— ¿Como se supone que me voy a acercar a él? —Dijo Ink dejándose caer en la orilla de la fuente de Vida, quien soltó una pequeña risa y acarició su cabello.

— Oh, Ink, te conozco desde que eras un pequeño. Estos temas son tan complicados para ti como para, no lo sé, ¿Dream? Por ejemplo. Si quieres acercarte a él, tendrás que conocerlo, hablar con él, saber de él. Tienes que tener más carácter, pequeño.

— P-pero... Ah... ¿Y si fallo?

— Le diré a Reaper que te acompañe. No te preocupes, pequeño. Sé que podrás lograrlo. ¡Eres tan agradable! Y... La Tierra es un lugar lleno de personas maravillosas. Te ves tan ilusionado y feliz con aquel chico...

— H-heh. ¡Está bien! Hablaré con Reaper para que me acompañe, últimamente tiene mucho tiempo libre para ir con su esposo. ¿No le molestará que yo vaya con él?

Toriel sonrió y acarició su cabello, besando su frente y dejándolo ir.

Reaper habló un momento con Toriel, para luego salir y darle un pequeño golpe en el hombro para bajar.

Ink se cambió de ropa, se despidió de Toriel y se fue con Reaper. Cada vez que bajaba, el lugar se le hacía más familiar, al igual que la tecnología. Geno aceptaba a Ink en la casa alegre, pues Fresh le tenía mucho cariño.

Reaper visitaba a su esposo a diario luego de hacer sus tareas, y cuando no podía, Ink se quedaba toda la tarde en la orilla del río a observar a Reaper.

Gracias a ello, llegó un día en el que Error llegó a la casa temprano, saludó amablemente, excepto a Reaper, como siempre e Ink explotó de felicidad.

Se acercó a él, nervioso, asustado. Preguntándose —¿Cómo se hace esto? ¿Acaso debo decir algo en especial? ¿Me veo bien?— casi en bucle.

— Yo, ah. Salí de vacaciones ayer pero tuve detención así que me quedé hasta hoy... Mañana es el ultimo día que debo ir, nos quedamos a limpiar y tal.

— Yo, hm ¡Puedo ayudarte! ¿No les molestará en tu colegio que vaya, verdad?

— ¿Tú? ¿Ayudarme a mí? ¡Patrañas chico! Casi, no nos conocemos y... Por todos los dioses, Ink, sería demasiado aprovechador de mi parte.

— Luego de eso podemos ir a comer algo...

— ¿Esto es una cita?

Ink se quedó mirando el suelo casi helado. Error soltó una risa suave y miró al suelo. El de menor altura sentía su cara arder, arder y arder. Debía controlar el tono de sus mejillas y sus reacciones o... Ah.

— ¡No! Osea, sí, p-pero no. Yo- ¡Ugh! Solo ¿Aceptas?

— No estaría mal salir para conocernos un poco. Mañana, a las ¿8:30? En mi colegio. Reaper sabe donde está, si tanto quieres ayudar... Está bien.

— ¡Genial! Por fin tendré otras cosas que hacer. Y luego de eso, hm. Ya sé, iremos a por un helado.

— ¿De chocolate?

— De chocolate, de menta, de vainilla, de frutilla. Lo que desees, Error.

— ¡Chocolate!

Geno, quien escuchaba la conversación desde el salón de la casa pensaba seriamente en muchas cosas. Reaper se sentó a su lado y besó su cabeza distrayendolo un poco.

— ¿En qué tanto piensas cariño?

— Yo, uhm... No lo sé, Ink y Error apenas se conocen hace 3 semanas... Y ambos avanzan tan rápido. Error siempre ha sido un patán, pero lo veo demasiado relajado con Ink. Es, raro.

— Puede ser el encanto de Ink, o él mismo. Después de todo no es alguien normal.

— Es solo un dios más.

— Pero no cualquiera. Es uno enamorado y la felicidad que desprende últimamente, realmente es pegajosa —Confesó Reaper, acercándose a su pareja y dándole unos suaves besos en los labios.

— Muy pegajosa, lo es, pero Error no es así. Lo conozco y, ah...

— Ya veremos.

— No, solo, mañana hablaré con él.