Único Capítulo
[Vaya, no escribía un One-Shot del "Resident Evil" desde el 2017, cuando estrené mi "Hasta los fríos tienen corazón". Lamento mucho si no volví a subir fics de este estilo pero necesitaba ideas y aquí les traigo uno nuevo con Jim Chapman, el cual tendrá su "Point of View". Espero que les guste.
Todos los derechos reservados para "Capcom" y sus dueños. El objetivo es solo entretener.].
Un día de suerte:
- "Siempre fui de esos sujetos que les gusta empezar bien su día. Ya sabes, levantarte con el pie derecho, no pisar las rayas de las baldosas en la vereda, andar con una "Moneda de la Suerte". Oh, espera, ¿lo mencioné antes?. Mmm, no, qué tonto que soy pero sí: Esta belleza ha sido mi boleto de salvación para los momentos más complicados de mi vida y hoy es un nuevo amanecer para mí, Jim Chapman, empleado del "Subterráneo de Raccoon City". Ohhh, qué bella Ciudad, la amo y más que nada gracias al avance económico que hemos recibido junto a la administración del Alcalde Michael Warren, aunque...no sé, hay veces que me pregunto sobre cuál es la pista original de toda esta bonanza en dinero y logros. Creo que debería dejar de pensar en eso y enfocarme en mi trabajo".- Pensé, mientras que iba bajando las escaleras de mi estación y me reportaba para el trabajo. Allí estaban mis compañeros, entre ellos Ricky, uno de mis amigos.
Me acerqué hasta él, pobre, tenía una pálida expresión en su rostro, como si hubiera visto un fantasma. No lo culpo, él sufre de miedo al trabajar en la oscuridad. Puse mi mano sobre su hombro y éste se sobresaltó, casi lanzándose hacia mí y pude notar que estaba de muy mal humor. ¡Casi me saltaba a la yugular!. Pero, inmediatamente, él se calmó y volvió a una expresión neutral, bajó el puño y de ahí respiró hondo, caminando unos metros fuera de mí.
- Oye, Ricky, ¿qué tienes? ¿Otra vez has tenido problemas en los túneles?.- Le pregunté, mientras que me acercaba hacia él pero se mostraba mucho más asustado y tenso.
- Estoy harto.- Fue la respuesta que me dio y miró a ambos lados, de que el Jefe no estuviera rondando por aquí.- Estoy cansando de trabajar aquí, no aguanto más, quiero irme, Jim, ya no puedo más en este sitio. Voy a volverme loco.- Me decía y parecía entrar en la histeria. Sus ojos estaban desorbitados, notaba esa cara que expresaba el miedo en su más profundo ser, un sentimiento que le resaltaba a flor de pie. Fue entonces que le tomé de las manos, bajándolas y mirándolo a los ojos.
- Si renuncias, ¿qué otro empleo vas a conseguir, amigo?. Además, no deberías preocuparte tanto. ¿Qué importa si es de día o de noche?. Siempre trabajamos a oscuras.- Le dije con calma, siendo sincero, no quería darle un comentario negativo y que lo pusiera mucho peor de lo que ya estaba el pobre.
Ricky respiró hondo, parecía entenderme, así que asintió en silencio y de ahí lo seguí.
- Tienes razón, Jim.- Comprendió el mensaje, aunque lo notaba cabizbajo y había algo más allí: Una extraña picadura en su nuca.-
- Tranquilo, todo se va a solucionar. ¿Quién sabe?. Por ahí te ascienden esta semana al "Cuarto de Control".- Resalté y no le di mucha importancia a esa protuberancia que tenía en aquel sector de su cuello, tal vez algún mosquito. Estos días estaban muy molestos, menos mal que el frío les hará cambiar de parecer.
El día transcurrió de lo más normal. El trabajo en el subterráneo siempre es así de movido, tienes que estar en todas partes. Si te necesitan en la "Sala del Generador", tienes que ir allí. Si el Jefe te pide que le traigas unas cosas del "Almacén", vas y sin rechistar. Aunque, no sé, estos días noto a la gente un tanto rara. Hoy, cuando terminaba de cerrar la puerta que daba a la "Sala de las Taquillas", noté a Edwards, otro de mis compañeros que no paraba de temblar, parecía como si hubiera estado en Siberia y sin nada de ropa y lo más raro era de que no paraba de rascarse. Jejejeje, tal vez su perro tenga pulgas y se las pasó.
Una vez terminado mi turno, procedí a tomar mis cosas, cerré las puertas y tras despedirme de los chicos del turno nocturno, me fui a las calles y ver el partido de esta noche, en donde jugaban los "Sharks de Raccoon City", así que me dirigí al "Bar J's". Una vez dentro, encontré una mesa vacía y me dispuse a resolver un crucigrama hasta que comenzara el juego y en donde pedí algo para cenar.
Era una noche tranquila, serena, una para disfrutar y demás, pero, cuando estaban por sintonizar el juego, apareció un boletín de noticias en la televisión, mientras que continuaba con mi crucigrama.
- "Último momento: Se ha producido una serie de disturbios en el "Estadio Warren", donde se estaba llevando a cabo el partido de los "Sharks". Al parecer, un aficionado perdió el control y atacó a varias personas en las gradas. Aún no conocemos sobre su estado de salud ni el motivo del ataque, pero lo que sí sabemos es que más de 50 agentes de la Policía han sido desplegados hasta allí para restaurar el orden. Continuaremos información más acerca de este hecho".- Habló un periodista, mientras que una chica rubia y vestida de rojo, además de que era muy hermosa, dejaba su labor en la notebook que traía consigo y se giraba para oír ese reporte.
El bar estaba con algunos clientes, entre ellos había un policía, dos guardias de seguridad, la mujer de cabello rubio, una estudiante de intercambio extranjero, un hombre que debía ser un médico, la camarera, cuyo nombre era Cindy Lennox y, por último, un hombre de cabello negro y de apariencia un poco siniestra, ya que estaba alejado de los demás y bebía en silencio, además de que de que parecía ser un plomero y no me debo olvidarme. De golpe, justo unos minutos después de ese boletín de noticias, la puerta del bar se abrió y entró un sujeto muy desaliñado, sucio y con la cabeza baja, tambaleando de un lado para el otro, cosa que llamó la atención del barman.
- ¿Eh?. Qué cliente más raro.- Dijo con asombro y fue hasta él.
- ¿Quién es ese?.- Preguntó el guardia de Seguridad de tez morena y calvo, mientras que su compañero, un hombre de 50 años, se caía contra el piso y era ayudado por éste.- ¡Mierda! ¡Bob, ¿qué ocurre?.- Quiso saber éste, pero cuando yo me puse de pie, vi que el barman fue hasta el recién llegado y éste...no me lo van a creer, lo atacó, dio un mordisco en el hombro y con sus fuerzas, logró expulsar al pendenciero a las calles, mientras que cerraba la puerta con llave.
Inmediatamente, tras ese ataque, un golpe provino desde el exterior y vio a un grupo de personas apoyándose contra el cristal. No hubo tiempo, así que puse manos a la obra, tomé mi "Moneda de la Suerte" y me lancé hacia la Diosa de la Fortuna, la cual me dio su apoyo, así que ayudé a formar una barricada contra la puerta con los barriles y un mueble que había por allí, mientras que Cindy intentaba ayudar a su compañero y amigo del trabajo pero era en vano, el pobre le tuvo que pedir que huyera, ya que había perdido mucha sangre.
Justo cuando cruzábamos hacia las escaleras que llevaban a la planta alta, fue allí donde los zombies entraron y terminaron por matar al barman, oyéndose sus gritos de agonía y de ahí vendrían a por nosotros. El sudor me caía a chorros por la frente, nunca había experimentado una cosa y eso de que nunca creí de que un día fueran a levantarse los muertos de su sueño eterno. Tengo que reconocerlo, ese día fue uno de pura suerte, ya que pude salvarme, uniéndose a este grupo de supervivientes y hallar el camino para salir de Raccoon City.
Espero que así sea...bueno, mientras tenga a mi "Moneda de la Suerte" y a mis amigos, todo estará bien. Sí, no hay problema. El bueno de Jim Chapman logrará salir de esta, igual que en las anteriores.
Fin.
[No sé si estará bien, tal vez me apresuré un poco. Por otro lado, quizás, en algún momento de este año, lance un futuro fic sobre este juego, el cual fue de mis favoritos.
Espero que les guste, amigos. Nos estamos viendo y saludos de mi parte.
Buen día Miércoles y hasta la próxima.].
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