— •۰⸼ ۫ ৎ୭ Aventuras en la Feria ৎ୭ ۫ ⸼۰• —

La feria estaba llena de luces parpadeantes, risas y el aroma dulce de algodón de azúcar. SoYeong y JungKook caminaban juntos, sus manos rozándose ocasionalmente. El sol se ocultaba, y las atracciones cobraban vida.

Llegando al carrusel SoYeong señaló el mismo con emoción.

— ¿Qué te parece, JungKook? — apuntó emocionada mientras sacudía su brazo.— ¿Montamos?

JungKook asintió, pero no muy convencido.

— ¡Claro! Pero sólo si prometes no reírte de mí cuando giremos. — dijo sonrojado.

— ¿Por qué? — preguntó entre risitas. Él hizo un gesto de vergüenza y luego rascó su cabello. SoYeong lo miró a sus ojitos brillantes un momento.— Trato hecho.

Se subieron al carrusel, y mientras giraban JungKook miraba a otro sitio que no fuera ella, eso le dio la seguridad a la chica de que a él le avergonzaba que lo vieran sobre un unicornio. SoYeong no pudo evitar soltar una carcajada y JungKook la miró mal por unos segundos hasta que sonrió por la risa feliz de ella.

— ¿Promesa rota, eh? — le empujó suavemente con el hombro mientras caminaban fuera de la atracción. Ella cubrió su boca con la mano sin poder evitar seguir riendo.

JungKook miró al frente y sonrió al ver un sitio donde ganabas un peluche si tirabas todos los patos en movimiento. Tomando a SoYeong del brazo la llevó consigo rápidamente.

En el puesto de tiro al blanco, JungKook tomó la escopeta de juguete.

— Voy a ganarte un peluche — declaró.

SoYeong lo desafió, cruzando sus brazos dejó el peso de su cuerpo en una pierna y lo miró fijamente.

— ¿Ah, sí? ¡Demuéstramelo! — alzó su ceja sonriendo y él se la devolvió antes de acomodarse mirando a los patos.

JungKook apuntó y calculó bien el objetivo antes de tenerlo a la mira. Disparó y disparó hasta darle a casi todos... El blanco tembló con el último pato, pero no cayó. JungKook resopló y dejó caer los hombros, SoYeong tomó la escopeta y apuntó con determinación hacia el mismo pato.

— ¡Mira y aprende! — dicho eso disparó.

El blanco cayó al instante. JungKook aplaudió feliz y sorprendido, habían ganado al gigantesco panda.

— Impresionante. — susurró boquiabierto aún por lo cometido.— ¿Cómo lo hiciste? — Preguntó esta vez volteando a ella.

SoYeong guiñó un ojo.

— Secreto de feria.

Él sonrió algo tímido y ella reclamó su premio, por lo cual el joven de la carpa tomó el gran oso panda.

— Oh, no... ¿Podría darme dos de los medianos? — el chico asintió y JungKook la miró confundido. Ella volteó a verlo con los dos pandas abrazados y él frunció el ceño.

— ¿Dos? ¿Por qué no tomaste el grande? — ella sonrió de forma suave.

— Porque quiero que ambos tengamos uno. — respondió con una risita tímida y le extendió uno de los pandas. JungKook lo tomó mirándolo y sonrió de forma cálida.

— Gracias, SoYeong. — murmuró mirándola fijamente.

— No es nada, JungKook. — imitó su tono y pose, cosa que los hizo ruborizarse.

Dieron la vuelta y miraron hacia otro sitio para buscar algo interesante. SoYeong vio una carpa y JungKook le asintió en lo que ella la apuntó.

Ambos se adentraron en el laberinto de espejos. Se reían mientras se confundían con los reflejos distorsionados.

— ¿Dónde estás? — gritó SoYeong.

— ¡Aquí! — respondió JungKook desde algún rincón invisible.

Finalmente, se encontraron en el centro. SoYeong miró a JungKook a los ojos.

— ¿Sabes qué? Esta feria ha sido la mejor cita de mi vida. — contó entre risitas.

JungKook sonrió con ella.

— La mía también. — murmuró algo ruborizado y a ella le causó ternura.

Se acercó a él y colocó la mano en su hombro para darle un beso suave en la mejilla, muy cerca de la comisura de sus labios. Eso lo hizo ruborizarse aún más.

A la salida de la carpa ambos suspiraron sin saber a donde ir ahora. JungKook tomó el codo de SoYeong y captó su atención para apuntarle una atracción.

SoYeong con una amplia sonrisa asintió y ambos caminaron hacia la noria.

La noria se alzaba ante ellos, sus góndolas iluminadas. SoYeong se aferró al brazo de JungKook mientras subían.

— ¿Sabes? — dijo JungKook mirando todo.— esto es como nuestra propia película romántica.

SoYeong sonrió.

— ¿Y cómo se llama nuestra película?

JungKook pensó por un momento y volteó a verla.

— La Noria del Destino. — murmuró mirando sus ojos fijamente. SoYeong volvió a sonreír y luego recostó su cabeza en el hombro de él.

Desde arriba, la vista era impresionante: luces parpadeantes, la ciudad extendiéndose y el cielo estrellado.

SoYeong se despegó del brazo y observó los fuegos artificiales adornar ahora el cielo. Se veía hermoso.

¿Y si hacía algo para que fuese más memorable?

¿Qué podía perder? Al contrario, ganaría mucho.

Sacudió el brazo del chico y este volteó a verla. Entonces lo hizo, se puso de puntillas para alcanzar sus labios y dejó un beso largo y sin movimientos sobre estos.

Luego de unos segundos JungKook movió un poco sus labios y dejó el momento se grabara en su memoria llevando las manos a las mejillas de ella para acariciarlas mientras los movimientos seguían.

Sin duda fue memorable.