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*** Capítulo 22 ***


Después de tres días de chequeos médicos, exámenes y visitas a la comisaría, por fin iría a casa, el único lugar en el que me sentiría en paz y segura, bueno al menos eso pensaba, nunca imaginé tener este desequilibrio emocional, estas sensaciones de ansiedad y tristeza a la vez, pero muy en el fondo sabía que mi madre me cuidaba.

Dave me toma entre sus brazos en el portal de la puerta, atraviesa la sala solitaria después de tanto tiempo sin alma que la habite y me conduce hasta el cuarto, me sentía protegida y a la vez temerosa, las secuelas de aquel nefasto evento me estaban comenzando a pasar factura.

Cuando por fin estoy en la cama, coloca las sábanas sobre mí, había olvidado los suaves que eran, todo en la habitación permanece igual que la última vez; las libretas en el escritorio, el armario de madera con una puerta entreabierta y las cortinas de la ventana recogidas, entre otros detalles.

Dave se despide dándome un beso en la frente y diciendo —Te amo cariño— para cuando ya se ha ido, comienzo a sentir el enorme peso de la soledad y la angustia envolviéndome.

Respiro lentamente como me indicó la psicóloga en la primera terapia, trato de pensar en cosas positivas, pero los recuerdos de aquella maldita noche aún se mantenían frescos en mi memoria.

Enciendo el mp3 y dejo sonar un par de músicas, para cuando me doy cuenta, el sueño comenzaba a aparecer. Momentos más tarde adentrada en mis pesadillas, logro visualizar un lugar oscuro, todo está envuelto en una especie de neblina y a lo lejos una chica descalza escapaba de una especie de bestias, que corren sin detenerse, la mujer a pesar de evadirlos no lograba huir, de manera inesperada dentro de uno de ellos brotó una especie de tentáculos que la atrapó, dejándola inconsciente en el suelo.

Aquellos demonios comenzaron a tomar forma humana y la indefensa muchacha no reaccionaba. Poco a poco empezaron a desgarrar su ropa, a tocar sus partes íntimas y a pasar su asquerosa lengua sobre todo su cuerpo.

La pesadilla tomaba forma, y en ella, yo era la víctima.


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