Mañana.

Cuando Jethro llegó con Anna y Astrid al hospital estaba sorprendido, no por su presencia o la de Anna, había llamado a Jethro a primera hora y le había pedido el favor, estaba sorprendido por ver a Astrid ahí.

Anna corrió a envolver sus pequeños brazos en mi cintura. Permití que me abrazara por un buen rato, hasta que la separé un poco de mí agachándome a su altura.

—Sigues con tu disfraz de zombie—dijo tranquilamente observando mi traje, pero hacia horas que me había quitado el maquillaje en el baño—. ¿Ella está bien?

—Está bien, ella está esperándote.

—No sé si quiero verla—frunció el ceño mirándose sus manos.

Suspiré, Jenna necesitaba a su hija ahora más que nunca.

— Tu mamá de verdad quiere verte, desea hablar contigo. ¿Podrías darle una oportunidad? Por favor, por mí, Anna.

Anna me miró por un largo rato y luego asintió.

Haciéndole un gesto a Jethro y Astrid me di la vuelta con la mano de mi sobrina bien sujetada rumbo a la habitación de Jenna.

Jenna desvío la mirada de la televisión para posarla en su hija y le regaló una pequeña sonrisa, fue cuando Anna dejó su rostro inexpresivo de lado y empezó a sollozar, corrió hasta Jenna, una vez estuvo a su lado su rostro fue ocultado en el regazo de su madre mientras que esta acariciaba su cabello a duras penas aguantándose las lágrimas.

—¿No me qui-quieres?—La pregunta entrecortada salió de los labios de Anna, levantó la mirada y la fijó en Jenna quien estaba sorprendida—. ¿Por eso quieres morir, porque no me quieres?

—No digas eso, Anna.

—Sé que me parezco a mi papá y eso te hace sentir dolor, lo siento, mami de verdad lo siento.

Jenna estaba horrorizada, apretó fuertemente a Anna en su pecho mientras con cara de terror me devolvía la mirada.

Ella no sabía que decir, me estaba pidiendo ayuda, pero negué con la cabeza. Jenna tenía que hacer esto por su cuenta. Gruesas lágrimas se deslizaron por las mejillas de mi hermana, no estaba hablando, pero ella me transmitía con la mirada lo inútil que se sentía.

—Anna, yo te amo, eres lo más importante en mi vida, no sería nada sin ti—tomó la barbilla de Anna y la obligó a mirarla—, nunca más repotas eso, ¿de acuerdo?

Anna asintió.

—Mamá tiene muchos problemas, demasiados, eres bastante inteligente por lo que sé que me entiendes, ¿verdad?—Anna volvió a asentir nuevamente sin decir una palabra—. He tomado malas decisiones en mi vida y te he arrastrado en ellos, no soy la mejor mamá, pero quiero recuperarme y darte todo lo mejor, incluso quiero usar uno de esos disfraces en el próximo Halloween, quiero intentarlo, pero... necesito ayuda, necesito irme...

—¿Te i-irás de nue-nuevo?

—Si cariño, tengo que hacerlo, si no lo hago... Anna, tu tío Jer te seguirá cuidando mientras no estoy—Anna entre sollozos negaba con su cabeza—. Estaré en un lugar a unos cuantos kilómetros de aquí en donde me cuidarán muy bien y me ayudarán a sanar.

—No qui-quiero que te va-vayas.

Suspiré cuando noté que mi hermana de nuevo se quedaba sin palabras, así que en contra de mi palabra me acerqué a Anna por la espalda y le di unos toquecitos en su hombro para llamar su atención.

—¿Te gustaría ver a tu mamá en tu próximo cumpleaños con un disfraz de pidiéndole dulces a la señora Oliver?—Anna tardó un minuto en responder pero asintió —. ¿Qué te gustaría que fuera?

—Uhm, podría usar mi calabaza diabólica—dijo mientras se enjuagada sus lágrimas.

—Seria genial ver a tu mamá con el disfraz de calabaza diabólica, se vería muy terrorífica, así como tú estuviste anoche—Anna asintió mientras que Jenna solo me miraba confundida—. Si quieres eso entonces debes entender que tú mamá tiene que irse para mejorar, si no lo hace, ¿de verdad crees que aceptará usar el disfraz de calabaza diabólica?

Anna sonrió.

—Jamás lo haría—miró a su mamá y con asentimiento lo entendió—. Solo prométeme que volverás.

—Lo prometo, Anna.

Les di un beso en la frente a ambas y las abracé, amaba a mis chicas.

Las dejé hablando un rato a solas mientras que salía en busca de Jethro y Astrid, pero en la sala de espera solo estaba Astrid con dos cafés en sus manos. Al verme acercarme a ella me extendió uno de los frascos con una pequeña sonrisa.

—Jethro dijo que solo tomas americano.

—Lo hago, gracias —di un sorbo y luego miré alrededor—. ¿Dónde está Jethro?

—Tuvo que volver, no podía dejar a los Ralston solos en la limpieza de la casa embrujada. Dijo que te llamaría más tarde—Astrid palmeó la silla a su lado por lo que tomé asiento junto a ella—. ¿Cómo está Jenna?

—Físicamente bien, pudieron curar sus heridas sin problemas. Mentalmente, jodida, pero sigue luchando—Me atreví a posar mi mano en su rodilla y apretar en un gesto de agradecimiento —. Gracias por cuidar a Anna, por traerla, por seguir aquí.

—No tienes nada que agradecer.

—Tengo que hacerlo—Astrid dio un sorbo a su café y luego sonrió —. Nuestra cita aburrida tendrá que esperar un poco.

Astrid soltó una carcajada.

—¡No puede ser! Con lo entusiasmada que estaba con nuestra cita aburrida—hizo un puchero que cualquier otro podría haber calificado de ridículo, por mi parte, su labio inferior visto de esa manera me pareció seductor.

Sacudí mi cabeza, no era el momento para pensar en esas cosas.

—Jenna entrará en rehabilitación, tendrá ayuda psiquiátrica. Quizás era lo que necesitaba desde hace mucho tiempo, un lugar en donde poder dejar todo lo malo atrás —Astrid me observaba con atención—. El padre de Anna era abusivo, Jenna todavía no lo olvida, bueno, no olvida las cosas que le hizo.

—Eso es terrible—Astrid tomó mi mano y la estrechó con fuerza, mantuve mis ojos en nuestras manos unidas—. Estoy segura de que Jenna podrá superar esto.

—Eso espero, Astrid, porque no sé qué haría para aliviar el dolor de Anna si Jenna no mejorara.

En ese momento Anna salió de la habitación de Jenna cayendo sus ojos directamente en nuestras manos unidas, Astrid y yo las separamos, pero aún podía ver los ojos examinadores de mi pequeña sobrina.

—Astrid, mi mamá te quiere conocer.

Me eché para atrás sorprendido mientras que las cejas de Astrid se elevaron igual o más sorprendida que yo.

—¿A mí?

—Sí, le hablé de ti y de todo lo que hicimos anoche—Anna frunció ligeramente el ceño, tomó la mano de Astrid y la hizo levantarse del asiento para luego arrastrarla hacia la habitación de Jenna.

De inmediato las seguí.

Jenna miraba con curiosidad a Astrid mientras esta se removía incómoda aún en la entrada, sus mejillas se tornaron de un rosa claro, cosa que no pude evitar mirar fijamente y por supuesto de la que Jenna prestó total atención.

—¿Astrid? Solo quería agradecerte por cuidar a Anna mientras que Jer estaba aquí conmigo.

—Oh, no hay problema—tartamudeó un poco la chica—. De verdad espero que a partir de ahora todo vaya mejor para ti.

—Muchas gracias Astrid—Luego Jenna miró de Astrid hacia mí varias veces, le advertí con la mirada de que no dijera alguna estupidez, cosa que ignoró por completo —. ¿Puedo saber cómo conociste a Jeremiah?

—¡Jenna!—Anna se carcajeó mientras que Jenna solo me miraba con una confusión para nada creíble.

Ella sabía como odiaba mi nombre completo.

Cuando le presté atención a Astrid me fijé en que mordía su labio inferior tratando de evitar reír.

—¿Jere-Jeremiah?

Decidí ignorar las risas contenidas de Astrid mientras que respondía a mi hermana.

—Alguien que conoces muy bien nos presentó.

—¿Ah sí? ¿Puedo saber quién?

—Anna.

Dijimos Astrid y yo al unísono mientras que Anna solo sonreía victoriosa, muy similar al gato de Cheshire.

Jenna quiere intentarlo <3 Todos queremos lo mejor para ella y Anna :)

Espero que les haya gustado este mini maratón en recompensa por no haber actualizado en tanto tiempo :(

Capítulo dedicado a lili <3 gracias por todo el amor y cariño x

Se les quiere, nos estamos leyendo x