—¡SeHun! ¡SeHun! ¡Despierta, cabeza de arcoiris! ¡SeHun! —Xiumin se canso de gritar.

Así que se bajó de encima de su amigo y fue por agua. Una vez se hizo con ella se la tiró en la cara haciendo que él menor se ahogue, y como por arte de magia se despierte.

—¡Hyung! ¿Intentas matarme? —Soltó SeHun con un intento de puchero en sus labios. En el cúal sólo caía MinSeok.

—Disculpa... pero tú no tenías que beber ayer. Entiendo que los fines de semana no trabajemos pero igual hacemos citas. Sí nos llaman tenemos que ir, y bien presentables.

Mientras hablaba con una sonrisa en sus labios MinSeok le acariciaba los cabellos al menor.

—Sí ya lo sé pero ayer nadie llamó para tener una cita hoy. Así que no vi el porque no. —Dijo él menor con toda la pereza del mundo en su habla.

—Verás.. Me acabaron de llamar. —Dijo él mayor sintiéndose nervioso.

—¿Te llamaron por mañana? —Preguntó SeHun con las esperanzas a flor de piel.

—Perdón pero es para hoy a las once de la mañana. Dijeron que nos van a recompensar por no haber hecho reservación, y no me pude negar.

Habló cabizbajo él mayor.

—Compensación. ¡¿Que estamos esperando?! Espera, son menos de las siete de la mañana...¿Porque me has levantado? —Exclamó SeHun fingiendo llorar.

—Es que te levantas muy feo, además, tienes que estar lucido para ir a hacer un buen trabajo.

Respondió MinSeok cerrando fuerte sus ojos para no ver como él menor le hace cáritas para convencerlo de que lo dejará volver a dormir.

—Eres muy sincero hyung. Me lastimas.

SeHun se sentó en la cama y miró serio a los ojos del mayor mientras que éste era una bolita de nervios.

—No quiero decir que en sí seas feo, es sólo cuando te levantas.

Aseguró MinSeok intentando que sus palabras lo salvarán mientras para ayudarse ponía cara de cachorro arrepentido.

—Eres muy lindo Xiu. Todavía no entiendo porque no tienes pareja. —Confesó SeHun.

Tirando al mayor a la cama junto con él para luego abrazar su cuerpo como si se tratará de un niño pequeño mientras que MinSeok sólo reía porque su amigo le hacía cosquillas.

—No la necesito. Contigo estoy más qué bien.

Xiumin no podía dejar de reír y moverse para todos lados, ya que SeHun siempre fue bueno en las cosquillas.

Después de un rato se cansaron de jugar y quedaron simplemente abrazados. Él mayor encima de SeHun mientras ambos tenían dificultad para respirar con normalidad.

—¡Seríamos una pareja perfecta! —Exclamó SeHun. —Sin duda alguna. —Volvió a decir. —¡Ohh! No te pongas celoso Travieso, tú tampoco Peludito.

Le dijo SeHun a su gato y al de MinSeok. Ya que los felinos que anteriormente estaban durmiendo en la cama con él, se levantaron con todo el alboroto que hicieron y los observaban atentos.

—Que tú le pongas un adjetivo como nombre a tú gato no es mi problema. Deja de confundír a mi Máx.

Regaño Xiumin a SeHun mientras apretaba en sus brazos a su felino y sonreía ampliamente.

—Es que Peludito le queda genial. Míralo, es una bola de pelos.

Hablaba él menor mientras apuntaba al felino ajeno con la patita del suyo haciendo negar al mayor ante todas sus palabras.

—Ya son las siete y media de la mañana. Hoy te toca hacer el desayuno. —Dijo Xiumin levantándose de la cama.

—Sí, lo tengo. Entonces me iré a bañar primero, y mientras lo hago tú dale de desayunar a esos dos. —Concluyó SeHun apuntando a los gatitos que se bañaban en la cama.

—¡Espera! Hoy les toca el baño. Agarra a Travieso y no tarden que luego me toca con Máx.

Dicho eso él menor entró a bañarse con su felino y MinSeok se quedó viendo tele con el suyo.

Luego de un largo rato SeHun salió del baño con muchos rasguños, y él mayor de manera muy madura se tomó unos minutos para reírse en la cara de su amigo y luego entró al baño con su felino.

Mientras MinSeok se bañaba él menor se puso a preparar el desayuno.

Después de veinte minutos, él mayor salió con su felino envuelto en una toalla y sin un solo rasguño.

Razón por la que nuevamente se echó a reír de SeHun, ya que su felino si que era terrible y más a la hora de bañarse. Ni hablar de lo que le hacía diariamente a los muebles.

Cuando terminaron de desayunar eran las nueve de la mañana así que los dos chicos se pusieron a ordenar papeles con precios, imágenes de muestras, calidad, etc. Acomodaban todo para ofrecerle a su cliente un perfecto trabajo.

Luego de una hora de ordenar los papeles se decidieron a buscar que vestirán el día de hoy. Ambos estaban en shorts sin remera, siempre dejaban para el final lo de vestirse, ya qué el felino de SeHun era bueno arruinando sus ropas.

Cuando eligieron como vestir fueron nuevamente a cepillar sus dientes para después alistarse y ponerse bien guapos.

Ambos amigos creen mucho en los dichos así que en caso de salir fuera de su casa y la empresa. Ponen en acción el dicho de; "el amor puede estar a la vuelta de la esquina".

Para las diez de la mañana. Ya estaban besando a sus felinos y pidiéndoles que les deseen suerte en conseguir parejas, aunque estaban saliendo para trabajar realmente nunca se sabe.

—¿Y donde queda esta ves?

Preguntó SeHun mientras entraba al auto en la parte del copiloto.

—Siempre me pregunto porque nunca hay rasguños en tú cara. —Comentó MinSeok realmente curioso. —Y respondiendo a tú pregunta. No tengo la menor idea pero si pongo la dirección en el gps el sabrá. —Aseguró poniendo la dirección en dicho aparato. —El novio me dijo que su pareja es muy detallista y como vamos a su casa no hay que dar una mala impresión.

Finalizó él mayor con seriedad.

—Yo no sabría responderte pero agradezco que sea en mi estómago. —Dijo SeHun con respecto a los rasguños. —Y respecto a lo otro. ¡Por favor, pero si somos los mejores! Sólo hay que ser nosotros normalmente.

Soltó SeHun como siempre muy seguro de él y su amigo.

—¡Tienes razón! Si no nos contratan vamos a traerles a Travieso para que les haga una visita. —Exclamó MinSeok con mucha "maldad".

—Sin duda alguna les conviene darnos el trabajo. No saben de lo que somos capaz. —Se la siguió él menor riéndose como si fuese un psicópata y Xiumin no estaba mucho mejor que él.

Luego de veintitrés minutos de camino llegaron, bajaron del auto, cada uno arregló la ropa del otro y luego tocaron el timbre del llamativo hogar.

Apenas les abrieron la puerta...

—Hola, buenos días. Mi nombre es Kim Min Seok. Él es mi compañero de trabajo Oh Se Hun. Somos maestros de ceremonias y tenemos una cita reservada para las once de la mañana.

Habló él mayor de manera tranquila para al finalizar hacer una media reverencia y ebosar una pequeña pero linda sonrisa.

—Encantado de poder conocerlo. —Concluyó SeHun haciendo una reverencia y sonriendo levemente.

El chico parado en el marco de la puerta se les quedo viendo un rato y luego reaccionó.

—¡Ohh, Kyung ven aquí! —Gritó un chico alto de cabellos rubios.

Luego llegó un chico de baja estatura y se paró al lado de quién lo había llamado.

—¿Que pasa Tao? —Preguntó este curioso. Era raro ver a dos chicos tan guapos tocar el timbre de su casa.

—Ellos nos invitaron a una cita doble para la noche de hoy. Él saldrá conmigo y él contigo. —Concluyó Tao.

Insinuando que SeHun sería su pareja en la "cita" y MinSeok la de KyungSoo.

—Eso es muy lindo de su parte. Aceptó. —Contestó KyungSoo sonriendo levemente.

SeHun iba a explicar la verdadera razón por la que tocaron el timbre pero recibió un codazo de su mayor y entendió el mensaje. Así que sólo se dispuso a seguir sonriendo.

—Creó que ahora tienen trabajo que hacer, pasen por nosotros a las diez de la noche. Ah, y respecto a lo de la ceremonia. Los vecinos de al lado se casan. —Concluyó Tao apuntando la casa de sus vecinos de la izquierda.

Los chicos asistieron y corrieron a su verdadero destinó muy felices, quizás esta ves si sea su día de suerte.

Cuando tocaron el timbre eran las once y cinco de la mañana. Les atendieron la puerta y automáticamente se presentaron, luego pidieron disculpas por llegar cinco minutos tarde.

Después los hicieron pasar para que por fín pudieran comenzar su trabajo.

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—También si así lo desean. Podemos hacer que del techo caigan pétalos de rosas o de las flores que sean de su agrado. Tenemos muchas opciones con respecto a las decoraciones, ¿si me permiten? Ami en lo personal el tema de las flores se me hacen de lo más romántico. Aunque todavía no sé decidieron dónde lo van hacer. Si se deciden por un lugar abierto no es ningún problema, tenemos métodos para hacer que lluevan los pétalos encima de todos o como lo deseen. Y sobre la comida que van a servir a sus invitados, tenemos los platos más finos que se puedan encontrar, de muchos países a elección. Nuestra empresa los invita a probar los alimentos para que puedan elegir bien y sin problemas los que son completamente de su agrado. —Informaba MinSeok.

Las charlas nunca eran cortas. Ya que ofrecían muchas variedades de un sólo producto así que siempre terminaban durando bastante tiempo.

Mientras él mayor hablaba, explicaba y daba opiniones para hacer sentir más seguros a los empleadores. SehHn mostraba las diferentes opciones, los precios y sacaba cálculos cuando resultaba necesario. Aunque siempre hacía un rápido sumario para hacer sentir al empleador que nada se le estaba yendo de las manos.

Los dos trabajaban muy bien organizados haciendo un trabajo prolijo y limpio. Lo cúal le agradó a su detallista cliente y los aceptó para que ambos dirijan su ceremonia.

Luego de cinco horas pudieron terminar su trabajo y el dúo de amigos se fue a su casa. Decidiendo dormir hasta las nueve de la noche para luego levantase, bañarse y ir a recoger a sus parejas de esta noche.