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Just One Day

💀 Mención de la muerte/suicidio
💀 Changlix
💀3510 palabras

°•°•Narrador°•°•

Y ahí estaba el pelinegro viviendo la misma situación una vez más.

El chico frente a él rompía todos los relojes que tenía en su casa, estaba bastante alterado y aunque Changbin había intentado calmarlo este parecía no escuchar nada a su alrededor.

Changbin simplemente sacó algo de jugo de la nevera y se lo sirvió en un vaso, tomando el liquido sabor naranja.

Pasaron un par de minutos más y el otro chico parecía haberse calmado.

- ¿Terminaste? - preguntó el pelinegro.

El chico asintió levemente, sentándose en el comedor.

- Bien, como te decía hace un momento - siguió el más bajo - te quedan solo 24 horas de vida - revisó el reloj sobre su muñeca - Corrijo, 23 horas - sonrió como si nada, tan acostumbrado a la situación.

- Sabes de que moriré - preguntó el otro chico aún con la cabeza entre sus manos.

- Claro que lo sé - respondió con arrogancia - no sólo soy el mensajero de la peor noticia de tu corta vida, si no también el encargado de llevarte al más allá - dramatizo, levantando ambos brazos hacia el cielo - o hacía allá - señaló en suelo - depende que tan bueno hayas sido.

El chico frente a él soltó una risa seca.

- ¿De que moriré? - preguntó viendo finalmente al chico frente a él.

- No puedo decirlo, alterará el futuro y hacerlo está prohibido - respondió el mayor.

- ¿Y que hago ahora? - preguntó el castaño, confundido.

- En estos casos la gente va a hacer cosas que nunca ha hecho, o se queda los últimos momentos con su familia - fue la respuesta de Seo.

- Aún soy muy menor para hacer eso - murmuró el chico frente a él - y no tengo família.

- En ese caso, te acompañaré el resto del día si así lo quieres - propuso en mayor, con una sonrisa.

- Me parece bien, gracias - el chico frente a él igual sonrió - ¿Qué te gustaría hacer primero? - preguntó el menor.

- Lo que decidas está bien - respondió el bajo.

- Si son mis últimas horas de vida que otra mejor manera de pasarlas si no es escuchado a Got7 - dijo acercándose a la TV, poniendo Youtube.

Tardó un par de segundos en decidir que canción escoger, hasta que eligió la canción debut del grupo.

Girls, Girls, Girls comenzó a sonar a todo volumen en el pequeño apartamento.

El pelirubio comenzó a bailar la coreografía, disfrutando al máximo sus últimas horas de vida.

El alto escuchó toda la discografía de la banda, incluyendo instrumental de algunas canciones y las versiones en otros idiomas, restandole 9 horas de vida.

- Las mejor 9 horas invertidas en mi vida - dijo el chico sonriendo, sentando en el sofá.

Changbin asintió, mirando su reloj, le quedaban solamente 14 horas.

- Tengo que limpiar todo el desastre que hice - dijo viendo los relojes aún rotos en el suelo.

- Adelante - respondió el bajo.

Esta vez el pelirubio puso a Twice en la TV, cantando mientras limpiaba el desastre que había hecho hace unas 10 horas.

Cuando el chico terminó se puso a bailar la coreografía de What is love, intentando hacer la nota alta de Jihyo.

- Soy un fracaso cantando - suspiró rendido.

- Sigue bailando, anda - le dijo el mayor, sonriendo.

Así pasaron unas 3 horas más, quedando solamente 11 horas restantes.

- ¿Ahora que hago? - preguntó el chico viendo su casa limpia, estaba exhausto de haber bailado tanto, así que eso no era opción.

El estómago del chico rugio, anunciado que el hambre estaba presente.

- No me queda de otra - dijo, poniendose nuevamente de pie.

Así pasaron un par de horas más, el chico era pésimo cocinando, estaba intentando hacer un omelette, varios intentos y nada.

2 horas más pasaron mientras el rubio intentaba hacer una comida decente.

9 horas.

- Terminó siendo huevo revuelto - dijo viendo su plato - ¿Quieres un poco? - preguntó viendo al mayor.

- Solo quiero algo de jugo - respondió el bajo.

El alto asintió, tomó un vaso y le sirvió el jugo al mayor.

El rubio hablaba mientras comía, contándole anécdotas de su vida al pelinegro, este le veía con una sonrisa triste.

Cuando el menor terminó de comer anunció que dormiria un rato, según el le había dado algo llamado "El mal del puerco"

Cuando el rubio despertó habían pasado 3 horas.

6 horas.

- ¿Te parece bien ver una película? - preguntó el alto.

Changbin asintió, sentándose en el sofá.

- ¿No te molesta que sea romántica? - preguntó nuevamente.

Changbin negó, tomando su jugo.

El rubio colocó una película llamada Every Day.

La película transcurrió con total normalidad, ambos chicos llorando por el final.

3 horas.

Changbin miraba con nerviosismo al chico junto a él, parecía haber olvidado la razón del por que Seo estaba junto a él, se le veía tan feliz.

- La mejoría antes de la muerte - pensó el pelinegro.

El chico tardo aproximadamente media hora en escoger una nueva película pero finalmente terminó escogiendo una de terror.

Al principio la película era muy aburrida, casi no había pasado nada interesante.

Pasaron los minutos y la película fue subiendo de intensidad.

1 hora.

La película apenas iba por la mitad.

30 minutos.

El tiempo pasaba rápidamente, Changbin cada vez se iba poniendo más nervioso.

15 minutos.

El pelinegro se comía las uñas con impaciencia.

5 minutos.

El rubio estaba tan concentrado en la película, saltando en su lugar por las cosas tan feas que salían en la pantalla.

1 minuto.

Changbin ya no tenía jugo, y sabía que faltaba ya poco tiempo, pero necesitaba más.

5 segundos.

Y entonces pasó parecía que todo se habia puesto en cámara lenta, mientras Changbin se servía su preciado jugo en la pantalla apareció una horrible imagen. Asustando horriblemente al menor de los dos.

El vaso de Seo cayó al suelo, a Changbin poco le importó.

El más bajo fue corriendo rápidamente hacía el rubio, quien tomaba su pecho entre sus manos, para ser más específicos, sobre su corazón.

1 segundo.

Los ojos del rubio quedaron abiertos, perdieron el brillo en cuestión de segundos.

Changbin suspiró, sintiéndose muy mal.

Odiaba este trabajo.

- Hwang Hyunjin, 22 años, causa de muerte: miocardiopatía - anotó en la pequeña libreta que tenía en manos.

Changbin con toda la pena del mundo salió del departamento, no sin antes llamar a las autoridades, diciendo ser un vecino y haber escuchado un horrible grito desde el piso de arriba.

Al día siguiente Changbin se encontraba trabajando nuevamente, solo que está vez iba tarde, ayer salió de la casa de Hyunjin muy tarde y sin haber dormido nada.

A la persona que le iría a decir la terrible noticia era una chica, bastante famosa, una Idol.

Changbin tocó la puerta de la residencia.

Una bonita chica pelirosa le abrió la puerta, encontrándose algo confundida al tener a un chico vestido totalmente de negro frente a ella.

- H-hola, soy Seo Changbin y v-vengo a darte una terrible noticia - dijo nervioso el pelinegro, el era un gran fan de la chica.

- Pasa Changbin - la chica se hizo aún lado.

Changbin entró, admirando el bonito departamento que tenía la chica.

- Y-yo... te quedan 3 horas de vida - anunció sin más.

3 horas.

La pelirosa se mostró algo sorprendida, no por la noticia, si no por que el chico frente a el lo supiera.

- ¿Como lo sabes? - preguntó tomando asiento.

- Soy algo así como la muerte - explicó el más bajo.

- Entiendo... - murmuró - ¿estarás junto a mi estás tres horas? - preguntó poniéndose de pie, caminando a la cocina.

- Solo si quieres - respondió el menor.

- Me parece bien, me vendría bien tener algo de compañía - abrió la nevera - ¿quieres algo para tomar?

- Jugo de naranja, por favor - respondió automáticamente.

- Aquí tienes - dijo con una sonrisa, tendiendole el vaso a Seo - No tengo nada que hacer durante este tiempo, ¿te parece si hablamos un rato?

Changbin simplemente asintió, sería interesante hablar con un idol.

La mayor le contó toda su historia, desde cuando debutó como actriz infantil, hasta el presente. La chica tardó aproximadamente dos horas contando la historia de su vida.

La chica había sufrido tanto siendo tan joven.

1 hora.

- Haré un live para despedirme de mis pocos fans - dijo poniéndose de pie y colocando música en inglés, desconocida para el menor.

El live duró aproximadamente media hora, si no es que un poco más.

Cuando la chica creyó que era suficiente terminó el live, y caminó a su habitación.

20 minutos.

Changbin decidió ir a la habitación de la pelirosa, tocando la puerta antes de entrar.

- Pasa Changbin - dijo la voz de la chica al otro lado de la puerta.

Changbin entró y ahí lo vio.

Una cuerda colgando del techo.

1 minuto.

La pelirosa miraba con pena al chico frente a él.

- Puedes esperar fuera si quieres - propuso con una sonrisa triste.

Changbin asintió con la cabeza gacha.

30 segundos.

Se escuchó el sonido de un banquito callendo, Changbin retuvo su impulso de ir y ayudar a la chica.

1 segundo.

El pelinegro sabía que había sido una muerte instantánea, la cuerda tenía la altura y estaba colocada en la posición correcta cuando la vio.

Entró lentamente a la habitación, y encontró el cuerpo sin vida de la chica.

- Choi Jinri, 25 años, causa de muerte: ahorcamiento - dijo anotando en la pequeña libreta de siempre, cerrando la puerta nuevamente.

Changbin lavó el vaso que usó y salió del departamento, esta vez no llamó a urgencias ya que sabía que el mánager tenía que encontrar a Jinri.

Changbin soltó lágrimas sin siquiera notarlo murmurando miles de veces - Tu no merecías esto Sulli - y cerró la puerta tras él.

El último chico del día.

Changbin estaba algo cansado, había presenciado tantas muertes el día de hoy, la mayoría de las personas le pedían que se fuera y solo regresara cuando ya hubieran muerto, eso era algo de ayuda para Seo, así tenía oportunidad para ir por otras almas.

Changbin entró al pequeño asilo, donde los abuelitos lo veían y lo saludaban, añorando que llegara su hora.

— No señora Yang, hoy no vengo por usted — dijo con una sonrisa triste.

— Está bien hijo, cuidate mucho — la abuela Yang le dio unas palmadas en el brazo.

Changbin saludó a todos los abuelitos, estos ya estaban acostumbrados a su precencia ahí.

El pelinegro caminó por toda la instalación en busca del chico al que le daría la trágica noticia.

Y ahí lo encontró, un pequeño peliplata de pecas, recogiendo algunas cajas.

24 horas.

— Hola, yo... — el pecoso le interrumpió.

— Al fin llegas — sonrió con alivio — eres el nuevo, ¿no? — preguntó el chico, Seo negó — Oh, perdón.

— ¿Necesitas ayuda? — Changbin preguntó olvidando a que había llegado.

— Sí, gracias — el peliplata seguía sonriendo.

Changbin recogió un par de cajas más del suelo, llevandolas donde el menor le había señalado.

Así estuvieron un par de horas, Changbin ayudando al menor en cosas que tenía que hacer antes de salir del trabajo.

22 horas.

— Por fin — el pecoso soltó un suspiro — Gracias por la ayuda.

— No es nada, yo... — el de mechas plateadas le interrumpió.

— Venga, te invito algo de comer como agradecimiento — el menor se quitó el pequeño delantal que siempre usaba y recogió sus cosas, se despidió de los abuelitos diciendo que mañana regresaría a cuidarlos nuevamente.

Changbin miraba con pena todo, el chico aún no le dejaba explicar la razón de su visita.

— Conozco un lugar buenísimo aquí — el menor no paraba de sonreír, su mano seguía entrelazada a la de Changbin — ¿quieres comer algo en específico?

Changbin negó, viendo atentamente al menor, parecía que nunca se cansaba de sonreír, incluso mientras llevaba esas pesadas cajas el chico tenía una sonrisa resplandeciente.

— Felix... y-yo no vine a disfrutar el rato — el mayor jugaba con sus manos.

— ¿Entonces a que veniste? — preguntó el menor.

— T-te tengo que dar una terrible noticia — dijo nervioso, era la primera vez que tartamudea frente a alguien que no sea un famoso.

— Sueltalo, no creo que sea tan malo — el pecoso colocó su mano en el hombro del contrario.

Changbin revisó la hora en su reloj, verificando correctamente cuanto tiempo faltaba.

— T-te quedan veinte horas de vida — dijo, cerrando fuertemente los ojos.

20 horas.

Al no escuchar ninguna respuesta por el otro chico, abrió lentamente los ojos, Felix seguía sonriendo, como sí no le acabarán de dar la peor noticia de su vida.

— Bueno, ni modo creo — se encogió de hombros — ¿me darías un par de horas extra ahora que eres mi amigo? — bromeó, soltando una carcajada.

Changbin soltó una risa.

— Desgraciadamente no puedo hacer eso — dijo el más bajo.

—  No queda de otra — dijo dejando de sonreír un micro segundo — Hay que disfrutar el resto del día — sonrió nuevamente, jalando al mayor hacía un puesto de pollo frito — compraré dos cubetas, espero tengas hambre.

Cuando tuvieron ambas enormes cubetas de pollo en manos salieron del local, y comenzaron a caminar mientras comían, buscando un lugar para sentarse.

— ¿Te parece si nos sentamos aquí? — preguntó el menor cuando pasaron frente a un hermoso parque.

El pelinegro negó, el lugar era bastante bonito.

Ambos se sentaron y comenzaron a ver el atardecer que se asomaba tras las copas de los enormes árboles.

18 horas.

El tiempo pasaba lento, ambos disfrutando la compañía del otro apesar de haberse conocido hace unas horas, el menor disfrutando sus últimas horas de vida.

Felix se levantó de la nada, sacudió sus prendas y se quedó viendo unos segundos al mayor.

— Tengo que regresar un momento al asilo — dijo el chico secando una pequeña lágrima que había escapado de su ojo.

— Te acompañaré, solo si tu quieres — el mayor dijo, tirando la cubeta de pollo vacía.

El peliplata asintió, sonriendo nuevamente.

Comenzaron a caminar en tranquilidad, la noche comenzando a abrazarlos, el menor iba con la cabeza gacha, pero la sonrisa de siempre en su lindo rostro.

Cuando estuvieron de vuelta en el asilo el peliplata se acercó a los abuelitos, con Changbin detrás de el.

— Yongbok ¿qué haces aquí, cariño? — la abuela Choi preguntó.

— Vine a despedirme... mañana no podré venir a trabajar — dijo sonriendo.

Las abuelitas comenzaron a preguntar por que, pero entonces vieron al pelinegro tras él.

— P-pero eres tan joven — los ojos de la señora Yang se llenaron de lágrimas.

— Lo sé nana, pero no puedo hacer nada al respecto — Felix tenía ganas de llorar.

— Te vamos a extrañar mi niño — dijo ahora la señora Lee.

— Changbin, cuida bien a Yongbok por nosotras — la señora Choi había comenzado a llorar.

— Nana, no llores — Felix abrazó a la señora Choi.

— Cuidare a Felix durante las 17 horas que le quedan — dijo el mayor.

— Siempre has sido un ángel Bin — agregó la abuela Yang.

Felix se despidió de todos y cada uno de los abuelitos ahí dentro, tardando aproximadamente unas cuantas horas más.

14 horas.

— Bien, vamos — Felix caminó fuera de la instalación, restos de  lágrimas en sus mejillas.

Changbin simplemente abrazó al menor, nunca antes lo había hecho, pero algo dentro de el le dijo que tenía que hacerlo.

— Se que es difícil afrontarlo — Changbin susurró sobre su oído — pero es el destino Lix.

— Lo sé — respondió sorbiendo su nariz.

Felix pasó un par de minutos entre los brazos del mayor, soltando lo poco que tenía guardado.

— Ya está, gracias — dijo el menor, sonriendo nuevamente.

Ambos fueron a casa del menor, que quedaba a unas cuantas cuadras del asilo.

Cuando llegaron un bonito gato de color gris los recibió, restregandose en las piernas del menor.

— Él es Dori, lo adopté hace unos días creyendo que pasaríamos muchos años juntos — sonrió con pena.

Felix invitó a el mayor a entrar.

— Iré a buscar unas cosas y saldremos nuevamente, espero no te moleste — dijo llendo a su habitación.

Changbin negó, y se sentó en el sofá.

— ¿Quieres algo de tomar? — preguntó saliendo nuevamente, con un montón de mantas en mano.

— Jugo de naranja — pidió el mayor.

— Aquí tienes — dijo, entregandole un vaso de cristal.

— Gracias — le sonrió — ¿necesitas ayuda?

— Sí, le llevaré esto al abuelo Kim — dijo señalando las tantas mantas apiladas — Es un hombre que duerme fuera el asilo, su família no tiene el dinero suficiente para pagar la mensualidad.

Changbin sintió pena por el hombre, así que se ofreció a ayudar a Felix.

— También le llevaré esto a unos perritos callejeros de la siguiente calle — dijo tomando un enorme costal de alimento para perros.

Cuando Felix terminó de llevarle las mantas al abuelo Kim, y darle el alimento a los perritos habían pasado tres horas.

11 horas.

— Creo que ya hice todo — dijo sentándose en el sofá.

— Aún tienes algo de tiempo — Changbin miró su reloj — ¿que quieres hacer?

— Es algo tarde... — murmuró el chico — y tengo algo de sueño, pero no lo quiero desperdiciar durmiendo.

— Podrías pasar tiempo junto a Dori — sugirió el mayor.

Felix pareció pensarlo, pero terminó aceptando, sacó un par de juguetes y comenzó a jugar con el pequeño minino.

10 horas.

Felix se cansó de jugar con Dori, así que lo acostó junto a él mientras veía vídeos de Twice en su teléfono.

El cansancio fue más, así que el peliplata terminó por caer dormido junto a su minino.

4 horas.

Felix despertó, afuera apenas estaba amaneciendo.

Changbin se encontraba despierto junto a él tomando un galón de jugo de naranja.

— ¿Pasaste despierto toda la noche? — preguntó el menor.

— Soy la muerte Felix, nunca duermo — dijo, su rostro totalmente serio.

— ¿E-en serio? — preguntó con los ojos abiertos.

— No, desperté hace 5 minutos — dijo riendo.

— Eres un tonto — dijo el pecoso riendo.

Changbin admiro la linda sonrisa del menor, encantado de poder verla en su máximo esplendor.

3 horas.

— Tengo ganas de comer helado — dijo el menor — ¿gustas un sabor en específico? — abrió su nevera.

— Cualquiera está bien — respondió sonriendo.

Felix sacó dos enormes botes de helado del refrigerador, prendió la tele y colocó un anime que nunca terminó de ver.

1 hora.

El tiempo pasó volando, Changbin nisiquiera lo había notado hasta que acifenlalmente vio el reloj colgado de la pared.

El pecoso veía la pantalla sonriendo, terminar de ver Saiki K había sido la mejor forma de dejar que el tiempo pasará.

30 minutos.

El mayor miraba con impaciencia el reloj, el tiempo pasó demasiado rápido.

Felix dejó de mirar la pantalla y se dio cuenta de que Seo miraba constantemente el reloj en su muñeca.

— ¿Cuánto tiempo falta? — preguntó guardando lo poco que quedaba de helado.

— No puedo decirte — respondió.

Felix sonrió, el mayor era muy considerado.

Apagaron la TV y se pusieron a hablar sobre cosas de la vida, Felix normalmente contando todas sus vergüenzas, Changbin escuchando atentamente.

10 minutos.

A este paso el menor había sacado un álbum de fotos, mostrandole a Changbin fotos de su niñez y sus amigos de la secundaria.

En una de las fotos Changbin pudo reconocer a Hwang Hyunjin.

Changbin sintió pena.

5 minutos.

El peliplata se levantó del sofá y caminó al contenedor de comida de Dori, colocando comida para una semana, en caso que tardarán en notar su ausencia.

Se sentó nuevamente en el sofá, Changbin le miraba atentamente, incluso estando a minutos de morir el menor mostraba una sonrisa.

2 minutos.

Felix abrazó a Changbin.

— Gracias por haber estado conmigo estás 24 horas Changbin — dijo en un susurro.

— No fue nada Felix — acarició su cabello — gracias a ti por dejarme acompañarte — agradeció desde el corazón — te admiro Lix.

— ¿P-por qué? — preguntó sorprendido, separándose un poco del cálido abrazo.

— Incluso sabiendo que morirías, te mantuviste fuerte — dijo acariciando el rostro contrario — Eres muy fuerte Felix.

1 minuto.

— N-no entiendo — dijo el peliplata viendo los ojos de Bin.

—  Me gustas Lee Felix —

30 segundos.

— Entonces bésame — dijo el pecoso.

Changbin sin dudarlo se acercó a los labios contrarios, besandolos, sintiendo la suavidad de estos, el ligero sabor a helado permanecía ahí.

Felix siguió el beso, o al menos hasta que pudo.

5 segundos.

Los labios del menor se tornaron negros, perdiendo ese ligero color rojo, sus ojos permanecieron cerrados, pero Changbin sintió como su cuerpo iba perdiendo vida, los labios dejaron de moverse sobre los suyos.

1 segundo.

Changbin miró al menor, este cayó recostado en el sofá, sus ojos cerrados, y sus labios entreabiertos.

— Lee Felix, 21 años, causa de muerte: El beso de la muerte — el mayor lo anotó todo en su libreta mientras sollozaba.

Changbin dejó un último beso en esos ahora fríos y negros labios, despidiéndose por primera y ultima vez de su amor de 24 horas.

Fin...

Aquí les traje un nuevo one shot, la idea la saqué de una telenovela jdisjs

Mientras escribía la parte de Sulli lloré horrible, investigue todo acerca de su fallecimiento y me quebré horrible.

Lamentablemente no conocí a Sulli en vida, ya que no escuchaba kpop en ese entonces.

La muerte no es un juego, el cyber acoso no es un juego.

Es muy difícil narrar una muerte a inventarla.

Tarde en escribir esto 2 días, y contiene 3510 palabras.

Espero les haya gustado, lamento haber tocados temas tan sensibles.

Nos leemos en otra historia/one shot ^^

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