrado con el tacón de mi ira
—Y ahora gracias a eso tengo que quedarme unos días fingiendo ser una excelente esposa.

—¿Tan malo sería contar la verdad?.

Negué de inmediato —No esperé estos meses solo para arruinarlo cuando falta poco para llegar al final.Decirles lo del divorcio sería empeorar la situación.—suspiré—Nuestros padres se volverán locos si se enteran. Prefiero que lo sepan cuando ya haya sucedido.Entonces ya no podrán hacer nada para detenernos.

Sasha me miró con una pizca de compasión. Ella no estaba para nada de acuerdo con eso. Siempre me animaba para que le contara la verdad a mis padres. Sin embargo las cosas no eran tan fáciles,y como hija de Anne podía decir con toda seguridad que seguir el plan de Liam  hasta el final era lo mejor. Al menos ya no me molestaban para que comenzara a trabajar en la empresa.

—Dios, Ana estás en un buen lío
—exhaló
—Cuanto quisiera poder ayudarte.

Asentí tomando mi bolso y las pesadas maletas —Lo es, pero espero que pase pronto.Y en una semana volveré a ser Anastasia Stone.—sonreí y ella me devolvió una pequeña sonrisa—Y no te preocupes hasta ahora me has ayudado mucho.—le aseguré—Lo siento. Esto fue inesperado.

—Para nada, no es tu culpa—negó

—¿Estarás bien sin mí?

—Te voy a extrañar un poco—admitió haciendo un puchero y me dió un abrazo.

—Yo también —le devolví el abrazo de oso.

—Espero que todo salga bien
—dijo al soltarme.

—Lo dudo, pero gracias.Me voy. Cuídate.

—De acuerdo, igual tú.Cualquier cosa me llamas—asentí y me fui no sin antes pasar por la habitación del bebé que dormía plácidamente en su cunita y darle un pequeño beso de despedida. Iba a extrañar sus berrinches cada noche.

Al llegar a la casa de Liam no pude evitar recordar la primera vez que fui allí. Fue cuando me le aparecí de repente para cancelar aquel matrimonio.Lo convencería de alguna manera para que hablase con sus padres y rechazara todo ,no importa que me dejasen en ridículo.Para mi disgusto él ni tuvo la descendencia de mandarme a pasar, rechazó mi petición,me llamó desequilibrada y muchas ofensas más ganándose una bofetada .Al final tuve que admitir que su idea era mejor que la mía,y aceptarla.Aún así no me contuve y le lancé un tacón por pura ira e impotencia.

El portero estaba ahí parado en la entrada, llevaba un traje negro y rostro neutro.Nos saludó con una amable inclinación de cabeza.Le devolví el saludo con emoción batiendo mis manos a penas lo vi. Liam resopló y el hombre me regaló una pequeña sonrisa.

Su casa era muy bonita aunque siempre había preferido lo sencillo y acogedor .No me asombraba en lo absoluto, me recordaba mucho a la de mis padres, en la cual viví hasta que me casé.

Tenía un recibidor, dos salones, en uno de ellos tenía muebles blancos, una tv OLED, varios cuadros de pinturas abstractas  que se combinaban a la perfección con el resto de la decoración y una bonita terraza acristalada perteneciente al mismo.

En el otro tenía chimenea , una gran alfombra enfrente y algunos sillones muy chulos. Ya me imaginaba a un viejo, refunfuñoso y solitario Liam sentado allí leyendo un periódico, con una humeante taza de café en la otra mano y maldiciendo a todos porque no son perfectos y medidos como él.Seguido a esta se encontraba el comedor con una gran mesa rectangular en el centro de este.

Me encantó su cocina ,ya me veía haciendo de las mías .Siempre quise aprender a cocinar y hacer millones de resetas nuevas .Sasha era muy paranoica y temía que hiciera un incendio en su apartamento por lo que me alejaba de su cocina y ella misma se encaraga de preparar todo.Si,me encantaba experimentar como lo hacía mi abuela.Ella desde muy pequeña me impartió mucho cariño,era mi nana ,mi amiga y cómplice de travesuras .Me consolaba , me leía cuentos para dormir ,me enseñó hacer galletas y todo tipos de dulces cuando mi madre no estaba en casa ,ya que esta decía que aún era muy chiquita para realizar ese tipo de cosas.

Al parecer alguien se encargaba de preparar sus comidas ,pero eso no sería un inconveniente.Nadie me lo iba a impedir,ni siquiera Liam.

También tenía una habitación acondicionada como biblioteca y despacho.Su habitación quedaba en el segundo piso seguida a  otras más.Era la más amplia de toda la casa con una cama king size en el centro, un par de mesitas de cristal, preciosas lamparitas de noche, un sofá de dos plasas bajo el ventanal a la izquierda desde dónde se contemplaba el jardín, dos puertas desde el suelo al techo con espejos que llevaban hasta un bonito vestidor y otra a la derecha de este que le pertenecía a su cuarto de baño.

—Es linda tu habitación —dije tirandome en el sofá—,pero le falta algo—al oírme enarcó una oscura ceja
—Quizas más colores.

—Está bien así —guardó las manos en los bolsillos del pantalón recorriendola con la vista
—Estarás solo unos días no necesita gustarte —continuó .

Bufé. Qué insoportable .

Lo otro que amé fue el invernadero .
No comprendía para que necesitaba uno si ya tenía un bonito jardín ,pero cuando entré entendí el motivo.Este estaba lleno de cactus ,bonsai y un montón de plantitas diminutas.Me enamoré desde que vi todo aquello,era como un mundo en miniatura.

—Así que eres el señor de las plantas
—me burlé acercándome a un cactus bebé.Era toda una ternurita.

De reojo me percaté que me dedicaba una mirada asesina—Me gustaría recordarte que no puedes tocar nada.

—Si ,ya claro —murmuré toqueteando aderedes un bonsai de magnolia.Solo apretó la mandíbula y no dejó de taladrarme con sus ojos. Sonreí, Liam era todo un maniático y posesivo con sus cosas.Por favor ni que fuese hacerle algo a sus plantas,
solo las quería mimar un poco.

Ya estaba planeando en mi mente comprar un montón de flores pequeñitas y abarrotar el lugar.Desde niña quise tener un enorme invernadero,y criar plantitas cual madre a su bebé. Para mi desdicha mi madre era alérgica a todo lo que me gustase.No le hallaba ningún problema a eso, ella no tendría porque acercarse allí, pero siempre imaginaba extraños encuentros donde tendría un contacto peligroso con mis plantas y ella terminaría en el hospital. En fin otro sueño frustrado. Ella me quería mucho aunque algunas veces sentía lo contrario. Era muy sobreprotectora , siempre quería manejar mi vida a su antojo como si pensara que soy muy joven para tomar ciertas decisiones.Y al final me hacía daño.

—¿Puedo poner girasoles y tulipanes?
—indagué con ilusión.

Ya me imaginaba llenando todo con mis bellas flores coloridas,
sintiéndome como la niña de las praderas .

—No—demandó mandando lejos mis sueños.—Ni lo pienses.—Pues ya era tarde.

—Que odioso —gruñí bajito y lo seguí afuera.

Secaría todas sus plantas cuando no estuviera.

Su teléfono vibró,lo sacó y al mirar la pantalla frunció el ceño . Volvió a guardarlo y me miró—Me voy—dijo de repente—Tengo que trabajar.No hagas ninguna locura.

Asentí y sonreí para mis adentros. Él no me mandaba . Yo iba hacer lo que se me antojara .