Un año antes...

El lugar se veía desolado y no solamente por encontrarse de noche, sino mas bien por el panorama desértico que este lugar tenia, con árboles que sólo mantenían sus troncos de manera firme alzándose sin hojas y con un frío que realmente calaba los huesos, aunque no hubiese rastros de nieve.

—Creo que otra vez me equivoque de universo...

Reaper hace poco había comenzado a utilizar su hoz para explorar el multiverso, Ink le había enseñado y por simple curiosidad y para salir de su rutina habitual lo había comenzado a hacer, pero sus habilidades aun no estaban lo suficientemente pulidas como para calcular bien hacia donde quería ir, terminando por tercera vez en un universo desconocido.

—Espero que Geno no se moleste porque llegue tarde...— dijo para sí mientras flotaba perezosamente por el lugar, aprovechando su equivocación para explorar.

A lo lejos, entre medio de los árboles, divisó un par de luces que se movían de forma errática por el sector, llamando su atención. Al irse acercando de manera sigilosa, pudo percatarse que los sonidos que acompañaban a esas luces pertenecían a una batalla, una en la cual alguien iba notoriamente perdiendo.

Según Ink, no debía irrumpir en el flujo del universo en el cual estaba pero no pasaba nada por mirar un poco lo que estaba pasando y si tenia suerte, podría ver al Sans de ese lugar.

Al acercarse, pudo saber finalmente que aquellos focos luminosos eran las antorchas que un monstruo esqueleto movía mientras esquivaba y atacaba a diferentes tiempos, peleaba ágilmente con otra criatura que nunca antes había visto y que claramente, estaba ganando. Reaper se encontraba tan absorto en la pelea que sin darse cuenta terminó tocando uno de los árboles del sector, haciendo que éste se pudriera y que llamara la atención de aquella bestia que, sin reparos, se lanzó a éste para atacarlo.

—¡Cuidado con la amalga... ma?— la confusión pudo hacerse notar en su voz tras ver cómo aquella cosa resistente se deshacía en polvo frente al contrario —¿Pero que...? ¡Agh!

El haberse descuidado por sólo un segundo le costó al Sans de ese universo el ser atacado por otra de esas criaturas que rondaba cerca, perdiendo sus antorchas sin ninguna otra arma con la cual defenderse. Reaper al verlo en problemas decidió acercarse, después de todo había sido su culpa que éste se distrajera y fuese atacado.

—¡Agh! ¡N-no te acerques!— gritaba con dificultad mientras se defendía de la amalgama —¡Huye de a-aqui rapi-.. grrr...!

Reaper miraba algo divertido la escena ante él pues, podía notar la molestia de aquel Sans de cicatriz en el rostro por no obedecer lo que decía, pero debía ayudarlo.

Las cuencas de aquel chico se abrieron asombrados cuando, una vez más, la criatura que lo atacaba se había vuelto polvo ante sus ojos, sólo que ahora estaba claro el motivo de aquello pues el encapuchado frente a él tenía su mano extendida. Él lo había provocado.

—¿Cómo hiciste eso?

—De nada~— dijo burlón acercándose lo suficiente para ver al contrario, notando sus heridas y haciéndolo sentir culpable —Oh... lamento los problemas.

El de cicatriz aún no salía de su asombro especialmente al notar que el otro también era un esqueleto.

—¿Eres de otro universo?— preguntó levantándose, comenzaba a sentir ligeramente el frío de la noche.

—Que sepas eso facilita mi presentación— dijo dándole espacio al contrario —Soy Reaper y si, vengo de otro universo ¿cómo lo sabes?

—Digamos... que tengo un hermanito revoltoso que me explicó sobre eso— soltó una pequeña risa mientras recogía sus armas, el recuerdo de Stave siempre le generaba ternura —Aunque no lo veo muy seguido.

—Ya veo— al ver el gesto del contrario comenzó a seguirlo —¿Y puedo saber cómo te haces llamar?

—Aquí todo el mundo me llama Blard— dijo ya más relajado —Pero aún no contestas mi pregunta ¿cómo hiciste eso con las amalgamas?

—¿Así que así se llaman? Pues, digamos que todo el que me ve muere por mí

—Pfffft... ¿Y como es eso?— no pudo evitar reír ante sus gestos.

—Soy la muerte— dijo tranquilamente.

Blard se detuvo observando al contrario, no se esperaba una respuesta así y no sabia que tan en serio hablaba el contrario pero por lo que Stave le había dicho, el multiverso era enorme. Reaper noto una mueca extraña volviendo a hablar.

—No te preocupes, no vengo por tu alma hehe, no es mi deber cosechar fuera de mi universo— dijo restándole importancia.

—No tengo miedo, es sólo que es fascinante.

La mirada de curiosidad en el de cicatriz causo una extraña emoción en Reaper, acostumbrado al temor de los demás ante sus palabras no esperaba que alguien le dijera que su trabajo era genial.

El amanecer ya estaba próximo, señal de que ambos esqueletos debían ocuparse de sus deberes, no sin antes acordar el volverse a ver una vez más.