-Antes de la tormenta-

¿Con cuántas horas más contaban de vida? Era una pregunta que no paraba de resonar en sus cabezas y es que no conseguían comprender porque de todas las personas que existían en el mundo ellos eran quienes iban a cargar con el gran peso de seguir adelante por los demás de intentar pelear por la libertad de los seres humanos o no mejor dicho de la vida...como pensaban enfrentarse a la oscuridad que estaba comenzando a absorber al mundo entero, no tenían ninguna especie de señal divina, era como si de la nada todo hubiera dejado de funcionar desde que la presencia de sus profesores se apago no fue más que la señal clara de que les quedaba poco tiempo, y a su parecer el problema era mucho más grande lo que imaginaban, no conseguían comprender como terminarían con esto, cada paso que daban les conseguía dar una respuesta nueva, más sin en cambio cada vez se hundían más.

Por su parte los demás solo observaban a Rin y Len con dolor, tantas perdidas a lo largo de las guerras que existían en estos años no conseguían que su sangre se volviera fría e indiferente a las muertes de otros por lo que Miku y Gakuppo se voltearon a ver con cierto nivel de culpa porque ambos comprendían el peso de ser puesto en un trono donde su único deber era cargar con el peso de las decisiones de otras personas.

Por su parte Kaito respiro con pesar, no le era tonto el imaginar de donde nació esa repentina adoración hacia la chica de vestimenta oscura era consciente que tenía cierta atracción física hacia ella, lo cual no hacia más que darle temor, porque el tener una debilidad en estos tiempos oscuros no era nada más que el arma perfecta que usarían en tu contra. Lo cual Luka pensaba con cierta similitud, algo dentro de ella le decía que no tendría un final feliz.

Nadie sabia que decir en ese momento, hasta que finalmente llegaron al palacio de blanco, donde al parecer todo continuaba luciendo con calma, esa paz y tranquilidad que todos sabrían que no duraría por mucho tiempo a este ritmo, si nadie conseguía obtener una respuesta puede que momento como estos terminara más rápido de lo que imaginaban. Definitivamente nadie quería que esa "paz" hasta cierto punto terminará, porque si, nadie quiere enfrentar a sus demonios.

En cuanto llegaron a la puerta central donde estaban los guardias del palacio vieron con cierta incertidumbre e impacto a la persona que estaba detrás del rey Gakuppo, principalmente porque llevaba una corona y una vestimenta que era claramente la señal de que la heredera al trono del país de la oscuridad junto con la mujer al lado que bien podía ser su primera dama ya que su vestimenta hasta cierto punto era similar, sin embargo algo a recalcar es que la vestimenta de los jóvenes apagados detrás de él eran del ejército de su palacio ¿Lo curioso? es que jamás los habían visto y la mirada de Kaito era lo que los helo era un claro "muévanse de mi camino".

Más sin en cambio ignoraron esa mirada de advertencia, por el simple hecho de creer que finalmente habían ganado la guerra.

-Mi rey-hace una reverencia-no tenía en mi conocimiento que formaba parte del equipo de la rebelión, el que haya peleado al lado de mis compatriotas no hace más que llenarme de satisfacción, usted definitivamente marcará la historia-exclamo con convicción.

El otro por su parte hizo la misma reverencia mientras ponía la mano en su corazón como señal de respeto.

Gakuppo sintió como le hervía la sangre, más sin en cambio no podía culparlos, no podía siquiera intentar desatar su creciente ira, así como los Kagamine eran su ultima esperanza y la fe ciega a la que se podían aferrar así era él y Miku respectivamente para su población, eran los pilares de fuerza de todas las personas que estaban en su reino respectivamente, cosa que no pudo evitar reflexionar ¿Qué tan destrozaba debía sentirse Miku en ese momento?

-Gracias por sus halagos, sin en cambio la guerra todavía no ha terminado, nos enfrentamos a algo todavía más poderoso, por lo que les pido que reúnan a toda la tropa en el patio central del palacio, es una orden directa de su rey-soltó con firmeza mientras se adentraba directamente al palacio junto con los demás pisándole los talones, estaba harto de cargar con las consecuencias de otras personas, había aceptado principalmente ese lugar porque amaba a las personas de ese país, decidió arriesgar su imagen con el fin de regresarles la fe al país y que más con un heredero capaz de tener el poder de la salvación "la creación", un poder que era capaz de entregar la felicidad al mundo.

Por lo que cuando entro directamente a la que sería su sala de reuniones donde se encontraban todos los oficiales importantes que se encontraban detrás de una máscara donde lo usaban a él como principal peón de sus estrategias y juegos asquerosos, eran ellos quienes no sabían dejar el pasado por la paz y aprender de los errores.

-Joven alteza, debería estar en su habitación, conoce las normas de cada junta que hacemos en el palacio donde su presencia no es requerida, además no puede traer a cualquier persona a este lugar, no le competen estás conversaciones, que por si no sabe planeamos un próximo ataque a la población del reino de la oscuridad ahora que conocemos el rostro de su reina, justo después de que esos demonios los atacarán...-las palabras quedaron al aire en cuanto vieron a Miku dar un paso hacia enfrente, finalmente ante ellos estaba una joven con ira en su mirada, desprecio y sobre todo rencor, porque si Miku se sentía impotente de no poder hacer nada para proteger a su gente de esos asquerosos comités que solo querían exterminar a la población, aborrecía a esos ancianos que tenían el descaro de engañarla a ella y Gakuppo, porque si, en cuanto los vio, los reconoció eran los mismos imbéciles que la pusieron en el trono en contra de su voluntad por tener el poder de "la destrucción", quería aniquilarlos, claramente todo este tiempo no quisieron solucionar nada, solo querían usarlos como sus juguetes para divertirse, mientras que ellos cargaban con la culpa.

Gakuppo por su parte sintió como toda esa determinación se iba al caño, no se sentía capaz de imponerse por completo, lo tenían en la palma de su mano.

- ¡Son la peor escoria del universo entero, viejos asquerosos que por lo único que se preocupan es por su trasero, espero que se pudran en el infierno junto con la asquerosa contaminación de todos esos demonios! -golpeo sus manos contra la mesa, haciendo que se sobresaltarán-por ustedes perdí a toda mi gente en aquel enfrentamiento, Zero los asesino a sangre fría, mientras mi ejército y yo intentábamos defenderlos a capa y espada, ustedes solo huyeron como las gallinas que son, yo me quede en batallas hasta que ellos mismos me sacaron de ahí por creer que llegando aquí y explicándole todo a este reino conseguiríamos poner pases y llegar a un acuerdo, pero si ustedes son los gobernantes, prefiero ir yo sola a la batalla y morir para alcanzar más tarde a mis camaradas, no pienso volver a pelear por personas como ustedes que estén al poder, fui débil al dejarlos manejar todo a su antojo, pero no pienso permitir que por todos ustedes nosotros muramos-exclamo con determinación viendo finalmente a las personas que encontró en su camino, dándole la espalda al consejo.

Gakuppo no lo soporto más, alzo finalmente la cabeza después de escuchar ese discurso, tomo valor lo siguiente que haría sería algo que lo perseguirá el resto de su vida.

-Kaito, puedes sacar a Luka y los Kagamine de aquí, Miku y yo tenemos algo que explicarles a estos distinguidos ejecutivos-soltó con extrañada calma-y de paso comenzar a reunir a todo el ejército en el salón principal como orden a los guardias, puede que no les hagan tanto caso si no es una orden directa de mi comandante, por favor-menciono mientras se acercaba un poco más a Miku.

-A sus órdenes mi alteza-hizo una reverencia entendiendo claramente sus intenciones-síganme por aquí-dijo esto mientras los sacaba de la oficina y cerraba la habitación-Luka pudieras...-fue interrumpido mientras le pedía un favor a la joven de cabello peli rosa.

-Insonorización-lanzo su hechizo la joven de cabellos rosas, mientras un aura verduzca la rodeaba, para ella también había quedado claro el mensaje la impacto de sobremanera toda la situación que imaginaba a la que fueron expuestos.

-Así que... un gran poder conlleva una gran responsabilidad-murmuro por lo bajo Len, quien junto a Rin se habían mantenido expectantes de todo.

Rin quien se encontraba a su lado escucho su pequeño murmuro sin evitar sentir las ganas de llorar, porque esas palabras tenían un impacto demasiado fuerte, para ellos en ese momento, ya que esto solo era una pequeña parte de todo lo que tendrían que hacer para salvar al mundo del propio ser humano, lo cual le hacía cuestionarse así misma quienes eran los verdaderos villanos en esta historia.

-Len-susurro por lo bajo-soy yo o está calma abrumadora de repente es demasiado asfixiante-mencionó por lo bajo mientras se acercaba cerca de su oreja.

Len se quedo callado por unos segundos, tras ver de reojo como ambos reyes salían de la sala con sus ojos más fosforescentes de lo normal-Tienes razón, da miedo-se pegó un poco más a la chica-pero, realmente no se que tanto podamos cuidar está paz, no tenemos un plan, no conocemos el rostro del enemigo, no sabemos nada-gruñó con ira en su voz mientras apretaba los puños-simplemente creo que de momento es bueno nadar en dirección de la corriente-suspiro con pesar y culpa mientras desviaba la mirada a cualquier otra parte de la habitación.

-No nos queda mucho tiempo-mencionó la joven con tristeza.

meilinlin12