— Entonces... ¿Donde voy a dormir?

Error miró a su alrededor sentado en la orilla de su cama y pensó unos segundos, para luego sacar un colchón por debajo de la marquesa.

— Tú vas a dormir en mi cama, yo voy a dormir en el colchón... Y si necesitas pijama, supongo que puedes sacarme una camisa, o... Uhm —Error se sacó la camiseta dejando su torso desnudo y bien cuidado para su edad al descubierto. Las mejillas del Dios dejaron ver una arcoíris en su esplendor. Los ojos de Error brillaron al ver aquel sonrojo poco habitual para él y empezó a sentir su cara arder—. Puedes ocupar mi... Camisa...

— U-uhm, sí, claro. Gracias... ¿No te es mucha molestia que me cambie aquí? Digo, no lo sé...

— No, no... No. Si quieres me giro o algo.

Error se giró dejando a Ink desvestirse. Lo que no sabía es que Ink se sentó en la cama a mirar su torso desnudo por detrás. Por primera vez en su vida experimemtaba fantasías, se sentía como la primera vez sentándose a ver aquel paisaje al que siempre acudía desde los últimos 300 años de su vida. Su arcoiris sonrojo empezó a desprender algo de luz, cosa que intentó calmar rápidamente y se empezó a vestir.

Finalmente quedó en ropa interior y la camisa que cubría un poco más arriba de sus rodillas.

Error se giró, le dedicó una descarada mirada de pies a cabeza. Ink le devolvió la mirada y un clima tenso, pero algo... Juguetón se vio en el aire.

— Uhm... Inky... ¿Me puedes leer un cuento? Error es muy tonto para leer... —Dijo Fresh asomándose por la puerta causando que aquel clima cautivante para ambos seres se quebrara. Error rodó los ojos y subió sus hombros, Ink solo rió y asintió tomando al niño en sus brazos.

— Uhm, Error, si quieres acuestate. Yo haré que Fresh duerma y luego vengo a dormir.

— Sure.

Ink acostó y arropó a Fresh en su cama, acostándose a su lado para empezar a leerle un cuento.

Pero éste no tardó en aburrir a Fresh, por lo que Ink hizo una mueca y empezó a pensar. Tras unos segundos tuvo una idea, sacó unos crayones y unas hojas de la mesita de noche de Fresh y dibujó a Vida, a Asgore y a Gaster. Luego puso las hojas en frente de Fresh y como pora arte de magia, los dibujos cobraron vida y seguir cada palabra que salía de los labios del Dios.

— Había una vez, tres seres que llegaron a nuestro universo quien sabe cómo, donde o cuando. El primero, según muchos, se creó así mismo, nada es seguro en este mundo realmente. Creó un universo, creó las estrellas, creó planetas y cometas, sol y luna, pero aquellos planetas necesitaban vida. Pasado los días, Gaster divisó seres en uno de los planetas que había creado y tomando a aquellos seres, hombre y mujer, los elevó a los cielos a su lado. Uno de ellos, Dios de Dioses y la otra, creadora y protectora de la vida. La flora y fauna se empezó a hacer visible en la Tierra, pero todo espacio necesita su ley. Codo a codo Toriel y Asgore empezaron a trabajar para darle forma a un mundo justo; Un paraíso soñado.
Pero uno de sus ciervos recibió un flechazoy la maldad había sido creada por un error, buscando imponer la justicia, cuando a los seres se les había ya otorgado el poder de debatir la ley y el pod-... Oh, te dormiste...

Ink besó la frente de Fresh e hizo que los dibujos volvieran a ser lo que eran, juntando la puerta y reincorporándose.

Por otro lado, Error se hayaba en su habitación boca abajo intentando lidiar con algo tan duro como las hormonas. 

Típico accidente de adolescente.

Ink entró a la habitación jurando que Error yacía dormido y sonrió. Se inclinó a él y besó su frente de igual manera. Intentando ya dejar de contenerse, sus arcoiris mejillas se dejaron ver inundando la habitación de colores, la respiración de Error se hizo rápida y se giró finalmente para toparse cara a cara con Ink.

Demonios.

— Eres... Eres un poco raro, chico.

— ¿Eso es bueno o malo? —Dijo Ink bajando la intensidad de su brillo y sentándose al costado de la colcha donde yacía Error.

— Depende del punto de vista... Pero a mi me gusta, supongo... No sé mucho de ti, así que no puedo saber con seguridad si eres raro, totalmente raro o un poco raro.

— Hehe... Bueno...