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Entrada_43


Viernes, 2 de enero de 2115


Aún no he ido a visitar a Natalia. He pasado por la zona de hospitalización para ver a Jake, quien está extremadamente preocupado por Nat. Solo se separa de su cama para ir al baño. De hecho, yo le intercepté cuando volvía de hacer sus necesidades. (Por cierto, nunca he hablado de donde se "sueltan" los desechos corporales en Dreo. Es simple, se meten en enormes tanques que se encargan de transportar los desperdicios directamente al interior de la tierra, donde se consumen. Es un sistema bastante ingenioso, que demuestra que no somos hombres de las cavernas, y aunque no tenemos los aparatos de los que disponíamos antes del Cambio, sigue habiendo tecnologías en nuestras vidas. Además, nos ahorra el mal olor y la poca higiene que habría en Dreo sin esos tanques, especialmente en casos como el actual, en el que estamos todos reunidos en el mismo sitio.)


El caso es que cuando le intercepté, estaba de un humor de perros. Intenté preguntarle por los rasguños su espalda y sobre Nat, pero me soltó varias borderías por no haber ido a visitarla aún y antes de que pudiese decir nada, se fue, de vuelta con ella. Si hubiese esperado un momento, no habría habido diferencia, pues no habría sabido cómo responder. En realidad, no sé a qué estoy esperando para pasarme a ver a la chica.


De todas maneras, aunque Jake no quiera separarse de la cama de Nat, va a tener que hacerlo, porque en nada de tiempo va a empezar una reunión en la que el equipo de reconocimiento nos relatará lo que han descubierto entre todos. Quizás incluso la misma Nat quiere acudir a dicha reunión.


Yo iba a aprovechar el tiempo de la reunión en el que no habrá mucha gente pululando por ahí para buscar a la mujer que salvó a Javi de morir aplastado, pero después he pensado que seguramente esté en la reunión como el resto, y además me interesa saber qué tienen que contar los chicos y cómo vamos a salir de esta. En teoría, seguimos en contacto con los piratas, que llegaran en breve a las costas para que podamos huir con ellos.


###############


La reunión no ha sido en absoluto alentadora. Los miembros del equipo de reconocimiento descubrieron que el suelo del bosque, es decir, el techo de las grutas, está muy debilitado y si la situación empeora, o incluso si continúa como hasta ahora, se va a derrumbar. Además, tampoco lo han contado de una manera suave, sino que nos han soltado la bomba, y con todo lujo de detalles. Y eso obviando los sarcásticos comentarios de Nat, que ha acudido a la reunión. La he visto de reojo pero aún no la he saludado. Me estoy comportando como una estúpida pero no fui capaz de acercarme a ella, hice como que no la había visto. ¿Por qué? No tengo ni idea, y me estoy empezando a odiar a mi misma.


Lo que nos han contado es que los árboles están cayendo, ya no son capaces de resistir a la furia de la tormenta, y eso debilita el suelo, que se queda sin la sujeción de las raíces. La que consideran la zona más peligrosa no está encima de nosotros, pero dicen que es cuestión de tiempo que el peligro se expanda. Apenas se puede andar por el bosque por los destrozos que ha causado la tormenta, como árboles entorpeciendo el camino, y por el peligro de andar sobre las áreas en las que el suelo es más delgado, y por lo tanto, más frágil.


En resumen, que nos tenemos que ir de aquí cuanto antes. De hecho, deberíamos irnos en el próximo descanso de la tormenta. ¿Pero cuándo será eso? ¿Y a dónde nos marcharemos? ¿Con los piratas? También hemos hablado de eso en la reunión. Perdimos el contacto con ellos en el terremoto en el que Javi casi muere, y por ahora no tenemos noticias suyas. ¿Tenemos que depender de ellos ciegamente? ¿Y si no vienen? ¿Qué haremos si al final nos quedamos en la costa plantados? Y eso si conseguimos llegar a la costa...


Así está el panorama. Muchas preguntas y pocas respuestas, por no decir ninguna.


###############


Ya está arreglado. Me refiero al enfado sinsentido de Adam. Al final me tragué el orgullo y fui a hablar con él.


Fue justo después de dignarme a ir a ver a Natalia por fin, quien por cierto, no es que se alegrase de verme, aunque para ser justos, tampoco es que yo mereciese una bienvenida alegre. El contraste ha sido un shock. Me lo esperaba, y era eso lo que me temía. Nat era alegre, infantil, siempre estaba sonriendo con esa blanquísima dentadura y tenía una energía envidiable. Ahora está tan seria que da miedo, apenas habla y lo poco que sale de su boca es pura amargura. Ni siquiera le habla bien a Jake, pero a él le da igual, ya que se dedica a merodear alrededor de la cama de su chica sin apartar la mirada de ella en ningún momento. Él también está sufriendo, no solo por los largos cortes de la espalda que aún no se han cerrado del todo, sino por el comportamiento de Nat. Trata de comprenderla e intenta ayudarla, pese a que ella no quiera ni su ayuda, ni la de nadie. Su paciencia con ella es infinita, no como con el resto del mundo. Con cualquier persona que no sea Nat, es decirle algo y estalla. Ambos tienen unas ojeras moradas muy profundas. Deberían descansar pero no pueden. Ninguno de los dos.


La visita me hizo pensar. Ella ha estado a nada de morir. Ahora no tiene brazo, es cierto, pero está vivita y coleando. Sin embargo, eso no quita que le faltase un dedo para no haberlo contado, a ella y a los demás. Javi estuvo cerca de perder la vida también ayer., cuando nos pilló el terremoto en las grutas superficiales. Incluso yo pude haber muerto, y si yo caigo, o si es Adam quien lo hace, lo último que quiero es haber estado peleada con él antes de dejar este mundo.


Por eso, cuando me marché de la zona de hospitalización, o mejor dicho, cuando Natalia me dijo que me fuera a freír espárragos (por suavizar sus palabras) me di cuenta de lo tonto que estaba siendo el rollo que se traía Adam, así que, aún pensando en el estado de Natalia y Jake, y más enfadada que nunca con el rubio, fui a hablar con él.


─ ¡¿Y BIEN?! ¿QUÉ ES LO QUE TE PASA? ¿TE VAS A DIGNAR A DECÍRMELO O PIENSAS SEGUIR IGNORÁNDOME EL RESTO DE TU VIDA? ─le grité cuando lo vi y lo hube arrastrado a un rincón un poco apartado de miradas cotillas.


Él puso cara de terror y quiso marcharse de allí, pero tras unos segundos de forcejeo lo inmovilicé agarrándole las muñecas contra la pared y enganchándome a su pierna para que no pudiera caminar, a lo que él soltó un gemido de dolor. Yo no aflojé la presión.


─Por favor, D, me haces daño ─suplicó el muy... el muy... Aj─. No me voy a ir, te lo prometo.


Le solté pero con una mirada de advertencia, y me quedé mirándole, de brazos cruzados. Estaba muy cabreada y todo lo que me llevaba guardando estos últimos días estaba saliendo a la luz, y su mirada suplicante y aterrorizada me indicaba que se había percatado de ello.


─ ¿Y bien? ─pregunté con dureza─ ¿Piensas tenerme aquí esperando todo el día?


─Yo...


─Oh, ahora resulta que no sabes hablar... Ya veo...


─No es eso... Es que... ─vaciló él, nervioso. Normalmente me habría apiadado de él pero ya era hora de que me diera una razón para su estúpido comportamiento estos últimos días, por lo que no suavicé mi expresión. Pero aunque sostuve su mirada esperando una explicación, esta no llegó, así que decidí hacerle ver mi enfado con más claridad.


─ ¿Qué? ¿No puedes al menos explicarme por qué no me has dicho ni hola estos últimos días? Porque yo me lo he pensado mucho y no se me ocurre nada que haya podido hacer para cabrearte de esta manera. ¿Qué he hecho, Adam?


─Nada, en realidad...


─ ¡¿Nada?! Ah, comprendo. Entonces te aburrías y decidiste dejar de hablarme...


─ ¡No es eso! Es... ─y volvió a callarse.


─ ¿Qué? ─y al ver que no respondía, continué hablando, y solté al fin todo lo que tenía dentro─, te he necesitado estos días, ¿sabes? Pero si te saludaba, mirabas para otro lado o gruñías. ¿Sabes lo fantástico que es querer hablar con alguien y no poder porque te ignoran? ¿Sabes lo estupendo que es no saber por qué te ignoran? ¿Y lo bien que se siente uno cuando pensaba que tenía a alguien con el que contar en momentos difíciles y al final no lo tiene? ─pregunté con ironía y rabia─ ¿Lo sabes? Te echaba de menos, pero no podía hablar contigo. Tengo miedo, Adam. ─admití con lágrimas desbordando en mis ojos─. Estamos en unas malditas cuevas con terremotos que derrumban las paredes y tormentas que agujerean los techos. Claro que tengo miedo. Y sé que es normal tener miedo, pero yo no quiero. No quiero temer las paredes que se derrumban en la cabeza de la gente. No quiero estar asustada de perder a Jake, a Andy o a cualquiera de ellos. No quiero tener miedo de perderte a ti.


─Yo... No tenía ni idea...


─Eso ya lo sé. No tenías ni idea, ni la tienes ahora tampoco. ¿Qué demonios te hice para que me castigases así? Me gusta estar sola, eso ya lo sabes. De hecho, adoro estar sola. Pero también adoro hablar contigo y estar contigo, y no tenías derecho a dejarme sola justo cuando no me apetecía estarlo, cuando no podía estarlo. No tenías derecho a hacerlo sin razones. Jake estaba desaparecido, lo sabes, ¿no? Podía estar muerto, Adam, muerto. Ahora ha vuelto, pero tampoco he podido hablar con él. ¿Te has enterado de que Nat ha perdido un brazo?


─Sí... Pero...


─Obviamente te has enterado. Pero lo que no sabes es que hasta hoy, no he podido ir a visitarla. No sé por qué, simplemente no era capaz. Y Jake está molesto por eso, además del agobio de cuidar a Natalia, quien no está precisamente agradable... Pero ellos no son los únicos que están mal, ¿sabes? ─paré de hablar para ordenar mis pensamientos. Adam me miraba fijamente y tenía la boca entreabierta, como queriendo decir algo, pero como no lo hizo, continué, reflexionando en alto─. Soy estúpida. Me he acostumbrado a contarte cosas y ahora lo necesito. Necesito que me digas lo que opinas sobre algunos de mis pensamientos. No me he bastado yo sola estos días, casi me derrumbo. Soy estúpida, porque esto es lo que quería evitar. Ahora te necesito cerca, Adam, necesito que estés por ahí, pero no ignorándome porque...


Entonces me interrumpió con un beso, y como siempre me pasa cuando él me besa, me olvidé de todo por unos momentos. Le devolví el beso con entusiasmo y deseo, y me dejé llevar por la suavidad de sus labios, por la calidez de su cuerpo, por su olor, por la firmeza de su abrazo, por él. Cuando nos separamos, me abrazó con mucha fuerza, tanta, que me sentí segura, por primera vez en todo aquel tiempo. Y en ese momento ya no pude evitarlo más, y lloré, lloré porque le había echado muchísimo de menos y en aquel momento, con sus brazos rodeándome, dejé de tener miedo a perderle. Solo puedo desahogarme de tal manera con él. Solo con él.


─Lo siento muchísimo. Soy un idiota, un grandísimo y reverendísimo idiota ─me susurró al fin al oído, y estuve convencida de que él también estaba llorando.


─Soy consciente de ello ─le susurré de vuelta, con la cabeza enterrada en su pecho, notando cómo su cuerpo vibraba cuando rio por mi comentario.


─Tú no hiciste nada, en realidad ─empezó a contar, aún sujetándome entre sus brazos─, pero yo sí que lo hice. ¿Sabes quién es la niña esa que va siempre con dos coletas?


─Sí.


─Pues resulta que está un poco loca y el otro día, cuando salimos a las grutas superficiales para rescatar cosillas útiles por primera vez, me siguió. Yo no sabía que estaba allí, pero entonces se me puso en medio, y me dijo que si quería pasar, le tenía que dar un beso en la boca. Yo le dije que se dejara de tonterías, que era peligroso estar por ahí, entonces la aparté y seguí andando, pero la muy retorcida, me hizo una zancadilla y me tiró al suelo. O yo soy muy patoso, o la niña tiene habilidades en artes marciales. Me dijo que no sabía por qué no la quería besar si tú ibas por ahí engañándome con todos.


─ ¿Yo? ¿Que yo iba engañándote con todos?


─Exacto. Yo fui un tanto borde y le dije que se metiera en sus propios asuntos. Pero ella me dijo que era un ingenuo, que todo el mundo en Dreo sabía que tú no me querías en realidad, y que me usabas de juguete. Yo le repetí que se fuera, y que me dejase tranquilo, pero ella siguió insistiendo.


─ ¿Y bien? ¿No la creerías, no?


─El problema es que no quería creerla, pero al final sus palabras calaron en mí, sobre todo cuando me habló de que te había visto liándote con Javi.


─ ¡No me puedo creer que te creyeras eso! ─exclamé, separándome de él─. ¡Ya lo habíamos hablado, pedazo de idiota!


─ Sí... Lo sé, pero...


─ ¿Y por eso decidiste dejar de hablarme? ¿Porque una niña te dijo que yo te estaba engañando?


─Bueno, se podría decir así...


─Eres bien tonto, Adam. ¿Y no se te ocurrió decírmelo? Por asegurarte, tal vez... En vez de creer a la primera que te diga que te soy infiel.


─ Le pregunté a Javi al día siguiente. Me dijo lo mismo que tú, que era tonto por creer en una niña de doce o trece años. Después me daba vergüenza volver a hablarte...


─ ¡¿Vergüenza?! ¿En serio? Ah, genial, así que porque a ti te daba vergüenza explicarte, yo he tenido que aguantar estos días sin que me dirigieras la palabra. Me parece fantástico.


─ ¡Lo siento! No pensaba que ibas a notar tanto que no te hablara... Parecías tan desenvuelta como siempre, como si nada te importara y...


─ Cállate. Mejor, cállate. Dejémoslo estar. Aún no entiendo cómo pudo entrarte en la cabeza que yo te engañaba, y además con "todo el mundo". Y lo peor es que no me dijiste nada.


─No sé... supongo que no me puedo creer aún que seas mi... Bueno, mi novia... Ya sabes, D, la chica que no habla con nadie, ahora tiene novio y soy yo... y no me lo termino de creer...


─Créeme, no podría estar con nadie más. Nadie. Así que haz el favor de no volver a hacerme esto. Tienes que dejar de ser un tontito ingenuo y confiar en mí, ¿vale?


─Confío en ti desde que hablé contigo por primera vez. En quien no confío es en mí.


─Pues a ver si cambias eso porque yo confío en ti ciegamente, y si yo lo hago, no hay ninguna razón para que no lo hagas tú.


─Está bien...


─Aún estoy enfadada, que lo sepas. No solo he dejado de lado mi orgullo para venir a sonsacarte la información, sino que encima, estos días sin hablarnos han sido una enorme tontería.


Y con esas palabras me alejé, dispuesta a ayudar a mi hermano o a Natalia, cosa que no me dejaron hacer.


Ahora es de noche (las once y once minutos) y hay tormenta fuera. A ver cuánto dura esta, y a ver si hay más terremotos. No sé cuándo habrá clama, pero en mi opinión, ese sería el momento de despedirnos de estas grutas, porque la situación va de mal en peor, y cuanto antes nos marchemos, más oportunidades habrá de sobrevivir.



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N/A:

Estoy subiendo un jueves... Raro en mí... Siento no haber subido el fin de semana pasado, pero no me dio tiempo. Estoy empezando con los exámenes de final de curso y también tengo deberes y proyectos que hacer... Además me fui de viaje de fin de curso y no pude escribir, pero aquí está el capítulo! Más vale tarde que nunca ;)

El próximo lo subiré (o trataré de hacerlo) el próximo finde no, el siguiente.

Un besoo! Y gracias por vuestros votos y comentarios! Ya pasamos de 9k de leídos!!! OS ADOROO!


Un beso!!

PD: en multimedia, la última portada que me hizo . Es igual que la de la entrada pasada pero con otro color de letras! ¿Cuál os gusta más de las tres? ¿Creéis que debería poner una de esas en vez de la actual? Y si no tenéis nada mejor que hacer, y me queréis hacer portadas, avisadme, y os paso mi email por privado!



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