Miércoles, 31 de diciembre de 2114

Ayer lo conseguimos. Tardamos apenas media hora en recorrer las grutas superficiales aprovechando el respiro que nos había dado el temporal. Entre los diez que éramos, hemos traído once bolsas repletas de reservas de comida que habíamos almacenado en algunas de las grutas superiores. También hemos conseguido coger herramientas, botiquines y más ordenadores, ya que el de Adam se quedó sin batería.

Pero, aunque nosotros lo conseguimos y fuimos recibidos con alegría y esperanza, no parece que el grupo de reconocimiento haya tenido el mismo éxito. Jake y Nat, si es que aún no han muerto, estarán heridos en medio de una nueva racha de torrencial tormenta. Y no puedo hacer absolutamente nada. Nada. Solo puedo esperar como una tonta, rabiosa e impotente, mirando la grieta que hemos conseguido mantener abierta con la esperanza de ver aparecer a alguien conocido, alguien que pueda darme una sola pista de qué ha pasado.

Voy a perderle. Es cuestión de tiempo. Voy a perder a mi hermano. Y cuando eso pase, o cuando me entere de que ya lo he perdido, de que ya no está en mi vida, será entonces cuando no me quedará nadie que me recuerde que mi vida fue tranquila y normal una vez hace ocho años. ¿Y Javi? A Javi ya se le olvidó hace mucho. Y a mí me pasará lo mismo.

Adam no me ha dirigido la palabra desde que volvimos de nuestra pequeña expedición hace ocho horas (él vino con nosotros, ya que se negó a quedarse aquí relativamente a salvo mientras mi vida "corría peligro"). Tampoco es que yo haya hecho mucho esfuerzo por entablar una conversación, pero eso no es raro en mí. En cambio, sí que es extraño que a las cuatro cosas que le he dicho, me haya respondido con un cortante "hmm" y haya mirado hacia otro lado.

Yo tampoco debo de estar precisamente amable por la angustia que siento ahora mismo en el corazón, por lo que por ahora lo dejaré estar. Mientras, me dedicaré a compadecerme de mi misma mirando a la maldita gruta por la que no aparece nadie. Nadie.

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Ya es de noche y la tormenta no ha cesado en ningún momento. Tampoco se ha suavizado o tranquilizado, no. Es tan infernal como al principio. Nunca, desde El Cambio, había durado una tormenta más de veinte horas seguidas. Por no hablar de otro terremoto. Casi parece que nos estamos acostumbrando al estruendo de la torrencial lluvia y de los truenos. Casi parece que nos estamos acostumbrando a los temblores que nos tiran al suelo sin contemplaciones. Casi.

Estamos aterrados.

Y el equipo de reconocimiento (o lo que quede de él) no aparece.

Andy se pasa el día andando de un lado para otro a paso nervioso. Phil ha entrado en el grupo de personas que se ocupa de curar a los heridos. Al parecer, es de gran ayuda, tanto por sus extensos conocimientos, como por su gran capacidad de calmar a los pacientes con su profunda mirada azul marino. Sin embargo, a Andy no le gusta demasiado el nuevo trabajo de su novio. De hecho, esta mañana tuvieron una acalorada discusión de la que se enteró toda la gruta, y fue, sin duda alguna, una gran fuente de entretenimiento.

«─Sí... Claro, vete a trabajar ─todo empezó con ese sarcástico comentario de Andy, quien enfatizó la última palabra con desdén.

─ ¿Qué? ─le respondió molesto Philip.

─Nada. Vete a trabajar.

─Pues vale.

─Vale ─dijo Andy, queriendo decir la última palabra visiblemente cabreado. Philip se dispuso a marcharse pero luego vaciló y volvió a dirigirse a su chico.

─Suéltalo, ¿quieres?

─No, no... No pierdas el tiempo, ve a trabajar, no vaya a ser que el cabrón que trabaja contigo vaya a echarte de menos.

─ ¿En serio? ¿Todo esto es por eso? ─Phil se echó a reír pero notó que a Andy no le hacía ni pizca de gracia─. Ya lo hablamos ayer, es solo mi compañero de guardia.

─Para él no eres solo un "compañero de guardia"... Solo viendo cómo te mira el...

─Estás molesto porque yo hago algo útil mientras tú te pasas las horas merodeando por ahí.

─Que tú estés ocupado con tu compañerito de guardia y no veas nada más, no es mi problema ─empezó a alzar la voz Andy, rabioso, captando la atención de los pocos que no se habían enterado del revuelo.

─Estás celoso, y eso te ciega. No tengo nada con Eliot.

─Ah, se llama Eliot, ¡qué bonito nombre! ─exclamó irónicamente─, pues vete con "Elie" y pásatelo bien. A mí déjame tranquilo. Quizás mientras merodeo por ahí encuentro a alguien con quien pasar el rato.

─ ¡Estás siendo un capullo! ─gritó Philip, rojo de rabia.

─Sí, ¿verdad? No como "Elie"...

─ ¡Cállate! ¿No ves las estupideces que dices? Tú también tienes amigos y no me quejo. No ando gritándote cada vez que hablas de Jake. De hecho, te ACOMPAÑÉ a buscar a Jake solo porque dejó de hablarte por Skype.

─Pero Jake es mi amigo, Philip, mi mejor amigo.

─ ¿Sí? "Yo también quiero un abrazo de Jakey" ─replicó amargamente, recordando lo primero que le dijo Andy a Jake en su reencuentro─. ¿En serio? ¿Jakey?

─ Él tiene NOVIA, Phil, es imposible que sienta nada por mí.

─ ¿Y tú por él? ¿No sientes TÚ algo por él? ¿Acaso no estás así de estúpido porque es posible que "Jakey" haya muerto? ─preguntó enfadado, para luego darse cuenta de que no debería haber dicho lo último.

─No te atrevas a decir eso. Él no ha muerto ─sentenció─. Es mi AMIGO, ¿entiendes? Somos A-MI-GOS, ¿o no te entra en la cabeza?

─Pues Eliot también es mi amigo. Trabajamos juntos y me cae bien, y vas a aceptarlo, lo quieras o no ─dijo dándole la espalda a Andy, dispuesto a dar por terminada la discusión.

─Haz lo que quieras. Cuando te persiga por la noche y te viole en un agujero oscuro, hablamos.

─ ¡Estás sacando las cosas de quicio! ─gritó, volviéndose de nuevo a mirar a su pareja, mientras se le hinchaba una vena de la frente─. No sabes hablar como una persona normal. ¡Así no se puede discutir!

─ ¡¿Qué yo saco las cosas de quicio?! Eres TÚ el que trabaja con un tipo que te desnuda con la mirada cada vez que te ve.

─Eso lo dices porque estás celoso. Es un amigo, y ya está. Y aunque me viese de otra manera, deberías confiar más en mí, y deberías estar convencido de que en el hipotético caso de que alguien se me insinuara, alguien, cualquier persona que no fueras tú, le rechazaría sin dudar ─dijo seriamente, con las mejillas encendidas.

Andy se quedó mirándole fijamente a sus preciosos ojos azules, sin saber qué responder o qué decir. Y entonces, como si nada hubiera ocurrido, se unieron en un fuerte abrazo, lo que provocó un sonoro aplauso del público. Pero pese al entusiasmo de los espectadores, ellos no salieron de su burbuja.

─No me gusta que trabajes con él... ─susurró al fin un Andy enfurruñado, separándose de Phil y bajando la mirada.

─Pero es MI vida, y aunque tú seas la parte central y más importante de ella, también hay otras partes que no te pertenecen, partes que tengo que cuidar, como por ejemplo mis habilidades en medicina. Y no porque seas mi novio voy a dejar de cuidar a las personas, como tampoco voy a dejar de hablar con mis amigos.

─Vale... ─suspiró resignado─. Lo entiendo. Pero creo que nunca me va a llegar a caer bien ese tipo.

─No hace falta que te caiga bien ─rió Phil, alegre de haber sido capaz de hacer entrar en razón a su chico─, ni siquiera hace falta que hables con él.

─Tampoco pensaba hacerlo ─añadió Andy, con el ceño fruncido.

─Andy ─lo llamó Phil, dándose cuenta de la multitud que les rodeaba─, ¿de dónde narices ha salido toda esta gente?

─Creo que han estado observándonos ─respondió él mirándonos de reojo.

─Entonces deberíamos terminar la reconciliación con un final épico para este público tan bueno, ¿no crees?

─Estoy de acuerdo, ¿en qué has pensa-?

Entonces Phil, interrumpiéndole, le besó en los labios con pasión y fiereza. Tanto, que cuando se separaron, rodeados de aplausos y chillidos de entusiasmo, sus caras estaban tan coloradas como un par de tomates. »

En resumen, esta pequeña escena de celos tuvo tanto éxito en la gruta como la película de Titanic hace más de un siglo. ¿Y qué hay mejor que estas distracciones cuando se corre un peligro de muerte? Además, a Andy y a Phil les gusta tanto llamar la atención que estaban encantados y casi parecían dispuestos a firmar autógrafos.

Mientras tanto, Javier y Lorena ayudan en lo que pueden, con intención de distraerse y no pensar en lo que nos espera, como yo. A menudo nos reunimos los tres y nos sentamos en silencio, solo por pasar el rato. Ahora hay tanta gente que quiere hacer "yoga" que hemos hecho un horario para evitar cúmulos de gente. Y es que no podemos hacer nada más.

Esperar y esperar. ¿A qué? A que los piratas den señales de vida. A que aparezca el equipo de reconocimiento. Con tormenta y terremoto no podemos hacer otra incursión a las grutas superiores y no tiene sentido enviar a otro equipo de reconocimiento en estas condiciones. Al menos no ha muerto nadie más y no ha habido más derrumbamientos.

Adam sigue sin hablarme. Pero yo no pienso comerme el orgullo e ir a hablar con "su señoría". Puede que me esté muriendo por una conversación con él, pero no tiene razón para ignorarme, que yo sepa. Así que ya puede venir él y explicarme qué narices le pica, porque yo no voy a ir a buscarle y a lamerle lo que viene siendo el trasero.

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N/A:

Holaaap!

Lo sé... Dije dos semanas y han sido tres... ¡¡Perdón!! Es que el instituto me quita gran parte de mi tiempo... Perdón...

Espero que os guste y dentro de dos semanas subo otra entrada ;) (Esta vez sí que voy a cumplir)

Un beso a tod@s!!

Votad y comentad ;) Y compartid jeje

PD: En multimedia voy a poner una portada que me hizo @GabrielleDelacour y es muy bonita! Decidme si os gusta! (En la próxima entrada, pondré otra)