Mi corazón seguía latiendo con fuerza mientras Anna soltaba carcajadas limpias, esto me perseguiría de por vida.

—¡Ese fue el grito más agudo que he escuchado en toda mi vida, tío Jer!

Afuera en el jardín se encontraba la fiesta de Sussie, solo que para encontrarla tenías que pasar a través de los aterradores monstruos de la casa. Anna seguía riéndose por mi grito nada masculino, pero en mi defensa, no había cosa que me aterrara más que un payaso.

Cuando tenía cinco años mamá creía que era buena idea llevar un payaso para mi cumpleaños, solo que al parecer este payaso no había sido muy profesional, para empezar, se comió mi pastel de cumpleaños, luego en una de sus dinámicas me empujó tan fuerte que terminé con la cabeza rota. Quedé traumado de por vida.

—Te escuchaste ridículo—Anna seguía riéndose a mi costa mientras que yo buscaba algún rostro conocido.

—Tú no sabes lo que los payasos hicieron en mi infancia, Anna.

—¡Quiero escuchar esa historia!

Jamás, si mi pequeña y malvada sobrina descubría mi terror amanecería a partir de ahora con una máscara de payaso a un lado de mi cama. No le daría un arsenal para que me provocara un infarto.

Suspiré de alivio cuando vi a Jethro con el disfraz más ridículo que había visto en mi vida. Sabía que Sussie y el tenían una cosa especial por la navidad, después de todo se conocieron en nochebuena mientras Sussie llevaba un traje de elfo, pero ver a la chica de Jethro con una réplica de aquel traje de elfo y al pobre Jethro con un disfraz del Grinch era una cosa bastante bizarra de ver en Halloween.

Al menos Anna podría reírse de otra cosa y olvidar la escena con el payaso.

Tomé a Anna—quien aún reía faltándole el aire en algún punto—, para acercarnos hasta Jethro.

El Grinch se percató de nuestra presencia y nos hizo algunos gestos con su mano.

Al lado de la Sussie elfo, un tipo bastante parecido a la chica—por no decir con la misma cara de ella—, estaba a un lado de ella vestido de chef, solo que el traje estaba lleno de sangre, como si se hubiese encargado de matar a alguien antes de venir a la fiesta, él iba de la mano con una bonita chica disfrazada de alguna envoltura de una golosina, cuando leí Ferrero Rocher en su cintillo aplaudí mentalmente a Jethro y a Sussie porque no eran los disfraces más extraños de esa noche.

Casi me detuve cuando noté a la chica calabaza en el círculo, estaba un poco más apartada, hablaba con el Ferrero Rocher sobre alguna cosa, no se percató de nosotros hasta que Anna jadeó con fuerza.

—¡Te lo pusiste!

—¿Anna? Wow, no sabía que vendrías. ¡Te ves genial!—Exclamó la chica sonriente, levantó la mirada a mi disfraz por un momento aguantándose las ganas de reír—. Veo que Anna hizo un buen trabajo contigo, Jeremi.

—Quizás deba agradecerte, después de todo tu diste la idea.

—¿Se conocen?—Jethro miró entre nosotros, ambos asentimos.

Pero Anna fue la que respondió.

—Conocí a Astrid en el super, me ayudó a elegir el mejor colorante para que mi sangre se viera real. Y hace unos días no las cruzamos en el centro comercial, yo elegí su disfraz y ella propuso que tío Jer fuera un zombie.

Las presentaciones vinieron después. La chica Ferrero Rocher y el chef eran pareja, siendo este último el mellizo de Sussie. No tenían que decírmelo, su rostro había gritado aquel hecho. Astrid era amiga de chica Ferrero Rocher, alias Makayla.

El mundo era bastante pequeño.

Todos estaban encantados con la facilidad de Anna en integrarse a la conversación, pero fue Sussie quien la tomó de la mano minutos después y le propuso presentarle nuevas amigas, Anna no estaba muy convencida sin embargo aceptó.

Miré un poco reocupado como la calabaza diabólica y el elfo se alejaban hasta la otra esquina del jardín, donde una pequeña brujita y una mariposa con un ala rota estaban tomando una especie de ponche infantil.

—Estás un poco verde y no es el maquillaje —señaló Jethro observando fijamente mi rostro—. Ella va a estar bien, estamos hablando de Anna.

—Me preocupan más tus sobrinas que Anna.

—Las sobrinas de Jethro se defenderán, son bastante alborotadoras, puedo asegurártelo—dijo John, el hermano de Sussie—, además, será aburrido para Anna estar entre adultos.

—Creo que ella se iba a sentir cómoda con nosotros de todos modos—Astrid se encogió de hombros, pero sus ojos estaban fijos en Anna—. De igual manera es bueno que ella se relacione con chicos de su edad.

Anna miraba con curiosidad el ala rota del disfraz de mariposa de la sobrina de Jethro, ella le preguntó algo a la niña mientras señalaba el lugar, al parecer le había gustado la respuesta de la niña.

—Ojalá fuera tan sencillo hacer amigos a esta edad. Antes solo tenías que decir, ¿quieres jugar conmigo? Y después se convertían en mejores amigos hasta que te ibas del parque y más nunca veías a tu mejor amigo de un minuto en tu vida—comentó Makayla y le di la razón —. ¿Ahora? Tienes que asegurarte que el signo zodiacal de cada uno sea compatible, sino será un desastre de amistad.

Quise acercarme a Astrid durante toda la noche, pero su amiga, el Ferrero Rocher no la soltaba.

Me quedé en una esquina de la fiesta, niños, adolescentes y adultos abarrotaron el jardín de Sussie en el transcurso de la noche. Ya no era el Jeremi de hace unos años, el que podía festejar olvidándose de todo, ahora mis ojos estaban fijos en Anna, en como hablaba sin parar con las sobrinas de Jethro. Después de todo no había sido mala idea traerla esta noche, estaba pasando un buen cumpleaños.

—No quiero imaginarme cómo serás cuando seas papá —Jethro apareció nuevamente a mi lado extendiéndose un vaso, lo tomé y di un trago pensando que era ponche, de inmediato arrugué mi rostro al sentir el sabor del whisky en mi boca—. Necesitas relajarte.

—¿Y crees que me relajaré estando borracho?

—No, pero quizás te anime un poco—Jethro miró hacia las niñas sonriendo encantado—. Sabía que mis sobrinas serían buena opción para Anna.

—Lo que le dijeron para que mi sobrina se quedara al parecer a ella le encantó.

Jethro desvió su mirada de las niñas para mirarme.

—¿Qué tal fue el asunto del pastel de la princesa, Anna?

Tardé un minuto en responder.

—Anna fingió que amó a la princesa en el pastel. Era de chocolate y tenía fresas—hice una mueca, Jethro alzó su ceja—. Anna odia las fresas.

—Tu hermana cada vez se supera más y más.

—Solo estuvo hora y media con Anna, después solo se fue. Discutí con ella, me enojé porque Jenna no quiere ser mamá a tiempo completo.

Jethro guardó silencio, solo dio un sorbo a su bebida, lo imité.

—Sussie preparó algo para Anna—dijo cambiando el rumbo de la conversación—, tiene mucho chocolate, crema pastelera y mucho fondant naranja. Sígueme.

Casi me niego a entrar de nuevo a la casa, no quería cruzarme con aquellos chicos de payaso.

—La mamá de Sussie les pagó muy bien—me explicó él luego de preguntarle en dónde había conseguido a los chicos que hicieron parte de la casa embrujada—. Mi suegra ha querido esta fiesta desde hace unos tres años atrás cuando lo vio en una película de Netflix, Sussie finalmente dijo que la ayudaría.

—Tu suegra también es una lunática como tú novia.

—Me he dado cuenta de que los lunáticos son más divertidos que los cuerdos.

Jethro abrió la nevera para sacar una enorme calabaza naranja, pero no era solo una calabaza, era un pastel de cumpleaños. Una vela del mismo color estaba insertada a un lado con el número ocho mientras que en la base las cuatro letras, Anna, estaban hechas de fondant. Lo miré boquiabierto.

—¿Qué es...?

—Eres lo más cercano a un amigo, Jhon también lo es, pero tiene que serlo, después de todo es mi cuñado, tú, por el contrario, soportaste mi comportamiento gruñón en la oficina y sin embargo me aceptaste. Además, Anna es genial.

—Eres increíble, Jethro.

—¡Te estás llevando todo el crédito! ¡El pastel lo hice yo!—Anna entró detrás de nosotros con los brazos entrecruzados.

Podría jurar que las orejas puntiagudas de Sussie estaban enrojecidas al igual que su rostro. Me reí y la acerqué a mí para abrazarla.

—Gracias, Anna va a amarlo.

Se nos juntó el ganado *-* ¿No es lindo volver a leer a nuestros chicos Jota? Sí, los llamaré ahora de esa manera, los chicos Jota jajajajaja

Este capítulo está dedicado a Isa <3 Muchas gracias por tu apoyo.

Nos estamos leyendo :)