—3, 2, 1... ¡Feliz Año Nuevo! — las expresiones de afecto y buenos deseos no se hicieron esperar, mientras cada persona en la calle se abrazaba los unos a los otros con la intención de augurar fortuna y éxitos, yo simplemente estaba ahí, en medio del balcón contemplando los fuegos artificiales que inundaban el cielo, mi cielo lleno de estrellas.

—Toma, para ti — dice mi madre mientras extiende una pequeña caja hacia mis brazos, en cuanto la abro noto que es un gorro rojo bordado con las iniciales L.S., al parecer mi madre no ha perdido el toque suyo de bordar.

—Gracias, en realidad es muy hermoso — digo mientras la abrazo por el detalle que me ha hecho.

—Venga entremos, es hora de cenar, luego si quieres podemos ir a ver una maratón de talents show, que sé que te gustan — manifiesta mientras nos dirigimos hasta el comedor.

Era la primera vez que la casa se sentía tan sola, sin el ruido típico de siempre, la voz de Dave haciendo sus chistes malos, Tiffany escogiendo la música para animar el ambiente, y uno que otros familiares lejanos de mamá conversando sobre política y economía.

Le ayudo a poner la mesa y en cuanto nos sentamos el eterno silencio es interrumpido por el sonido del teléfono en la sala, se levanta y va por él, desde mi sitio solo puedo ver como ella asienta y murmura algo, luego veo que cuelga y regresa a su asiento, hasta que trata de mencionar lo inevitable.

—Llamó Dave, solo quería desearte un feliz año — expresa con un tono casi sutil.

—No es necesario que lo digas, ya suponía que era él — respondo mientras trato de no darle cuerda al asunto.

—¿Por qué lo dejaste? — pregunta mirándome fijamente.

—Ya hemos hablado de eso mamá, no quiero volver a repetirlo — contesto mientras llevo unos guisantes a mi boca.

—Como te lo dije aquella vez, es muy egoísta de tu parte que hayas tomado esa decisión... — dice mientras extiende sus brazos para alcanzar la ensalada.

—¿Egoísta yo?, ¡tú ni siquiera sabes las razones por las que lo hice! — exclamo mientras suelto el tenedor en el plato.

—Por lo mismo, porque no lo sé, no puedo pensar siquiera que te prives de ser feliz por una desgracia del pasado, cuando lo único que ha hecho ese chico es tratar de apoyarte y estar a tu lado — expresa mirándome a los ojos con una actitud seria.

—¡Exacto!, no quiero a nadie conmigo, ¿acaso no te has dado cuenta de que me siento rota por dentro?, no te das cuenta siquiera que llevo esta vida por demás, ¡estoy cansada de vivir! ... — estallo frente a ella, no es muy normal que lo haga, pero en esta ocasión ya no podía contener mis sentimientos y simplemente escogí el maldito día y la maldita hora para empezar de mejor manera mi año nuevo.

Me pongo de pie y en cuanto me presto a abandonar el comedor, ella trata de detenerme, la evado y corro hasta las escaleras, llegó hasta mi cuarto y me tumbo en la cama, me coloco los auriculares y dejo que la música me lleve a un lugar lejos de aquí.