Nunca me había sentido de esta forma, el chico de ojos verdes y cabello castaño estaba a centímetros de mi devorando su sándwich, su nariz perfilada y la comisura de sus labios lo hacían ver perfecto.

—¿Cuál es tu historia Liz? —preguntó Cris mirándome fijamente mientras bebía su soda.

—Pues... ¿qué exactamente quieres saber? —respondo algo incómoda.

—Todo, ¿de dónde vienes?, ¿a qué te dedicas?, ¿a dónde te gustaría viajar? —dijo sonriendo.

Por un instante me sentí como si estuviera frente a la entrevista más importante de mi vida, aún no estaba segura de querer contarle todo acerca de mí aun desconocido, pero me mataba la curiosidad de saber algo más de él, así que empecé por organizar mis ideas y en que estaba dispuesto a compartirle.

—Bueno, mi familia es de Irlanda y se radicaron aquí en Milán, mi padre murió cuando tenía siete años, tenía cáncer, de ahí casi todo cambió en mi vida, para bien, antes cantaba en bares y tuve que dejarlo... —Chris interrumpe.

—Siento lo de tu padre y, ¿Por qué dejaste de cantar? —pregunta asombrado.

—Es algo de lo que no me gustaría hablar ahora —respondo abrumada.

—Está bien, dime solo lo que quieras Liz —expresa dibujando una sonrisa en su rostro.

—Bueno, me gustaría visitar la capital junto a Erick, quiero cuidar mucho de él, es como mi hermano y lo quiero mucho, haría todo lo imposible porque él esté bien, bueno eso es todo —y así termino la reseña más importante de mi vida.

—Vaya, lo que me has contado ha resultado muy interesante, quiero decirte que puedes contar conmigo, además quiero ser tu amigo y salir de vez en cuando —dijo mientras colocaba un auricular en su oído y prosiguió— hay algo que quiero que escuches, pero no lo tomes a mal, esta música me recuerda a ti y lo especial que eres para mí.

De una manera inesperada colocó el otro auricular en mi oído izquierdo, y de fondo comenzaba a sonar Affection de Cigarettes After Sex.