5 de diciembre de 2114

¿Cómo es posible que yo, la chica que se ha definido siempre como solitaria, lógica y antisocial, se besase con alguien sin pararse a pensar un momento en lo que estaba haciendo? ¿Cómo narices puedo explicar esto? Ni idea.

No recuerdo ni cuánto duró el momento. Solo el shock inicial, y la felicidad que me inundó el pecho después. Cuando nos separamos, mi mente volvió a funcionar, pero tardó en arrancar. ¿Cómo pude dejarme llevar de aquella manera? ¿Cómo pude olvidarme de todo lo demás? ¿Cómo?

Tampoco sé cómo se le ocurrió a Adam eso de besarme, eso de besarme frente a todos los demás. Por eso, aunque cuando paramos para coger aire, lo que querría habría sido permanecer entre sus brazos, le aparté bruscamente. Adam no se opuso, me dejó ir. Tras mirar a todos los presentes con advertencia, me alejé para reflexionar.

Él no debía haberlo hecho, no delante de todos. No debería haberme hecho perder el norte de esa manera. Y ahora, ¿qué iba a pasar? Necesitaba pensar pero, simplemente, no podía. No podía razonar algo que había pasado de una manera tan ilógica y espontánea. Y entendí que no podía llegar a una conclusión sin Adam, porque esto tenía que ver tanto con él que necesitaba saber lo que pensaba. Pero mi orgullo, mi estúpido orgullo, no estaba dispuesto a dejarme volver para buscar al chico.

El caso es que no tuve mucho tiempo para comerme mi orgullo, porque Adam apareció. No dijo nada. Solo se sentó a mi lado, mirando al suelo. Su pelo rubio le caía a los lados de la cara, por lo que no podía ver su expresión. Tras unos minutos en silencio, Adam respiró hondo y cuando parecía que se disponía a hablar, yo me di cuenta de algo y me puse en pie de improviso. Miré detrás de todos los árboles que nos rodeaban y no me sorprendí al ver a Lorena, Philip, Javi y Andy escondidos detrás de un tronco especialmente grueso. Les eché enfadada e indignada, y, cuando me volví a sentar, Adam me miraba con una mezcla de agradecimiento y admiración.

No sé si fue porque vi sus mejillas sonrosadas, o porque no pude evitar desviar mi mirada a los labios que acababa de probar, pero recordé lo que hacíamos ahí, lo que sirvió para cambiar el color de mi cara. Entonces, él habló:

─Lo siento.

─ ¿El qué?

─El beso… Yo… ─empezó a decir, pero me di cuenta que no iba a decir nada claro. Estaba tan confuso como yo─. No sé… No lo pensé. Fue impulsivo… Yo… No pienses que…

─Adam…

─Ahhhggg no sé en qué pensaba. Nos despertamos, y tú no estabas. Pensé que nos habías dejado… Que ya no aguantabas más… No sé que pensé, pero no acepté no volver a verte… Yo…

─Adam… ─volví a intentar interrumpirle.

─Lo siento, de verdad. No sé cómo se me ocurrió…

─Adam…

─Pero cuando te vi, pude volver a respirar… No te habías ido... Yo, no sé por qué reaccioné así, no lo sé… Me gustas, claro que me gustas, pero no venía a cuento… Me importas mucho, D, muchísimo. Nos importas a todos. Y aunque yo sé que piensas que ya no le importas tanto a Javi como antes, sí que lo haces. No creo que podáis ser pareja de nuevo, porque quiere mucho a Lorena. Y aunque tú estés enamorada de Javi... Bueno, como él tiene novia ahora... Pensé que quizás, quizás yo podía tener una oportunidad… No sé en qué pensaba…

─ ¡Adam! ¡Calla ya!

─No, ya sé lo que vas a decir, no hace falta que…

─ ¡Que te calles, hombre!

─Pero…

­─ ¡Shhh! ¡Por favor!─grité ya harta. Me miró asustado, y al fin, cerró la boca. De nuevo, me hacía perder el control. Respiré profundamente y le miré─. No me interrumpas por favor. No sé qué tiene que ver Javi en todo esto. Ni se te ocurra ­─dije, al ver que quería decir algo─. No estoy enamorada de Javi, nunca lo estuve. Le quiero, pero no como pareja. Le quiero como a un hermano, y como a lo que me une con un pasado feliz. Y, aunque me hubiese gustado que nuestra amistad continuase igual de fuerte, ocho años hacen una diferencia. Claro que me importa, y claro que yo le importo, pero nuestras vidas están separadas ahora. 

"Creo que no te habías enterado bien. En fin, no sé qué es lo que piensas tú, y necesito saberlo para aclarar mi mente, pero veo que tú tampoco tienes nada claro. Sabes, porque lo has tenido que sentir, que he disfrutado ese beso como no había disfrutado nada en mucho tiempo. Lo sabes, porque te respondí.

"También sé que no fue muy amable por mi parte irme así, pero no me gusta no controlar ni mis pensamientos ni mis sentimientos, y no sabes el caos que reinaba en mi cabeza después de lo ocurrido. Me he marchado también porque no sé si tú estás acostumbrado a besarte con gente en público, pero yo no lo estoy. Para mí, el momento ha sido muy íntimo. Algo sólo de nosotros. ¿Entiendes? No he terminado ­─le miré con advertencia al ver que pretendía interrumpirme─. Necesito saber lo que tú sientes, porque no estoy preparada para reaccionar ante algo así. Yo te quiero mucho, lo sabes. Aunque no te lo diga, te quiero demasiado.

"No estaba en mis planes permitir entrar a alguien en mi corazón. Soy débil, no quiero sufrir, y, aunque querer sea un sentimiento precioso, puede transformarse en desgracia. Pero te quiero. Estoy convencida de que te quiero, pero no sé cómo. No sé cómo es querer a alguien en el sentido romántico por lo que no sé si lo que siento por ti es "amor romántico". También sé que el beso me ha encantado, aunque me haya hecho perder el control.

─Pero Javi…

─Javi no tiene nada que ver. Al igual que Lorena, Andy y Philip. Ninguno tiene nada que ver. Estamos hablando de ti y de mí. Adam, ¿entiendes lo mucho que has cambiado mi vida? Te pareceré fría y solitaria, pero esto no es nada comparado con cómo era antes.

─Entiendo. Supongo que tú también sabes que te quiero, tanto que te acompañé a esta misión suicida, con la única esperanza de que pudiésemos ser amigos. Nunca pensé que me dejarías venir, pero lo hiciste. Te vi por primera vez hace cinco años, ¿sabes? Yo llegué a Dreo al menos un año después que tú. Cuando te vi, no solo me pareciste preciosa, si no también fuerte. Estaba seguro de que habías sufrido mucho, pero estaba convencido de que no llorabas por las noches como yo, ni te derrumbabas a la mínima. No tenías amigos y la gente decía que eras muy rara, que no convenía acercarse a ti por tu personalidad. Pero yo te veía como a alguien fascinante. Siempre sola, pero dura como una roca.

"No me atreví a hablarte hasta aquel día que salimos al bosque. Era un bonito espectáculo verte ensimismada en un árbol. Comprendí que mi táctica de empezar una conversación no funcionaba. Fue pura casualidad encontrarte en un escondite que creía conocer solo yo. Decidí sentarme a tu lado, en silencio. Pero esta vez, fuiste tú la que me hablaste, y yo aproveché y te conté sobre mi pasado. Siempre me gustaste, pero hablar contigo hizo que me cautivases aún más. Y sí, supongo que ahora me he enamorado. Supongo que este sentimiento es amor. No me he dado cuenta hasta ahora, hasta que pensé que te habías ido.

Yo no respondí nada y me quedé en silencio, observándole. Sin duda, me quería, tanto como yo a él. Pero, ¿y ahora qué? Nos queríamos, genial. Pero, ¿qué narices se suponía que teníamos que hacer ahora? ¿Me pediría ser su novia? ¿Qué le diría? Yo no quería tener pareja, no quería tener que depender de alguien. Pero Adam sería un gran novio, me conocía, no sería uno de esos novios tan empalagosos y falsos. Pero, ¿sería yo una buena novia? Yo no sé ser cariñosa, no diría “te amo, bebé” NUNCA, de ningún modo tendría la tontería de “no, cuelga tú”, en caso de tener que hablar a distancia, JAMÁS sería una persona romántica. Le querría, pero no se lo diría a cada rato, se lo demostraría. No haría monerías con él. Eso todo Adam lo tenía que tener igual de claro que yo y, por eso, cuando, tras un largo rato, al fin habló, yo ya tenía las ideas claras.

─Entonces… ¿qué? ¿Somos…? ¿Somos no-novios?

─Adam, no seré buena novia. No seré tu princesa. Hace algún tiempo pensé que tener un novio no sería tan diferente a tener un gran amigo. Eres la persona en quien más confío, te confiaría mi vida. El hecho de ser novios no cambiaría mi forma de ser contigo. Sería como soy ahora. Iré por libre, como siempre, y aunque, como he dicho, te confiaría mi vida, no dependería de ti. Nunca he tenido un novio serio, pero si estar en una relación significa hacer cursilerías y volverme boba cuando estoy contigo, ya te voy diciendo que no. Sin embargo, si estar en una relación significa que puedo confiar más en ti y que el lazo que nos une se volverá más fuerte, ya es tu decisión decidir si quieres una novia como yo.

─ ¿Y para qué quiero yo a una princesa? ¿De verdad crees que quiero a una barbie que mangonear o a una chica sin personalidad? Estoy enamorado de ti, D, y te quiero a ti como novia.

─Entonces, es oficial, ¿no? ─sonreí. El me devolvió la sonrisa, esa preciosa sonrisa que despertaba algo en mi estómago. Algo a lo que me había acostumbrado y me había parecido tan normal que no me había dado cuenta que solo despertaba con las sonrisas de Adam. Y así, sin hablar más, con verdadera intimidad, volvimos a besarnos, y esta vez no me importó demasiado olvidarme de todo, de todo, menos de los labios de Adam.

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ENTRADA CURSI 100% PERO TAMBIÉN ES BIEN LARGA

No sé si os gustará... Espero que sí!

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