27 de diciembre de 2020.

La hermana de Jethro parecía encantada cuando llevé a Anna a su casa, incluso más que la propia Anna quien estaba feliz de poder compartir la tarde con su mejor amiga. Había llamado a Jethro luego de que Anna Parker se comunicará conmigo, él habló con su hermana y lo arreglamos, de esa manera Anna no se quedaría sola.

Por lo general Astrid siempre estaba ahí cuando no podía cuidar de Anna, pero esta vez Astrid estaba muy lejos de ahí.

Conduje un poco nervioso de lo que escucharía hoy, Anna no me había dado demasiados detalles, solo dijo que era urgente vernos en persona. No confiaba en ningún Parker, pero Anna era la más decente de aquella familia, no confiaba en ella tampoco, pero le daría el beneficio de la duda.

Cuando entré en la cafetería fui directo a la chica de los patines y cintillo de año nuevo. Sussie sonreía a un cliente luego de darle un plato con galletas y leche. Al levantar la mirada y verme en la entrada se acercó patinando hacia mí.

—¡Jeremi! Es bueno verte.

—Es bueno verte a ti también, Sussie.

—La mujer ya llegó —arrugó un poco su ceño y me señaló con la barbilla hacia Anna—. Jethro fue bastante misterioso con respecto a esa mujer, ¿es una ex novia perdida?

Fingí un escalofrío.

—Dios me libre de eso, Sussie.

—Me alegra escuchar eso, no quisiera molestarme con el único amigo del Grinch, después de todo un pajarito me dijo que el mejor amigo del Grinch invitó a salir finalmente a la mejor amiga de cupido—Sussie tenía una manera bastante peculiar de hablar, pero eso la hacía ver encantadora—. Si llegas a herir a Astrid, Makayla lo más seguro es que te busque hasta el fin del mundo y te la corte. He visto a Makayla enojada, Jeremi y da bastante miedo.

—Gracias por la advertencia, elfo—la llamé por el apodo con la que la trataba Jethro, ella sonrió.

—Jethro llega a escuchar que me llamaste elfo y...

—Adivino—la interrumpí —, me buscará hasta el fin del mundo y me la va a cortar.

—Por eso adoro que seas amigo del Grinch, Jeremi, hablas el mismo idioma que yo.

Besó mi mejilla y la observé irse patinando hasta otro cliente. Sussie era completamente el polo opuesto de Jethro, tanto que me hacía pensar como esos dos habían acabado juntos, sabía la historia, sin embargo, no pensé que duraría demasiado. De igual manera me ponía contento que Jethro consiguiera a alguien que lo hiciera feliz.

Caminé hasta la mujer de cabellera rubia y gafas oscuras, alcé mis cejas al verla con aquellas gafas gigantes dentro de un establecimiento, pero Anna Parker era así, fría, siempre correcta, un poco calculadora. Me pareció una de las mujeres más bellas que había visto en mi vida la única vez que la vi en persona. Ella estaba igual, solo que más madura, con más experiencia.

—Jeremi Kosh.

—Anna Parker.

Forzó una sonrisa, pero pareció más bien una mueca. Señaló el asiento frente a ella invitándome a unirme a ella por lo que me senté.

—Te preguntarás por te cité con tanta urgencia.

—La verdad es que no, después de todo tu padre le envió una carta a mi hermana prácticamente amenazándola con que le quitaría a su hija—Anna se tensó y después se removió en su asiento.

—No fue mi padre, Jeremi.

—¿En serio? Gracias por darme más material para tenerla, ella pertenece aquí, no la mereces Jenna, nunca la has merecido—recité la carta que había recibido mi hermana hace semanas, después de todo se había grabado en fuego en mi interior—. Son las clásicas palabras de Isaah Parker.

—Pero no fueron escritas por él, mi padre murió hace seis meses, Jeremi—Mi corazón se aceleró. ¿Isaah Parker estaba muerto?—. Sufrió un infarto, mi madre por su parte desarrolló una depresión feroz, el mes pasado intentó suicidarse.

Más noticias impactantes que me robaron el aliento. Finalmente, Anna se quitó sus gafas oscuras y pude ver sus ojos inundados en lágrimas y sus ojeras profundas.

—Mi padre no fue un buen hombre, tampoco un buen padre, pero fue un excelente catedrático. Mi madre tampoco es una buena persona, mucho menos una buena madre, pero era un excelente médico.

—¿Era?

—Luego de su depresión no pudo seguir trabajando, sus colegas la rechazaron como la peste. Ella fue quien escribió la carta. Perdió el rumbo, Jeremi y ahora quiere a la niña—La voz de Anna tembló un poco, inhaló profundo y se recompuso—. No sabes el infierno que vivimos desde pequeños. Seth fue la desgracia de mis padres, yo fui la hija prodigio que no quería tomar ese lugar. Algunas veces me pregunté qué habría pasado si Seth hubiese sido el inteligente y yo la chica promedio.

Todo este tiempo me habló sin mirarme a los ojos, siempre viendo hacia la punta de mi nariz.

—He intentado hacerla cambiar de opinión, pero no lo hará. Recibirás una carta pronto, exigirá la custodia compartida de la niña.

—¿Compartida?

—Ella solo quiere verla crecer—se encogió de hombros con indiferencia, pero su voz seguía temblando—. No puedes permitir que eso pase. Mi madre es una bomba de tiempo, pero tiene conexiones, unas muy buenas conexiones y ella sigue aquí por lo tanto no puedo revelarme a sus deseos.

—¿Por qué no? Es más que obvio que no quieres que Anna caiga en las manos de tu madre.

La mujer sonrió al escuchar el nombre de su sobrina, una lágrima hizo su recorrido por su mejilla.

—¿Cómo es ella?—peguntó.

Me debatí en si debía contarle algo sobre Anna, pero al no ver un mínimo de maldad sobre ella tomé la decisión de hacerlo.

—Es inteligente, cariñosa, a veces me saca de quicio, es maravillosa.

—Ella es como una luz brillante, ¿no? Siempre encuentras el confort en ella—asentí y ella seguía sonriendo, esta vez con añoranza—. Mi madre solo va a apagar esa luz, Jeremi, los Parker desde que nacimos solo hemos sido un acumulo de oscuridad.

—Ella dijo que quería conocerte —Anna se sorprendió, incluso yo lo hice, quizás solo quería reconfortar a la perdida Anna Parker.

Anna tomó un sorbo de su café y se recostó el respaldar de su silla.

—Por el bien de la pequeña Anna, jamás dejaré que me conozca—respondió bastante decidida—. Escúchame bien Jeremi, consigue un buen abogado, tienes que estar preparado, ella hará su jugada en cualquier momento.

Anna tomó su bolso y de ella sacó tres sobres gruesos y una carpeta, los dejo sobre la mesa y me los extendió.

—Con esto Anna es intocable, no le podrá hacer daño—se quedó en silencio y antes de que pudiera hacer una pregunta habló—. Jenna jamás lo perdonará, sé que tú tampoco, pero Seth lo intentó, solo que su cabeza estaba demasiado jodida, Jeremi.

—¿De qué hablas?

—Habría querido tener un Jeremi mientras crecía, Anna tiene la fortuna de tenerte.

Y sin más se levantó de su asiento y sin despedirse salió del local.

Para año nuevo encontraron a la prestigiosa Anna Parker colgada en su despacho en Londres. No dejó una nota de despedida.

Su despedida fue dejar aquellos papeles en su poder y proteger a su sobrina de su propia familia.

Te quiero Anna Paker, gracias por hacer lo que hiciste <3

Entramos en la recta final de la historia, falta poco wiii

Y también falta poco para Halloween :) ¿Alguno se disfrazará?

Nos estamos leyendo x