Miedo
Dedicado a MirnaMrquez6.
Espero sea de su agrado 🥺
No escribo muy bien, pero, quise intentarlo.
Nota:
"_____" es un apartado para que agreguen su nombre "t/n".
Shipp: Cinco x tu.
En fin, eso es todo. Ya los dejo leer.
— Te dije que nos atraparían.
— Callate.
Cinco suspiro. Era muy terca, no importa cuanto le recrimine, siempre hacia lo que quería. Eso lo supo cuando se acerco por primera vez.
— Dices ser adulta y te comportas igual que una niña en plena pubertad. — Dijo con un tono de molestia y pereza.
____ no contesto. Solo infló sus mejillas tal cual un puchero. Lo cual, le pareció algo tierno a Cinco.
Sabia que no podría salir del hospital, menos si tenia antecedentes previos de escape. Se informo por las enfermeras encargadas de cuidarla.
Y su estado de salud, no ayudaba de mucho. La enfermedad se expandía con mas velocidad por su edad.
Aun así, no era de su incumbencia.
No le importaba.
Es mas, ni siquiera sabia que hacia allí en esos momentos o el porque le había seguido el juego. Y tampoco sabia que hacia en el hospital en primer lugar.
Estuvieron en un silencio un tanto incomodo, segun en la perspectiva de la chica. No sabia como deshacerlo, y se sorprendió cuando el primero quien hablo fue Cinco.
Pero, no se imagino lo que diría a continuación:
— Dime algo ____, ¿no tienes miedo? — Él no la miraba, no se atrevía. Aquellos ojos avellana provenientes de la chica, que lo miraba fijamente desde la camilla lo hacia... Confundirse.
— Si, como cualquier ser humano tiene miedo yo también. — No entendía exactamente a lo que se refería, pero, respondería guiándose por sus sentimientos. — Me aterra la idea de estar en el hospital, que no puedo salir, que tal vez el día de mañana ya no pueda despertar, por supuesto que me da miedo. — Decía mientras mostraba una sonrisa. Forzada, pero lo hacia.
Y de un de repente sintió sus mejillas húmedas. Miro la sabana de la camilla en donde estaba recostada y se dio cuenta de unas gotas cayendo de su rostro. Entonces entendió que en esos momentos estaba llorando. De sus ojos caían gotas saladas, que reflejaban impotencia, dolor, temor, tristeza y tal vez felicidad, por que por primera vez hablaba con sinceridad.
Acto que sorprendió a Cinco. Pero mas se sorprendió al sentir unos brazos que lo aprisionaba contra un cuerpo cálido; abrazándolo con fuerza.
— Tu, no debes hacerte el fuerte conmigo. No debes cargar con todo. No estas solo. — Seguía soltando lágrimas al abrazarlo, hundiendo su cabeza en su melena aprisionando el rostro del contrario a su pecho, acariciando su pelo como muestra de cariño.
Cinco seguía estático, sin moverse. No sabia como reaccionar pero, su corazón latía con fuerza. Púes, ______ había dicho las palabras que siempre quiso escuchar desde que llego del futuro.
«Yo..., también tengo miedo.» Pensó, mientras correspondía el abrazo de la persona que provocaba sus dolores de cabeza.
Las palabras no salieron. Nada salio de ambos. Solo eran ellos dos en un tranquilo silencio en medio de los ruidos de las maquinas y agudos sonidos de las voces del personal en el hospital. Pero, aquello solo era un eco lejano en su mundo.
Un mundo donde solo eran ellos dos.
Fue entonces que recordó el por que se acerco a aquella chica que vio por ventana del hospital sonriendo concentrada escribiendo algo con colores en papel. A pesar de que se le notaran las arrugas por su vejes, en ella solo veía el espíritu alegre y luminoso que destacaba entre todas que ha conocido. Tal como una niña.
- Debes de confiar más en las personas que te rodean. - No sabia por lo que pasaba, no tenia idea de que era del chico, sabia que no tenia derecho en darle concejos por que no sabia nada de él. Pero, la necesidad de abrazarlo y consolarlo la dominaron. - Por que, al preocuparlos los lastimas. - No estaba solo. En eso estaba tan segura que podía afirmarlo. Aunque en sus ojos reflejaba soledad, también reflejaba arrepentimientos y deducio que podría tratarse de su familia.
Cinco seguía sin moverse. Solo se dedicaba a aferrarse a la ropa de ___, ocultando su rostro en esta mientras dejaba caer sus lágrimas mojando la tela de la bata. No se dejaba ver, no hacia ruido, solo el podía escucharse. Ahogando sus lamentos en un grito, el cual guardo en su garganta.
"¿Por que se acerco?" Se preguntó. "¿Que hacía allí en esos momentos?" Su mente estaba llena de preguntas, sabia las respuestas pero no sabia descifrarlas.
¿Se acerco a ____, por curiosidad? ¿Por admiración?
Levanto la cabeza en un leve movimiento, viéndola de reojo, sin deshacer el abrazo. Tenia los ojos serrados, con rastros de lágrimas que anteriormente habían caído. Unos de sus mechones cayo en su cara, tapando parte de su ojo derecho.
No, era más que eso.
Se acerco a ella por que le atrajo su peculiar personalidad y espíritu libre que desprendía.
Vio una vez mas su rostro, descubriendo que tenia ojeras bajo sus ojos, provocando que esta quedara dormida. A pesar de su estado, nunca deshizo el abrazo, apoyando su cabeza contra la suya como soporte.
Se separo, cuidadoso. Con precaución apoyo su cabeza en la almohada de la camilla, acostando su cuerpo en ella. Tomo las sabanas, cubriéndola.
Se acerco a ella, por que se enamoro a primera vista.
Le dio un beso en la frente. ¿Fue acto de reflejo, o solo por empatia? Ignoro el motivo. Tan solo, dejaría de pensar y dejarse llevar por sus sentimientos. Aunque sea un par de minutos.
Su respiración estaba tranquila y eso lo reconfortó.
Se dio la vuelta hacia la salida de la habitación. La miro una ultima vez y sin mas preámbulo, salio por la puerta blanca, cerrándola con un mínimo ruido para no despertar a la bella durmiente.
Cinco río ante su pensamiento.
Paso por las enfermeras y demás personas, llegando así a la salida del hospital. Quería irse pronto, no soportaba las miradas extrañadas de estos.
Pues era un adulto atrapado en el cuerpo de un niño. Literalmente.
Aun no se acostumbraba.
Antes de dejar el lugar, lo miro de nuevo esbozando una sonrisa por que tenia deseos de ir al día siguiente.
Tenia el deseo de ver a ______ otra ves.
— ¿De nuevo sales? — Le estresaba escuchar aquella voz.
«Ahora no». Pensaba Cinco.
— Y si lo hago ¿que? No es de tu incumbencia. — Respondió, irritado.
— Cierto, no lo es. Lo lamento... Nah, en realidad no. Solo traeme un cigarro de paso, ya se me terminaron. — Klaus fingiendo afligidad, dijo.
Ya lo sabia mas que nadie.
— Adiós.
— Viejo y a parte amargado, pésima combinación.
Siguió su camino, ignorándolo. No se rebajaría a su nivel.
Caminaba con cierta prisa, de algún modo emocionado aunque un poco pensativo pensando en que tendría que lidiar con ella.
Pero recordó que puede soportar a los locos de su casa, ____ no era nada.
Rodó los ojos al acordarse de los problemas que pasaron después de que Vanya despertara sus poderes.
Necesitaba un descanso.
No sabe como pero ya había llegado al hospital. Se acerco a la entrada y las puertas se habrieron automáticamente. Al pasar se fue directo a la recepción.
— Disculpa, la habitación 43 ¿donde queda?
— Hola señor. Am, no supo?
— Saber que? — Aunque su mirada era dura, reflejaba preocupación.
La recepcionista se dio cuenta de eso. Era pésima para dar noticias, sobre todo si serian de ese tipo. Ahora entendía a los doctores, eran tan fuertes... ¿como lo hacían?
Buscando palabras correctas, sabia que tardaría más. Y la mirada desesperada del chico la presionaba. Sin mas preámbulo decidió ser directa.
— Hoy, a las 4 de la madrugada, el paciente falleció. — Dio un suspiro disimulado al ya soltar lo sucedido. Con nerviosismo levanto la mirada y, para su sorpresa no había lágrimas, ni enojo que reflejara su tristeza. Solo existía, se sentía en el ambiente.
— Adiós. — El chico se dio la media vuelta con dirección a la puerta. Quien lo atendía, de inmediato se paro de su asiento para intentar detenerlo por unos momentos.
— Me podría decir quien es?
— Cinco.
— Entonces... es usted. — Paro en seco. No entendía a lo que se refería. Seguiría su camino si no fuera por la creciente necesidad de escuchar a la chica. Por que de alguna manera, sentía que ella diría algo que podría resultarle útil.
La señorita se acerco a el y le entrego un papel.
— La señorita ______ me pidió de favor que se lo diera la noche anterior a usted, señor cinco.
Reclamaría por el honorífico, pero ahora no tenia cabeza para eso.
«¿Que es esto?» se pregunto al abrir el pedazo de papel doblado.
— Te lo agradezco. — Y sin mas se marcho.
— Que tenga buen día, señor. — Fue lo ultimo que escucho.
Mientras caminaba decidió habría la hoja. Detuvo su caminar, asombrado por lo que veía.
- No puede ser... - asombrado, tambaleo - Ella lo sabia... - Una gota de sudor cayo un una parte de la hoja - Idiota... No me dijiste nada...
Oculto sus ganas de llorar, oculto sus sentimientos de nuevo como era de costumbre. Tuvo su momento de debilidad, pero aquella debilidad ya se había ido. Sin embargo, no dejaba de existir por que en su corazón aun sentía su presencia.
Y por aquella razón, sus sentimientos lo traicionaron e involuntariamente salio una lágrima cayendo en el arrugado papel. Fue mucha fuerza de voluntad para no desahogarse. Por que si no fuera así, estaba seguro que seria un desastre.
Con tan solo ver el contenido de la hoja podría sentir que su corazón ahogaba en llanto.
Seco rápidamente sus ojos antes de ceder ante su corazón y la tiro en el bote de basura, arraigándola para ya no verlo mas.
Se alejo, poniendo sus manos en los bolsillos de su shorts, bajando la vista en la sombra y mirando hacia arriba al salir del callejón tocando la luz del sol.
— Adiós, ____. Sientete afortunada, por que fuiste mi primer y ultimo amor. — No pudo decírselo en persona, pero no se lamentaba. — Nos veremos, cariño.
Y su silueta se perdió entre la gente que pasaba en la calle.
— Hola, Cinco. —Saludo Vanya con su típica expresion seria al verlo entrar a la mansión.
— Te vez mas jodido que yo — Soltó burlesco Klaus. Soltando humo por su boca. — Sobre el cugarrillo, ya no te preocupes, ya me lo trajo Bogo.
Ni diquiera iba a comprarlo.
—Quieres callarte? Me duele la cabeza, no lo empeores —. Recrimino Alisson, quien se encontraba sentada con una bolsa de hielo en su cabeza sostenida por Vanya; deducía que había tomado el día anterior.
— Si me hubieras hecho caso no tendrías ese dolor de cabeza —. Diego, con un vaso con bebida alcohólica y hielos le dijo a su hermana.
En fin, la hipocresía.
— Callate, hipócrita.
— Todos, guarden silencio. He conseguido nueva información y, lo interesante es que podemos utilizarla a nuestro favor — Toda la atención se dirigió a Luther, quien portaba la computadora en sus manos. Todos se acercaron y, Cinco los vio desde lejos.
No confiaría totalmente en ellos, pero, al menos, les brindaría lo suficiente para que ellos confiasen en el.
— Oye, ¿que esperas? Acercate. — La voz de Luther llego a sus oídos, interrumpiendo sus pensamientos.
Asintió y se acerco.
«Al final, terminaste haciendo lo que querías, idiota».
El aquel lugar apartado, en el reducido espacio que dejaban las casas, un callejón en especial que tenia un bote de basura la ventisca del viento se llevo un papel arrugado pero especial.
Eso el cielo lo comprobó cuando el papel se abrió dejándose ver un rostro palpado en dibujo. De un joven pensativo con un paraguas en mano debajo de la lluvia recargado en la ventana de alguna casa o negocio. En la cual se reflejaba a un adulto de espalda. Firmado por una mujer enamorada cuyo nombre mostrado era ______.
El encuentro sucedió en un día.
Gracias por leer!
Se que habra mas de una duda y quiero aclararlas.
¿Por que t/n es una señora de 40 años? Bueno, facil. Se me hace mas lógico que Cinco, al ya ser también un señor se enamoraria de alguien adulto.
¿Como es que t/n se entero del secreto de Cinco? Ella también tenia un poder, y ese era ver a través de las personas.
¿Por que se enfermo? Cuando era joven, desarrollo su poder a tal nivel que podía descifrar sus puntos débiles de los malos pues ella era una heroína en su pequeño pueblo. Enfermo por que lo utilizo demasiado tiempo.
¿Habrá continuación? No. Este fic cuenta con este solo capitulo. Aunque me gustaría hacer un extra.
En fin, les vuelo a agradecer por a ver leído hasta aquí. Los quiero, sobre todo a la persona a quien se lo dedique ❤
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