LIAM

—¿Esto era lo que tanto querías?—observo a Anastasia que está enfundada en un vestido rosa, hasta la rodilla,estilo princesas,no se ve infantil, más bien adorable,unas sandalias del mismo color haciendo un perfecto contraste con su blanca piel.

—Ja , ya quisieras—se burla después de hacer una mueca con sus gruesos labios rosas que tienen  una leve capa de su brillo favorito de frambuesa_el que siempre usa_Su pequeño rostro está sutilmente maquillado solo con una simple mascarilla para las pestañas,sombras color pastel y un fino delineado dorado —esto no es ni la mitad de lo que quiero

—Ambiciosa—murmuro negando con la cabeza , tratando de molestarla

—Te oí—me fulmina con la mirada

Sonrío levemente al ver como ignora cualquier ofensa y  se recrea en todo lo que nos rodea

Un parque de diversiones

Eso fue lo que soltó después de confirmar que estaba segura de lo que deseaba a cambio.

Solo reí ante sus palabras, sí, me asombré por un instante pero era algo que se podía esperar de Anastasia

Aunque en este momento aún sigo con duda .

—¡Vamos!—me arrastra por el brazo —¿Qué esperas ahí?

Suspiro con pesadez y la sigo

—Aquí —señala emocionada  la gran montaña rusa —primero subiremos a esta y después allá—señala otra cosa peligrosa , solo veo un gran aparato  que gira a toda velocidad donde se perciben los pies de las personas y los chillidos

¿Qué encuentran de divertido en eso?

No niego , pero tampoco la sigo.

No quiero parecer un cobarde, pero menos voy a subirme en eso y arriesgar mi vida o quedar en ridículo.

Ya es suficiente con el hecho que la acompañe

Aunque tampoco fue por mi voluntad.

Después de amenazas de Anastasia y un largo discurso de mi madre ya que mi querida esposa le había dicho que hibamos a una cita y alguna otra cosa ,que hizo que se desbordara de emoción.

—...y al carrusel también!—chilla Anastasia  devolviéndome al mundo real, emocionada batiendo su cabello dorado que lo trae suelto,solo con un pequeño lazo plateado a un costado.

Después de horas de tortura  quiero salir corriendo de este horrible lugar rosa, todo parece tan dulce y lindo pero nadie conoce todos esas partes oscuras que lleva en su interior.

—¿Qué tal si vamos a los juegos de mesas?—pregunta Anastasia comiendo su helado de chocolate mientras camina a mi lado y observa todos su alrededor como una niña—alli es más tranquilo y aburrido ,tal vez te gusten...—me detengo de golpe y ella me mira sin dejar de lamiar su helado haciendo que sus mejillas y parte de la nariz,se llenen de este —¿Qué?—levanta una ceja al verme con el ceño fruncido—yo no lo digo eres tú quien dice que prefieres cosas más tranquilas—sonrie levemente y se encoge de hombros continuando su camino

—Eres una chiquilla —murmuro alcanzandola

—Di lo que quieras—me mira de reojo—mañana no te dejaré pasar una, imbécil —sicea—Además soy una chiquilla¿Y qué?. Al menos me divierto

Apresura su paso dejándome atrás

***

—Quiero intentarlo—dice Anastasia terminando su tercer helado

—No — rápidamente niego al seguir el trayecto de su mirada

Es un local lleno de globos y piñatas, solo hay niños saltando con los ojos tapados para romper las piñatas que estan a una altura imposible de llegar.

Parece como si el dueño del local no tuviese ninguna intención de regalar los caramelos

—Todos son niños....—respondo  con desprecio — y seguro ni te dejan

—¿Quién dice?—se ofende

—Miralo siquiera se compadece de esos mocosos—levanto una ceja observandola—mucho menos lo va hacer contigo, no te dará una oportunidad

—Por eso mismo—responde aún más emocionada—vamos a darle una lección a ese imbécil por ser tan cruel—es todo una misión y ella está decidida a lograrlo—hagamos feliz algunos mocosos—sonrie dándome un empujoncito por el hombro

—No lo conseguirás con tu torpeza,te echarán sin conseguir ninguna recompensa—frunce el ceño ante mis palabras—mejor evitarse el mal rato...

—¿Qué no lo conseguiré?, ja, me estás desafiando.Pues para que lo sepas voy a ir allí y me ganaré todos esos caramelos y no te daré ninguno—sonrio al verla tan enfadada, incluso olvida que no me gustan y no voy a sufrir porque no comparta sus dulces—¡ ya verás!—grita antes de darse la vuelta y caminar con toda determinación hacia el lugar.

Después de unas cuantas palabras de desprecio hacia Anastasia, el hombre se rindió ante su insistencia y de mala gana la dejó jugar o más bien luchar por sus caramelos.

Todo parece casi imposible y más cuando el hombre decide que la dejaría solo si él elegía la piñata,y obvio que elige la más alta y más difícil de romper.

Anastasia agarra con toda determinación el bate de béisbol que le da el tipo ,no sin antes darle una mirada desafiante y su típica sonrisa maniática, haciendo que él se encoja levemente y pierda todo aire de superioridad.

Y como es un requisito cubrirse los ojos ,se saca la cinta del vestido , que envuelve su cintura y me la lanza.

—¡Vamos , muévete!—me ordena—voy a destruir ese abejorro y me quedaré sus caramelos—le gruñe con furia al hombre que no deja de observarnos con cara de: ¿De donde habrá salido esta extraña pareja ?

Le acomodo la cinta cuidadosamente sobre los ojos ,paso los extremos a ambos lados de su cabeza que termino atando en un nudo flojo.

—Listo —murmuro  al terminar

—Bien, apártate antes que te golpee—gruñe , parece más una advertencia que algún tipo de preocupación hacia mí.

Cuenta hasta tres mientras se traquea el cuello , mueve los hombros y con los ojos fijos en la piñata_o eso cree que hace_termina su cuenta dando un salto por los aires .

Empieza  a golpear a diestro y siniestro el vacío, sin acertar en ningún momento, incluso  en un momento casi me da en la cabeza ,algo que pareció  planeado,no un simple acto inocente, sin querer.

—¡Cuidado! —le grito apartándome de su zona de guerra

—¡Maldito trasto! —grita—¿Donde está?

—¡Casi lo logras!—la ánimo

—Sí, grita como porrista , tal vez me animas—ironiza con gran enojo

—Está a centímetros de tu cabeza—me burlo con todo descaro, aún sabiendo que se ha  alejado de la piñata, dirigiéndose a otra dirección

Ella gruñe fastidiada y sigue luchando por un imposible golpeando la nada y agotándose más cada segundo que pasa, con los puños apretados, el ceño fruncido y empleando todas sus fuerzas para romper la piñata en forma de abeja

—Un poco más a la izquierda—le digo sin mentirte esta vez cuando veo que lanza un batazo casi dándole en el rostro, al dueño del local—aunque ahí no estuvo tan mal—suelto una carcajada casi sin poder contenerme, al ver como él levanta una ceja y me mira con desagrado al oír mis palabras

—¡Es imposible!—chilla Anastasia frustrada , dando saltos graciosos y golpeando centímetros cerca de la gran abeja,  y alejándose otra vez a la dirección equivocada

—¡Anastasia , tú puedes!—le grito casi sin poder respirar ,no recuerdo cuando fue la última vez que me había reido tanto.—¡Gira un poca a la derecha!

—¡Dichoso insecto,me frustras!—suelta ,y me pregunto si habla conmigo o con la piñata

—¡Vamos, no te rindas casi lo tienes! .Un pasito más y es todo tuyo

—Deja de decir tonterías—se detiene frunciendo el ceño y apuntando a un hombre que está entre el tumulto de personas que se han reunido a ver tal espectáculo. Río al verla y prefiero quedarme callado y no corregir su error ,de todas maneras ella no se dará cuenta—Que si la derecha , que si un poco a la izquierda, que un paso adelante, que gire .¿Qué crees que es esto?—pone sus manos en las caderas aún regañando al inocente hombre—¿Una clase de baile? ¡Pues hazlo tú si eres tan listo!

—Está bien, te ayudaré— suprimo mi risa evitando que el próximo golpe sea dirigido a mí—pronto conseguiremos esos caramelos—digo casi en burla

Me situo a su espalda, poso  mis manos sobre las suyas encima del bate rosa , sintiendo su perfume de flores colarse por mi nariz y su cabello hacerme cosquillas en la mejilla,  lo aparto a un lado y después, con todas mis  fuerzas, la guio hasta golpear la piñata y romperla.

Al sentir el gran estruendo de los caramelos callendo Anastasia me empuja sin piedad ,lanza el bate lejos y se saca la cinta de los ojos a una asombrosa velocidad para lanzarse por sus caramelos.

—¡Te lo dije!—le grita al dueño del local que  no espera que tal  mujer ignorante _como seguro piensa_lograra tal cosa y está obviamente disgustado por lo sucedido, todo lo dice su ceño fruncido,su hosca mirada ,su labio crispado , sus manos echas puños y está más decir que no deja de gruñir que somos unos tramposos  aprovechados... —¡Vengan mocosos!—llama ella a los niños que minutos antes habían intentado lo mismo—¡vamos a comer todos estos deliciosos caramelos !

Sonrio al verla  ,tan alegre compartiendo los dulces con los pequeños , dice no soportarlos pero esta disfrutando terriblemente el momento a su lado pelliscando mejillas y revolviendo cabellos mientras los ve deborar los dulces.

Ese simple acto es suficiente para que una  agradable sensación se  instale en mi pecho y me arranque uno que otro latido a mi corazón.

Solo verla allí tan feliz y llena de entusiasmo me  recuerda  nuestro pasado y por un instante la idea de volver a vivirlo no me parece loca ni desagradable.

—¿Qué haces allí?—Anastasia  me llama desde el suelo aún con una sonrisa en sus labios—¡Ven aquí  y ayúdame!

Asiento esta vez al instante, sin rechistar y me pongo ayudarle.