Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Parte Única

Suena la alarma. Me pregunto por qué intento apagarla golpeando el reloj sobre la mesa pero sigue sonando. Fuera aun esta oscuro así que veo la hora... no de nuevo... 3:33am. Frustrado, golpeo el colchón con mis puños y observo el techo mientras intento conciliar de nuevo el sueño. No obstante, la sombra del abanico empieza a tomar una extraña y monstruosa forma hasta que aparece "él".

"Buenos días" Dice con esa enorme y grotesca sonrisa. Ruedo mis ojos y me doy vuelta hasta quedar de cara contra la almohada. "Hey, sé que estas despierto ¿te parece si charlamos un rato?"

—Déjame en paz, tengo clases en un rato –respondo y cierro mis ojos. Unas horas más tarde mi madre me despierta con una suave caricia.

—Hijo, se hace tarde.

Me pongo en pie rápidamente y me arreglo para ir a la escuela. Al bajar las escaleras hacia a sala, me doy cuenta de que no hay nadie, entonces recuerdo que mi madre tiene rotación en su trabajo y no la veo hasta la noche. Ella no pudo haberme despertado por que está trabajando... un deliciosos aroma me mueve instintivamente hacia la cocina que es de donde me llega ese delicioso aroma. Sin embargo, al estar ahí veo que no hay absolutamente nada preparado, todo está limpio. Mi padre tampoco está en casa.

—Qué raro. Juraría que olí algo rico.

Tomé un sartén, un par de huevos y la espátula para hacerme el desayuno, pero la espátula comienza a transformarse en una serpiente que se enrosca alrededor de mi mano, muñeca y antebrazo y amenaza con morderme, sacudo mi mano hasta arrojarla lejos. La ventana se hace añicos.

—Mierda, no tengo tiempo de arreglar eso.

Toques en la puerta llaman mi atención, por lo que camino hacia la sala. Más toques resuenan en toda la casa.

— ¡Ya voy!

Pero al abrir noto que no hay nada ni nadie tocando. Para estar seguro salgo y miro alrededor de mi casa. En el patio de la casa junto a la mía hay un perro, es Vibe, el perro de mi vecina. El pequeño animal me mira con sus ojos totalmente negros y comienza a ladrar. Sus colmillos crecen hasta ser más grandes que su diminuto cuerpo, su ladrido se vuelve monstruoso y potente.

Amenaza con correr hacia mí para morderme pero entro corriendo a mi casa y cierro la puerta con fuerza mientras respiro agitado. Ya no escucho nada, me dispongo a preparar mis cosas para salir lo antes posible, ya no hay tiempo de hacer mi desayuno. Subo a mi habitación por mi mochila, bajo las escaleras a toda prisa, salgo de la casa. El perro monstruo ya no está, eso es bueno, pero veo al autobús llegar a la parada. Intento correr pero siento que algo abraza mi pierna. Es una liana proveniente del jardín de la vecina, trato de liberarme pero mientras más me muevo más me apresa el tobillo.

—Rayos... el autobús ya se va.

La liana no me suelta y empieza a subir por mi pierna estrujándola con fuerza. Empiezo a golpearla con mi cuaderno de dibujo hasta que logro liberarme, pero el autobús ya se ha ido

—Diablos, el siguiente tardará mucho. Pero eso me da tiempo para comer algo.

Camino hacia la cafetería más cercana, pero justo después de ordenar mi comida, aparece de nuevo "el". Lo veo sentado frente a mí en una de las mesas cerca de la ventana.

"La dependienta se está burlando de ti. Cree que eres un idiota irresponsable. Mira nada más tu ropa toda sucia, debe creer que estás loco". Trato de ignorarlo, pero su voz se hace más fuerte. "Tiene razón, solo a un imbécil como tú se le ocurre salir de su casa sin zapatos".

Rápidamente bajo la mirada a mis pies para darme cuenta de que efectivamente no llevo los zapatos. ¿Cómo pude haberme olvidado de algo así? Escucho una risa, la chica está mirando en mi dirección y platica con su compañera.

"¿Lo ves? Le haces gracia por ser un payaso ridículo". Cierro mis ojos con fuerza.

—Aquí tienes –La chica me entrega mi orden y le sonrío amablemente.

"Esa es la sonrisa de una hipócrita" Frunzo el ceño y le arrebato el paquete. "Quizá le haya puesto algo a tu bebida, una droga. Mejor tíraselo a la cara"

Me siento tentado a hacerlo, pero el siguiente autobús se acerca. Sin agradecer a esa maldita mujer que se ha burlado de mí, salgo corriendo hacia la parada. La conductora está a punto de cerrar la puerta cuando grito que se detenga. La conductora me sonreí con amabilidad, pero su sombra se convierte en un monstruo que se ríe de mí. Paso de largo hasta los asientos del final. Va casi vacío, o eso es lo que aparece. De pronto, de mi cuaderno de dibujo, comienzan a emerger personas sin rostro y en colores grises.

"Esto es divertido ir solos aquí. La mujer gorda no se da cuenta de nada, pero bueno siempre ha sido una chismosa buena cara"

Lo miré mal, pero me dispongo a comer el croissant, pero tiene un sabor extraño... parecido al sabor metálico de la misma sangre. Las náuseas me invaden, prefiero darle un sorbo al café pero esta... ¿salado? Apunto estoy de vomitar cuando la conductora anuncia que ya hemos llegado, otros tres chicos y todas las demás figuras extrañas bajan del autobús. Dejo la comida y el café sobre el asiento y tomando la mochila bajo corriendo, escucho la monstruosa y gruesa carcajada de la conducta a mis espaldas pero continúo corriendo hacia las puertas de la escuela. Me dirijo a mi casillero para sacar mis libros para ese día. Akram, mi único amigo está en el casillero de a lado, sonríe al verme.

"¿Acaba Akram de llamarte obstinado, irresponsable, malcriado e imbécil niño de mami?" me detuve en seco. "Claro que si lo hizo, pero de todos modos es lo que eres ¿no?" Sostengo con fuerza el candado en mi mano.

—Basta ya, Sam –Mi amigo me mira confundido

— ¿Has dicho algo, Diego?

Cierro el casillero "¿Dejaras que te siga insultando de ese modo? No sé qué es mejor, matarlo a él o matarte tu" Sacudo la cabeza, no de nuevo ese pensamiento. "Ambas opciones son bastante tentadoras ¿No crees, Diego? Si él muere tu podrás seguir siendo el imbécil inútil de siempre, pero si tu mueres nadie volvería a reírse y burlarse de ti" Lo analicé, tenía sentido.

—Diego vamos, que ya es tarde.

"¿Lo ves? Cree que eres lento e inepto" Akram se gira y da un paso hacia mí.

—Diego, estás más distraído de lo normal.

Sam chasquea sus largos y huesudos dedos negros y sonríe maliciosamente "Te lo dije, cree que eres raro... opino que lo mates. Ese candado podría ser letal" Miro mi mano "Solo un golpe y adiós Akram Dagach para siempre" Es muy tentador, sigo observando el candado. Su voz se hace más fuerte, las sombras inundan las paredes, sus gritos pidiéndome que lo haga son insoportables. Cubro mis odios y cierro con fuerza mis ojos.

—Diego ¿Estás bien? ¿Qué sucede...? –Sin pensarlo suelto el golpe, escucho algunos gritos horrorizados pidiendo ayuda.

"Idiota, es todo por tu culpa"

— ¿Y qué hago, Sam?

"Correr idiota, vete de aquí rápido" Salgo corriendo por el pasillo que cada vez se va haciendo más largo, las sombras gritan que es mi culpa, que soy un idiota, que soy un cobarde. Mi mano está llena de sangre, de la sangre de Akram, veo como la mancha se extiende por mi brazo hasta manchar toda mi ropa "Lo mataste. Eres un maldito asesino" Tropiezo pero sigo corriendo.

— ¡Tú me dijiste que lo hiciera!

"¿Eso le dirás a la policía? Solo lograras que te encierren".

— ¿Qué me encierren? –Me detengo en seco, estoy fuera de la escuela en el patio trasero. Sam aparece recargado en la pared.

"Si idiota. Estás loco, estás enfermo"

— ¿Tu eres Diego Blacker? –Gire para observar al oficial y asentí, me tomo del cuello –Ven conmigo, hijo.

Me lleva hacia un auto negro, escucho una ambulancia alejarse, veo algunas personas llorando, otras me miran como si estuviera loco. Me colocan unas esposas y me meten a la fuerza dentro del auto. Sam a mi lado va callado, está mirando por la ventana, pero de repente voltea hacia mí, su sonrisa se alarga hasta los laterales de su cabeza.

"Estamos condenados"

— ¿De qué estás hablando?

— ¿Qué dices, hijo? –Miro al policía por el espejo retrovisor.

—Estaba hablando con Sam.

— ¿Quién es Sam?

"Idiota, solo tú puedes verme, tarado"

No respondo. Esto es tan confuso para mí. He visto a mi alrededor a Sam dese que era pequeño, ¿Cómo es posible que nadie más pueda verlo?

Llegamos a un lugar extraño rodeado con barrotes y una cerca electrificada. Me meten a empujones y me llevan a una extraña habitación blanca con una mesa metálica gris en el centro. Me hacen muchas preguntas sobre lo que hice y porque, pero al responder que fue Sam quien me dijo que lo hiciera se burlan de mí. Los amigos de Sam también se burlan de mí, mientras él me mira fijamente desde un espejo. Solo escucho a los hombres decir algo sobre mí:

—Diego Blacker: Esquizofrenia.

Y con eso bastó para que me encerraran en una habitación blanca sin ventanas ¿Lo peor de esto? Sam sigue aquí burlándose de mí, insultándome. Golpeo la puerta y las paredes con fuerza pidiendo ayuda, rogando para que me saquen y me alejen de él pero los doctores y guardias solo se ríen.

Lloro. Lloro por mí, por mi único amigo, por mis padres, por mi vida... lloro porque sé que nunca poder salir de ese blanco lugar. Sin embargo, he comenzado a guardar discretamente le medicamento que me dan... creo que ya es suficiente, Sam me mira mientras deposito todas las pastillas en mi mano.

"¿Qué vas a hacer?" Lo miro con media sonrisa.

—Este es el adiós, Sam. Hasta nunca, maldito monstruo –E ingiero todas las pastillas, tarda un poco en hacer efecto, mientras Sam y sus amigos me gritan lo idiota que soy y siempre he sido. Al fin, 18 años de sufrimiento con esos monstruos, por fin... soy libre.


~~~~~~~
Fin...

Con este cuento gané un certamen de Literatura de mi facultad, supuse que ya era hora de compartirlo aquí también.
Si quieren leerlo en la pagina de facebook, busquen la pagina "Lectores En Acción FaPsi" les agradecería si me ayudan a compartir por ese medio.

Gracias por leer:)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro